En los últimos años, el concepto de bioeconomía está adquiriendo importancia como respuesta a las crecientes demandas poblacionales, la menor disponibilidad de recursos fósiles y las consecuencias del cambio climático.
Todos nuestros conceptos sobre economía y desarrollo están relacionados con la ciencia y con la vida, pero también con la forma en que producimos los recursos para abastecer a la creciente población mundial.
Las últimas proyecciones dicen que a pesar de que el nivel de estabilización de la población mundial inicialmente se estimaba en 9.000 millones de personas en el 2050, revisiones recientes indicarían que éste se produciría en 12.000 millones de habitantes alrededor del 2100, esto trae aparejado el aumento de la demanda de alimentos, nuevos materiales y bioenergía, entre otros. Pero también se comienza a ver que los recursos naturales se agotan, y que esto dificultaría nuestra subsistencia.
Ante estas problemáticas comienzan a evidenciarse marcadas tendencias hacia patrones productivos más sostenibles desde el punto de vista económico, social y ambiental.
[blockquote author=»» pull=»normal»]La bioeconomía surge como un nuevo paradigma que comprende la convergencia de las nuevas tecnologías en los sectores productivos tradicionales, implicando una etapa de transición que sustituiría el modelo de industrialización actual.[/blockquote]
EL NUEVO PARADIGMA
La bioeconomía es un empeño en remediar las deficiencias teóricas de la economía capitalista por medio de fundamentar la actividad económica en base a cooperación, conservación, crecimiento sostenible, calidad y biocentrismo y un verdadero equilibrio bioeconómico, al contrario de la economía neoclásica con competición, crecimiento perpetuo insostenible, cantidad y antropocentrismo y un equilibrio ficticio.
La bioeconomía surge como un nuevo paradigma que comprende la convergencia de las nuevas tecnologías en los sectores productivos tradicionales, implicando una etapa de transición que sustituiría el modelo de industrialización actual. El foco de las discusiones se orienta a mayores productividades en el marco de mayor sostenibilidad económica, social y ambiental.
[blockquote author=»» pull=»normal»]Las diferentes regiones argentinas son fuentes de recursos y sistemas productivos diferenciados sugieren más de una vía de desarrollo para la bioeconomía en el país.[/blockquote]
La bioeconomía es una economía en la cual la producción de bienes y servicios se basa en el uso sostenible de los recursos biológicos –genes, bacterias, biomasa, animales, biodiversidad y recursos naturales como suelo y agua- y en el aprovechamiento de los desechos que se generan en su transformación, en la producción y en el consumo.
Buena parte de los residuos agrícolas y de la industria forestal sirven para fabricar biodiesel, alconafta o biogás: son todas soluciones energéticas parciales pero de mucho interés. Algo similar pasa en la industria vinculada a los alimentos: se calcula que un establecimiento de cría de pollos podría transformar sus residuos en biogas y esto en electricidad y cerrar así un círculo completo de autoabastecimiento.
Lo mismo ocurre con los residuos urbanos y efluentes: la Argentina tiene una enorme cantidad de biomasa desperdiciada.
LAS BIOECONOMÍAS REGIONALES
Nuestro país posee características que ofrecen múltiples oportunidades para el desarrollo de la bioeconomía local. Argentina posee un extenso territorio, gran variedad climática y de biodiversidad, una importante superficie de bosques nativos e implantados, y sectores agrícola-ganaderos y agroindustrial altamente competitivos. Adicionalmente, se han adoptado en forma temprana los avances biotecnológicos y existen capacidades científicos-tecnológicas de avanzada.
Las diferentes regiones argentinas son fuentes de recursos y sistemas productivos diferenciados sugieren más de una vía de desarrollo para la bioeconomía en el país.
La bioeconomía está presente en distintas escalas, en economías regionales y pequeños recursos, como en grandes emprendimientos de alcance nacional e internacional.
Actualmente, las oportunidades más importantes estarían en la región centro pampeano donde la confluencia de cantidad/calidad de recursos e infraestructura es más evidente y existen importantes desarrollos relacionados al valor agregado en las cadenas agroindustriales y los biocombustibles. Un ejemplo de ello es la producción energética en base a los residuos del maní llevada adelante en la provincia de Córdoba.
[blockquote author=»» pull=»normal»]Buena parte de los residuos agrícolas y de la industria forestal sirven para fabricar biodiesel, alconafta o biogás: son todas soluciones energéticas parciales pero de mucho interés.[/blockquote]
Sin embargo, el resto de las economías regionales también ofrece importantes recursos e instituciones de considerable grado de desarrollo. Las posibilidades del mar argentino son también muy notorias tanto por su extensión como por su contenido biomásico, por lo que podría considerarse de una magnitud similar a cualquier otra región argentina. La biodiversidad microbiana, como recurso de desarrollo energético, alimentario, farmacológico, se presenta como un recurso productivo de alto nivel potencial.
En conclusión, la bioeconomía busca el desarrollo económico y a la vez el bienestar del hombre, usando conocimientos y tecnologías de última generación, pero sin destruir la base biológica de la cual depende ese desarrollo.
Se trata de hacer ciencia al servicio de la vida, de buscar las respuestas en los secretos que guarda la naturaleza, y transformarlos para el bienestar de la toda la humanidad.
En base a: Paradigma 3 / Bioeconomía Argentina / Conice