El 30 de julio, con la participación de la presidenta del PS Mónica Fein, el colectivo de Mujeres Socialistas presentó un protocolo para combatir la violencia y la discriminación de género. Sobre la propuesta y sus objetivos, conversamos con Ely Fontao.
El colectivo de Mujeres Socialistas ha dado a conocer un protocolo de actuación contra la violencia y la discriminación de género contra mujeres y disidencias, el mismo será elevado al Comité Ejecutivo Nacional del Partido Socialista para su sanción y puesta en funcionamiento. La propuesta tiene como objetivo establecer mecanismos de sanción y protección de las víctimas frente a estas situaciones, pero sobre todo busca promover actividades que apunten a la formación y la prevención. A pesar de que el Partido Socialista ha sido pionero en muchos de estos temas en la discusión pública, todavía está en deuda con respecto a su funcionamiento interno y eso es lo que se pretende subsanar. Sobre esta propuesta, conversamos con Ely Fontao, actual Secretaria de la Mujer del Partido Socialista e integrante del colectivo de Mujeres Socialistas.
¿Por qué es importante la sanción de un protocolo para la violencia de género en el Partido Socialista? ¿Es algo inédito en el país?
Si bien aún no está sancionado por el comité ejecutivo, existe la voluntad política y la firme decisión que el protocolo se ponga en vigencia dentro de muy poco. La importancia de contar con un dispositivo como este «Protocolo de actuación ante acciones y expresiones discriminatorias que se basen en las violencias de género contra mujeres y disidencias sexuales» tiene varios objetivos. Este protocolo incluye cuestiones que van desde cómo proceder ante esas situaciones, que deben ser visibilizadas y deben contar con acciones restaurativas hacia la/s persona/s que la/s sufre/n, hasta (y fundamentalmente) la necesidad de proceder preventivamente para que no sucedan. El Partido Socialista es el primer partido político en diseñar un protocolo de estas características a nivel nacional. No es casual que después de 125 años de historia del socialismo estemos hablando de proteger y reparar a las mujeres y disidencias, y esto responde a que también tenemos por primera vez una presidenta en nuestra organización. Mónica Fein alienta estas iniciativas en su calidad de mujer militante, es un apoyo fundamental.
«Venimos sosteniendo hace un tiempo que el socialismo es feminista: este protocolo responde a la coherencia que sostenemos entre lo que decimos y lo que somos».
¿Cuáles son los principales puntos de este protocolo? ¿Tomaron de modelo o referencia alguna otra experiencia?
Los puntos principales de este protocolo son el abordaje, la intervención y la promoción de acciones para la prevención. Sabemos que para que la violencia sea erradicada no alcanza con un papel ni normas, este protocolo es tan solo una herramienta más. Pero si no avanzamos en la prevención, probablemente sea solo un método sancionatorio, que en el fondo no es lo que buscamos.
El protocolo prevé un abordaje de toda situación de discriminación y violencia por razón de género con fines restaurativos a quien la sufra y de sanción a quien la ejerza. Interviene en las situaciones del ámbito de las federaciones que aún no cuentan con un protocolo o en el de aquellas federaciones que, contando con su propio protocolo, luego de cierto plazo no lo trata o no da respuesta. Y como ya había mencionado, promueve fundamentalmente acciones de prevención. En este último sentido estamos elaborando en conjunto con la Escuela de Formación, las Juventudes Socialistas y el Movimiento Nacional Reformista un ciclo de sensibilización y formación en perspectiva de género que será obligatoria para los compañeros y compañeras con algún grado de responsabilidad institucional y vinculante para todos quienes forman parte de nuestro partido.
Para elaborar este proyecto, el equipo de redactoras, todas compañeras del espacio de Mujeres Socialistas durante el año 2020 tomaron referencias de otras experiencias. Entre las locales, provinciales y nacionales tomamos los protocolos elaborados y aprobados por tres federaciones socialistas y el elaborado por la organización feminista Mala Junta del Frente Patria Grande. Entre las referencias internacionales, revisamos diferentes protocolos utilizados en Chile, Uruguay y España, y el «Protocolo Modelo para Partidos Políticos» propuesto por la Comisión Interamericana de Mujeres (OEA).
¿Cuál es el diagnóstico del que parte esta medida? ¿Qué situaciones se buscan remediar, atender o prevenir? ¿Qué otras medidas complementarias se piensan para abordar este tema?
El punto de partida para la elaboración del protocolo tiene que ver con diferentes situaciones vinculadas a discriminación o violencia por razón de género, que eran naturalizadas en los ámbitos de militancia y que, según los datos estadísticos elaborados por diferentes organizaciones nacionales e internacionales, como el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), derivan en la no participación en política. La idea motivacional es el desarrollo de la actividad militante en un espacio libre de violencia, sin que mujeres y/o disidencias debamos atravesar el cuestionamiento interno personal de continuar o no en presencia de un ambiente de discriminación y/o violencia por el sólo hecho del género. Para eso, también es necesario y extremadamente importante promover y desarrollar en lo sucesivo acciones de prevención, con actividades de capacitación accesibles para compañeros, compañeras y compañeres. En definitiva, las mujeres socialistas llevamos a las calles reclamos contra las violencias y hoy nos toca movilizarnos y organizarnos internamente como continuidad de esas mismas banderas que levantamos en las calles. Las violencias nos impiden gozar de nuestros derechos y en la política nuestro derecho a la participación en igualdad de oportunidades y trato.
«La idea motivacional es el desarrollo de la actividad militante en un espacio libre de violencia, sin que mujeres y/o disidencias debamos atravesar el cuestionamiento interno personal de continuar o no en presencia de un ambiente de discriminación y/o violencia por el sólo hecho del género».
¿Considera que es una deuda del Partido Socialista acondicionar sus prácticas internas a sus propuestas ideológicas? ¿Cuál es la agenda que se propone desde la Secretaría de la Mujer del PS y del colectivo de Mujeres Socialistas?
Venimos sosteniendo hace un tiempo que el socialismo es feminista: este protocolo responde a la coherencia que sostenemos entre lo que decimos y lo que somos. Claramente ya era tiempo de que nuestro centenario partido, con la compañera Mónica Fein como su primera mujer presidenta, con tantas leyes propuestas en función de promover mayor igualdad de derechos y con tantas referentes y militantes, tenga una herramienta para actuar ante situaciones de estas características. Los partidos políticos no son burbujas de la sociedad y las problemáticas que atraviesan las mujeres y disidencias son transversales a cualquier estructura por mas buena que sea. A partir de ahora, desde esta Secretaría y desde el colectivo de Mujeres Socialistas, se espera la aprobación de dicho protocolo presentado ante nuestro Comité Ejecutivo Nacional. Sumado a eso, se elaborarán propuestas de acciones colaborativas para poner en agenda, a fin de promover la erradicación o evitar la discriminación y violencia por motivo de género, como capacitaciones (por el momento virtuales) como, por ejemplo, sobre nuevas visiones y concepciones de masculinidades, Ley Micaela, etc.
¿Cuán importante es el trabajo con los colectivos de diversidad, por un lado, y con las masculinidades, por otro? ¿Qué proyectos o ideas tienen a ese respecto?
Por supuesto que el trabajo debe ser conjunto, la construcción de un ambiente libre de violencia tiene que contar con el compromiso de todos los sectores. El protocolo es solo el puntapié inicial. Estamos convencidas que la sinergia tiene que darse naturalmente, Hermes siempre decía que ser solidarios no es dar lo que nos sobra sino construir juntos aquello que nos falta, y hoy las agendas de las mujeres no son exclusivas ni excluyentes.