El 14 de abril de 1931 se proclamó la segunda República española. Así lo reflejaba el periódico «El Socialista», anticipando los acontecimientos de aquél histórico día.
En su primera página, un artículo a dos columnas afirma que las elecciones municipales del 12 de abril habían demostrado que la afirmación, realizada por la prensa de derechas sobre una España monárquica, no se había cumplido. Tal golpe a las fuerzas conservadoras había sido gracias al triunfo de la Conjunción Republicano-Socialista.
El pueblo había dado una clara lección de ciudadanía y de orden al Gobierno desde las primeras horas del 12 de abril en las puertas de los colegios, haciendo largas colas y esperando el turno para votar. Hubo entusiasmo y serenidad. El pueblo no había querido que el resultado electoral se desluciera con acto alguno. El gobierno había desplegado muchas fuerzas en los colegios electorales, especialmente en los más populares, pero no se había producido ningún incidente.
Las elecciones municipales habían demostrado que la afirmación realizada por la prensa de derechas sobre un España monárquica no se había cumplido.
Según los socialistas, los monárquicos se habían entregado a todas las viejas prácticas políticas propias del sistema electoral formado desde los tiempos de la Restauración, como eran los intentos de compras de votos en las tabernas. El pueblo, siempre según el periódico obrero, había rechazado “con asco” estas corruptelas.
El dilema electoral era entre Monarquía y República, el pueblo había elegido la segunda como un fallo inapelable. El artículo expresa que se había establecido un régimen municipal republicano a partir de las elecciones, pero que además, continúa el texto, la Monarquía debía obedecer la voluntad “unánime” y desaparecer.
El periódico se preguntaba qué camino iba a emprender la Monarquía ¿Resistir? Sí deja en claro que el pueblo deseaba establecer la República “sin efusión de sangre”. La resistencia generaría violencia, aumentando con ello las responsabilidades del régimen.
Se había establecido un régimen municipal republicano a partir de las elecciones, pero que además, la Monarquía debía obedecer la voluntad “unánime” y desaparecer.
Para los socialistas el pueblo estaba convencido de que la Monarquía era el desorden, el caos y la anarquía, esta afirmación realizada sobre Monarquía formaría parte del guión que usarían las derechas contra la República.
España por la República era el titular del periódico el Socialista y celebraba la esperanza de salvación para España fuera la República. Pidiendo con firmeza que todo el mundo respetase y acatase la “soberana voluntad del país”.
(Fuente: Periódico El Socialista, número 6920).