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¿Los Estados Unidos contra Trump?: desobediencia civil y resistencia a la autoridad

por | Ago 26, 2025 | Sin categoría | 0 Comentarios

La segunda presidencia de Donald Trump ha acentuado los rasgos más temibles de su primera administración. Frente a su embate contra inmigrantes y minorías, las protestas se multiplicaron en nombre de una justificada desobediencia civil ante el autoritarismo. 

Protestas contra Donald Trump bajo el lema «No Kings».

Las manifestaciones en contra de las medidas antiinmigración de Donald Trump se multiplicaron desde hace algunos meses. Estas protestas reabren el debate sobre la cuestión de la resistencia a la autoridad y el derecho a protesta. Ante la inacción de muchos políticos opositores y la persecución y, en algunos casos, arresto de los pocos líderes demócratas dispuestos a hacerle frente a Trump, las ideas del poeta y pensador Henry David Thoreau sobre desobediencia civil adquieren una actualidad alarmante.

En su célebre ensayo On the duty of civil disobedience Sobre el deber de la desobediencia civil en español-, Thoreau polemiza sobre la estructura social y política de los Estados Unidos posterior a su enorme expansión territorial cómo consecuencia de su victoria en la guerra contra México. Allí, se cuestiona si los Estados Unidos, un país esclavista que acaba de salir victorioso en una guerra de expansión, sería realmente una insignia de libertad creada a imagen y semejanza de los deseos de Washington y Franklin, o si por el contrario se trataría de un gobierno autoritario contra el cual es imperioso resistir.

El autor sostiene que los argumentos que llevaron a los habitantes de las 13 colonias a liberarse del yugo británico podrían ser de utilidad en la década de 1840 para desobedecer a un gobierno que se proclama defensor de la libertad a la vez que somete a un quinto de la población a la esclavitud. El hecho  que un texto escrito hace casi 200 años revista similitudes con la actualidad denota una prueba irrefutable de algunos problemas estructurales que los Estados Unidos deben resolver o, al menos, enfrentar.

Si bien la esclavitud se abolió en 1863, gracias a las infames leyes de Jim Crow las personas negras en Estados Unidos no gozaron de derechos políticos y civiles sino hasta 100 años después del fin de la esclavitud, en la década de los 60 del siglo pasado. Cuando Barack Obama se convirtió en el Primer Presidente negro en 2009, parecía que el racismo estructural en Estados Unidos había llegado a su fin. No obstante, la violencia policial hacia las personas de color no hizo más que aumentar en los últimos 15 años.

Luego de inaugurado el nuevo gobierno de Trump el ensañamiento hacia las minorías étnicas y raciales, sobre todo hacia los migrantes, ilegales o no; se desató de una forma especialmente cruel. Niños detenidos en las escuelas, turistas arrestados en las calles, trabajadores que viven y trabajan hace décadas en el país deben abandonarlo de un día para otro.

Luego de inaugurado el nuevo gobierno de Trump el ensañamiento hacia las minorías étnicas y raciales, sobre todo hacia los migrantes, ilegales o no; se desató de una forma especialmente cruel. Niños detenidos en las escuelas, turistas arrestados en las calles, trabajadores que viven y trabajan hace décadas en el país deben abandonarlo de un día para otro.

Siguiendo el pensamiento de Thoreau, se podría interpretar que un gobierno que atemoriza a muchos ciudadanos, que detiene a representantes electos a plena luz del día; claramente constituye un gobierno contra el cual es válido rebelarse.

Está tesis se sostiene sobre todo a partir de la violencia con la cual las fuerzas de seguridad reprimieron las protestas en los Ángeles. El calificativo de terroristas, con el que muchos medios oficialistas se refirieron a los manifestantes, alude, nos recuerda Thoreau, a una voluntad de criminalizar la protesta y la resistencia por parte de los poderes estatales. Después de todo, Washington y Franklin en su momento también fueron considerados rebeldes.

El rol del ciudadano frente al avance del autoritarismo también es problematizado en la obra de Thoreau, quien se pregunta qué motiva a un agente del Estado, una persona completamente respetable a tratar a su vecino, su conciudadano, como un bandido. Sería relevante cuestionarse si el deber de desobediencia de este individuo no estaría por encima de su deber como funcionario estatal.

Pero un gobierno autoritario no tendrá nunca éxito sin una oposición pasiva que deje pasar todos sus ataques al Estado de Derecho. El Partido Demócrata, incapaz aún de digerir su derrota en las últimas elecciones presidenciales, parece no contar todavía con la voluntad necesaria para liderar la resistencia contra Trump. A pesar de honrosas excepciones, cómo el gobernador de California Gavin Nysson, la mayoría de sus exponentes se encuentran enfrascados en dirimir las causas de la derrota en noviembre pasado.

En su ensayo, Thoreau nos enseña que muchas veces que una sola persona se niegue a adquirir esclavos basta para terminar con la esclavitud. Es decir, es el acto consciente de un solo individuo el que trasciende para dar lugar a otros en el futuro. Quizás lo que necesite Estados Unidos sea un agente del Estado que decida ver al otro como un conciudadano y no como su enemigo para frenar el avance del autoritarismo en este país.

¿Y LA POLÍTICA?: LA ESPERANZA NEOYORKINA 

Zohran Mamdani, candidato socialista a la alcaldía de New York por el Partido Demócrata.

En medio de la disputa entre el Gobierno federal y sectores de la sociedad civil, el contexto se vuelve propicio para la proliferación de nuevos liderazgos dispuestos a desafiar el establishment demócrata. Zohran Mamdani, hijo de inmigrantes nacido en Uganda, se convirtió en el candidato demócrata a la alcaldía de Nueva York después de derrotar al ex gobernador Andrew Cuomo. En sintonía con las voces más críticas de Trump, Mamdani, un socialista convencido, apuesta por implementar reformas estructurales en una de las ciudades más cosmopolitas y a la vez más caras del mundo.

Sus propuestas sobre congelamiento de la renta y aumento de la presión tributaria para los neoyorquinos de mayores ingresos generaron polémica entre los medios de comunicación conservadores y los simpatizantes de Trump. No obstante, muchos ciudadanos preocupados por el futuro de la ciudad y el país ven en él una cristalización de la resistencia contra de la actual Administración.

Sólo el tiempo dirá si esta victoria de Mamdani será el inicio de una revolución institucional dentro del Partido Demócrata para derrotar a Trump o si, por el contrario el autoritarismo trumpista se profundiza dando lugar a una desobediencia liderada por la sociedad civil.

Pero incluso si logra ganar las elecciones el 4 de noviembre próximo, Mamdani será solamente el alcalde de una ciudad que, aunque muy relevante para los Estados Unidos, constituye solamente uno de los 435 distritos que existen en el país. Su perfil, tanto ideológico como personal, es de por sí irritativo para el discurso dominante entre los adeptos al trumpismo.

Sólo el tiempo dirá si esta victoria de Mamdani será el inicio de una revolución institucional dentro del Partido Demócrata para derrotar a Trump o si, por el contrario el autoritarismo trumpista se profundiza dando lugar a una desobediencia liderada por la sociedad civil. Por el momento, la política parece estar en deuda y pasmada ante una sociedad que empieza a mostrar su descontento.

Lucía Lago Krümmer

Lucía Lago Krümmer

Estudiante avanzada de Relaciones Internacionales y Ciencia Política en la Universidad de Belgrano. Redactora en Finguru, CEERI, GEOPOL 21 y Politólogos al whisky.