A partir de la orden de un juez de liberar un corte en las vías del ferrocarril, se desplegó un impresionante operativo de Gendarmería.
En el departamento Cushamen, en la zona conocida como Vuelta del Río, noroeste del Chubut, la comunidad mapuche Pu Lof ocupa desde hace casi dos años un predio ancestral, que reclama sea reconocido como tal por parte de las autoridades. Lof significa comunidad en lengua mapuche y Cushamen es una de las muchas zonas que resisten la enajenación de las tierras de sus antepasados.
Esas tierras, unos 90 kilómetros al norte de Esquel, se conocen como Estancia Leleque y están en manos de la Compañía de Tierras Sud Argentino SA, de la empresa italiana Benetton, una de las grandes propietarias de campos en la región, que fueron adquiridos haciendo caso omiso a la presencia aborigen y a los derechos que, lentamente, la legislación internacional y nacional les han ido reconociendo a las comunidades originarias.
En la Argentina, en particular, la reforma constitucional de 1994 incorporó en el articulo 75, inciso 17, no solo el reconocimiento a «la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos» sino tambièn «la personería jurídica de sus comunidades», y fundamentalmente «la posesión y propiedad comunitarias de las tierras que tradicionalmente ocupan».
Pero la letra de la Carta Magna y la realidad siguen transitando por caminos diferentes. El reclamo mapuche por estos campos, que se remonta a varios años atràs, recrudeció en estos dias, al anunciarse el reinicio del recorrido turístico del ferrocarril Viejo Expreso Patagónico, conocido como «La Trochita». Como parte del conflicto, la comunidad mapuche Pu Lof decidió cortar las vías.
LA ORDEN JUDICIAL
Un juez federal de Esquel, Guido Otranto, dispuso liberar los rieles. Sin embargo, el funcionario dejó claro que su intención se limitaba a esa acción, y no tenia como fin desalojar a Pu Lof del campo de Benetton: el objetivo de su orden era permitir la circulación de La Trochita. Pero Gendarmería y la Policía provincial desembarcaron en la zona con un impresionante operativo, que podría haber concluido en una tragedia.
Según las crónicas de los medios de la región, alrededor de las 7 de la mañana se hicieron presentes en el predio unos 21 móviles de ambas fuerzas, con dos colectivos, un camión hidrante, un camión de carga, un helicóptero, caballos, furgones y camionetas. Desde la comunidad se le respondió que podían entrar algunos para sacar las ramas de las vías, pero que no ingresen cientos de efectivos armados porque no era necesario. Cientos de efectivos con escudos, cascos y armas largas, entraron disparando balas de goma. Los pocos hombres de la comunidad les arrojaron piedras antes de replegarse y bajar hacia las construcciones, mientras que mujeres y niños se encerraron en la casa principal para resguardar la seguridad de los menores. Tres miembros de Pu Lof fueron golpeados y detenidos: Ricardo Antihuel, Nicolás Daniel Hernández Huala y Ariel Garzi, quienes fueron trasladados al Escuadrón 36 “Esquel” de Gendarmería para identificarlos y quedaron alojados en la Unidad 14 del Servicio Penitenciario Federal a disposición del Juzgado. Hoy serán indagados y recién en ese momento se levantará la incomunicación.
[blockquote author=»» pull=»normal»]Gendarmería y la Policía provincial desembarcaron con un impresionante operativo, que podría haber concluido en una tragedia.[/blockquote]
En un comunicado oficial, el juzgado señaló que las tres detenciones se debieron a que
“se opusieron violentamente a la realización de la medida”. En tanto la Red de Apoyo a las Lof publicó en facebook que “hay tres personas detenidas y muy golpeadas”. Según informó el juez Otranto, Garzi presenta un corte superficial en la frente y Huala una contusión en la zona nasal sin herida. Antihuel no tiene lesiones pero dijo ser epiléptico. Era examinado en el Servicio Médico del Servicio Penitenciario Federal y eventualmente en el Hospital Zonal de Esquel si fuera necesario.
Por otro lado, Gendarmería asegura que durante el allanamiento resultaron lesionadas tres gendarmes: una con conmoción cerebral al recibir un impacto de piedra en el casco, que se recupera favorablemente; otra con una fractura en su pierna, todavía hospitalizada; y una tercera con una contusión en un brazo al ser golpeada con un elemento contundente. No se dieron a conocer sus nombres
Por la tarde un grupo se concentró frente a la dependencia carcelaria para pedir por la liberación. “Están muy golpeados”, dijo una joven de la comunidad mapuche.
Medios porteños cercanos al oficialismo difundieron la información de que la comunidad Pu Lof pertenece a un grupo denominado «Resistencia Ancestral Mapuche (RAM)», al cual las principales organizaciones comunitarias mapuches no reconocen, y que se caracteriza por impulsar acciones violentas. Esta información fue desmentida a La Vanguardia por fuentes comunitarias mapuches.
LA EXPLICACIÓN DEL JUEZ
«La medida no está destinada a hacer cesar la ocupación que está realizando en el lugar desde marzo de 2015 el Lof en Resistencia del Departamento Cushamen, cuyo eventual carácter delictivo y las responsabilidades penales que correspondan son materia de investigación y decisión de las autoridades judiciales provinciales», dijo el juez, según publicó el diario La Jornada. «El allanamiento fue ordenado al sólo efecto de remover y secuestrar los obstáculos materiales que se encuentren colocados sobre las vías de circulación del Viejo Expreso Patagónico La Trochita e identificar a las personas que se encuentran imputadas de la comisión del delito previsto en el artículo 194 del Código Penal», dijo el juez, quien tambièn aseguró que «no se ha ordenado la detención de ninguna persona, salvo de quienes intenten resistir violentamente el operativo».
El magistrado dijo que el procedimiento fue ordenado el 22 de diciembre pasado ante el fracaso del mecanismo de resolución alternativa de conflictos implementado entre los meses de marzo y noviembre de 2016 a partir de la denuncia de la Corporación de Fomento del Chubut, bajo cuya dependencia se encuentra el Viejo Expreso Patagónico La Trochita, que decidió no continuar participando en la mesa de diálogo.
[blockquote author=»» pull=»normal»]»El allanamiento fue ordenado al sólo efecto de remover y secuestrar los obstáculos materiales colocados sobre las vías de circulación del Viejo Expreso Patagónico La Trochita», dijo el juez, [/blockquote]
Otranto dijo que “como primera medida se libró una orden judicial a los miembros del Lof para que no impidan o entorpezcan la circulación», pero la orden no pudo ser cumplida por la Policía del Chubut porque «el personal policial destinado fue recibido por una persona con el rostro cubierto que se negó a recibir la notificación”.
Luego se realizó una inspección judicial y se constató que hay cuatro puntos del trazado de las vías cruzados con ramas, troncos y durmientes. Eso fue lo que ordenó remover el juez, ya que “la colocación de obstáculos materiales sobre las vías férreas implica el delito previsto en el art. 194 del Código Penal, de impedir el normal funcionamiento del transporte ferroviario, y por lo tanto es preciso adoptar medidas destinadas a hacer cesar la comisión del delito que se encuentra en curso”.
REPUDIO Y RECLAMO
Lo cierto es que la sumatoria de acciones rayanas con la irracionalidad concluyó en un desbordante operativo conjunto de las fuerzas que podría haber tenido consecuencias imprevisibles. Tal como tituló el sitio de la FM Alas, la situación derivó en una represión en Vuelta del Río por falta de respuesta política.
La CORREPI, entre otras organizaciones, culparon directamente a los gobiernos provincial de Mario Das Neves y nacional de Mauricio Macri, y exigieron «el cese de la represión y de la ocupación militar del territorio mapuche», así como la «inmediata aparición y libertad de los compañeros detenidos».
En base a FM Alas, agencia DyN, Diario Jornada y El Diario de Madryn
Foto FM Alas