Una vez más, en Alepo reina la guerra y la tristeza. Después de algunas horas de tranquilidad, las bombas han vuelto a caer sobre la ya devastada ciudad. Ayer, el régimen sirio liderado por Bashar Al-Assad había decretado un alto el fuego, tras la aceptación de los rebeldes de su derrota en la contienda. Sin embargo, hoy los enfrentamientos volvieron a la ciudad.
Según las fuerzas rusas, el gobierno sirio debió defenderse de ataques de grupos de rebeldes que habrían quebrado la tregua. “Los rebeldes se reagruparon durante la tregua” – afirmó un comunicado del Ejército de Rusia.
La lluvia de cohetes dejó más de 30 personas heridas y se constató la muerte de otras 6. La evacuación, que había comenzado previamente, debió abandonarse. Cientos de personas que esperaban poder partir en los micros dispuestos que esperaban en el puente de Al Haj, quedaron abandonadas en la ciudad.
Según el canciller ruso, Sergei Lavrov, este proceso de guerra no podría durar, a lo sumo, “dos o tres días más”, hasta que se consiga la rendición absoluta de los últimos rebeldes.
Los días, sin embargo, se llevan puestas víctimas humanas. Todos, sobre todos los que sufren las consecuencias de esta guerra injusta y cruel, esperan que los combates terminen ya mismo.