Al cumplirse un nuevo aniversario, hubo un acto en homenaje y un amplio abanico de declaraciones, sospechas y dudas sobre el trágico final del fiscal.
Con la presencia de la vicepresidenta Gabriela Michetti y de funcionarios de primera línea del Gobierno, la Plaza de Mayo fue escenario de un concurrido homenaje al ex fiscal Natalio Alberto Nisman, cuando se cumplían dos años de su trágica muerte.
Nisman fue hallado muerto en su departamento de Puerto Madero un día antes de presentarse en el Congreso para explicar la denuncia que había hecho contra la entonces Presidenta y otros funcionarios, por el presunto encubrimiento de los iraníes acusados del atentado contra la mutual de la comunidad judía ocurrido el 18 de julio de 1994, que provocó la muerte a 85 personas y heridas de distinta gravedad a otras 300.
El acto se realizó frente a la puerta de la Unidad Fiscal de Investigación del Atentado a la AMIA, el organismo al frente del cual estuvo Nisman hasta su muerte, nombrado por el entonces presidente Néstor Kirchner, para investigar el atentado, impune hasta el día de hoy.
El homenaje comenzó con las dos hijas del fallecido fiscal, Iara y Kala, quienes desde el palco encendieron dos velas en memoria de su padre, y se pidió un minuto de silencio. Hubo varios oradores, pero el que cerró el encuentro fue el fiscal Germán Moldes, con un discurso durísimo contra el gobierno anterior, en el transcurso del cual aseguró que Nisman «murió por denunciar a Cristina» Kirchner y que «los personeros de la impunidad se cansaron de intentar impedir el avance de la justicia».
Otro orador que estuvo particularmente duro fue el escritor Federico Andahazi, miembro del colectivo de intelectuales que apoya al Gobierno de Macri, quien aseguró que «hubo un Estado, desde lo más alto hasta los subsuelos más bajos del espionaje, que puso en marcha todos sus resortes para matar, ocultar, mentir, difamar y, como en aquellas épocas siniestras, sugerir que (Nisman) algo habría hecho».
FEIN: «LA CAUSA SE MEDIATIZÓ»
La fiscal Viviana Fein, hoy jubilada, habló sobre su actuación en el caso Nisman, dijo que no hubo pruebas concluyentes para determinar qué ocurrió, y se quejó de que durante 11 meses, no recibió pruebas clave que había solicitado. «Yo estaba siempre a la espera de resultados que nunca llegaron, entre ellos, de la embajada de EE.UU. respecto de los mails de Nisman», sostuvo la ex fiscal a cargo del caso.
También cuestionó a Stiuso: «Que traiga las pruebas. Si están las pruebas, bienvenido, soy la primera en agradecer y felicito a la justicia federal que pudieron tener la prueba que no nos aportó a nosotros»».
Además criticó la actuación de los medios: «La causa se mediatizó, se habló de pruebas que no existen y se tergiversaron resultados que no están. Se habla de irregularidades, pero no se chequeó si se cometieron o no». La ex fiscal negó que se haya contaminado la escena del crimen y perdido evidencias claves la noche en que falleció el fiscal.
SITIUSO POR LA TELE
Pieza clave en la causa, el ex superagente de la SIDE Antonio Jaime Stiuso, que trabajaba junto al fiscal en la causa AMIA, declaró el 29 de febrero del 2016, un mes y medio después del hecho. Pero ayer el canal TN dio a conocer la declaración completa.
Entre otras cosas, Stiuso dijo que «quisieron simular el suicidio y les salió mal. El baño lo eligieron por el ruido, es el lugar donde debe aplacarse más el ruido del disparo. Para el ingreso es lo mismo, esos otros señores o fuerzas que debían custodiarlo, de hecho no lo hicieron. Si había una vigilancia previa sobre Alberto, es evidente que la rutina ya estaba conocida. Cómo se abrió la puerta, depende de a quién hayan reclutado del entorno, para que después se haya presentado y él abriera la puerta».
También dijo que «los autores de toda la locura, eran esta mujer, Cristina Fernández de Kirchner, Zannini, Aníbal Fernández que le hacía toda la parte mediática y todo el resto eran monos que bailaban su música. El blanco era yo, para voltear la denuncia de Alberto, aún después de muerto, porque el objetivo era acallar la denuncia. Donde yo lo llamara, iban a usarlo contra él. Y no era por el tema de la muerte o no, porque independientemente de que la hubiera presentado o no en ese momento, esto arrancaba en 2012».
También dijo que «sabía que (la denuncia de Nisman) la estaba preparando, pero ya era algo que también sabían las autoridades de la S.I. Mis colaboradores de inteligencia y terrorismo recibían copias de las escuchas y lo que seleccionaban como importante, cada una de las áreas las mandaban. Yo las analizaba y a la vez las mandaba a Alberto Mazzino (ex jefe de Reunión Interior de la SIDE) y éste a su vez al subsecretario. Se mandaban copias en sobre cerrado Larcher y Mazzino. Tienen que estar en la actual AFI los informes que yo recibía».
También dijo que el gobierno instalaba en los medios que «el autor de todo esto (de la denuncia de Nisman) era yo. Si lo llamaba le aumentarían los problemas a él. Lo que se instalaba en los medios era la versión que bajaba del gobierno, de la conferencia de prensa del canciller Timerman. Aníbal Fernández dijo que lo había ido a ver Nisman conmigo, que lo tue que acompañar yo, pero la realidad es que a mí me mandaban con él. Lo vimos a Fernández por un viaje que había que hacer por las circulares rojas. Se agarraban de cualquier cosa para decir que Nisman era un muñeco manejado por mí. El que me mandó a verlo a Aníbal Fernández con Nisman fue Larcher».
Y LAGOMARSINO, POR LA TELE
Mientras se desarrollaba el acto, Víctor Hugo Morales entrevistaba en vivo en C5N a Diego Lagomarsino, la última persona que vio con vida a Nisman. El técnico informático ex empleado del fiscal fue quien le prestó el arma que terminó con su vida.
“Yo no quería hablar. Pero los últimos acontecimientos me hicieron, lo estoy haciendo por mi familia, y Arroyo Salgado se olvida que Nisman me pidió un arma para proteger a sus hijas, que lo entienda de una vez, y sino es un problema de ella”, dijo. Y agregó: «Temo lo que me pueda hacer Arroyo Salgado».
Lagomarsino es el único imputado en la causa, y a él apunta la querella que encabeza la ex esposa de Nisman, y jueza federal, Sandra Arroyo Salgado. La discusión que introdujo ahora la magistrada es que la muerte pudo haberse producido el sábado 17 de enero de 2015 y no el domingo 18, cuando se halló el cuerpo. Y sobre Lagomarsino, dijo: «No tengo dudas de su participación por múltiples elementos de juicio, algunos de ellos obrantes en el expediente y otros que la querella procurará acreditar en el momento procesal oportuno, esto es, luego de que la junta interdisciplinaria confirme oficialmente en la causa el asesinato», entrevistada por TN.
Lagomarsino dijo que los dichos de la jueza «son barbaridades. Me dijo asesino, que soy partícipe, una locura, sin pruebas, es una juez federal, no puede decir eso». Y se preguntó: «Ella no dice que lo maté, sino que participé de un plan ¿A cambio de qué? ¿Ese plan qué me dio de ganancia a mi?».
EN FEBRERO SE REACTIVA
La causa cobrará nueva actividad en febrero, después de que se discutiera dos años en qué fuero debía investigarse. También en febrero Gendarmería iniciará la junta interdisciplinaria, que pretende determinar las causas del fallecimiento de Nisman, y que se espera dé resultados al cabo de unos cuatro meses.
Hasta el momento no hay certeza alguna sobre el hecho: trece de quince forenses sostuvieron que no se pudo establecer que la trágica muerte de Nisman haya sido un homicidio. Ahora también se discute la fecha del deceso: Arroyo Salgado afirma que la muerte no fue el domingo 18 de enero a la mañana, sino el sábado 17.
En septiembre de 2016 la causa tuvo un vuelco cuando la Corte Suprema de Justicia de la Nación decidió que sea la justicia federal quien se ocupe, y luego en diciembre, cuando la Cámara Federal de Casación Penal ordenó que se investigue la denuncia de Nisman contra Cristina Kirchner, denuncia que había sido descartada, sin ordenar prueba alguna, por los jueces a cargo.
En base a C5N, Télam, Clarin, La Nación e Infobae