Se conocieron algunos de los detalles de la nueva línea de créditos hipotecarios que lanzará el Gobierno en las próximas semanas.
La línea de créditos para la construcción en terrenos propios que impulsará el Gobierno dentro del programa Procrear tiene algunas particularidades. Como ocurrió con los préstamos hipotecarios para comprar viviendas nuevas y usadas, el capital ajustará por inflación y la tasa de interés será fija y no estará subsidiada. El Estado realizará a cada beneficiario un aporte no reembolsable de hasta 300.000 pesos.
Cuatro bancos ofrecerán estos créditos: el Hipotecario, el Provincia, el Credicoop y el Bancor. Son las pocas entidades del mercado que ya trabajan con líneas destinadas a la construcción de viviendas particulares.
Los requisitos principales del nuevo plan de construcción serán similiares a los del Procrear Solución Casa Propia, que el Gobierno presentó a mediados del año pasado.
Podrán participar los ciudadanos argentinos o extranjeros con residencia permanente que tengan entre 18 y 55 años.
Los ingresos netos familiares (es decir, sumados los de los cónyuges, en el caso del grupo familiar) deben ser de entre dos y cuatro veces el Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM). Dicho de otra forma, no podrán aplicar quienes sumen inferiores a 16.120 pesos ni los que ganen más de 32.240 pesos netos.
[blockquote author=»» pull=»normal»]No podrán acceder al plan los hogares que ganen menos de 16.000 pesos ni los que ganen más de 32.000.[/blockquote]
Los interesados deberán anotarse en la web del programa en cuanto se habilite la inscripción. Allí se les pedirá una serie de datos vinculados al grupo familiar, el nivel de ingresos y las condiciones de las viviendas que habitan. El Estado asignará el cupo (entragarán unos 8000 préstamos) en función de un sistema de puntajes. Una familia con hijos sumará más puntos que una persona sin grupo familiar a cargo.
En esta instancia, la plataforma web pedirá datos del terreno en el que se construirá la vivienda. El lote debe estar escriturado a nombre del tomador del crédito o ser escriturable (es decir, debe haber un boleto de compra venta o algún trámite previo a la escritura y no tiene que ser una posesión simple).
Las viviendas a edificarse deberán tener entre 40 y 80 metros cuadrados cubiertos. Es una diferencia substancial respecto a las líneas para construcción que el Procrear colocó durante el kirchnerismo, que permitían levantar hasta 150 metros cuadrados.
El subsecretario de Vivienda Iván Kerr explicó que se busca alcanzar un promedio edificado de 70 metros cuadrados por vivienda. Las familias podrán ampliar el proyecto con ahorro propio una vez que finalice el período de construcción del plazo del Procrear.
El monto del Procrear será de hasta 1,2 millones de pesos. La línea para comprar casas terminadas les exige a los tomadores de créditos aportar entre un 10 y un 15 por ciento de ahorro propio, pero la alternativa para construir evitará este requisito. La familia pondrá el terreno. Ese será su capital.
[blockquote author=»» pull=»normal»]El crédito, como el resto de las líneas del Procrear, es para vivienda única. El beneficiario no podrá tener ningún inmueble edificado a su nombre.[/blockquote]
El Estado aportará entre 200.000 y 300.000 pesos de subsidio de capital no reembolsable y el resto será un crédito bancario UVA. Estos préstamos ajustan su capital con la inflación y tiene cláusulas que permiten extender el plazo de devolución si el índice de precios sube más que la variación de los salarios. Así, el peso de la cuota en el ingreso familiar se mantendría constante a lo largo del tiempo.
El banco entregará el dinero a medida que avance la obra, en cuatro partes. Pondrá un 30 por ciento a la firma del préstamo y el resto contra la evolución de las instancias del proyecto, que debe estar en manos de un arquitecto y tener los planos correctamente visados y autorizados por el municipio.
El Gobierno y los bancos definen cómo se implementará el subsidio. La alternativa más concreta es que las entidades financieras se hagan cargo de los pagos como en cualquier crédito de obra y luego el Estado le gire el dinero al banco.
La magnitud del subsidio, a grandes rasgos, depende de si la familia solicitante tiene o no hijos. A más carga de familia, mayor aporte del Estado.
-El crédito tendrá un plazo de hasta 20 años.
-La construcción deberá terminarse en un lapso de de nueve meses a un año. A partir de ese momento, comenzaría el repago del préstamo.
La tasa de interés está en discusión. Los bancos que entregan préstamos para la construcción y participarán de esta fase del Procrear pidieron subir la tasa, que ronda el 5 por ciento en el caso de los créditos para comprar viviendas. Las entidades (el Hipotecario, el Provincia, el Bancor y el Credicoop) coincidieron en que ofrecerían los préstamos a un interés de entre 5,9 y 6 por ciento.
El Gobierno y los bancos negocian un sistema para securitizar los créditos, algo que bajaría el costo del dinero porque les aseguraría mejores condiciones de negocio a las entidades financieras. Los bancos podrían así «empaquetar» los créditos y venderlos en un mercado secundario. El Estado facilitaría esa operatoria a través de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSeS). El Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la ANSeS adquiriría buena parte de los créditos para impulsar estos instrumentos.
En base a TN y El Once Digital.