Algo que parecía imposible, ya es una realidad y tiene su propio diseño.
Todo empezó cuando Omar Yaghi, titular de la cátedra James and Neeltje Tretter de Química en UC Berkeley e investigador en el Laboratorio Nacional en Lawrence, Berkeley, inventó hace alrededor de veinte años los MOFs (Metal-Organic Framework) “armazón metal-orgánico” en español, gracias a sus investigaciones e indagaciones en las que se dedicaba a combinar metales con moléculas orgánicas para crear estructuras rígidas y porosas, ideales para almacenar gases y líquidos.
Ahora, veinte años después, Yaghi y su equipo se unieron a Evelyn Wang, una ingeniera mecánica del MIT, y crearon un dispositivo capaz de recolectar agua de manera continua. Para su creación, los MOF descubiertos por Yaghi fueron cruciales; un invento que, además, disparó la invención de alrededor de otros 20.000 MFO con una amplia y versátil gama de usos.
[blockquote author=»» pull=»normal»]Con solo un kilogramo de los MOF el prototipo es capaz de producir casi tres litros de agua a lo largo de un período de 12 horas con sólo 20 por ciento de humedad en el aire.[/blockquote]
El aparato funciona a energía solar y fue construido en el MIT. Si bien es aún un prototipo, su importancia ya es notable y la noticia sobre su desarrollo fue publicada por la prestigiosa revista Science. El propio Yaghi, uno de los autores del artículo, informó que se trata de un descubrimiento de gran importancia, que se inscribe “en el antiguo desafío de recolectar agua del aire a baja humedad”.
Según los experimentos hasta ahora realizados, con solo un kilogramo de los nuevos MOF el prototipo es capaz de producir casi tres litros de agua a lo largo de un período de 12 horas con sólo 20 o 30 por ciento de humedad en el aire. Para ilustrar con un ejemplo: el desierto de Mojave, situado en EEUU, tiene una humedad durante el día que oscila entre el 10 y el 30 por ciento.
EL PROTOTIPO
Si bien lo desarrollado por este grupo de científicos es todavía solo un prototipo, el aparato ya ha demostrado que funciona en condiciones reales y que puede producir agua en contextos extremadamente secos. En una conversación con el medio Phys.org, Yaghi también señaló que querían demostrar que “si uno se encuentra en el medio de un desierto podría sobrevivir utilizando este dispositivo” y detalló que una persona promedio necesita una cantidad diaria de agua de aproximadamente el contenido de una lata de gaseosa, un volumen de líquido que se puede recolectar “en menos de una hora” utilizando este sistema. En este momento, el equipo dirigido por Yaghi está trabajando además en mejorar la eficiencia de los MOF utilizados y duplicar la cantidad de agua que puede recolectar.
El sistema funciona con algo más de un kilogramo de cristales de MOF comprimidos entre un absorbedor solar y un plato condensador, colocados al interior de una cámara que está abierta al aire. Cuando el aire circula por los porosos MOF, las moléculas de agua quedan atrapadas en la superficie interior. Luego, cuando la luz del sol ingresa, calienta los MOF y moviliza el agua hacia el condensador, que está a temperatura ambiente. El vapor condensa y el agua líquida resultante gotea hacia un colector.
[blockquote author=»» pull=»normal»]La posibilidad de poder uno producir agua en casa ha sido posible gracias a este experimento.[/blockquote]
Según explica Evelyn Wang, este sistema es mucho más eficiente que otras tecnologías existentes y no requiere de condiciones de humedad alta del ambiente, lo cual lo convierte, a su vez, en un dispositivo mucho más barato: los deshumidificadores eléctricos que se encuentran en algunas casas requieren de energía extra, y el agua que producen termina teniendo un costo más alto.
LOS USOS Y EL FUTURO
Tanto a Yaghi como a Wang los entusiasma el futuro: la posibilidad de poder conseguir agua del aire y satisfacer las necesidades de una casa, la practicidad de no necesitar de infraestructura de red, el impacto científico que significó la invención de los MFO y el potencial para países sin una fuerte infraestructura de red de agua; esto último, un hecho que haría de este invento un verdadero salvavidas para millones de personas que no tienen acceso al agua potable. Para Yaghi, la posibilidad de poder uno producir agua en casa ha sido posible gracias a este experimento, algo que él no ha dudado en bautizar “agua personalizada”.
Además, muestra entusiasmo por el logro científico: “No es sólo que desarrollamos un dispositivo pasivo que recolecta agua; hemos sentado las bases tanto teóricas como experimentales para poder escanear otros MFO, miles de los cuales podrán ser fabricados, para encontrar aún mejores materiales. Hay mucho potencial para elevar la cantidad de agua que se puede recolectar. Ahora, es sólo una cuestión de mejorar la ingeniería”. Esta tarea será encomendada a Wang, la líder de la parte ingenieril del proyecto.
En ese sentido, ambos equipos se encuentran trabajando ahora en lograr un sistema que provea de agua de manera continua. Como quien piensa en voz alta, Yaghi comenta: “Se podría diseñar un sistema que absorba la humedad durante la noche y evolucione durante el día […] o diseñar un recolector solar que haga esto a un ritmo mucho mayor, donde más aire sea empujado en su interior”.
Esto supone que con la eficiencia de los MOF y las mejoras de ingeniería en la mira, ambos equipos científicos siguen avanzado y prometen resultados en breve.
Fuentes: Science, MIT, Phys.org, The Next Web,