Todo indica que las próximas elecciones chilenas no estarán polarizadas entre la candidatura de derecha de Sebastián Piñera y la del centro-izquierda representada por Alejandro Guillier. Un nuevo actor político, el Frente Amplio, se incorpora en la contienda electoral. En este informe se detalla el panorama político de un país en el que todos prometen cambios profundos.
Sus largas autopistas, sus más de 100 kilómetros de subte, y el rascacielos de 300 metros (el más alto de Latinoamérica), son su postal distintiva. Chile, el país latinoamericano más conocido en el mundo por su infraestructura, concita la atención de muchos. La percepción de que ese pequeño Estado de América Latina es el más desarrollado de la región se encuentra instalada en el imaginario colectivo. Sin embargo, derechos como el acceso a una educación universitaria gratuita, a la salud, y mejores condiciones laborales y jubilaciones, son algunas de sus cuentas pendientes. Lógicamente, éstas forman parte de las promesas de campaña para las elecciones presidenciales del próximo 19 de noviembre.
Por primera vez en la historia del país, el pasado 2 de julio se llevaron a cabo las primarias de los partidos políticos reguladas por Ley. Se presentaron solo dos coaliciones. Por un lado, la derecha agrupada en Chile Vamos eligió como candidato al ex presidente, Sebastián Piñera, con el 58,35% de los votos, sobre el senador, José Ossandón, con el 26,25%, y el diputado Felipe Kast, 15,41%.
[blockquote author=»» ]Por primera vez en la historia del país, el pasado 2 de julio se llevaron a cabo las primarias de los partidos políticos reguladas por Ley. Se presentaron solo dos coaliciones.[/blockquote]
Mientras que el Frente Amplio, surgido de las agrupaciones de izquierda que se formaron al calor de las protestas estudiantiles de 2011, eligieron a Beatriz Sánchez, que consiguió el 67,56% sobre el 32,44% de su contrincante, Alberto Mayol. En total, votaron alrededor de 1.800.000 chilenos, equivalente a tan solo el 15 % total del padrón. Un dato: en Chile el voto no es obligatorio en ninguna instancia electoral.
En las primarias faltó un actor protagónico de la vida política chilena: la Nueva Mayoría. La coalición de centro-izquierda a la que pertenece la actual presidenta Michelle Bachelet, no logró ponerse de acuerdo para presentar a sus precandidatos. Es por eso que el famoso periodista, y ahora senador, que supo ser la cara visible del canal Chilevisión cuando Piñera era su dueño, se presenta como candidato independiente. Cuenta con el apoyo de los partidos Socialista, Radical Socialdemócrata, Democracia, Comunista, la Izquierda Ciudadana y MAS. Su nombre es Alejandro Guillier.
La coalición de esas agrupaciones junto con el Partido Demócrata Cristiano (PDC), formaron en 2013 la Nueva Mayoría, que logró conseguir la segunda presidencia para Bachelet. Asimismo, esa asociación política forma parte de un desprendimiento de lo que fue la Concertación alianza de partidos que gobernó desde 1990 luego del final, en 1989, de la dictadura de Augusto Pinochet, hasta el 2010.
En esta ocasión, el PDC se diferenció de la Nueva Mayoría y apoya a la candidata, Carolina Goic, quien se presenta como una alternativa de derecha a Piñera. Al no haber participado de las primarias, tanto la demócrata como Guillier deben recolectar más de 30.000 firmas para poder presentarse al igual que el resto de los candidatos independientes que se presentarán en las elecciones.
DEMANDAS Y PROMESAS
Sebastián Piñera es uno de los hombres más ricos de Chile. Según la revista Forbes, cuenta con un patrimonio de 2.700 millones de dólares. Es un empresario que pasó por distintos rubros y actividades como dueño y accionista de compañías aéreas, medios de comunicación, pesqueras, y clubes de fútbol, entre otros. Gobernó el país entre 2010 y 2014.
Durante su gestión, Chile fue internacionalmente célebre por el episodio del derrumbe de la mina de San José, en la que 33 mineros quedaron atrapados. Esta situación dejó expuestas las condiciones en las que trabajan miles de obreros chilenos. También acapararon las noticias el conflicto de delimitación con Perú y la salida al mar de Bolivia. Pero, sin dudas, las marchas de 2011, donde los estudiantiles exigían la universidad gratuita sacudieron al país y repercutieron en todo el mundo.
[blockquote author=»» ]Durante la gestión de Piñera, Chile fue internacionalmente célebre por el episodio del derrumbe de la mina de San José, en la que 33 mineros quedaron atrapados en su interior.[/blockquote]
Piñera nunca estuvo en favor de la educación universitaria gratuita. Para responder a la demanda, el ex presidente redujo los intereses del 6% al 2% de los créditos, a los cuales los estudiantes deben acceder para poder pagar sus estudios, y por los cuales quedan endeudados durante años. Ahora, en campaña, promete respetarle la gratuidad, a quienes se vieron beneficiados por el programa de Bachelet, y reducir a un 0% el interés del crédito.
En su mandato, Piñera logró un crecimiento de la economía del 5,3%. Y ese es su caballito de batalla en la actual campaña electoral. Luego de ganar las primarias de Chile Vamos, el ex presidente de la aerolínea LAN afirmó que sus verdaderos enemigos son “la pobreza, la delincuencia, la mala salud y las bajas pensiones».
“La desaceleración de nuestra economía ha sido más profunda y extensa de lo que se había pronosticado. El fin del ciclo dorado de los commodities ha tenido un importante impacto en el precio del cobre, lo que ha reducido nuestros niveles de crecimiento. Pese a lo anterior, Chile no ha dejado de crecer en un contexto latinoamericano con importantes economías que han entrado en recesión”, explica en diálogo con La Vanguardia, el presidente del Partido Socialista de Chile, Álvaro Elizalde.
De esa manera, el titular de uno de los partidos que apoya al candidato Guillier, explica el por qué de algunas críticas que se le realizan al gobierno de Bachelet. Elizalde sostiene que entre las principales medidas de gobierno que tomará el candidato, se encuentran la reforma al sistema de jubilaciones, las AFP -actualmente en manos privadas- y el fortalecimiento de la salud.
“En Chile urge dejar atrás la herencia política de la dictadura haciendo una nueva Constitución a través de una Asamblea Constituyente, instaurando una verdadera seguridad social sacando al mercado de la salud, educación, pensiones y vivienda. Al neoliberalismo chileno hay que dejarlo atrás de una buena vez”, asegura a La Vanguardia, la candidata del Frente Amplio (FA), la periodista Beatriz Sánchez.
Reconocida comunicadora radial en Chile, la candidata que promete ser la “primera presidenta feminista”, se incorporó a la política recientemente. Pese a que es tan novata como su partido, comenzó a llamar la atención la intención de voto que tiene, donde la ubican segunda detrás de Piñera. Además de apoyar la gratuidad de la educación universitaria, y darle mayor importancia el Estado en materia de salud, empleo y jubilaciones, promete impulsar medidas a favor de las mujeres y despenalizar el aborto.
ENCUESTAS
Según la última encuesta de CADEM, realizada después de las primarias, si las elecciones fueran el próximo fin de semana, Piñera sería presidente. Hoy lidera la intención de voto con un 30%, seguido de Sánchez con un 15%, y en un tercer puesto se ubica Guillier con el 9%. Un dato que no es menor para el periodista es que Bachelet cuenta tan solo con un 25% de aprobación de su gobierno, pese a que al finalizar su primer mandato en 2010 su imagen positiva superaba el 80%.
“El alza en las encuestas de Sánchez se explica, en parte, por el desorden permanente de la Nueva Mayoría y por su incapacidad de organizar una primaria. Esto afectó indudablemente la candidatura de Guillier y es un costo que hoy se está pagando caro”, explica en diálogo con La Vanguardia, el director de Proyectos de CADEM, Antonio Poveda.
El especialista afirma que “sorprende” la figura de Sánchez, por el hecho de no tiene historia política y porque a su vez su coalición está recientemente conformada. Además, Poveda sostiene que las denuncias de corrupción de Piñera no afectaron su imagen: “Su electorado parece enfocarse en sus atributos de gestión, en el crecimiento económico, en la generación de empleos, y parece darle menor ponderación a las distintas denuncias que ha habido sobre su imagen”.
Actualmente, Chile tiene una de las tasas más bajas de participación electoral. En las elecciones municipales de 2016, votó tan solo el 35% del total, por lo que se ubicó en el número más bajo de votantes desde la vuelta a la democracia. Según la misma encuesta de CADEM, se espera una mayor asistencia para las elecciones de noviembre. Un 58% de los encuestados aseguró que va a votar, probablemente iría un 19%, un 14% decididamente no irá, y el resto probablemente no, o no sabe.
Más allá de cuántos sean los votantes, en las elecciones del 19 de noviembre, en la cual votan por primera vez los chilenos que viven en el extranjero, se definirá qué rumbo toma el país trasandino. Si elige la alternativa de derecha que ya conoce, la de centro-izquierda que promete profundizar y avanzar en algunos puntos en los que no ha podido dar respuesta, o si optan por un gobierno más incierto que se creó al calor de las demandas sociales y juveniles. Mientras tanto, un sistema educativo totalmente gratuito, una mejor asistencia en salud independientemente de los ingresos, unas condiciones de jubilación y de trabajo más dignas, y la reparación a las víctimas de la última dictadura, continúan siendo promesas.