El G20 fue un evento que generaba muchas expectativas en la Argentina, por su magnitud y por el calibre de las figuras que convocaba. En contraste, no se esperaba mucho de las resoluciones de la reunión en Buenos Aires, aunque sí tensiones y conflictos internacionales latentes. Aquí un balance de lo acontecido.
Los objetivos del G20 se redujeron al G2 entre China y Estados Unidos. Si bien sorprendió que los líderes presentes en el foro hayan llegado a un acuerdo en el documento final, del cual se temía que suceda lo mismo que en Alemania en el 2017, el convenio no parece tener mayor trascendencia y la mirada del mundo estuvo y está posada en la tregua que acordaron Donald Trump y Xi Jinping el fin de semana en Buenos Aires.
Cambio climático, revisión en las cuotas del FMI, inclusión de la mujer y generación de empleo son algunos de los puntos centrales que acordaron los mandatarios en la Cumbre de Líderes en la Argentina. Sin embargo, la mirada estaba puesta en al menos tres conflictos internacionales: la llamada guerra comercial entre China y Estados Unidos, la presencia del príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman (MBS), acusado de haber enviado a matar al periodista, Jamal Khashoggi, y se temía alguna rispidez entre la premier británica, Theresa May, y el presidente ruso, Vladimir Putin, por el envenenamiento de un (ex) espía, o incluso con Trump por Ucrania, tras la cancelación de la reunión bilateral.
GUERRA COMERCIAL
En cuanto a los principales temas de geopolítica que se podían llegar a tratar en el marco del G20, sin dudas, el más relevante tenía que ver con la búsqueda de consenso entre los mandatarios de China y Estados Unidos, en lo que se conoce como guerra comercial. No solo era el que más expectativas generaba, sino que además se puede decir que fue el único en el que hubo un avance concreto.
“Lo que estaba esperando el mundo era un G2 entre China y Estados Unidos. A nivel global tenía en vilo a todos, para los mercados era algo muy importante y la tregua ya tuvo su repercusión en los mercados, donde se puede ver la apreciación de las monedas de la región”, explica en diálogo con La Vanguardia Digital, el economista de la consultora LCG, Guido Lorenzo, sobre la importancia no solo a nivel político, sino en materia económica del conflicto entre ambos países que despierta el interés mundial.
Luego del encuentro entre los presidentes de China y Estados Unidos, se dio a conocer que por un plazo de 90 días Trump no subirá del 10% al 25% lo aranceles a importaciones del país asiático por un valor de 200 mil millones de dólares desde el 1 de enero y Pekín bajará la tasa impositiva impuesta a la compra de automóviles estadounidenses, entre otros arreglos. El acuerdo se tomó como una especie de tregua en medio del conflicto comercial que mantienen las dos potencias, desde hace algunos meses.
[blockquote author=»» pull=»normal»]Además de la tregua entre Xi Jinping y Trump, se puede considerar como un logro de la Cumbre de Líderes de este año la firma del documento final. [/blockquote]
Si bien el conflicto radica en lo comercial, el periodista e historiador, Néstor Restivo, director de la revista sobre China Dang Dai, en diálogo con La Vanguardia Digital sostiene que el fondo de la cuestión no se debe a un tema de aranceles, sino que lo que se disputan ambos países es un liderazgo mundial a largo plazo. Por ese motivo, si bien el especialista considera que la reunión entre ambos mandatarios y la tregua es un paso positivo, no confía en que cambie demasiado la situación actual.
“No hay que plantearlo sólo como una guerra comercial. Lo que está haciendo Estados Unidos, sobre todo desde que está Trump, es tratar de frenar o complicarle el ascenso a China en el avance de lo que tiene que ver con la inteligencia artificial, la robótica, la biotecnología y todo lo que está en la vanguardia del desarrollo industrial y tecnológico”, explica Restivo.
El especialista en China afirma que a través de los aranceles Trump busca aletargar los avances asiáticos en materia de tecnología, y considera que si bien perjudican los negocios del país de Xin Jinping, cree que la tregua se da porque el conflicto comenzó a afectar también a las empresas estadounidenses.
Por un lado, Estados Unidos subía aranceles a productos de mayor valor agregado tecnológico chino, además de acusarlos de robarle información a las empresas norteamericanas establecidas en territorio asiático, y a su vez, Xi Jinping respondía con el aumento de impuestos a productos de economías regionales, donde hay una importante base electoral de Trump.
La tregua acordada entre Xi Jinping y Trump fue vista como el mayor trofeo del G20. El foro que surgió en 1999 como una reunión de ministros de Finanzas y presidentes de los bancos centrales, desde el 2008 reúne a los mandatarios de las primeras potencias y de los países emergentes y el mayor atractivo suele darse en las reuniones bilaterales y los acuerdos alcanzados para los principales conflictos geopolíticos, más que para la creación de políticas económicas. Pese a que, en su conjunto, los miembros de la cumbre representan el 85% del Producto Bruto del mundo y el 75% del comercio internacional.
DOCUMENTO FINAL
Además de la tregua entre Xi Jinping y Trump, se puede considerar como un logro de la Cumbre de Líderes de este año la firma del documento final. No había demasiado expectativas tras la inconclusa reunión del 2017 en Hamburgo, Alemania, donde los mandatarios no lograron llegar a un acuerdo y por eso sorprendió que finalmente los dirigentes políticos avanzaran en un convenio en Buenos Aires.
Ahora bien, ¿Tiene alguna repercusión inmediata la firma del documento?. En el convenio se plasmaron 30 puntos, entre los que se destacan la lucha contra el terrorismo, el cambio climático (con alguna salvedad de Trump), una mayor inclusión de la mujer en los ámbitos de poder, entre otros puntos, en lo que parece ser una carta de “buenas intenciones” más que en hechos que se pueden ver en lo concreto y lo inmediato.
[blockquote author=»» pull=»normal»]No había demasiado expectativas tras la inconclusa reunión del 2017 en Hamburgo, Alemania, donde los mandatarios no lograron llegar a un acuerdo y por eso sorprendió que finalmente los dirigentes políticos avanzaran en un convenio en Buenos Aires.[/blockquote]
Lorenzo sostiene que salvo la tregua en la guerra comercial, de los puntos acordados en el documento el más concreto en materia económica tiene que ver con el ítem sobre la revisión de las cuotas en el FMI. El economista explica que a través de esa modificación Estados Unidos no tendrá un rol tan decisivo para aprobar los créditos del organismo internacional, y que pasarán a tener más peso países como China, Brasil o India, en detrimento de Japón, Francia o Italia.
Lo que se propuso es que antes de abril se revisen las cuotas, por las cuales tienen mayor o menor peso en las decisiones. La última revisión había sido en el 2010 y debido a que una de las principales variables tiene que ver con el tamaño de la economía, en los últimos años algunos de los países emergentes superaron ampliamente a algunos estados como Japón o Italia, y por eso con la modificación quedarían mejor posicionados.
OTROS TEMAS
A excepción de la guerra comercial, se avanzó muy poco en el resto de los temas geopolíticos. De hecho, si se esperaba una condena firme a MBS por el asesinato del periodista quedó un poco opacada con el amistoso saludo con Putin, conocido como el “choque los cinco”, y la sonrisa cómplice de ambos que circuló en los medios de comunicación de todo el mundo.
Mohammed bin Salman había quedado en la mira, luego de que el pasado de 2 de octubre el periodista Khashoggi fuera descuartizado en el consulado saudita en Turquía. Desde el comienzo las autoridades turcas acusaron al Reino árabe de estar detrás del asesinato del columnista de The Washington Post y se esperaba un fuerte rechazo al Príncipe heredero. Sin embargo, solo debió enfrentar algún mínimo cruce de palabras con el presidente de Francia, Emmanuel Macron.
MBS Mantuvo diversas reuniones bilaterales con mandatarios como Xi Jinping, entre otros, y quedó mejor posicionado tras la cumbre. Quizás ninguno de los mandatarios se animó a responsabilizarlo públicamente, ya que varios de los presidentes presentes en la Cumbre de Líderes están acusados de cometer las mismas atrocidades contra comunicadores y opositores de sus países.
[blockquote author=»» pull=»normal»]Luego del G20, Trump a través de Twitter invitó a Xi Jinping y Putin a trabajar juntos para frenar una “carrera de armas incontrolables”. [/blockquote]
Otro de los temas que generaba expectativa tenía que ver con Trump y Putin, luego de que el mandatario estadounidense cancelara la reunión por las detenciones de Moscú de tres buques ucranianos en el Mar Negro. Aunque la cancelación tendría más que ver con la confesión del exabogado del Presidente de Estados Unidos, Michael Cohen, sobre la supuesta injerencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016.
Luego del G20, Trump a través de Twitter invitó a Xi Jinping y Putin a trabajar juntos para frenar una “carrera de armas incontrolables”. De todas maneras, la invitación del presidente norteamericano parece tener que ver más con sus espontáneas salidas, que con un fortalecimiento de los vínculos entre las potencias mundiales.
Si bien se puede tomar como un logro del G20 la tregua en la guerra comercial que mantiene en vilo al mundo, e incluso la firma del documento final, que también el Gobierno de Mauricio Macri intenta capitalizar, el balance es que hubo avances especialmente con respecto al año anterior, pero nada parece indicar que genere grandes modificaciones en la situación de la Argentina, ni del vínculo entre China y Estados Unidos, y tampoco en el mundo.