Como resultado de un trabajo conjunto entre diferentes organizaciones, se instaló la primera estación de monitoreo de aves migratorias de Argentina, lo que permitirá un seguimiento de mayor precisión de estas especies, con fines sanitarios y ambientales.
La primera estación de monitoreo de aves migratorias de la Argentina se instaló en el faro de San Clemente del Tuyú, en la provincia de Buenos Aires, y permitirá a científicos e investigadores realizar un seguimiento de mayor precisión de las especies, con fines sanitarios y ambientales.
La iniciativa fue el resultado de un trabajo conjunto del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS), el parque Termas Marinas y la Fundación Mundo Marino, y de MOTUS, la institución que proveyó el equipamiento necesario para la nueva estación, instalada en San Clemente del Tuyú.
«Las aves playeras se encuentran entre los migrantes de larga distancia más ambiciosos de la naturaleza, pero en los últimos años su número ha ido disminuyendo rápidamente», aseguró Gabriel Castresana, guardaparque de la Reserva Natural Bahía Samborombón.
Agregó que justamente por ese motivo, «su preservación requiere de esfuerzos coordinados dentro de cada uno de los países por los que vuelan estas aves durante sus migraciones de polo a polo».
[blockquote author=»» pull=»normal»]Las aves migratorias cumplen funciones importantes en los ecosistemas: entre ellos la polinización de plantas, la dispersión de semillas y el control de plagas.[/blockquote]
La nueva estación de monitoreo favorecerá a desarrollar estrategias para este grupo de aves que viven en territorio bonaerense.
«Es un gran avance poder sumar al esfuerzo de nuestros guardaparques este tipo de tecnología, ya que nos abre un nuevo horizonte en la investigación de las aves que eligen nuestra bahía como hábitat», destacó el subsecretario de Planificación Ambiental y Desarrollo Sostenible, Martín Boccacci.
MOTUS es una red internacional que realiza la investigación y el seguimiento de la fauna silvestre que comprende a insectos, aves y murciélagos, con estaciones de monitoreo en toda América y parte de Europa, que permiten recolectar información sobre sus rutas migratorias.
Entre otras cosas, el equipo que integra OPDS junto a esta red, estudia el estado sanitario de las aves, su comportamiento y censa la población.
Karina Álvarez, de la Fundación Mundo Marino, destacó la colocación de la antena de radio traking en el faro San Antonio, y las tareas que viene realizando el cuerpo de guardaparques locales en la preservación de las aves migratorias y su ambiente.
Con este proyecto, el gobierno bonaerense dispone de tecnología internacional para mejorar el trabajo en coordinación con otros países de la región sobre las rutas migratorias de las aves, cambios en el comportamiento y costumbres estacionarias, y tener una actualización de las especies que utilizan estas rutas.
LAS AVES MIGRATORIAS DE AMÉRICA DEL SUR
Las aves migratorias cumplen en muchos casos funciones importantes en los ecosistemas, pues proporcionan lo que los ecólogos llaman servicios ecosistémicos, entre ellos la polinización de plantas, la dispersión de semillas y el control de insectos u otras plagas.
Aunque las aves migratorias también pueden ser portadoras de enfermedades. Pueden constituir reservorios de virus, como los de influenza aviar, encefalitis equina y otros, y actuar de vectores pasivos de esas enfermedades entre países y aun continentes. Para predecir adónde podrían transportar enfermedades, se necesita estudiar cuáles especies podrían hacerlo, entre qué puntos migran y sus rutas de viaje.
Aproximadamente la mitad de todas las especies conocidas de aves realizan desplazamientos migratorios, que son movimientos estacionales entre los lugares en que nidifican y se reproducen, en el verano, y aquellos en que pasan el invierno. Se estima que cada año se movilizan por esa causa alrededor de 50 mil millones de individuos. Desde siempre los seres humanos han tratado de entender cómo y por qué se produce este fenómeno, del que tenemos testimonios escritos ya en el Antiguo Testamento. Actualmente la migración de las aves es un campo activo de investigación y ha hecho avances notables en la comprensión de los factores ecológicos, de conducta y fisiológicos asociados con dichos procesos, así como sobre la historia evolutiva del fenómeno.
[blockquote author=»» pull=»normal»]Actualmente la migración de las aves es un campo activo de investigación y ha hecho avances notables en la comprensión de los factores ecológicos, de conducta y fisiológicos asociados con dichos procesos, así como sobre la historia evolutiva del fenómeno.[/blockquote]
Las técnicas inicialmente usadas para estudiar el comportamiento migratorio incluían capturar y anillar las aves. Hoy se han diversificado e incluyen las herramientas de la biología molecular, lo mismo que el análisis de isótopos estables y la posibilidad de recurrir a equipos electrónicos, lo que ha permitido obtener información sobre los factores condicionantes de dicho comportamiento y los detalles de cómo realizan sus viajes anuales.
Pero, a pesar de estos avances, nuestro conocimiento sigue siendo parcial. La mayoría de las investigaciones se centran en especies relativamente bien estudiadas que se reproducen en el hemisferio norte, particularmente en América del Norte y Europa. Por lo que proyectos como estos son de suma importancia.
LA BAHÍA Y SU IMPORTANCIA PARA LAS AVES
La Reserva Bahía Samborombón forma parte de la Red Hemisférica de Aves Playeras, que se dedica a la conservación de estas especies. Actualmente existen 104 sitios en todo el hemisferio occidental. La Argentina cuenta con nueve espacios, de los que tres se encuentran en la Provincia de Buenos Aires, mientras que dos de ellos, son Áreas Naturales Protegidas.
En la Bahía Samborombón se encuentra el 63% de aves playeras que arriban a la Argentina por el corredor atlántico y la mayor concentración de gaviotín golondrina en su área de invernada (30.000 aves concentradas alrededor de Punta Rasa entre noviembre y marzo). A nivel internacional, el área fue declarada Humedal de importancia Internacional por la Convención Ramsar en 1997.
En base a Ciencia Hoy / El Federal / Aninoticias / FVSA