Durante los últimos meses se han producido una gran cantidad de incendios en los llamados «humedales». ¿Por qué se producen? ¿Son todos intencionales? ¿Qué soluciones pueden plantearse para revertir esta situación? Elisabeth Möhle, licenciada en Ciencias Ambientales y becaria doctoral en Ciencia Política por la Universidad Nacional de San Martín, da algunas respuestas en esta entrevista.
En los últimos meses se ha puesto de relieve la importancia de los humedales. ¿Podrías comentar exactamente qué son?
Según la Convención Ramsar sobre los Humedales, son los terrenos cubiertos de agua dulce o salada de manera permanente o temporaria. Son ecosistemas complejos y frágiles entonces es fácil que se vean afectados en sus ciclos por las diferentes actividades humanas. Como ejemplos conocidos podemos mencionar los Esteros del Iberá o el Delta del Paraná.
¿Por qué son importantes?
Los humedales son muy importantes porque brindan una amplia variedad de servicios ecosistémicos, desde la provisión de agua dulce, madera y alimentos, pasando por la conservación de biodiversidad hasta la mitigación de inundaciones. En este sentido son clave para el desarrollo de la vida silvestre y de los habitantes de la zona.
Sin embargo, muchos humedales se ven amenazados por el avance de la actividad agropecuaria, la minería y los proyectos inmobiliarios, que si se llevan delante sin planificación y control pueden tener efectos devastadores sobre estos ecosistemas.
¿Qué porcentaje de nuestro territorio ocupan?
La superficie asociada a los humedales fue estimada en 600.000 km2, lo que representa el 21,5% del territorio nacional. Son sesenta millones de hectáreas, casi dos veces la superficie de la Provincia de Buenos Aires. Abundan sobre todo en el noreste, cerca de la Cuenca del Plata, pero también en zonas más áridas como la Puna o la estepa patagónica.
Por eso es fundamental no apuntar a conservar prístinamente todos los humedales argentinos, sino planificar las actividades humanas en ellos para que se den de manera tal que no se degraden los ecosistemas y así asegurar la provisión de esos servicios en el largo y mediano plazo.
¿Se puede producir en ellos de modo sustentable o solamente deben ser resguardados?
Como ocupan aproximadamente un cuarto del territorio nacional es imposible pensar en que no se puede producir en los humedales. Pero es fundamental que esa producción se lleva delante de manera planificada y responsable. Para eso es clave la ley de humedales, para planificar esas actividades para permitir el desarrollo económico sin poner en riesgo los ecosistemas.
«Las quemas de este año fueron sin autorización y por la situación de la sequía se salieron rápidamente de control».
Siempre ha habido incendios en el país, pero en los últimos meses pareciera haber una agudización. ¿A qué se debe? ¿Son todos intencionales?
Hay que ver en cada caso la causa específica del fuego, en muchos casos fueron intencionales, en otros por causas antrópicas accidentales y puede haber que una pequeña porción haya sido natural. Los incendios son habituales pero este año se combinó una sequía importante con una bajante histórica del río Paraná. Entonces no había corte natural de los fuegos.
En el Delta del Paraná hubo una situación especialmente dramática. ¿Podrías contarnos qué pasó?
Hubo muchos incendios intencionales que son normales, en el sentido de que se hacen todos los años para renovar las pasturas. Pero tienen que hacerse con autorización provincial para que los gobiernos puedan organizar y monitorear el proceso. Las quemas de este año fueron sin autorización y por la situación de la sequía se salieron rápidamente de control.
¿Cuáles son los motivos principales de esos incendios intencionales, en particular los que no son permitidos?
Los principales motivos para incendiar bosques o humedales tienen que ver, como decíamos, con renovar las pasturas. Pero también se hace para liberar terrenos para la producción agrícola o ganadera y/o para la instalación de proyectos inmobiliarios. Esto último es lo que ha sido más polémico.
Además de los incendios en los humedales se han registrado también incendios en bosques nativos y reservas naturales. ¿Qué nos podés comentar sobre esto?
Acá también hay que ver en cada caso cuál fue la causa, a veces en las reservas también juega el interés inmobiliario. En cualquier caso, es clave que no se permita el cambio del uso del suelo en función de las quemas.
¿Hubo pérdidas humanas? ¿Quiénes fueron los damnificados?
Yo no tengo registro de fallecidos asociados directamente a los incendios, sí hubo muchas personas que dijeron tener afectaciones en las vías respiratorias. Los damnificados más directos fueron todos aquellos cuyas propiedades, y así actividades productivas, se vieron afectadas por los fuegos. Excluyendo a los que incendiaron sus terrenos adrede, claro.
Muchos legisladores se han preocupado por este tema, entre ellos Enrique Estévez, que ha presentado un proyecto de Ley de Humedales. ¿Podrías contarles a nuestros lectores en qué consiste una Ley de Humedales?
Básicamente la ley apunta a evitar la continua degradación de estos ecosistemas, a través de su conservación combinado con un aprovechamiento sustentable y planificado. Los mecanismos específicos dependerán de qué proyecto se termine votando. Pero probablemente se asemeje a la ley de bosques en que se le exigirá a las provincias el hacer un ordenamiento territorial de los humedales bajo su jurisdicción determinando qué actividades y en qué condiciones se pueden llevar adelante en cada región.
¿Qué medidas inmediatas debería tomar el Ministro de Ambiente?
Hay dos líneas de acción. Por un lado, resolver el (los) problema actual, respecto de la degradación de los ambientales y de los otros ecosistemas en nuestro territorio para lo que hay que aumentar el enforcement de la legislación vigente. Y por el otro, pensando más en el mediano y largo plazo, el desafío es hacer un ordenamiento ambiental de todo el territorio para planificar el uso sustentable de los recursos naturales y servicios ambientales. Es decir, determinar qué actividades productivas se realizan dónde en función de las posibilidades ambientales del territorio.
Se ha cuestionado mucho el papel de la Justicia en este asunto. ¿Qué han hecho hasta ahora los jueces a cargo de los distintos casos? ¿Hubo alguna decisión positiva?
La Corte intervino cuando los incendios ya estaban muy avanzados y ordenó crear el Comité de Emergencia Ambiental para detener los incendios en el Delta del Paraná. El objetivo de ese organismo sería adoptar las medidas eficaces para la prevención, control, y cesación de los incendios irregulares, en la región del Delta del Paraná. Sería algo similar al Comité de la Cuenca Matanza-Riachuelo, en el que interviene el conjunto de las jurisdicciones que van a tener en claro la puesta en marcha del Plan Integral Estratégico para la Conservación y Aprovechamiento sostenible del Delta, el Piecas, que existe hace tiempo, pero aún no se implementó correctamente.
De todas formas, más allá de la necesidad de una actuación judicial firma para penalizar de manera efectiva los delitos ambientales, el desarrollo sustentable no se resuelve con fallos judiciales si no con gestión y compromiso de todos los actores implicados.
«La ley apunta a evitar la continua degradación de estos ecosistemas, a través de su conservación combinado con un aprovechamiento sustentable y planificado».
¿Cómo se frenan estos desastres? ¿Siguen los incendios?
Los incendios se aplacaron algo con las lluvias, pero siguen ahí, o volvieron. En la medida en la que no haya planificación por un lado y penalización real va a ser difícil que dejen de sucederse. A la par es importante mejorar las alertas tempranas y la infraestructura para apagar los focos.
¿Existen otras medidas que deberían tomarse desde el Estado Nacional para abordar estos temas, además de una Ley de Humedales?
Un aspecto crucial de las leyes de protección ambiental son las capacidades de las agencias subnacionales, es decir las secretarías ambientales provinciales. En definitiva, son ellas las que definen, implementan y monitorean el cumplimiento de la legislación pertinente. En ese sentido fortalecerlas en términos de capacidades técnicas y poder político, sería un paso importantísimo. A su vez, la implementación de la Evaluación Ambiental Estratégica, que apunta a no sólo evaluar proyecto por proyecto si no una visión más amplia de las posibilidades y limitaciones ambientales de cada territorio y las actividades productivas que se pueden llevar adelante en función de eso.
¿En qué estado se encuentra el proyecto de humedales?
El proyecto comenzó a discutirse en la Comisión de Ambiente y Recursos Naturales de la Cámara de Diputados. No tengo noticias de que haya avanzado más que eso. Hay unos 14 proyectos diferentes de prácticamente todos los partidos, lo cual da a entender que, en la medida en que la discusión no se partidice, hay chances de que los legisladores lleguen a un acuerdo que permita por fin sancionar esta ley.
Herramientas que sería clave incorporar: mesas ampliadas de discusión entre los diferentes actores involucrados, ordenamiento territorial de los humedales, una moratoria hasta realizar el ordenamiento, un órgano científico veedor científico independiente y un fondo de conservación como incentivo.
Es importante resaltar que es importante negociar con todos los actores, los provinciales y los productivos. La mejor ley no es aquella que satisface 100% a un sector, sino esa en la que todos ceden un poco y se comprometen a cumplirla, en ese sentido el proceso es tan importante como la letra final de la ley.
Por último, ¿hay algo que te gustaría agregar y haya quedado pendiente?
Argentina es un país que necesita desarrollarse, poder garantizarle condiciones de vida digna a todas y todos los argentinos y reducir sus brechas de desigualdad. Para esto necesitamos fomentar actividades productivas, pero, dada la crisis ambiental global y la importancia de conservar los ecosistemas y los recursos y servicios que brindan, estas actividades deben enmarcarse en una lógica de desarrollo sustentable. Es decir, crecer económicamente, pero respetando las limitaciones ambientales y reduciendo la desigualdad.
PROYECTO DE LEY DE HUMEDALES DEL DIPUTADO NACIONAL ENRIQUE ESTÉVEZ
El diputado nacional Enrique Estévez, del Partido Socialista, presentó un proyecto de Ley de Humedales. Según el diputado, el proyecto fue trabajado colectivamente con organizaciones ambientales, universidades públicas y especialistas y prevé una amplia participación colectiva para su discusión que, espera, se apruebe en breve este año para paliar la situación crítica que atraviesa nuestro medio ambiente.