El conflicto en Nagorno Karabagh hunde sus raíces en la historia. Apagado durante décadas, resurge amenazante, en especial para el pueblo armenio. Sore ello conversamos con Sergio Nahabetian.
Los choques armados en la región de Nagorno Karabagh, un enclave montañoso reconocido internacionalmente como parte de Azerbaiyán. volvieron a estallar el pasado 27 de septiembre de este año desde la guerra de 1992-1994. La ofensiva de Azerbaiyán a lo largo de la línea de contacto de Nagorno-Karabagh (República de Artsaj en idioma armenio) con Armenia reaviva un “conflicto congelado” que se origina a partir de los cambios geopolíticos en la región del Cáucaso, como consecuencia de la disolución de la ex Unión Soviética.
En 1921, el Comisario del Pueblo para las Nacionalidades, Iósif Stalin, con la finalidad de que las poblaciones del Cáucaso se neutralizaran entre sí, asignó el territorio de Nagorno-Karabagh (Artsaj) a Azerbaiyán como una región autónoma, a pesar de su composición étnicamente armenia. De ese modo, el 7 de julio de 1923 fue creada oficialmente la región autónoma de Nagorno-Karabagh, en la jurisdicción de Azerbaiyán.
La estrategia de creación de enclaves autónomos rodeados de pueblos diferentes o incluso enemigos tuvo como eje el principio de la “amistad de los pueblos” impuesto por el régimen soviético. En 1994 el Grupo de Minsk OSCE (Organización de Seguridad y Cooperación en Europa), creado para la resolución pacífica de conflictos, intervino como mediador ante cada conflicto en la región.
Luego de treinta años de cese del fuego, el 27 de septiembre último (como lo había hecho ya en abril de 2016 y en julio pasado) Artsaj sufrió los ataques de Azerbaiyán, esta vez más preparada y fortalecida por el abierto apoyo de Turquía. Al menos 1.300 personas han muerto en casi seis semanas de combates en Nagorno-Karabagh y sus alrededores.
«Tanto en Artsaj como en Armenia y en la diáspora, la ofensiva de Azerbaiyán es percibida como amenaza existencial de un nuevo genocidio», concluye Boulgourdjian.
Según señala Nélida Boulgourdjian (doctora en Historia y Civilización, docente y investigadora del Instituto de Estudios sobre Diversidad Cultural de la Universidad Nacional de Tres de Febrero) , “el plan actual de Azerbaiyán y Turquía de vaciar los territorios históricos armenios de sus habitantes se inscribe en el antiguo proyecto panturquista de unificación territorial de los pueblos de origen turco desde el Asia Central hasta el Mediterráneo, cuya prueba visible fue el genocidio de los armenios del Imperio otomano y la apropiación de sus territorios durante la Primera Guerra Mundial». «Tanto en Artsaj como en Armenia y en la diáspora, la ofensiva de Azerbaiyán es percibida como amenaza existencial de un nuevo genocidio», concluye Boulgourdjian.
El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, declaró éste domingo que las fuerzas de su país tomaron el control de la ciudad de Shusha en Nagorno Karabaj, mientras Armenia desmintió que se haya producido dicha acción y aseguró que los combates continúan en dicha localidad.
El primer ministro armenio, Nikol Pashinián, anunció este martes por la madrugada la firma de un acuerdo con Azerbaiyán para cesar las hostilidades en Nagorno Karabagh. En una publicación en su cuenta de Facebook, el jefe de Estado calificó la decisión como “difícil” pero realizada “en base a un análisis profundo de la situación militar” y “en la creencia de que esta es la mejor solución para la situación creada”. El acuerdo, indicó, contó con la mediación de Rusia.
Durante el transcurso del conflicto, autoridades armenias denunciaron numerosos ataques por parte del ejército de Azerbaiyán a la población civil, especialmente sobre las ciudades de Stepanakert y Shushi, las dos de mayor magnitud de la región. Para entender mejor el conflicto, Sergio Nahabetian, presidente de IARA (presidente de Instituciones Armenias de la República Argentina), explica los antecedentes y la situación geopolítica de la situación.
¿Desde cuando se remonta el conflicto?
El conflicto entre Azerbaiyán y la región autónoma de Nagorno Karabaj, una región que estaba dentro de la República Soviética de Azerbaiyán, se remonta a mucho tiempo atrás. Se habla de una región autónoma porque siempre fue habitada por armenios y en 1921 por orden de Stalin se modifican las fronteras de la República Soviética de Azerbaiyán y se introduce toda esta región dentro de Azerbaiyán junto con otra región que queda al oeste de la República de Armenia.
Cuando la región soviética comienza a disolverse diversos movimientos independentistas de esa región fueron sofocados. Ante la desintegración de la Unión Soviética, las repúblicas de la ex Unión Soviética empezaron a declarar sus independencias y la región de Nagorno Karabaj, para nosotros se llama Artsaj, convocó a un referéndum de acuerdo al artículo 72 de la Constitución de la Unión Soviética y de acuerdo a la normativa internacional de la autodeterminación de los pueblos, ya que Azerbaiyán discriminaba a esa población, por ejemplo en las escuelas no se podía hablar el idioma armenio, los armenios no podían votar, había impuestos diferenciados, era toda una zona muy relegada económicamente, todas estas cosas hicieron que la autodeterminación de los pueblos sea más importante que la integridad territorial.
Del plebiscito participó más del 86% de la población y el 99,98% de los votantes votaron para independizarse de Azerbaiyán.
A partir de dicho plebiscito, en 1991 hubo un ataque bastante feroz por parte de Azerbaiyán a esa zona que duró hasta 1994, cuando el Grupo de Minsk (integrado por Rusia, Francia y Estados Unidos) interviene y se decreta un alto al fuego. Desde 1994 hasta el 27 de septiembre pasado hubo un alto al fuego, un status quo donde la República de Artsaj hacía sus elecciones, tenía su presidente, legislatura, poder judicial, funcionó como una república pero ningún país lo reconoció como tal.
A partir del 27 de septiembre, aprovechando la pandemia y el apoyo económico y militar que le da el presidente de Turquía Recep Tayip Erdogan, comienza una guerra contra Artsaj y recientemente se declaró un alto al fuego, aunque hay muchas protestas con respecto a esto.
También hay que destacar como este poblado aguantó todos estos días de asedio y lo que nos duele como armenios, que fuimos víctimas de un genocidio, es que desde Azerbaiyán tiraron fósforo blanco para quemar los bosques, se han llevado a cabo toda clase de crímenes de guerra.
¿Como influyó la política de Unión Soviética de la “amistad de los pueblos”?
Aerbaiyán y Armenia habían firmado un tratado donde se reconocía que el territorio de Artsaj pertenecía a Armenia, y un día después Stalin desde Moscú cambia las fronteras. Creemos que eso lo hace para congraciarse con Turquía, ya que ése país y Azerbaiyán forman parte del mismo pueblo, de hecho así lo ha manifestado Erdogan en cuanto a que son “dos Estados y un pueblo”.
Por otro lado la famosa frase “divide y reinarás” porque si uno ve el mapa encuentra como Armenia es como una cuña dividiendo Azerbaiyán, una cuestión ilógica, desde el punto de vista histórico no hay algo que separe. Por miles de años Azerbaiyán perteneció siempre a Armenia, de hecho Azerbaiyán no estaba en los mapas.
En ese momento, los intereses que podía tener la Unión Soviética hicieron que se trazaran esas fronteras. Por supuesto que en toda la época soviética nadie sacaba “los pies del plato”, había un paraguas y todo el mundo debía estar debajo de esa sombra.
«Si bien hay mucha diferencia entre países, se aferran a sus antepasados, a los muertos que hay allí enterrados, hay mucho peso histórico. Por eso la lucha tan aguerrida que tienen los armenios de esa zona» (Sergio Nahabetian).
¿Cómo se involucraron las distintas potencias en el conflicto?
Hubo tres firmas de alto al fuego desde el 27 de septiembre, las tres veces fueron violadas por Azerbaiyán a las horas. Tampoco ninguno de lo países aplicó ninguna sanción. En este momento Rusia interviene y se firma un convenio de alto al fuego, entonces se devuelven tierras a Azerbaiyán, por eso el malestar que esto causa a los armenios de Armenia, y obviamente va a haber tropas rusas en toda la región custodiando el alto al fuego.
Después está Israel, con quien nos une una hermandad en la desgracia. Cuando fue el holocausto judío la famosa frase de Hitler fue “acaso alguien se acuerda de los armenios” y así se produce el holocausto. La sospecha que teníamos era que Israel estaba proveyendo armamento, especialmente drones, a un país donde se estaban reclutando mercenarios yihadistas y lo estaba proveyendo en plena guerra. Y, por supuesto, un reclamo al Estado de Israel que nunca reconoció el genocidio armenio, ¿por qué? Hay intereses económicos ya que Azerbaiyán es el proveedor del 40% del petróleo que consume Israel. Estos intereses económicos hacen que se pierdan vidas humanas y éstas comparadas con el dinero aparentemente no valen nada.
¿Armenia pretende que Artsaj sea parte de su territorio?
Es una pregunta que muchos la hacen, porqué razón Armenia no reconoce Artsaj. Armenia nunca quiso entrar en guerra, de hecho no entró en guerra con Azerbaiyán, esto fue considerado un conflicto interno dentro de dicho país. Por supuesto que la solución definitiva es la de declarar la independencia de la República de Artsaj y que se la reconozca como Estado y de esa forma intervenir en las Naciones Unidas y ser defendida por otros Estados.
Como no fue reconocida en estos 28 años que actuó el Grupo de Minsk, obviamente los que iban a luchar en este territorio eran armenios de Armenia, de todas partes del mundo que iban como voluntarios. Obviamente que hoy en día con la tecnología armamentística que hay va más allá de la voluntad. Si bien hay mucha diferencia entre países, se aferran a sus antepasados, a los muertos que hay allí enterrados, hay mucho peso histórico. Por eso la lucha tan aguerrida que tienen los armenios de esa zona.
¿Tiene esperanzas de este nuevo armisticio bajo la mediación de Rusia?
Esperemos que esto sea para bien de las vidas humanas, que pueda ser duradero y una vez delimitados los límites del territorios los distintos países reconozcan a la República de Artsaj para que pueda tener una vida normal con los derechos de sus habitantes.
*Esta entrevista se reproduce por la gentileza de Red Baires.