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Scholz, la coalición «semáforo» y el desafío progresista

por | Nov 29, 2021 | Mundo

Luego de años como oposición o socio minoritario, el SPD vuelve a encabezar el gobierno alemán. Con una coalición con los verdes y los liberales espera relanzar la agenda progresista para el siglo XXI.

El 24 de noviembre los líderes del histórico Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), la formación verde Die Grünen y el partido liberal FDP anunciaron la formación de un gobierno de coalición. Por primera vez Alemania tendrá un gobierno compuesto por más de dos partidos. Esta coalición estará encabezada por el socialdemócrata Olaf Scholz. La formación de gobierno también se da en un marco bastante particular: tras quince años de gobierno, la era de Angela Merkel llegó a su fin. No solamente su gobierno terminó, sino que su partido quedó relegado del poder. En las últimas elecciones federales alemanas realizadas el 26 de septiembre, el SPD fue la fuerza más votada con el 27,5% de los votos, seguido de la Unión Demócrata Cristiana, CDU, la fuerza de la Canciller saliente con 24,8%. La CDU logró su menor porcentaje electoral desde su fundación en 1946, Merkel fue incapaz de trasladar su popularidad al resto de su partido. Olaf Scholz y su coalición tienen el desafío de ser gobierno tras el paso de una figura tan preponderante como Merkel. Por otra parte, la tercer fuerza fue la formación verde Die Grünen (en español Los Verdes) con el 15% de los votos, convirtiéndose en una de las fuerzas verdes más exitosas hasta el momento y con la posibilidad de llevar a Alemania hacia un gran cambio.

¿QUIÉN ES OLAF SCHOLZ?

Olaf Scholz es un abogado laboralista de 63 años que es visto como el que ayudó a recuperar al Partido Socialdemócrata, no solo desde el liderazgo político sino desde la gestión. En las elecciones de 2017 el SPD había obtenido un 19,5%, su peor resultado desde 1932, cuando la República de Weimar estaba por colapsar y el nazismo estaba en pleno ascenso. Este resultado se debió a que en 2013 la CDU y el SPD habían conformado la llamada “Gran Coalición”, es decir una coalición parlamentaria entre los dos partidos más importantes de Alemania con Angela Merkel como canciller. El electorado progresista parecía facturarle al SPD su coalición con Merkel, no tanto por la gestión doméstica de este gobierno, sino porque en el momento ella era vista como la “gerente del ajuste”, como la ha calificado la periodista Holly Elyatt, en los países del sur de Europa junto a las instituciones financieras de la Unión Europea. Sumado a que el público progresista notaba una pérdida de identidad ideológica en el SPD, partido que fue la inspiración de la socialdemocracia mundial tras su fundación en 1875. Este electorado expresó su disconformidad votando a la formación verde Die Grünen y a Die Linke, una fuerza compuesta por ex socialdemócratas, comunistas orientales y trotskistas, que logró en esa elección un buen resultado con el 9,4% de los votos.

La idea tanto de Merkel como del SDP era que la cara de este nuevo gobierno fuese más “amable” y no la del ajuste a los países de la Unión Europea. Scholz tuvo políticas más expansivas respecto al empleo y a la contratación de migrantes y refugiados.

En 2017, el SPD sin embargo se encontraba en una mejor posición para poder negociar puestos y políticas de estado: en esa elección la CDU había caído en votos y Merkel estaba más lejos de la mayoría parlamentaria. Por otra parte, el crecimiento de la formación ultraconservadora AFD era visto como una amenaza al régimen democrático y un llamado a formar un gobierno políticamente fuerte y estable. Olaf Scholz fue una pieza clave en el armado de esta nueva coalición, ya que era conocido porque durante el gobierno socialdemócrata de Gerhard Schröder de 1997 a 2005 había sido un crítico interno de la flexibilización laboral impulsada por su gobierno. Por estas razones Olaf Scholz, que en aquel momento era el intendente de Hamburgo, fue elegido como Ministro de Economía y Trabajo del gobierno de Merkel de 2017 a 2021. La idea tanto de Merkel como del SDP era que la cara de este nuevo gobierno fuese más “amable” y no la del ajuste a los países de la Unión Europea. Scholz tuvo políticas más expansivas respecto al empleo y a la contratación de migrantes y refugiados, sin embargo el politólogo y periodista Christian Kraemer explica que logró un gran reconocimiento y popularidad en 2020 con la pandemia del COVID-19, puesto que fue él quien coordinó el fondo de recuperación económica europea tras los cierres de las cuarentenas y tuvo una confrontación con los ministros de Economía y Finanzas de Bélgica, Dinamarca y Países Bajos, quienes exigían un plan fiscal sustentable a los países menos desarrollados de la Unión Europea. Para enero de 2021, Scholz se convirtió en uno de los ministros de Merkel con mayor popularidad.

LA COALICIÓN SEMÁFORO

El nuevo gobierno deberá balancear la agenda de los dos partidos de la coalición: el partido verde Die Grünen y el liberal FDP. Esta será la llamada coalición semáforo debido a los colores de sus partidos: rojo por el SPD, amarillo por el FDP y el verde por Grune. La ronda de conversaciones entre los tres partidos para poder formar gobierno comenzó el 15 de octubre, allí se discutieron las políticas públicas a llevar a cabo y los cargos correspondientes a cada partido y el tipo de perfil ideológico del nuevo gobierno. Fue una discusión extensa y ardua, puesto que es importante comprender que el tipo de perfil cambia según el ministerio elegido. Finalmente, en el nuevo gobierno de la coalición semáforo el SPD tendrá los ministerios Interior, Defensa, Sanidad, Educación, Vivienda y Trabajo. Los Verdes estarán a cargo de las Relaciones Exteriores (aunque dentro de esta cartera el SDP se reserva secretarías claves como la de Coordinación Europea o la de Migrantes y Refugiados), Medioambiente, Agricultura, Ciencia y crearán el ministerio de Alimentación que estará a cargo de ellos. Los liberales tendrán los ministerios de Justicia, Economía y Finanzas, Educación y Tecnología. Este loteo de ministerios se traducirá, o eso se espera, en un consenso de políticas públicas. Es muy probable que al tener el FDP el ministerio de Economía y Finanzas la idea del impuesto a las grandes fortunas planteada por el SPD en campaña no sea llevada a cabo. Por otra parte, el FDP también ceder distintas agendas respecto a la gran apertura comercial planteada en campaña puesto que Die Grünen se oponen a comerciar con países ampliamente contaminantes o que realicen abusos en su producción agropecuaria (caso Brasil con la deforestación del Amazonas). Por otra parte, existe una cierta alerta de sectores de izquierda por el hecho que el FDP vaya a hacerse cargo de la educación, puesto que en gobiernos pasados cuando el FDP estuvo en el gobierno si bien la educación tuvo un salto en tecnología, sufrió un ajuste tanto en la paga de docentes como en el recorte del número de vacantes.

Olaf Scholz declaró: “el semáforo está en marcha”. Esta coalición tendrá el desafío de mantener la cooperación en Europa esta vez con un énfasis más solidario en múltiples áreas.

Sin embargo, el principal desafío de este gobierno será el de la emergencia climática. Esta temática está muy presente en Alemania esta agenda debido a las últimas grandes inundaciones de julio de este año en las regiones de Renania y Westfalia. Por lo cual en esta agenda está eliminar la dependencia de energía de combustible fósiles para 2035, aumentar el número de pasajeros en trenes en un 25% en 5 años con el objetivo de reducir el uso de los automóviles y que el número de automóviles eléctricos llegue a 15 millones, el doble de los que existen hoy, y uno de los mayores planes de reforestación de la historia. El ideal nuevo gobierno es que también sea visto ante la Unión Europea y el mundo como más solidario, por lo cual uno de los objetivos será flexibilizar el acceso a la ciudadanía de inmigrantes que estén viviendo en Alemania desde hace más de 10 años, crear un sistema de inmigración de puntos de trabajo (similar al utilizado en Canadá), aumentar el salario mimo de 12 a 14 euros la hora y buscar mayor sindicalización de los trabajadores. En cuanto a las cuestiones de ampliación de derechos, están en la agenda una ley de derechos de identidad al colectivo trans, legalizar la tenencia de cannabis (aunque su número de venta disponibles estaría muy limitada en comparación a otros países como los Países Bajos), bajar la edad de votación a 16 años e impulsar la creación de presupuestos participativos en municipios y barrios. Por otra parte, la idea de resolver la crisis habitacional que afecta sobre todo a los menores de 40 años es la de construir a través de sociedades publico-privadas aproximadamente unas 400 mil viviendas en 10 años, el mayor plan de construcción de viviendas desde los años 60 cuando Alemania se estaba recuperando de la Segunda Guerra Mundial.

Tras anunciar estos planes Olaf Scholz declaró: “el semáforo está en marcha”. Esta coalición tendrá el desafío de mantener la cooperación en Europa esta vez con un énfasis más solidario en múltiples áreas, especialmente con el combate contra el COVID-19 y en buscar una mayor eficacia en los planes de vacunación. El 6 de diciembre el nuevo gobierno será votado en el Bundestag y el 17 de diciembre asumiría el nuevo gobierno, el cual será también el último laborable como Canciller de Ángela Merkel.

Gerardo Delgado Stutz

Gerardo Delgado Stutz

Investigador del Centro de Estudios de Política Internacional (UBA) y Estudiante de Ciencia Política (UBA).