El cambio climático es un problema a escala global, pero requiere de esfuerzos locales sostenidos para comenzar a revertirlo antes de que sea tarde. En ese sentido, el compromiso de las gestiones municipales y su coordinación resultan fundamentales.
En un contexto de aceleración de los procesos de urbanización, cambio climático y profundización de las desigualdades, la búsqueda de hacer sostenibles las ciudades nos convoca hoy más que nunca. En particular, se reconoce al Cambio Climático como uno de los mayores retos globales para la humanidad, sus consecuencias ya son evidentes, con impactos severos en los ecosistemas del mundo que sostienen los sistemas humanos. Frente a esta crítica situación, es donde más se requiere de un fuerte compromiso de los países en la descarbonización de la economía. En el caso de la Argentina, la planificación en clave climática debe ser una política de estado que permita un desarrollo sostenible para salir de la profunda crisis económica y social en la que estamos insertos
Asimismo, como la mayor parte de las emisiones de gases de efecto invernadero se genera en las ciudades, debido al consumo de electricidad, el transporte público, los residuos, entre otros, la clave también está en dar respuestas locales a esta problemática global, dado que es donde se vive más drásticamente los impactos del cambio climático Por este motivo, el rol de los estados subnacionales ha tomado un protagonismo en las últimas décadas por las posibilidades de generar acciones efectivas en los territorios, involucrando a la ciudadanía en una transformación urbana.
Esta situación requiere de marcos de trabajo que implican un cambio de paradigma en la gestión de las ciudades, anclado en la interdisciplina, la gestión a mediano y largo plazo, la colaboración y la participación de todos los sectores, todos estos, factores que deben ser gestionados y coordinados para alcanzar los resultados esperados.
En la gestión socialista que me tocó encabezar en la ciudad de Rosario, la agenda de sostenibilidad estuvo como eje central de las políticas públicas que implementamos.
En la gestión socialista que me tocó encabezar en la ciudad de Rosario, la agenda de sostenibilidad estuvo como eje central de las políticas públicas que implementamos. Por esto, conformamos un gabinete de sustentabilidad trabajando de manera transversal los temas que enfrentamos en la ciudad como son movilidad, residuos urbanos, energía, políticas socioambientales, espacios públicos, desarrollo de la economía emprendedora, entre otras.
Por otro lado, convencidos de que los gobiernos locales debíamos intercambiar experiencias y planificar en el mediano y largo plazo las acciones climáticas impulsamos la RAMCC (Red Argentina de Municipios frente al Cambio Climático) junto con otros gobiernos locales de la Argentina como un instrumento de coordinación e impulso de políticas públicas locales que enfrenten el cambio climático de las ciudades y pueblos. Esta red que se conformó hace más de diez años, es hoy la Coordinadora Nacional del Pacto Global de Alcaldes por el Clima y la Energía (GCoM), siendo sus compromisos la carbono neutralidad para el 2050 y el aumento de la resiliencia frente a los eventos climatológicos extremos que se profundizan. Para lograr estos objetivos la secretaría ejecutiva de la RAMCC cuenta con distintas herramientas a disposición de los municipios miembros que van desde la elaboración del inventario de gases de efecto invernadero, los planes locales de acción climática, el fomento a los empleos verdes locales, la huella de carbono para el sector privado y la creación de un fideicomiso para ejecutar proyectos a escala subnacional.
Asimismo, un reflejo de la importancia que adquirieron las redes de ciudades se plasmó en los compromisos que firmamos en la Cop21 (vigesimoprimera Conferencia de las Partes) en París, el acuerdo para combatir el cambio climático e impulsar medidas e inversiones para un futuro bajo en emisiones de carbono, resiliente y sostenible. Allí planteamos que para alcanzar dichos objetivos las acciones de los gobiernos locales resultaban indiscutible y que teníamos que tener mayor financiamiento e injerencia para llevar adelante los proyectos estratégicos
Hoy la Red Argentina de Municipios frente al Cambio Climático es una experiencia exitosa y única en Latinoamérica, una red que se diferencia de muchas otras por su forma de abordar el trabajo. Las autoridades locales cuentan con plazos de acciones concretos y rendiciones de cuentas.
Incluso esta red logró generar herramientas nuevas como un fideicomiso constituido por un grupo de gobiernos locales, que tiene como fin gestionar, apoyar y ejecutar proyectos vinculados a la adaptación y mitigación del cambio climático, en línea a los planes locales de acción climática que se realizan con el apoyo técnico de la RAMCC.
ASAMBLEA DE INTENDENTES EN MAR DEL PLATA
Días atrás se llevó adelante en Mar del Plata la IV Asamblea Nacional de Intendentes, organizada por la Red Argentina de Municipios y Comunas contra el Cambio Climático. El crecimiento de los últimos años de la cantidad de municipios miembros resulta esperanzador; actualmente tiene más de 200 ciudades, posee un inventario de gases efecto invernadero -de forma de ver en cada localidad cuáles son las acciones que afectan el ambiente-, y un plan climático. Cada vez hay más localidades que toman conciencia y se comprometen a disminuir el efecto negativo del cambio climático con acciones concretas.
Resulta fundamental que los gobiernos locales involucren a la ciudadanía para compartir experiencias y generar políticas que permitan tomar conciencia que nuestros hábitos cotidianos también determinan el cambio climático.
LA CLAVE EN LOS GOBIERNOS LOCALES
Las ciudades son actores claves para transformar la realidad y en ese camino hay dos grandes ejes de trabajo: la mitigación y la adaptación. Resulta fundamental que los gobiernos locales involucren a la ciudadanía para compartir experiencias y generar políticas que permitan tomar conciencia que nuestros hábitos cotidianos también determinan el cambio climático.
Se trata de habitar el territorio de manera diferente, y para eso se necesita decisión política y trabajo coordinado. Debemos transformar nuestra matriz energética con un plan estratégico a mediano y largo plazo con el foco puesto en la sustentabilidad.
El cambio climático es un desafío de todos los días y el tiempo apremia: en la última época hemos vivido incendios y sequías con pérdidas irreparables. Para poder luchar contra los efectos del cambio climático tenemos que ser capaces de construir en red, más allá de los colores políticos, y para ello necesitamos que cada vez se sumen más ciudades, que haya gestiones innovadoras de los territorios, y que cada vez más gobiernos locales se comprometan con el desarrollo sostenible.