Contra todos los pronósticos, las elecciones españolas del 23 de julio arrojaron un resultado mucho más positivo para las izquierdas que el que auguraban las encuestas y la mayoría de los analistas políticos. Caído el posible ingreso de la extrema derecha (VOX) al Gobierno, se abre un período de negociación complejo, pero que podría dar paso a un nuevo período de gobierno progresista en España.
A lo largo de su intensa y meteórica carrera política Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España, ha demostrado una enorme capacidad de convertir la debilidad en virtud. Y de dar vuelta todos los partidos jugados incluso en el último minuto.
El último capítulo de esta saga lo ha protagonizado en el tramo final de una campaña para el infarto. Es que en su estrategia de denostarlo, las derechas se colgaron del compromiso del candidato con el animalismo y lo bautizaron con el mote de “Perro Sanxe”.
Y lo que comenzó como un insulto, fue recuperado por Sánchez convirtiéndolo en uno de sus mejores eslóganes de campaña y fábrica de memes que inundaron las redes sociales.
«El perro sabe por perro, pero más sabe por Sanxe», posteó en sus redes Pedro, para celebrar el día del perro. Y para decirle a sus contrincantes que la pelea aún no estaba perdida.
Es que en las elecciones del este domingo 23 de julio, donde se preveía un huracán azul-verde (en alusión a los colores partidarios del conservador Partido Popular de Feijoó y de VOX, la formación de extrema derecha liderada por Santiago Abascal) sólo se ha producido una ventisca.
«El perro sabe por perro, pero más sabe por Sanxe», posteó en sus redes Pedro, para celebrar el día del perro. Y para decirle a sus contrincantes que la pelea aún no estaba perdida.
Si bien es cierto que el PP (Partido Popular) sumó más de 3,5 millones de votos respecto a la última elección nacional, también es cierto que quedó muy lejos -incluso sumando con VOX- de la soñada mayoría absoluta que depositara a Feijoó en la presidencia del gobierno.
Y como contraparte, en el bloque de izquierdas, la anunciada caída del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) no fue tal. Incluso el resultado electoral le dio al socialismo dos bancas más en el Congreso de los Diputados que en las elecciones de 2019. Y en la suma por bloques, esas dos bancas le dan la ventaja decisiva que puede ser la llave para que Pedro Sánchez siga al frente del gobierno de España por cuatro años más.
LAS NEGOCIACIONES QUE VIENEN
Ahora se abre un período de negociación duro, durísimo, en el cual Sánchez y el socialismo deberán demostrar flexibilidad y capacidad para negociar con partidos nacionalistas, y las otras fuerzas de la izquierda.
Negociaciones que incluirán a SUMAR, la formación de la actual Vicepresidenta Yolanda Díaz que, si bien registró un resultado menor que el obtenido por PODEMOS en las últimas elecciones nacionales, desempeñó un papel muy digno y decisivo para la reedición del gobierno de coalición.
Finalizando la noche electoral el 23J nos dejó dos enseñanzas. Por un lado que el bloque involucionista de la derecha y la extrema derecha del PP y VOX no podrán formar Gobierno. Y por el otro que no sólo los gatos tienen siete vidas. Pedro, el perro Sanxe, también.