Chile se enfrenta a una elección presidencial polarizada este domingo 14 de diciembre, que definirá al líder del país por los próximos cuatro años. Con Jeanette Jara y José Antonio Kast en el balotaje, el proceso ocurre en un contexto de voto obligatorio y una profunda desaprobación al gobierno de Gabriel Boric tras años de convulsión social, pandemia y crisis económica.

El descontento ciudadano, que se manifestó en el estallido social de 2019 contra el modelo neoliberal, ha marcado el escenario político. La contienda actual refleja dos visiones opuestas: el oficialismo de izquierda que busca la continuidad y el orden conservador de ultraderecha, donde la inseguridad y el estancamiento económico son temas centrales. Las encuestas sugieren una ventaja para Kast , cuyo posible gobierno enfrentaría un Congreso fragmentado.
La contienda actual refleja dos visiones opuestas: el oficialismo de izquierda que busca la continuidad y el orden conservador de ultraderecha, donde la inseguridad y el estancamiento económico son temas centrales.
EL LEGADO DEL ESTALLIDO SOCIAL Y LA CONSTITUCIÓN FALLIDA
Hace cuatro años, el voto en Chile no era obligatorio, pero hoy se proyecta que entre un 80% y 85% del padrón de aproximadamente 15 millones de chilenos irá a votar. La elección de 2021 ocurrió después de dos años de acontecimientos importantes, incluyendo el estallido social y un proceso constituyente.
El estallido social de octubre de 2019 comenzó con protestas estudiantiles por el alza del boleto de metro y escaló rápidamente a cuestionamientos sobre la vivienda, salud, pensiones y servicios privatizados. Las protestas fueron duramente reprimidas, y el presidente Piñera declaró estado de sitio. El descontento apuntaba tanto al gobierno de centroderecha de Piñera como a los gobiernos de centroizquierda por continuar con el modelo neoliberal de Pinochet. La solución fue convocar a un proceso constituyente , que duró dos años y medio, y resultó en una propuesta de constitución progresista y con amplia representación.
LA ADMINISTRACIÓN BORIC Y LA OLA DE DESAPROBACIÓN
Gabriel Boric fue elegido en 2021 con el 55% de los votos en segunda vuelta, encarnando la esperanza de la centroizquierda. Sin embargo, el gobierno del Frente Amplio tiene hoy un 60% de desaprobación y 35% de aprobación. Los analistas sugieren que no se logró el cambio transformador esperado y que el gobierno se enfocó ingenuamente en la aprobación de la nueva constitución, la cual fue rechazada.
Factores clave en la baja de popularidad incluyen:
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Inseguridad: La tasa de homicidios se sitúa en 6 muertos por cada 100 mil habitantes, una tasa superior a la de 2019 (3 por 100 mil). La oposición vincula este problema a la migración ilegal, y el gobierno de Boric no actuó rápidamente en estos temas.
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Economía: El magro crecimiento económico no ha sido suficiente para que el país logre integrar y elevar la calidad de vida de la población.
LOS CANDIDATOS:
JEANETTE JARA: LA MILITANTE COMUNISTA Y MINISTRA DE TRABAJO
Jeanette Jara Román (1972) nació en Conchalí, una comuna con poblaciones y casas de clase media baja. Fue criada por sus tíos, ya que sus padres emigraron por trabajo. Se involucró en la militancia contra Pinochet y luego en el Partido Comunista. Estudió Derecho en la Universidad de Chile con una beca y trabajó en el Ministerio de Desarrollo Social, donde llegó a liderar el sindicato de empleados públicos.
Fue Subsecretaria de Previsión Social en el segundo gobierno de Bachelet. En 2022, fue nombrada Ministra de Trabajo, la primera ministra comunista desde Allende.
Se destacó por reducir las horas de trabajo a 40, aprobar la reforma previsional, establecer el cupo femenino en contrataciones estatales y aumentar el salario mínimo a su máximo histórico. El desempleo post-COVID se mantiene en 8% (casi un millón de chilenos).
Ante las acusaciones de plan marxista, Jara ha declarado que no cree en las expropiaciones per se.
Apoya una relación multipolar. Califica al gobierno de Venezuela como una dictadura, pero respeta la posición histórica de su partido sobre Cuba, a la que llama una democracia asediada por Estados Unidos.
JOSÉ ANTONIO KAST: EL RESTAURADOR CONSERVADOR
José Antonio Kast (60) nació en Buin, hijo de padres de origen alemán, con polémica sobre la participación de su padre en las Juventudes Hitlerianas. Estudió en la Universidad Católica y fue compañero de facultad del sobrino de Pinochet.
Fue parte de la UDI (Unión Democrática Independiente), la pata política del pinochetismo. Fue concejal, diputado y senador. En 2017, renunció a la UDI y fundó el Partido Republicano.
Se presenta como un restaurador del viejo orden conservador, bajo el concepto de «pinochetismo democrático»: un país conservador con orden policial y presencia militar, pero respetando el estado de derecho y la alternancia de poder. En 2021, llegó a segunda vuelta con el 27% de los votos.
Kast se presenta como un restaurador del viejo orden conservador, bajo el concepto de ‘pinochetismo democrático’: un país conservador con orden policial y presencia militar, pero respetando el estado de derecho y la alternancia de poder.
Propone expulsar a los 300 mil migrantes ilegales (70% venezolanos) a partir del 11 de marzo de 2026 en vuelos chárter, con un lenguaje que ha sido tildado de fascista. También ha solicitado la expulsión de tierras tomadas por moradores de poblaciones informales.
Propone el alineamiento automático con Estados Unidos y revisar la inversión china.
LA PRIMERA VUELTA Y LAS ALIANZAS CLAVE
La primera vuelta resultó un fracaso para la centroizquierda, con Jara obteniendo un 26,8%. Kast logró un 23,9%, menos que en 2021. Los resultados más notables fueron:
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Johannes Kaiser (14,5%): Su performance, con promesas radicales (indultar genocidas, salir de la OMS) , hizo que la imagen de Kast pareciera moderada.
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Franco Parisi (19,7%): Quedó tercero con propuestas consideradas populistas, como la baja del IVA y la suba de impuestos a grandes fortunas.
La suma simple de los espacios de derecha (Kast, Kaiser, Matthei) supera el 50%.
PARISI Y LA DERECHA LIBERAL
Las encuestas dan ventaja a Kast (entre 5 y 20 puntos). Cuenta con el apoyo total de la derecha tradicional (Renovación Nacional y UDI) y de Kaiser.
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El Electorado de Matthei: Pese al apoyo formal de Evelyn Matthei, existen dudas sobre la parte más liberal de su electorado en barrios como Ñuñoa y Providencia, donde Jara podría obtener votos.
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Voto Parisi: Parisi no apoyó a ningún candidato. Su electorado de clase media baja y el «voto minero» es clave para Jara, cuya campaña adoptó propuestas de Parisi, como la eliminación del IVA a los medicamentos.
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Factor Frei: Kast recibió el apoyo de Frei, provocando una ruptura en la Democracia Cristiana y en la familia Frei, dada la animosidad con aquellos que justificaban a quienes encarcelaron a su padre.
Jara es considerada la candidata mejor preparada, pero carga con la identificación con el oficialismo y el deseo de cambio. Kast, capitalizando ese espíritu, usó el nuevo eslogan «La Fuerza del Cambio».
Jara es considerada por la mayoría de las encuestas como la candidata mejor preparada, pero sin embargo pesa sobre sus espaldas la identificación con el oficialismo y el deseo de cambio de gobierno de los chilenos.
EL FUTURO GOBIERNO Y EL CONGRESO FRAGMENTADO
El posible gobierno de Kast estaría lejos de tener mayoría propia. En la elección parlamentaria, su alianza obtuvo 42 diputados y 25 senadores. En Diputados dependerá del Partido de la Gente de Parisi. En el Senado, existe un virtual empate entre la centroizquierda y la derecha. Esta situación parlamentaria da cierta tranquilidad a la izquierda de que un gobierno de Kast no sería radical.
Chile cambió en 2019, y entró en un camino incierto donde la disconformidad ciudadana se construyó en la moneda corriente. Restará ver que sucederá en los próximos años.

