Fue cedido por la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) al proyecto de que lleva adelante la fundación Conservation Land Trust (CLT) en los esteros del Iberá
Un yaguareté macho de ocho años, llamado Chiqui, fue cedido por la Entidad Binacional Yacyretá, y trasladado desde el refugio faunístico Atinguy de Ayolas, en Paraguay a nuestro país y en estos momentos se halla en cuarentena para su introducción a los Esteros. La esperanza es que se pueda reproducir junto a la hembra que ya está dentro del área protegida.
El yaguareté viajó desde Paraguay a Corrientes en un tráiler con una caja de traslado adaptada para grandes felinos, a cargo de Di Martino junto a la bióloga Constanza Pacián, el veterinario Jorge Peña y el guardaparques Leandro Vázquez.
“La cuarentena es un período en el que se realizarán diversos chequeos para luego ser llevado a la reserva de la isla San Alonso del Iberá, donde será incluido en el proyecto de reproducción junto a una hembra”, comentó a la prensa Sebastián Di Martino, biólogo de CLT.
Chiqui pasará alrededor de un mes y medio en el Parque Provincial San Cayetano de la capital correntina y se integrará luego al Centro Experimental de Cría de Yaguaretés (CECY) de CLT en los esteros del Iberá, donde viven la hembra Tobuna y el macho Nahuel, que tras diversas pruebas no han logrado reproducirse.
«En San Alonso, Chiqui irá a un corral de 1200 metros cuadrados con monte, pastizal, tarimas y piletas de agua, donde además de los dos kilos diarios de carne de vaca y de pollo que consume aquí, comerá pescado, cerdo cimarrón y luego de un periodo de adaptación podrá cazar presas vivas, como lagartos, carpinchos, tatú y yacarés pequeños que les proveemos nosotros en la mayoría de los casos», indicó Di Martino.
Posteriormente, si la hembra llega a quedar preñada, los cachorros deben pasar con su madre por lo menos dos años, tras lo cual se pide una autorización para liberarlos al parque nacional Iberá, donde serán monitoreados con collares de transmisión satelital.
«En el parque nacional Iberá, de 700.000 hectáreas, calculamos que pueden vivir 100 individuos de yaguareté sin conflicto con las actividades del hombre», dijo Di Martino, quien aclaró que no es un objetivo de logro a corto plazo, teniendo en cuenta que hay apenas 200 ejemplares en la Argentina, 80 de los cuales se encuentran en la selva de Misiones y unos 120 en las yungas, de Salta y Jujuy.
El Proyecto
El denominado Proyecto Yaguareté se inició con la hembra Tobuna que ingresó al Iberá en mayo de 2015, tras lo cual logró la compañía del macho Nahuel en febrero de 2016, a los que se sumará Chiqui en la segunda quincena de febrero y posteriormente una hembra que proviene de Brasil, Isis, según anticipó el biólogo Di Martino.
El yaguareté (Pantera onca) es el felino más grande de América y el tercero en tamaño en todo el mundo, después del tigre y el león. Llega a vivir entre 12 y 15 años y puede alcanzar un peso de 100 kilos. Buscado por su piel, es víctima de la caza ilegal por lo que su presencia ha disminuido mucho en todas las regiones en donde habita.
El yaguareté se encuentra en grave peligro de extinción en la Argentina. En Corrientes se extinguió a mediados del siglo pasado por culpa de la cacería y la destrucción de su hábitat. Sin embargo, su poderosa presencia todavía se siente en el nombre de localidades, canciones folclóricas y leyendas.
El yaguareté no sólo es una especie esencial para mantener la salud y la integridad de los ecosistemas silvestres, sino que también tiene el potencial de convertirse en un atractivo de primer orden para los turistas que visitan Corrientes en busca de su fauna silvestre y paisajes naturales.
La meta del Proyecto Yaguareté es establecer una población autosustentable de yaguaretés que pueda cumplir al máximo su rol ecológico, turístico y cultural dentro del paisaje de la Reserva Natural Iberá.
En base a CLT Argentina, Telam y El Federal