La VIHsibilidad en la runway
La escena ballroom más que una expresión artística, fue un refugio crucial durante la aparición del VIH/SIDA, brindando no solo entretenimiento, sino también apoyo vital. Su legado como espacio de resistencia y apoyo para las comunidades LGBTIQ+ sigue siendo relevante y digno de reconocimiento en la actualidad.
Un Pokémon, pero en tanga. Así apareció el activista por los derechos humanos, Lucas “Fauno” Gutiérrez en la kiki ball llamada “Pokeball” organizado por House of Tropikalia en el Centro Cultural “Haroldo Conti», donde hace cuarenta años funcionaba la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).
Entre sexy y bizarro, vestido con un traje amarillo y negro emulando al “pocket monster” llamado Umbreon, toma el micrófono con una convicción absoluta y da un discurso que deja a trescientas personas del público en un silencio total: “Estamos habitando un espacio de memoria, verdad y justicia con nuestras disidencias y orgullos. Somos ballroom y somos un hecho político”, dice en un grito y el público estalla en aplausos.
Los ballrooms se erigen como un mosaico de diversidad, que albergan a personas percibidas como travas, trans, tortas y putos. En este escenario, el brillo y el glamour se convierten en sus instrumentos para atraer miradas y elevar sus voces en defensa de los derechos que les corresponden.
En este contexto, el reciente hito de la aprobación de la ley del VIH en Argentina constituye un logro significativo para el colectivo LGBTQ+ y las organizaciones activistas que han sostenido su lucha durante décadas. Sin embargo, la persistente discriminación que enfrentan las personas transmisoras del virus plantea un desafío latente, con la crucial importancia de mantener la visibilidad y la educación como pilares fundamentales para forjar un cambio significativo en la sociedad.
«Abrazar términos como «puto», «marica» y «bichoso», se convierte en un ejercicio de reapropiación, quitándoles el poder a quienes los usan como insultos y convirtiéndolos en elementos identitarios.»
En un acto de resistencia, Lucas Fauno explica su identificación con palabras que históricamente se usaron de manera despectiva y que todavía se utilizan en los espacios públicos, en las canchas y en las multitudes heteropatriarcales. Abrazar términos como «puto», «marica» y «bichoso», se convierte en un ejercicio de reapropiación, quitándoles el poder a quienes los usan como insultos y convirtiéndolos en elementos identitarios.
VIHSIBILIDAD
«Mi categoría favorita es American Runway que me ayuda a encontrar mi expresión de la masculinidad. También disfruto de Old Way, que tiene raíces militares y egipcias», comenta Lucas Fauno quien además describe la conexión histórica del Ballroom con la lucha contra el VIH y el SIDA: «La escena Ballroom cuidaba, apañaba, buscaba hogar, buscaba respuestas de medicación o de información a todos sus asistentes”, explica. Estos espacios no sólo brindaban entretenimiento y expresión, sino también apoyo, información y cuidado para las comunidades marginadas durante la pandemia del VIH. “Ballroom es nuestra disidencia, es nuestra resistencia y es nuestra manera de abrazar el orgullo”, aclara el activista. Además enfatiza la importancia de recordar y honrar la historia de la escena ya que su legado continúa siendo una fuente de resistencia y apoyo para las comunidades LGBTIQ+.
El primero de diciembre se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el VIH-SIDA . Cada año en esa fecha, el Ministerio de Salud de la Nación publica el Boletín sobre el VIH y enfermedades de transmisión sexual (ITS). Según el último publicado en 2022, más de 140 mil personas en nuestro país viven con el virus y un 13% de ellos desconoce su condición. La atención en el sistema público de salud beneficia al 65% de las personas que conocen su diagnóstico, con más de 65 mil personas en tratamiento. La principal forma de transmisión del VIH, con un 98%, es a través de relaciones sexuales sin protección, con una prevalencia notable en ciertos grupos clave, como mujeres trans, hombres que tienen sexo con otros hombres y trabajadores sexuales. Se reportan alrededor de 5 mil casos nuevos anualmente.
El sexólogo clínico y educativo, Federico Bordón, pone foco en la importancia de fortalecer políticas de salud pública y avanzar en estrategias de prevención combinada. Subraya la necesidad de intensificar el acceso a pruebas rápidas y la implementación de la Educación Sexual Integral (ESI) como una herramienta valiosa para la prevención integral de las ITS: «La ESI propone una reflexión y destaca el papel de las instituciones educativas como protectores de una pedagogía del cuidado».
Al respecto, Fauno sostiene que “negar la ESI es negar la vida de las personas VIH positivas, es negar nuestra sexualidad, es negar nuestra vincularidad. No podemos seguir dando las batallas en solitario.”
Es importante diferenciar SIDA de VIH ya que el síndrome es la etapa avanzada de la infección causada por el virus. En palabras de ONU SIDA, una persona tiene SIDA cuando el VIH debilita las defensas del cuerpo (el sistema inmunológico) y esa situación lo predispone a desarrollar enfermedades oportunistas (infecciones o tumores). Se las llama así porque aparecen “aprovechando” la caída de las defensas. Sin embargo, con los tratamientos actuales son cada vez más las personas que tienen VIH sin desarrollar SIDA.
“Negar la ESI es negar la vida de las personas VIH positivas, es negar nuestra sexualidad, es negar nuestra vincularidad. No podemos seguir dando las batallas en solitario.”
INSISTIR RESISTIR ASISTIR
Desde el 2021 se realiza el “PositHIVo kiki ball” con el objetivo de celebrar y tejer redes dentro de la comunidad LGBTIQ+. Además de las competencias en la runway con categorías alusivas, se realizan diversos talleres y conversatorios. Celebrar para no olvidar. Resistir para encontrar la cura.
«Ser activista no es lo mismo que ser un mártir. El activismo es un llamado a la acción colectiva que te convierte en un interlocutor, un puente, un gestor que visibiliza o enuncia, pero que llama a la acción por los derechos humanos», dice Lucas Fauno. Además destaca la necesidad de abordar problemáticas más allá de su propia lucha, como los derechos de las personas con discapacidades o las comunidades afrodescendientes.
«Ser activista no es lo mismo que ser un mártir. El activismo es un llamado a la acción colectiva que te convierte en un interlocutor, un puente, un gestor que visibiliza o enuncia, pero que llama a la acción por los derechos humanos»
Fauno planteó un desafío para recuperar la memoria histórica, reconociendo que el avance de las derechas en todo el mundo representa una amenaza para los logros de las luchas pasadas al argumentar que el diálogo y la educación son herramientas fundamentales para combatir la desinformación y el miedo que alimentan las decisiones políticas perjudiciales. “Si votamos opciones políticas que buscan eliminar derechos, estamos negando la lucha de las travestis y trans además de aquellas personas no binarias, marronas, monstras y bichosas”. El desafío es colectivo y global: “debemos reparar nuestra historia, proteger las infancias y adolescencias para que puedan desarrollarse sin ser atacadas ni menospreciadas.»
INDETECTABLE = INSTRASMISIBLE
El VIH continúa siendo un tema de gran relevancia en la sociedad argentina, no solo por sus implicaciones médicas, sino también por el profundo estigma que lo rodea. En este contexto, Fauno destaca la importancia crucial de comprender la afirmación «indetectable es igual a intransmisible». El activista sostiene que los prejuicios arraigados en la transmisión del VIH impactan significativamente las interacciones sociales y el funcionamiento del sistema de salud, evidenciando una falta general de empatía en la sociedad y los medios. “Hace 15 años que vivo con el virus y recuerdo pensar ‘¿Todavía existía el VIH? ¿Cómo que me dio el positivo si nadie hablaba de esto”, cuenta Lucas Fauno.
Con el fin de combatir esta discriminación, el Ministerio de Salud de la Nación respalda una campaña enfocada en informar que las personas con VIH bajo tratamiento antirretroviral y con carga viral indetectable no pueden transmitir el virus sexualmente. Según la Dirección de Respuesta al VIH, ITS, Hepatitis Virales y Tuberculosis, la condición «indetectable» se alcanza mediante la rigurosa adherencia al tratamiento, lo que reduce la cantidad del virus en sangre a niveles indetectables en análisis convencionales. Aunque no erradica el virus, cuando una persona con VIH mantiene una carga viral indetectable durante al menos seis meses, no hay posibilidad de transmitir el virus por vía sexual.
El estigma y escasez de información y temor en la población desde que aparecieron los primeros casos de VIH en Argentina en 1982. Se han suscitado concepciones erróneas sobre la enfermedad y sus afectados, desde la creencia de que el virus solo afecta a hombres que tienen relaciones homosexuales, hasta la idea de que es un castigo divino para aquellos que mantienen relaciones pre-matrimoniales. A pesar de la «primavera democrática», las personas con VIH se enfrentaron a una realidad carente de apoyo estatal, lo que motivó la creación de la Fundación Huésped en 1989 para brindar ayuda y solidaridad a quienes la necesitaban.
«Se han suscitado concepciones erróneas sobre la enfermedad y sus afectados, desde la creencia de que el virus solo afecta a hombres que tienen relaciones homosexuales, hasta la idea de que es un castigo divino para aquellos que mantienen relaciones pre-matrimoniales.»
Según un estudio de la Red Argentina de Jóvenes y Adolescentes Positivos y el Ministerio de Salud de la Nación, la desinformación y el estigma han llevado al 17% de las personas con VIH en Argentina a desconocer su condición. Federico Bordón subraya la necesidad de un lenguaje no estigmatizante al hablar del VIH, poniendo énfasis en impulsar canales de denuncia y consulta para eliminar la estigmatización. Asimismo, destaca que la Educación Sexual Integral (ESI) emerge como una herramienta fundamental para prevenir infecciones de transmisión sexual y fomentar la divulgación de información actualizada y precisa.
En el intento de superar estos obstáculos, el sexólogo clínico y educativo Federico Bordón hace hincapié en la importancia de promover y hacer visible la legislación que ampara a las personas con VIH. «Necesitamos instaurar canales de denuncia y consulta no solo para los afectados por VIH, sino para toda la población», dice.
El activista Lucas Fauno también deja abierto el espacio a la reflexión política y colectiva: “Una ley de VIH debe ampliar ese diálogo desde el Estado y también desde las casas para pensar en esas vidas. El Estado debe asegurar que no nos falten medicamentos y que podamos acceder a un trabajo sin preocupacionales que nos discriminen”, concluye.
La Ley 27.675 de Respuesta Integral al VIH, Hepatitis Virales, ITS y Tuberculosis, aprobada en 2022 por el Congreso Nacional, representa una evolución significativa desde la Ley Nacional de Sida de la década de 1990. Mientras la antigua legislación se enfocaba principalmente en la investigación y tratamiento del VIH/SIDA, la nueva normativa va más allá, priorizando no solo la atención médica, sino también la calidad de vida de las personas afectadas en nuestro país.
Lucas Fauno destaca este cambio y subraya la importancia de la nueva ley, que aborda aspectos como el acceso al empleo y a una vida sin discriminación para quienes viven con VIH: “Imaginate que las infancias y adolescencias VIH positivas no eran posibles porque lo más probable es que una infancia que nazca con el virus falleciera. Entonces ahora lo que hay que hacer es pensar en esas vidas, que no nos falten medicamentos y que podamos acceder a un trabajo sin exámenes preocupacionales que nos discriminen”, explica.
«La ley del año 1990 era una ley de urgencia de vida. La ley actual es una ley de calidad de vida”, opina el activista Fauno al referirse a la normativa concebida con un enfoque de géneros y de derechos humanos. Cabe destacar que la normativa fue escrita de manera colectiva, con la participación de organizaciones sociales, diversas fuerzas políticas y entidades estatales para garantizar la atención integral de manera gratuita e impulsar la eliminación del estigma y la discriminación hacia las personas con VIH. Además, se enfoca en el desarrollo de tecnologías para mejorar el diagnóstico y tratamiento, promueve la capacitación, la investigación y una comunicación más efectiva.
Entre sus disposiciones, la Ley 27.675 prohíbe las pruebas de diagnóstico sin consentimiento, ya sea en contextos laborales, educativos u otros y establece medidas como la posibilidad de jubilación anticipada y una pensión vitalicia para aquellos en situación de vulnerabilidad social. Esta ley representa un avance significativo hacia la protección de los derechos y la mejora en la calidad de vida de las personas afectadas por el VIH en Argentina.