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La basura también viene por decreto

La basura también viene por decreto

Un polémico decreto del Gobierno Nacional habilitó la importación de basura y residuos de otros países, algo que estaba expresamente prohibido desde 1991 cuando se sancionó Ley de Residuos Peligrosos.

En épocas donde se cuestiona cada vez más el exceso de residuos que producimos y donde todos los días más ciudades se suman a la separación y reciclado de los mismos, buscando diferentes alternativas para su reutilización y disposición final, el gobierno nacional parece hacer oídos sordos y sumarse al ya mítico “Comprar, tirar, comprar”, que rige los destinos del consumismo internacional.

Los residuos son uno de los problemas más complejos que tiene la Argentina, y un decreto presidencial encendió la polémica. Mauricio Macri modificó, con esa herramienta, la ley de Residuos Peligrosos que ahora permitirá ingresar materiales sin certificado de inocuidad.

El decreto 591/2019 lleva la firma del presidente, del jefe de Gabinete, Marcos Peña y del ministro de Producción, Dante Sica. La norma publicada en el Boletín Oficial modifica los decretos reglamentarios de la ley de Residuos Peligrosos para permitir el ingreso de «sustancias y objetos», procedentes de otros países, que puedan ser utilizados para otras finalidades o para los que exista un mercado o demanda específica.

Los especialistas en materia ambiental juzgaron la medida como preocupante, por su carácter regresivo en materia de derechos ambientales, y sospechoso por el momento en que salió publicada, casi de manera secreta, en medio de un caótico contexto político y económico tras la derrota del oficialismo en las PASO.

“Esto es un escándalo ambiental; Argentina permitirá no sólo la contaminación producida en el país, con una ya pésima gestión de residuos, sino también la entrada de residuos dañinos para el medio ambiente de otros lugares del mundo”, declaró Leonel Mingo, integrante del área de Campañas de Greenpeace.

[blockquote author=»» pull=»normal»]A medida que el sudeste asiático deja de aceptar la basura, las compañías buscan otros destinos: no deberíamos permitir que sean nuestros países.[/blockquote]

LA INCONSTITUCIONALIDAD DEL DECRETO

El abogado ambientalista Enrique Viale se refirió de manera crítica al decreto que modifica la Ley de Residuos Peligrosos y dejó abierta la puerta para hacer una presentación judicial ya que se trata de una medida “cuestionable” que calificó como «inconstitucional».

Pero la mayor preocupación gira en torno a si la modificación le abriría la puerta de entrada a los residuos peligrosos. “La norma es preocupante porque elimina el requisito de inocuidad y peligrosidad de origen, entonces cómo podemos estar seguros de que no ingresen residuos peligrosos”, advirtió Enrique Viale. Para el especialista, que sigue de cerca la legislación de gestión de residuos, además de flexibilizar los requisitos para el ingreso de basura, el decreto es de una “torpeza absoluta” para un país como Argentina que está muy lejos de alcanzar buenos estándares en el reciclado de sus propios residuos.

“Hablan de cartón y reciclables, cuando las grandes ciudades de nuestro país no reciclan 100 por ciento sus residuos. En vez de impulsar el reciclado atentan directamente contra las cooperativas de cartoneros que viven de la venta de material reciclado”, agregó Viale, y explicó que la importación va a bajar el precio de los reciclados.

PEDIDO DE DEROGACIÓN

La Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores (FACCYR) exigió que se derogue de manera inmediata esta normativa. Para la FACCYR, la nueva disposición facilita “la apertura indiscriminada de importaciones de basura cuyo impacto económico y ambiental podría ser de dimensiones catastróficas”. “En lugar de potenciar la recolección, se facilita la importación de los residuos de los europeos”, expresaron desde un comunicado.

Para la Federación, con esta medida “nos transformamos en el basural del mundo”. “Hace un año China cerró la importación de cartón, papel y plásticos, ya que recibían residuos imposibles de ser procesados”, aseguraron desde desde FACCYR. En consecuencia, “Argentina recibirá toneladas de basura acumulada que rechazó el país asiático”, consideró la Federación.

[blockquote author=»» pull=»normal»]Para la Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores (FACCYR), la nueva disposición facilita “la apertura indiscriminada de importaciones de basura cuyo impacto económico y ambiental podría ser de dimensiones catastróficas”. [/blockquote]

EL PROBLEMA DE LA BASURA EN EL MUNDO

Alrededor de 5.8 millones de toneladas de basura se exportaron entre enero y noviembre del año pasado en Asia, encabezadas por envíos desde Estados Unidos, Japón y Alemania, según Greenpeace.

Investigaciones realizadas en Indonesia, Malasia y Tailandia revelaron reciclaje ilegal, quema a cielo abierto, contaminación del agua y aumento de enfermedades vinculadas a la contaminación, dijo la organización en un informe del 23 de abril.

Cuando China prohibió las importaciones en enero del 2018, comenzó un efecto dominó. Los envíos se desviaron al sudeste de Asia, que pronto se vio abrumado, lo que obligó a los gobiernos a tomar medidas.

Malasia anunció una prohibición en octubre. Tailandia dejó de emitir licencias de importación el año pasado y es probable que imponga una prohibición en el 2020, según Yash Lohia, director ejecutivo de Indorama Ventures Pcl, una productora y recicladora de plásticos con sede en Bangkok. Filipinas dijo que enviará 69 contenedores de basura de vuelta a Canadá.

La solución podría estar en las nuevas tecnologías y un cambio en el comportamiento social que reduzca la producción de residuos sólidos e incluso elimine la necesidad de vertederos e incineradores.

A medida que el sudeste asiático deje de aceptar el material, las compañías buscarán otro lugar, y no podemos permitir que Sudamérica sea ese lugar, como parece ser el proyecto de algunos de los gobiernos de derecha que han llegado al poder en los últimos años, entre ellos el de Mauricio Macri. Y aunque es evidente que hay muchos otros aspectos por los cuales estos cuatro años serán recordados de manera negativa, el decreto 591/2019 será seguramente uno de los que las generaciones futuras considerarán entre los más nefastos.

 

En base a Pagina 12 / Infobae / El Destape / Greenpeace

 

Deshielo y fuego

Deshielo y fuego

Incendios fuera de control están arrasando partes del Ártico, con amplias regiones de Siberia, Alaska, Groenlandia y Canadá envueltas en llamas y humo.

Calor, fuego y deshielo, son las tres palabras que mejor describen la particular situación que viven este verano las regiones árticas, que también están sufriendo episodios de altísimas e inusitadas temperaturas.

Los países y regiones ribereñas del océano ártico (particularmente Alaska, Canadá, Siberia, Groenlandia y sus aguas oceánicas) registran un calentamiento mucho más elevado que el resto del planeta. Y lo que sucede este verano es una evidencia más.

Las imágenes satelitales muestran cómo columnas de humo de los incendios, muchos ocasionados por tormentas secas y tiempo cálido, se pueden ver desde el espacio. Aunque los incendios son típicos en esta época del año, las altas temperaturas récord de este verano y vientos intensos han agravado particularmente la situación.

[blockquote author=»» pull=»normal»]“Estas intensas y extendidas olas de calor llevan la firma del cambio climático provocado por el ser humano”, dice Johannes Cullmann, director del departamento de Clima y Agua de la OMM.[/blockquote]

El fuego se encuentra ahora a «niveles sin precedentes», afirma Mark Parrington, un experto en incendios del Servicio de Monitoreo Atmosférico Coperinicus (CAMS, por sus siglas en inglés).

Aunque los incendios incontrolados son comunes en el hemisferio norte entre mayo y octubre, la localización y la intensidad de estos, así como el tiempo que llevan ardiendo ha sido particularmente raro, dice CAMS.

Las temperaturas en las regiones árticas se han disparado este verano y han provocado condiciones muy favorables para los incendios forestales. En paralelo, el ritmo de los deshielos en todo el círculo polar ártico se ha acelerado y marca niveles similares a los del 2012, el año con más deshielos.

El 30 de julio se registró una temperatura de 20,6 ºC en la estación de Qaarsut (en la zona occidental de Groenlandia, cerca del paralelo 71° N), y en la estación Norte, situada a 900 kilómetros del Polo Norte, se registró una temperatura de 16 °C.

La estación del Instituto Meteorológico Danés (DMI) en Summit, en el centro de la capa de hielo permanente, registró los dos primeros días de este mes 2,7 y 4,7 grados, con lo superó el récord de 2012 de 2,2 grados, aunque las cifras aún deben de ser contrastadas con las de otra estación próxima para ser definitivas.

Groenlandia ya experimentó un intenso episodio de deshielo entre los días 11 y 20 de junio. El 31 de julio fue el día con un derretimiento más grande (desde al menos el año 2012). El 60% de la capa de hielo perdió al menos 1 milímetro mientras que se vertieron en el océano más de 10.000 millones de toneladas de hielo, según los datos del Portal Polar, un sitio web administrado por instituciones danesas de investigación polar y el Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo.

Así, desde el 1 de junio, la capa de hielo ha perdido un total de 240.000 millones de toneladas, una cifra muy cercana a la registrada al acabar el año 2012 (290.000 millones de toneladas).

[blockquote author=»» pull=»normal»]Los países y regiones ribereñas del océano ártico (particularmente Alaska, Canadá, Siberia, Groenlandia y sus aguas oceánicas) registran un calentamiento mucho más elevado que el resto del planeta. [/blockquote]

Muchas de las partículas sólidas producidas por estos fuegos llegarán finalmente a depositarse sobre las superficies heladas más al norte, oscureciéndolas y, así, acelerando su derretimiento. Los incendios también contribuyen a exacerbar la crisis climática al despedir dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera.

“Estas intensas y extendidas olas de calor llevan la firma del cambio climático provocado por el hombre. Todo esto es coherente con el hallazgo científico que muestra evidencias de sucesos meteorológicos más frecuentes, prolongados e intensos a medida que las concentraciones de gases de efecto invernadero conducen a un aumento de las temperaturas mundiales”, señala por último Johannes Cullmann, director del departamento de Clima y Agua de la OMM.

 

 En base a BBC / La Vanguardia / La Nación

 

La Reforma Constitucional de 1994, un cuarto de siglo después: una oportunidad desperdiciada   

La Reforma Constitucional de 1994, un cuarto de siglo después: una oportunidad desperdiciada  

 

 

La Reforma de 1994, si bien avanzó en consagrar nuevos derechos y garantías, en cuanto a la organización del Estado, profundizó la concentración del poder afianzando el hiperpresidencialismo, un camino contrario a las tendencias democráticas. Al cumplirse un cuarto de siglo de su sanción, rescatamos el balance que realizara el legendario dirigente socialista, quien fuera convencional por Santa Fe.

Como escribiera Alberdi, no se ha de aspirar a que las Constituciones expresen las necesidades de todos los tiempos. La de 1853 se concibió para su tiempo, pero el país que expresaba fue cambiando. Este ordenamiento fue formalmente venerado y crónicamente violado y transgredido, produciendo un progresivo proceso de deslegitimación de las instituciones y de licuación en el valor de la constitucionalidad, la conciencia pública de la Nación.

(…) La concentración de funciones en el Ejecutivo, propia de nuestro sistema fuertemente presidencialista, ha actuado en desmedro de las facultades del Parlamento, condenándolo a ser un órgano ratificador de la política decidida por el Presidente; los excesos del centralismo político, la personalización del poder y la falta de instituciones que permitieran la participación popular hacían necesaria una reforma de la Carta Magna.

(…) La reforma necesaria debió apuntar a dos puntos centrales de la problemática constitucional del mundo, pero fundamentalmente de nuestro país: la convergencia entre lo político y lo social y la descentralización que permita transformar esta «democracia delegativa» en una democracia participativa.

Hoy los grupos de ciudadanos organizados son una realidad demasiado concreta como para ignorar la voluntad del pueblo que se está expresando. Este incremento de la participación sobre bases solidarias es el único recurso que puede detener y revertir la marginación y la exclusión social crecientes. En consecuencia era necesario institucionalizar formas de democracia participativa.

[blockquote author=»» pull=»normal»]La descentralización y participación que eran objetivos centrales de una reforma que consolidase la democracia, no se han concretado. [/blockquote]

El sistema de democracia representativa, que en nuestra tradición implica la delegación directa del ciudadano a su representante y cuya mediación asegura la expresión del pluralismo político, en particular a través de los partidos políticos, ha sido desvirtuado, ha sufrido una profunda regresión y su nuevo estadio podemos denominarlo «democracia delegativa». En este nuevo sistema el cuerpo social se limita a transferir su poder al gobernante, sin controles horizontales que funcionen, sin independencia de poderes, sin participación popular, con despolitización de la vida cotidiana. En esta etapa de «democracia delegativa» se combinan actitudes democráticas y actitudes autoritarias, la gente vota y delega en un poder ejecutivo la tarea de gobernar y renueva esa delegación o no, pero entre delegación y delegación el control de la gestión es prácticamente inexistente.

En el mundo, en los últimos años, se ha producido un divorcio creciente entre lo político y lo social; en la Argentina esta separación se traduce y se realimenta en la degradación institucional, el poco imperio de la ley y la no credibilidad de la gente en las instituciones.

(…) Esta reforma tuvo su origen en un acto de dudosa legitimidad moral, por falta de un amplio debate y consenso, el «Pacto de Olivos», acuerdo oscuro, secreto, marginal, de dos jefes de partido, que se extendió a todos por imperio de la defectuosa ley que declaró la necesidad de la reforma sancionada por el Congreso, en dudoso trámite, excediendo sus facultades preconstituyentes, disponiendo la novedad de obligar a la Convención Constituyente a votar en bloque el paquete de enmiendas.

(…) Un poder fuerte en su continuidad deviene en mayor concentración, en perpetuación, pudiendo ciertamente dar origen a todo tipo de excesos. Este límite imprescindible, de contención al ejercicio abusivo del poder, es todavía hoy, reformada la Constitución Nacional un avance institucional que las mayorías políticas de nuestro país decidieron voluntariamente no concretar. En este aspecto, con la reforma hemos retrocedido. Pero además otro rasgo que dibujó la ficción de la «atenuación presidencial», propuesta como objetivo en el «Pacto de Olivos», es la constitucionalización de dos institutos de alta gravedad para la democracia, tales como la facultad presidencial de dictar reglamentos de necesidad y urgencia y la legislación delegada. (…)  Tampoco «atenúa» el sistema presidencialista la institución del «jefe de gabinete».

(…)  Afianzar la democracia actual supone la ampliación de los marcos de participación ciudadana, el aumento de la injerencia de la sociedad –individuos y organizaciones– en la trama pública. Ha escrito Juan Carlos Portantiero que «la democracia representativa como forma de gobierno de partidos jamás existió: entre nosotros la democracia fue siempre cesarista». La Reforma Constitucional de 1994 sancionó modificaciones contrarias a esta tendencia mundial, cual es la de introducir en el tronco de la democracia representativa elementos de la democracia participativa, ni cesarista ni corporativa.

Así los «senadores nacionales» ya no serán representantes de las provincias, sino representantes de «los partidos» (dos por la mayoría y uno por la minoría – artículo 54). Es decir se jerarquiza la representación de «los partidos políticos» en detrimento de las instituciones de la democracia y de las organizaciones sociales. Este criterio se sostiene en los organismos de control como la «Auditoría General de la Nación, cuyo presidente será designado a propuesta del partido político de la oposición…» (artículo 85).

Y continuando con el análisis de la Reforma Constitucional que pareció pero no fue se puede señalar que el sistema presidencialista no se modificó. El publicitado sistema semipresidencialista, que pretendía restar poder al Poder Ejecutivo en favor del Congreso, institución que representa la totalidad de la opinión pública nacional, fue una ilusión no precisamente de los mentores. No se vislumbró una descentralización, no sólo institucional, sino también geográfica, que otorgara facultades reales a las provincias para el ejercicio de su autonomía, para que no dependan de los fondos que le gire el gobierno central.

[blockquote author=»» pull=»normal»]El Consejo Económico y Social, uno de los pocos temas que hubiera dado contenido social a las instituciones de la reforma, no se jerarquizó para su tratamiento por «falta de tiempo».[/blockquote]

Es una constante en el mundo caminar hacia el achicamiento de lo estatal, esto no significa un achicamiento de lo público, significa el achicamiento de la burocracia, del Estado centralizado. Porque en el mundo también camina hacia la aplicación de lo público, es decir al ámbito en que públicamente la comunidad resuelve.

Uno de los temas habilitados por la ley 24.309 era la creación con carácter consultivo de un consejo económico y social, tal como lo propusiera el Consejo para la Consolidación de la Democracia. Hemos sostenido que una democracia no agota su carácter social en la consagración de sus derechos sociales en la Constitución –hecho que tampoco se produjo con esta reforma– sino cuando la estructura del Estado institucionaliza a los órganos de la representación social, dando cabida a la participación efectiva en las decisiones a los nuevos actores sociales y políticos del mundo moderno, es decir los grupos intermedios. En la Convención Reformadora volvimos a insistir sobre la creación de un Consejo Económico y Social pero no fue tratado. Uno de los pocos temas que hubiera dado un contenido social a las instituciones de la reforma no tuvo su jerarquización para su tratamiento oportuno. Esta vez se argumentó «falta de tiempo».

En síntesis, la Reforma Constitucional de 1994, si bien constituye un avance en cuanto a los nuevos derechos y garantías consagrados, como la defensa del orden constitucional, iniciativa y consulta popular, defensa del medio ambiente, derechos de consumidores y usuarios, acción de amparo, hábeas data y hábeas corpus, reconocimiento de los derechos de los aborígenes, así como los tratados internacionales en materia de derechos humanos; en cuanto a la organización institucional del Estado, se conservó y se profundizó la concentración del poder afianzando el hiperpresidencialismo, y se estableció un mecanismo institucional sobre la base de una profundización del bipartidismo que resulta contrario a las tendencias democráticas modernas.

La descentralización y participación que eran objetivos centrales de una reforma que consolidase la democracia y legitimase las instituciones, desarrollando la credibilidad del pueblo en las mismas, no se han concretado. Es una oportunidad lamentablemente desperdiciada.

* Fragmentos del prólogo de Guillermo Estévez Boeron en la reseña de su labor constitucional, tras haber participado como convencional constituyente por la Unidad Socialista en 1994.

Socialismos y filosofías

Socialismos y filosofías

En septiembre cumplirá 100 años el destacado pensador argentino, que reside en Canadá desde hace décadas. Aquí reproducimos una nota publicada por La Vanguardia en junio de 2013, en la que reflexiona sobre uno de los socialismos: el democrático, que se propone realizar una democracia integral que supone la participación de todos en el manejo de la riqueza, el conocimiento y el poder, a los que entiende como bienes comunes. 

Los plurales que figuran en el título nos recuerdan que hay más de un socialismo y más de una filosofía. En efecto, los idearios y movimientos llamados ‘socialistas’ van del socialismo libertario al dictatorial. Con la filosofías ocurre otro tanto: las hay claras y serias como la aristotélica, claras y vacías como la de Wittgenstein, confusas pero con un grano de verdad, como el materialismo dialéctico, y herméticas y ridículas como el existencialismo.

El título de esta nota plantea un segundo interrogante: ¿qué relación puede haber entre un movimiento político, con su ideología concomitante, y una doctrina que trata de ideas más bien abstractas, como las de ser y devenir, argumento válido y falacia, conocimiento y error, bien y mal? El liberal clásico y el socialista libertario negarán que haya tal relación, mientras que el socialista autoritario exigirá la subordinación de la filosofía a su ideología.

El típico profesor de filosofía, que no se arriesga pensando ni actuando, se pronunciará por la neutralidad cuando goce de libertad, y por el partidismo más servil cuando así se lo exija quien le paga. En cambio, el filósofo auténtico, el que prefiere abordar problemas nuevos a enseñar soluciones envejecidas, se atreverá a pensar en la relación entre filosofías y políticas,  porque es un problema tan descuidado como importante para ambos términos de la relación de marras.

[blockquote author=»» pull=»normal»] Cada uno de los tres miembros de la triada libertad-igualdad-fraternidad depende de los otros dos, al modo en que los lados de un triángulo se dan a la vez. Más aun, el triángulo político no es autónomo, sino que descansa sobre el cuadrado trabajo-saludeducación-seguridad. [/blockquote]

Entre nosotros, sólo José Ingenieros se atrevió a abordar este problema: lo hizo en Emilio Boutroux y la filosofía universitaria en Francia (Buenos Aires: Cooperativa Editorial Limitada, 1923). Este libro, que lo convirtió en el precursor mundial de la sociología de la filosofía, apareció al mismo tiempo que emergió la  “reacción antipositivista”, encabezada en Buenos Aires por Coriolano Alberini, discípulo del neohegeliano Giovanni Gentile, colaborador de Mussolini y ministro de su gobierno.

(En realidad, se llamó “antipositivismo” a la reacción contra el cientificismo, o sea, el programa de Condorcet y otros ilustrados, de abordar todos los problemas del conocimiento con ayuda del método científico. Desde 1960, el anti-cientificismo es parte no sólo de las ideologías derechistas como la de Hayek, sino también del pseudo-izquierdismo que nos llega de París, el que no entiende que la política sin ciencia social es improvisada y por tanto irresponsable y condenada al fracaso. Esto  lo mostraron tanto la trágica aventura boliviana del Che como las costosas “revoluciones” de Mao en el poder.)

Por algo, Ingenieros fue uno de los primeros socialistas argentinos y el fundador de la Revista de  filosofía,  así como el primer expositor en francés y español de la psicología científica (biológica y experimental) y uno de los críticos más elocuentes de la psicología acéfala y especulativa que aun predomina en el país bajo la protección de las filosofías anticientíficas y pseudofilosofías que se enseñan en nuestras facultades de humanidades y ciencias sociales.

Quedamos, pues, en que la política y la filosofía están relacionadas entre sí.

Esta no es novedad para un marxista, quien ve intereses económicos y contradicciones dialécticas hasta en la sopa. Y debiera ser obvia para quienquiera que se ponga a pensar en los supuestos filosóficos de la acción política, sea contenciosa o administrativa.

Se practica una filosofía realista, y no irrealista, cuando se admite que lo que se aspira a construir, cambiar o gobernar existe o puede existir realmente; se es materialista, y no espiritualista, cuando se sobre-entiende que no hay ideas fuera de cerebros, y cuando se admite que lo primero que hay que hacer para sobrevivir es obtener medios de sustento y protección; y se es humanista y no nihilista, deontologista ni utilitarista, cuando se procura el bien ajeno además del propio.

Con los valores sucede otro tanto: los valores filosóficos como la verdad, el bien y la justicia, son los más sensibles a la política. Baste recordar la mentira noble o “razón de Estado”; el nihilismo moral que preconizaba Nietzsche;  la equiparación utilitaria de verdad con eficacia y del bien con la utilidad; y la afirmación de Hayek, de que la justicia social es un espejismo.

En suma, todo político filosofa, aunque casi siempre lo hace tácitamente y a veces toma meras tonterías por verdades profundas, como mi primo Manolito quien, a la edad de diez años, anunció que cierto oscuro escriba catalán, que publicaba bajo el pseudónimo Xenius, era más inteligente que Platón porque él, Manolito, lo entendía a Platón pero no a Xenius.

Pero no divaguemos: vayamos derecho al grano, que es el problema de la relación entre socialismo y filosofía. Por lo pronto ¿de qué clase de socialismo estamos hablando? De todo ideario o movimiento que se proponga favorecer a los de abajo, reemplazado la explotación por la cooperación, el privilegio por la justicia social y la opresión por la participación.

[blockquote author=»» pull=»normal»]Por lo pronto ¿de qué clase de socialismo estamos hablando? De todo ideario o movimiento que se proponga favorecer a los de abajo, reemplazado la explotación por la cooperación, el privilegio por la justicia social y la opresión por la participación.[/blockquote]

Irónicamente, el socialismo se propone poner en práctica la hermosa consigna de la Revolución Francesa de 1789, que hasta ahora no ha pasado de ser aspiración: Liberté, égalité, fraternité. Los socialistas tibios o nominales, al igual que los liberales, han destacado el primer miembro de esta admirable tríada, como si la libertad pudiera reinar entre desiguales; los comunistas destacan la igualdad, como si ésta pudiera coexistir con el despotismo; sólo los anarquistas aprecian por igual a los tres miembros de la célebre triada; pero, al proponerse abolir el Estado, preconizan tácitamente un retorno al estado salvaje. Y la fraternidad o solidaridad no puede darse entre los de arriba y los de abajo, ni puede imponerse, ni debiera confundirse con la caridad.

En suma, cada uno de los tres miembros de la triada libertad-igualdad-fraternidad depende de los otros dos, al modo en que los lados de un triángulo se dan a la vez. Más aun, el triángulo político no es autónomo, sino que descansa sobre el cuadrado trabajo-saludeducación-seguridad. El diagrama siguiente sugiere el socialismo como democracia integral, o sea, expansión de la democracia, del terreno político a todos los demás campos de la acción humana.

Suponiendo que se haya convenido en los objetivos, ¿cómo lograrlos? La respuesta clásica es que hay dos medios: el pacífico o democrático, que proponen los socialistas democráticos, y el violento o revolucionario, que procuran imponer los socialistas autoritarios. Nótese que en el primer caso se trata de proponer, y en el segundo de imponer. Y quien propone está dispuesto a discutir, mientras que quien impone clausura el debate. De aquí que la filosofía asociada al comunismo –el marxismo dogmático– haya suprimido muchas más ideas que las que ha generado o prohijado. En efecto, los marxistas dogmáticos han pretendido imponer sus ideas, casi todas anticuadas, tanto por su admiración por Hegel –el proto-post-moderno– como por su descuido de la matemática.

Esto explica el que los marxistas rechazaran por “burguesas” todas las grandes innovaciones científicas del siglo XX, con excepción de las que generó la investigación del pasado. En efecto, ha habido eminentes estudiosos marxistas o semi-marxistas del pasado social, pero no ha habido matemática, física, química, biología, psicología, sociología, politología, ni siquiera economía, que fuesen a la vez marxistas, rigurosas y originales.

Por su parte, aunque el socialismo democrático ha sido tolerante, no ha creado muchas ideas. Esto ha ocurrido, ya porque se ha empeñado en permanecer filosóficamente neutral, ya porque no ha abrazado con entusiasmo a la ciencia. Es así que muchos famosos charlatanes postmodernos se han autodenominado socialistas. No debieran quitarnos el sueño, porque son pocos e incomprensibles. De hecho, en las ciencias propiamente dichas no abundan los dogmáticos, porque la investigación original requiere libertad de búsqueda y de expresión, así como la búsqueda de pruebas de algún tipo.

La tabla siguiente es un resumen muy simplificado de la cuestión que nos ocupa.

Doctrina y movimiento                        Esfera privada                                              Esfera pública
Socialismo nominal                             Libertad personal                                        Neoliberalismo
Socialismo democrático                      Libertad & responsabilidad                       Estado servidor
Socialismo dictatorial                          Sumisión                                                       Estado protector y opresor

Nótese la distinción privado/público, inexistente bajo el totalitarismo, que todo lo incluye en el Estado. La diferencia entre el totalitarismo de izquierda y el de derecha es que el primero tiende a favorecer a los trabajadores, mientras que el de derecha actúa en defensa de los explotadores, de modo que lleva eventualmente a la agresión militar.

[blockquote author=»» pull=»normal»]Evidentemente, un régimen socialista democrático no debe imponer ninguna filosofía particular en la esfera privada. Pero, en su calidad de buen administrador de los bienes culturales que debieran ser comunes, tiene la obligación de favorecer el avance de todas las ramas del arte y del conocimiento, el científico y el filosófico entre ellas.[/blockquote]

Lamentablemente, los marxistas han solido confundir socialización con estatización. Esto les ha llevado a despreciar el cooperativismo, que es socialista porque auna la propiedad colectiva con el autogobierno. Este es el núcleo del socialismo cooperativo que preconizó Louis Blanc en su exitoso libro L’organisation du travail (París: Société de l’Industrie Fraternelle, 1839).

El socialismo concebido como democracia integral presupone la distinción entre tres subsistemas en toda sociedad: el económico (producción, comercio y finanzas), el cultural (creación y difusión de bienes culturales, desde recetas culinarias y planos de viviendas a poemas y teoremas), y el político (lucha por el poder y ejercicio del mismo en todos los grupos sociales, de la familia y la empresa a la Nación).

La democracia integral preconiza la participación de todos en el gobierno de los tres subsistemas mencionados, o sea, tanto la propiedad como la administración de los mismos. Los socialismos escandinavos, que son tan prósperos como estables, lo practican. En cambio, el economicismo, que privilegia al subsistema económico, tanto en su versión neoliberal como en su versión comunista, se ha hundido como un buque escorado por mala distribución de su carga. Los tres subsistemas mencionados existen e interactúan en el mismo nivel. (V. mi Filosofía política (Gedisa, 2009.)

Finalmente, pasemos de la filosofía política a la filosofía total, que incluye a la ontología (teorías del ser y del devenir), la gnoseología (teorías del conocimiento), la semántica (teorías del significado y de la verdad) y la filosofía práctica  –teorías del valor, de la acción, de la moral y de la política. La lógica fue absorbida hace tiempo por la matemática.

La filosofía marxista ignora a la ciencia aunque profesa amarla. Su ontología combina la confusa dialéctica hegeliana con un trozo del materialismo décimonónico; su gnoseología es empirista y carece de metodología; y su ética es utilitaria. Es tan escueta, tosca y anticuada, que ha dado de comer a un sinnúmero de comentaristas, ninguno de los cuales ha hecho contribuciones originales ni ha ayudado al nacimiento de nuevas ciencias, como la microfísica, las biologías evolutiva y molecular, la neurociencia cognitiva, o siquiera la sociología.

Evidentemente, un régimen socialista democrático no debe imponer ninguna filosofía particular en la esfera privada. Pero, en su calidad de buen administrador de los bienes culturales que debieran ser comunes, tiene la obligación de favorecer el avance de todas las ramas del arte y del conocimiento, el científico y el filosófico entre ellas.

Ahora bien, la filosofía avanza solamente cuando investiga y cuando interactúa con las demás ramas del conocimiento, desde la matemática y la física hasta la ingeniería y la medicina. Estas, a su vez, no se desarrollan en un vacío filosófico, sino que prosperan al calor de las filosofías ilustradas, y se estancan o retroceden ante los ataques de las oscurantistas. En mi Evaluating Philosophies (Springer, 2012) he argüido que el conocimiento avanza a fuerza de investigar dentro de la matriz esbozada en el diagrama siguiente:

El materialismo en cuestión no está contaminado por los dislates de la dialéctica hegeliana y afirma que lo material se da a varios niveles, del físico al social; el realismo concomitante coincide con el objetivismo; el sistemismo afirma que cuanto existe es un sistema o parte de un sistema; el cientificismo, que el enfoque científico es el más fértil; y el humanismo, que el principio moral supremo es Disfruta de la vida y ayuda a disfrutarla. Este principio se opone tanto al individualismo como al globalismo, en particular el estatismo. Además de reemplazar el culto de la muerte por el de la vida feliz y útil, implica al secularismo, aunque no impone el ateísmo.

[blockquote author=»» pull=»normal»]El socialismo auténtico, a diferencia del nominal y del dictatorial, combina la democracia con la cooperación y con la libertad para pensar y actuar en provecho de todos excepto los parásitos[/blockquote]

Lamentablemente, las facultades de humanidades, en particular las nuestras, ignoran el pentágono que empolla ideas nuevas, en particular las que resultan más o menos verdaderas por ser realistas y sistémicas, por cumplir el programa cientificista, y que no dañan por ajustarse al humanismo. En efecto, en esas escuelas predominan hoy quienes repiten o comentan textos herméticos o retrógrados, como los de Hegel, Nietzsche, Heidegger y sus imitadores.

En resumen, el socialismo auténtico, a diferencia del nominal y del dictatorial, combina la democracia con la cooperación y con la libertad para pensar y actuar en provecho de todos excepto los parásitos. Realiza así las aspiraciones de los filósofos más avanzados de la Ilustración: Holbach, Diderot y Helvétius.

Alicia en el país del olvido

Alicia en el país del olvido

El recuerdo de Alicia Moreau, una figura nodal del feminismo y el socialismo. Su recuerdo vivo, a veces es olvidado. 

Al alba, empiezo a leer las primeras páginas de un libro. Los rayos del sol se filtran por la ventana, atraviesan la biblioteca y alcanzan a iluminar el retrato de una mujer. Un retrato que ilustra la portada de aquel libro. Miro el retrato: es Alicia. Es el retrato de Alicia. La reconozco.

Ese libro, que empiezo a leer, es su biografía. Una biografía rescatada de entre los polvorientos estantes de esa biblioteca húmeda y añeja. Observo el retrato y pregunto: ¿saben Uds. quién fue Alicia?

Alicia es un símbolo (olvidado). Y digo Alicia por decir Julieta o Elvira o Cecilia. O Virginia. O muchas otras…

Me pregunto: ¿Quién fue Alicia?

Pasan las horas. Es de mediodía. La luz del sol baña todos los rincones de la sala. Y leo.

Leo en la biografía: Alicia fue una luchadora por los derechos de las mujeres. Sus padres eran franceses que participaron en los sucesos de la Comuna de París en 1871, huyeron a Londres y se salvaron de la represión posterior de la Tercera República Francesa contra los comuneros. Allí nació, en 1885, Alicia. Con 5 años, llegó a Buenos Aires junto a su madre.

Alicia fue a la Escuela N° 1 de Buenos Aires y tuvo como profesor a Hipólito Yrigoyen, futuro presidente argentino. En 1903, junto con las hermanas Chertkoff, organizó la Asociación Pro-Educación Laica en Morón que se dedicó abrir bibliotecas populares y jardines maternales.

[blockquote author=»» pull=»normal»]Alicia, que fue una de las principales promotoras del sufragio femenino durante varias décadas, no votó en las primeras elecciones con voto femenino en Argentina…[/blockquote]

(Leo) En los siguientes años fundó el primer Centro Feminista de Argentina y el Comité Pro-Sufragio Femenino. Organizó entre 1906 y 1914, junto con otras mujeres como Julieta Lanteri, Cecilia Grierson y Elvira Rawson, los primeros congresos feministas internacionales y elaboró, con ellas, el primer proyecto de sufragio femenino que Alfredo Palacios presentaría en el Congreso.

(Leo) En 1910, junto a su padre Armand Moreau y a su amiga Berta Gerchunoff, fundó el Ateneo Popular para fomentar la educación secundaria y universitaria laica y mixta.

Alicia se recibió de médica en 1914 (una de las primeras del país), profesión que ejerció gran parte de su vida.

(Leo) Participó del Consejo Nacional de Mujeres, de la Sociedad Luz y junto a otra luchadora feminista, Julieta Lanteri, creó el Partido Feminista Nacional.

Fundó la Unión Feminista Argentina en 1920, que nucleaba a varias organizaciones feministas ya existentes, y en 1922 se casó con Juan B. Justo, fundador del Partido Socialista, con quien tuvo tres hijos.

(Leo) En 1932 elaboró otro proyecto de sufragio femenino junto al diputado socialista Mario Bravo, rechazado por la mayoría conservadora del Senado.

Publicó su libro “La mujer en la democracia”, en el que analizó toda la trayectoria que había hecho la mujer argentina en la conquista de sus derechos y en 1947 representó a la Argentina en el Congreso Mundial Femenino realizado en París.

(Leo) Alicia fue, durante décadas, una de las principales promotoras del sufragio femenino que, finalmente, fue sancionado en 1947 durante el gobierno de Juan Domingo Perón y con gran protagonismo de Evita que, durante unos meses, encabezó una enérgica campaña en favor del proyecto.

Pero (leo) en noviembre de 1951 fueron las primeras elecciones con voto femenino en Argentina y Alicia no votó.

No pudo votar. Había una orden de detención contra ella y otros miembros de su partido, acusados de “conspiración”. Y ella estaba escondida.

Alicia, que fue una de las principales promotoras del sufragio femenino durante varias décadas, no votó en las primeras elecciones con voto femenino en Argentina…

¿Por qué no votó Alicia? No votó porque estaba escondida en la casa de unos amigos. Y estaba escondida en la casa de unos amigos, porque había una orden de detención en su contra. Y había una orden de detención en su contra, porque se la acusaba de “conspiración”.

Y se la acusaba de “conspiración” porque era opositora…

Poco después estuvo presa y, rodeada de prostitutas en la cárcel, se dedicó a darles consejos de higiene y cuidado sexual.

(Leo) No haber ido a votar no la afligió a Alicia. A los cien años era de los pocos episodios que había olvidado. Fantaseaba que sí, que había ido a votar y que esto le había provocado satisfacción.

(Leo) Alicia Moreau, desde 1958, votó en todas las elecciones y, cuando volvió la democracia en 1983, alcanzó a votar con 98 años. Murió en 1986, con casi ciento un años.

¡Alicia!

Miro el retrato de Alicia, mientras el sol comienza a ponerse. Paso observándolo dos cuartos de hora.

Y ahora, el sol apenas refleja ya sus últimos rayos del atardecer sobre su retrato…

¡Alicia!

Miro el retrato de Alicia y me pregunto:

¿Saben Uds. quién fue Alicia Moreau? ¿Saben Uds. cuántas plazas llevan su nombre? ¿Cuántos parques? ¿Cuántas escuelas homenajean a la defensora de la educación laica y mixta? ¿Cuántos hospitales llevan el nombre de la médica ilustre?

[blockquote author=»» pull=»normal»]¿Saben Uds. quién fue Alicia Moreau? ¿Saben Uds. cuántas plazas llevan su nombre? ¿Cuántos parques? ¿Cuántas escuelas homenajean a la defensora de la educación laica y mixta? ¿Cuántos hospitales llevan el nombre de la médica ilustre?[/blockquote]

¡Alicia!

¿Cuántas estatuas se levantaron en honor a esa mujer? ¿En cuántos billetes está impreso su retrato? ¿Y cuántos libros y películas sobre ella?

¿Quién es Alicia? ¿Acaso es sólo una calle de Puerto Madero?

¿Cuántos en este país saben siquiera que hubo una mujer llamada Alicia Moreau?

Me pregunto: ¿Alicia quedó en el olvido?

Me pregunto: ¿Es la Argentina el país del olvido?

¡Alicia! Olvido.

Pasan tres cuartos de hora. La luz ya no entra en la sala. Es de noche, la biblioteca queda a oscuras y no alcanzo a ver el retrato impreso en el frente del libro que tengo entre mis manos.

¡Alicia! Olvido.

La oscuridad invade la sala.

Miro el libro, pero no veo nada.

Me pregunto: ¿De quién es ese rostro impreso en la portada del libro que se desdibuja en la penumbra de ese cuarto húmedo?

¿De quién es esa figura humana? ¡Pareciera ser una mujer! Pero no la alcanzo a distinguir.

Tal vez mañana, cuando vuelva a aclarar, pueda verla y reconocerla. Tal vez mañana el alba ilumine ese retrato, esa figura que hoy no se puede ver por la oscuridad…

¿Por qué Ciencia?: desafíos y propuestas

¿Por qué Ciencia?: desafíos y propuestas

La Ciencia y la Tecnología se han convertido, por peso propio, en las áreas decisivas para el desarrollo, tanto económico como social. Pero la discusión no se acota a la inversión (importante, por cierto), sino que deben abordarse otros desafíos decisivos para el futuro. 

Por estos días, Argentina vive nuevamente el fragor de una contienda electoral. Fragor que, lamentablemente, se canaliza más a menudo a través de chicanas y enrostres de antiguas declaraciones, actitudes y/o alianzas entre los candidatos que de una discusión sobre los distintos proyectos de país que se disputan el voto popular. Sin interés de entrar en debate con respecto a los motivos que producen esta limitación en la discusión de la agenda pública, es nuestra intención hacer un humilde aporte en la dirección del debate de ideas y proyectos, dentro del terreno en el que nos sentimos, al menos, lo suficientemente cómodos como para animarnos a esbozar unas líneas: el terreno de la Ciencia y la Tecnología (CyT).

Tratando de empezar por el principio, es necesario tener claro que no se puede discutir CyT sin tener al menos un somero marco conceptual sobre el cual elaborar diagnósticos de la situación actual e, idealmente, proponer soluciones. En ese sentido, es fácil definir la Ciencia como algo parecido al estudio sistemático de la realidad para construir y organizar conocimiento y generar hipótesis que permitan predecir el comportamiento del entorno que nos rodea y que sean testeables experimentalmente. Y esa definición es tan buena, clara y concisa como inútil. Quisiéramos entonces pararnos desde otro lugar y pensar, desde una perspectiva más acorde a un debate político, de qué hablamos cuando nos referimos a CyT. Desde este punto de vista, entendemos que la Ciencia no es una entelequia abstracta ni la búsqueda de saberes universales sino una actividad humana que nos permite conocer y entender la realidad para transformarla; es producto de la actividad humana que se realiza en un tiempo y en un espacio concreto. Esto de ningún modo afecta su condición de saber riguroso, ni deja de separarla de las pseudociencias que han vuelto a ponerse de moda en los últimos tiempos. La Ciencia es, en efecto, la forma más rigurosa y certera que tenemos para generar conocimiento y, a nuestro entender, es justamente por ello que debe ocupar un lugar preponderante en el proyecto de desarrollo a mediano y largo plazo de cualquier sociedad. Es decir, no toda la Ciencia es igual, ni llega a tener la misma relevancia para una sociedad en un determinado contexto, pero sí es fundamental que haya Ciencia y que ella esté a disposición (y sea un eje central) de un proyecto de Nación.

[blockquote author=»» pull=»normal»] La Ciencia es, en efecto, la forma más rigurosa y certera que tenemos para generar conocimiento y, a nuestro entender, es justamente por ello que debe ocupar un lugar preponderante en el proyecto de desarrollo a mediano y largo plazo de cualquier sociedad.[/blockquote]

El papel preponderante de la CyT para el desarrollo de las sociedades ha resultado evidente desde los albores del pensamiento científico “moderno”, nacido como tal en el siglo XVI, y de forma mucho más pronunciada a partir del siglo XIX, aun siendo que sus efectos se pueden ver desde el inicio mismo de las civilizaciones humanas. Esta tendencia se ha acrecentado enormemente desde mediados del siglo pasado, momento en que el concepto de desarrollo en CyT como “política de Estado” se pone en discusión globalmente a través del informe “Science: the endless frontier” que Vannevar Bush realizó para Franklin D. Roosevelt y el debate Polayni-Bernal en Europa. Y es así como llegamos al siglo XXI (¿la Era del Conocimiento?) para encontrarnos con que la capacidad de generar conocimiento acorde con las necesidades de cada sociedad será la piedra angular sobre la que se sostenga el desarrollo de las naciones, y que esa capacidad (o no) de generar conocimiento será el parteaguas entre naciones soberanas y dependientes. Más aún, en la actualidad, la complejidad de nuestras sociedades ha llevado a que la situación sea todavía más notoria y que sea necesario plantearse nuevos horizontes en la forma en la que la Ciencia se traduce en un aporte para los problemas concretos del desarrollo. La historiografía aporta numerosos ejemplos en torno a la premisa de que las sociedades plurales y cooperativas son más prósperas que las verticalistas. En lo referido al desarrollo científico-tecnológico, este punto de partida se ha convertido en una condición necesaria: los grandes problemas del siglo XXI requieren necesariamente para su resolución un tratamiento integral a partir de un enfoque interdisciplinario, en donde el análisis colectivo de parte de un conjunto de especialistas con distintos trayectos formativos trascienda y supere las miradas individuales de cada una de las partes constituyentes. Esto es así hasta el punto en que los propios problemas (no solo sus “soluciones”) son muchas veces intrínsecamente interdisciplinarios, como ha señalado Rolando García en su teoría de los Sistemas Complejos.

En este contexto, un proyecto de país centrado en la producción, el trabajo y el crecimiento económico no puede sino tener como uno de sus ejes centrales el desarrollo de un sistema CyT que sea capaz de responder a las demandas que dicho proyecto necesariamente genera. En cualquiera de la áreas estratégicas para el desarrollo del país que se quiera pensar, la CyT es fundamental para generar un diferencial que agregue valor a la producción, reduzca costos y optimice la organización logística, innove en las posibilidades de explotación de recursos e incluso influya en la organización del propio Estado y la planificación a largo plazo. La producción industrial competitiva y de punta, incluso en áreas de alta complejidad; la generación de un sistema de telecomunicaciones que se adecúe a las necesidades del país; la producción agro-ganadera y la posibilidad de potenciar nuestra ventaja relativa en esas áreas; el desarrollo sustentable y estratégico de nuestros recursos naturales (desde petróleo hasta litio y minerales), pasando de la simple exportación a la elaboración de productos; son solo algunas de las líneas en las cuales una inversión fuerte y planificada en el sistema de CyT puede redundar en beneficios para el desarrollo económico del país y consecuentemente para la población en general. Por supuesto que estas consideraciones dan cuenta implícitamente de una serie de grandes desafíos. A continuación intentamos dar cuenta de algunos de ellos.

DESARROLLO SOSTENIBLE Y COMUNICACIÓN DE LA CIENCIA

Desde los reclamos de Claire Cameron Patterson en contra de la utilización del plomo en la elaboración de combustibles, han sido constantes los intentos de polarizar y polemizar en torno a los efectos de la actividad humana en el medio que habita. Esta explotación, no obstante, no es un fenómeno reciente, sino más bien la consecuencia de un proceso que se inicia con las primeras comunidades que dejaron de ser nómades y, junto a otras actividades, empezaron a desarrollar la agricultura, en donde primero es necesario purgar un terreno para luego llevar adelante aquellos cultivos que permitieran producir alimentos.

Desde entonces, la población humana ha crecido considerablemente, principalmente gracias a los avances científicos y tecnológicos que han permitido incrementar notoriamente el promedio de vida de las personas en gran parte del mundo. Este hecho, sumado a otros fenómenos como la globalización, ha generado que durante el último siglo se haya empezado a cuestionar el uso eficiente de aquellos recursos limitados de nuestra planeta, así como también las consecuencias del abuso de aquellos que, como consecuencia de su utilización sin controles, traen consigo deterioro y destrucción en nuestros ecosistemas.

Al igual que ocurre en muchos otros ámbitos de nuestras sociedades, las discusiones respecto a estos planteos vienen acompañadas de posiciones extremas: desde lecturas positivistas, que confían en que el progreso científico continuado logrará encontrar solución a cualquier problemática que se presente, hasta quienes pregonan que hay que abandonar completa e inmediatamente el uso de determinados recursos e innovaciones tecnológicas por considerarlas devastadoras para el planeta.

[blockquote author=»» pull=»normal»]Hoy en día, el Calentamiento Global es un hecho fuera de toda duda razonable: no solamente todos los modelos apuntan a que es una consecuencia directa de la actividad humana, sino que prevén la misma estimación para el aumento promedio de la temperatura global del planeta en los próximos años. [/blockquote]

Uno de los temas en donde esta tensión se pone de manifiesto es el llamado Calentamiento Global, sobre todo a partir de la militancia del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, en contra de quienes tratan de concientizar sobre esta problemática. Trump ridiculiza sistemáticamente las medidas activististas en su cuenta de Twitter, argumentando, por ejemplo, la existencia de días muy fríos durante el receso invernal. Paradójicamente, esos días tan fríos son unas de las predicciones que los modelos del Calentamiento Global han realizado, por lo que, lejos de ser un contraargumento, resultan un indicador más de este fenómeno. Hoy en día, el Calentamiento Global es un hecho fuera de toda duda razonable: no solamente todos los modelos apuntan a que es una consecuencia directa de la actividad humana, sino que prevén la misma estimación para el aumento promedio de la temperatura global del planeta en los próximos años. Hay muchos recursos -algunos sumamente didácticos- que tratan seriamente este y otros temas vinculados al desarrollo sostenible, cuya discusión va a ser un punto de inflexión en los próximos años. Para llegar de la mejor manera a ese punto va a ser muy importante tanto profundizar en las investigaciones en curso como maximizar los esfuerzos para que los divulgadores y comunicadores difundan estas cuestiones con mayor eficacia.

Una plataforma política de CyT que trate de abordar estas problemáticas necesariamente debe contener como eje de su programa el desarrollo de ciudades ecológicas y sustentables, en donde proliferen las investigaciones y aplicaciones en vistas a diversificar las fuentes de energías renovables disponibles y sus correspondientes porcentajes de rendimiento.

NUEVAS TECNOLOGÍAS Y CAMBIOS EN EL MERCADO LABORAL

En la década del noventa la explosión de Internet y el desarrollo del buscador Google marcó un antes y después en las investigaciones científicas, permitiendo generar redes de internacionalización y que les investigadores pudieran de manera instantánea acceder a un espectro de referencias bibliográficas inimaginable hasta ese momento y conocer si sus investigaciones estaban relacionadas con lo que se estaba haciendo en otros centros de investigación. Todo parece indicar que estamos en la puerta de una revolución del mismo calibre en este tiempo y que tiene al menos dos patas fundamentales. En primer lugar, la existencia de una inmensa cantidad de datos disponibles en la Red (y en las bases de las principales empresas del mundo) a partir de los cuáles se está trabajando y estudiando arduamente la posibilidad de extraer información que podría permitir tanto estudiar problemas científicos que actualmente, ya sea por la cantidad de variables como por los grados de libertad que presentan, resultan intratables para los enfoques tradicionales, como también modelar y predecir fenómenos de mercado (micro y macroeconómicos). La tan mentada “Big Data”. En segundo lugar, con un efecto más inmediato y evidente en nuestra vida cotidiana, la aparición de plataformas sociales virtuales con una amplia gama de oferta de bienes y servicios que busca competir y desplazar a los empleos y servicios tradicionales.

En cuanto a lo primero, es importante señalar que los avances en esta línea son muy incipientes, y si bien, en base a lo logrado hasta ahora, hay grupos con grandes expectativas respecto a las potencialidades en este campo, son también muchos quienes argumentan que, una vez más, se ha construido una «comunidad burbuja» que se retroalimenta y exagera sus proyecciones y posibles alcances. Al margen de este debate, que solo podrá ser saldado con el paso del tiempo, hay una cuestión vinculada a este fenómeno que nos parece relevante para tener en cuenta. En el caso de tratarse efectivamente de una «comunidad burbuja», resultaría ser una extremadamente permeable: una gran cantidad de profesionales de distintas áreas por motivos completamente diversos están empezando a interesarse y profundizar en cuestiones de Machine Learning e Inteligencia Artificial para poder extraer información de los grandes volúmenes y registros de datos disponibles; principalmente de Ingenierías y Exactas, pero también de disciplinas tan diversas como Psicología, Letras, Filosofía y Economía, por señalar algunas. Nos animamos a afirmar con bastante seguridad que esta interacción interdisciplinaria, independientemente de que se terminen alcanzando o no los objetivos más ambiciosos que se proyectan, seguramente lleve aires frescos a algunas disciplinas y temáticas que en los últimos años se han encontrado estancadas o que, hasta el momento, no contaban con las herramientas suficientes para abordar algunos de sus problemas nodales.

[blockquote author=»» pull=»normal»]El feminismo en este momento está poniendo en cuestión todas las estructuras y órdenes sociales. Una plataforma de CyT que busque ser un soporte en las discusiones para una sociedad más justa e igualitaria debe interpelarse a sí misma.[/blockquote]

El segundo de los puntos enunciados traerá aparejado cambios en el mercado laboral, la extinción de ciertos rubros y la generación de nuevos puestos de trabajo, como una de sus consecuencias más inmediatas y que ya estamos atravesando. Como ejemplos de esta afirmación podrían marcarse las tensiones existentes entre taxistas y conductores de Uber, o trabajadores/as de plataformas como Rappi y Glovo que están ocupando los lugares en donde antes habían trabajadores de delivery tradicionales. Estos casos, surgidos a su vez como consecuencias de otros desarrollos tecnológicos como la proliferación de redes móviles y la masificación del uso de teléfonos inteligentes, van a ocasionar la necesidad de generar nuevos trabajos y oficios de naturaleza técnica que van a ir desplazando paulatinamente ciertos roles que subsisten en la actualidad (en muchos casos, con una oferta menor de puestos de trabajo).

Frente a este futuro próximo, es necesaria una política de CyT que pueda proyectar de la manera más certera posible los distintos escenarios a los que podríamos arribar en cada sector económico-productivo, tanto para poder capitalizar las oportunidades que surjan, como para generar reglamentación que permita que la transición entre los distintos modelos sea lo menos dañina posible para aquellas personas que podrían verse afectadas por la misma, ya sea a través de la precarización o la exclusión.

PERSPECTIVA DE GÉNERO EN LAS INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS

Los conceptos de «suelo pegajoso» y «techo de cristal» tienen también su correlato actual en los grupos de investigación de CyT. Las últimas estadísticas publicadas por el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología el pasado 14 de febrero muestran claramente que en Argentina también se cumple el llamado “efecto tijera”: hay más cantidad de mujeres que hombres en las categorías más bajas del sistema de incentivos y en las primeras etapas de la Carrera de Investigación Científica, pero son los hombres en un porcentaje considerablemente mayor quienes terminan ocupando los puestos jerárquicos más elevados. A estos gráficos se les asocia como explicación un fenómenos de desgranamiento: de la misma forma que en una cañería con grietas, el caudal de salida es menor al de entrada, el sistema de CyT tiene pérdida de mujeres investigadoras y retraso en su formación debido a que en sus trayectos formativos tienen que afrontar muchas más dificultades y trabas solo por el hecho de ser mujeres.

Esta falta de diversidades en el sistema de CyT trae aparejado el grave peligro metodológico de caer en sesgos de género, que pueden conducir a conclusiones erróneas y, peor aún, a acciones concretas que se llevan a cabo a partir de estos resultados equivocados. Este tema se encuentra abordado con profundidad en el libro Invisible Women: Exposing Data Bias in a World Designed for Men de Caroline Criado Perez; algunos de los casos concretos analizados en el libro pueden encontrarse en un artículo de la revista S Moda de Marta Caro: “Algoritmos machistas: los datos (escondidos) que no quieren a las mujeres”.

El feminismo en este momento está poniendo en cuestión todas las estructuras y órdenes sociales. Una plataforma de CyT que busque ser un soporte en las discusiones para una sociedad más justa e igualitaria debe interpelarse a sí misma. Debe poner en discusión las jerarquías y metodologías para poder potenciar sus capacidades y, al mismo tiempo, no ser reproductora o generadora de desigualdades.

[blockquote author=»» pull=»normal»]La política de CyT plantea un desafío transversal y ubicuo, tanto en sus premisas como en sus consecuencias.[/blockquote]

UN PROYECTO A LARGO PLAZO

De todo lo anterior, podemos desprender varias conclusiones. Es prioritario incorporar a la agenda de debate público la cuestión del desarrollo científico y tecnológico del país, pensándolo como parte necesaria de cualquier proyecto de Nación. Hay que asumir la complejidad de ese debate y encararlo desde múltiples perspectivas: tanto del propio ámbito CyT como desde el Estado, el sector productivo, los movimientos sociales, en definitiva, la sociedad en su conjunto. La política de CyT plantea un desafío transversal y ubicuo, tanto en sus premisas como en sus consecuencias.

Por otro lado, nos parece importante remarcar la componente temporal de las políticas de CyT: lleva, al menos, 12 años formar un investigador/a capaz de llevar adelante un trabajo científico independiente. Consecuentemente, se hace evidente la necesidad de que las políticas para el sector sean de largo plazo, evitando el desperdicio de recursos. Invertir 12 años en la formación de un/a científico/a para que, no pudiendo insertarse laboralmente, emigre hacia los países centrales, es un ejemplo de ello. Y esta dimensión no atañe solamente a las personas: en general, la misma dinámica de investigación y generación de conocimiento científico hace que los proyectos de investigación sean empresas que llevan años hasta que se obtienen resultados satisfactorios, cualquier discontinuidad o interrupción es un atentado contra su éxito.

Hemos querido aquí presentar algunas reflexiones a partir de las cuáles, consideramos, se puede abordar y desarrollar, de manera colectiva e integral, la construcción de la plataforma de CyT que vislumbramos como horizonte. Fundamentalmente, entonces, esperamos haber puesto en evidencia que los tiempos que se aproximan nos van a encontrar como sociedad ante una dicotomía ineludible: o incorporamos de forma profunda el debate sobre el desarrollo CyT y nos hacemos carne de él, o nos relegamos al papel de Nación dependiente y atrasada. La disyuntiva es esa y no hay tiempo que perder.