


El desmonte en Salta «la fea»
En la provincia de Juan Manuel Urtubey las topadoras avanzan sin control, ignorando la Ley de Bosques, sobre todo si las tierras pertenecen a los amigos y socios del gobernador.
“Salta la linda”: así la llaman en una canción y de verdad le hacen justicia. Pero parece que a muchos de sus funcionarios esto dejó de importarles: autorizaron el desmonte de cerca de 9.000 hectáreas en una finca en el norte de Salta, a 70 kilómetros de la ciudad de Tartagal.
La propiedad pertenece a Alejandro Jaime Braun Peña, primo del jefe de Gabinete de la Nación, Marcos Peña, e integrante del directorio de varias empresas de la familia Macri. Otro de los dueños de la Finca Cuchuy SA es Pablo Clusellas, actual Secretario de Legal y Técnica de la Nación.
La organización ecologista Greenpeace ya había denunciado el caso en el año 2014 y logrado frenar el desmonte, al menos hasta que sus activistas fueron detenidos. En el mes de enero pasado las topadoras volvieron a arrasar 400 hectáreas más de bosques nativos, lo que motivó una nueva denuncia. La deforestación afecta en forma directa a cuatro comunidades wichi, cuyas familias quedaron encerradas entre varias fincas que fueron desmontadas en los últimos años.
“Estos bosques, además de concentrar muchísima biodiversidad, son la casa, el almacén y la farmacia de varias comunidades indígenas. Destruirlos es un crimen. Hay que parar las topadoras en forma urgente” advirtió Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace.
[blockquote author=»» pull=»normal»]La destrucción de esos bosques es irreparable y afectará seriamente la subsistencia de cuatro comunidades indígenas.[/blockquote]
La estancia fue clasificada por el Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos de Salta en las Categorías I – rojo y II – amarillo, donde se prohíben desmontes. Sin embargo, su dueño solicitó al gobierno provincial el cambio de zonificación de gran parte de la finca a la Categoría III – verde para poder deforestar 8.962 hectáreas, de las cuales lleva desmontadas más de 5.000.
Por su parte, el gobierno de Juan Manuel Urtubey salió a responder las acusaciones y aseguró que “la autoridad competente avaló el cambio de uso del suelo” y comunicó que esos trabajos que se ejecutan desde 2014 “se ajustaron a la normativa ambiental vigente al momento de su autorización”.
Aseguraron además que la Ley de Bosques Nativos establece que las provincias son las que dictan sus ordenamientos territoriales y que en este caso la autoridad de aplicación es el Ministerio de Producción local, a través de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable. La autorización del cambio de uso de suelo en esa finca fue dispuesta mediante el decreto 2211/10, que aprobó el procedimiento de análisis de proyectos a nivel predial.
Ante esta polémica el gobierno nacional tomó intervención mediante el Ministerio de Ambiente de la Nación que emitió una nueva resolución, la 56/2018, publicada el 24 de enero en el Boletín Oficial, donde respalda el principio de no regresión ambiental, garantizado por la Constitución Nacional; declaró ilegales los 32 permisos otorgados por Salta para deforestar en áreas protegidas; instó a la provincia a suspender su ejecución y reforestar los desmontes ya realizados en las más de 40.000 hectáreas desforestadas hasta el momento bajo estas autorizaciones; y prohibió la emisión de certificados de exportación de palo santo provenientes de estas áreas.
A partir de haber tomado conocimiento de esta medida, la provincia anunció finalmente que suspenderá las autorizaciones otorgadas y comunicará al propietario de la finca Cuchuy la suspensión de los desmontes en ejecución.
Aunque esto parece no importar mucho en Salta, ya que los últimos días de febrero la organización ecologista Greenpeace advirtió que mediante sobrevuelos realizados durante ese mes, detectó el desmonte de 300 hectáreas en la estancia. La deforestación en la finca, denunció la organización, continuó a pesar de las resoluciones de las autoridades nacionales y provinciales.
La destrucción de esos bosques es irreparable y afectará seriamente la subsistencia de las comunidades indígenas Corralito, Cuchuy, San José, y Chaguaral, cuyas familias en 2012 denunciaron ante las autoridades salteñas que recibieron presiones por parte de empresarios de la zona para seguir desmontando a cambio de cederles algunas porciones de tierra. La dramática situación de las comunidades fue advertida ese mismo año por diferentes miembros de la Universidad Nacional de Salta, que solicitaron la intervención de los funcionarios.
La Ley de Bosques, sancionada en 2007, que tiene por objeto determinar qué zonas de Bosque nativo son aptas para el desmonte –para ser utilizadas en la agricultura, ganadería o tala– y qué zonas deben ser protegidas por su invaluable valor en la conservación de la biodiversidad. Los mapas marcan con rojo aquellas zonas donde está prohibido cualquier modificación; con amarillo las áreas que tampoco pueden desmontarse, pero puede utilizarse en aprovechamiento sostenible, turismo, recolección e investigación científica; y con verde aquellas que pueden ser utilizadas para la producción, previo permiso gubernamental con audiencia pública.
[blockquote author=»» pull=»normal»]“Quienes destruyen bosques no son empresarios, son delincuentes”, dice Hernán Giardini, de Greenpeace.[/blockquote]
Las rezonificaciones que avala el gobernador Urtubey cambian zonas rojas o amarillas por verdes, contrariando la ley nacional, destruyendo la integridad medioambiental, afectando los intereses de las comunidades originarias. Todo esto en beneficio de unos pocos terratenientes, como el primo del jefe de Gabinete, el secretario de Legal y Técnica de la Nación, y el propio presidente.
Finalmente, Greenpeace denunció que el proyecto de ley para penar este tipo de delitos forestales realizados por los terratenientes, avalados por autoridades políticas, se encuentra demorado por la diputada jujeña María Gabriela Burgos, quien preside la comisión de Legislación Penal.
“Quienes destruyen bosques no son empresarios, son delincuentes. Necesitamos que se penalice a los responsables de desmontes ilegales e incendios intencionales y a los funcionarios que los faciliten”, finalizó Giardini.
En base a Greenpeace / El Tribuno / Tiempo Argentino / El Federal

“Retrotopía”: Bauman, Spinetta y el negro espejo roto
En su libro póstumo, Zygmunt Bauman sostiene que los seres humanos perdimos la fe en las utopías porque los futuros imaginables son peores que el presente. Por eso miramos hacia el pasado. Pero insiste: no es cierto que el pasado fuera mejor . Y ofrece algunas claves para evitar esa tentación.

Verano bajo fuego
Los incendios forestales en las provincias de Buenos Aires, La Pampa, Río Negro, Córdoba y Mendoza consumieron más de 700 mil hectáreas, incluyendo cerca de 18.500 hectáreas del Parque Nacional Lihué Calel.
Desde que comenzó la temporada estival el fuego no da respiro en el centro del país, miles de hectáreas quemadas, cientos de animales devorados por las llamas y, como todos los años, la falta de recursos para combatirlo.
El año pasado ya se habían quemado cerca de 1,3 millones de hectáreas, en los apocalípticos incendios ocurridos en la misma zona, que quedaron plasmados en una impactante foto tomada desde el espacio por la NASA.
La evaluación efectuada por las autoridades del Servicio Nacional de Manejo del Fuego indicaron que la combinación entre «tormentas secas», caracterizadas por la cantidad de rayos, y las pocas precipitaciones pluviales, propagaron las llamas en la región en un marco de grandes pastizales secos, altas temperaturas, bajo porcentaje de humedad y vientos superiores a los 80 km por hora. Sumado al accionar negligente o intencional del ser humano, éstas son las causas principales que provocan uno de los problemas ambientales más graves y característicos de estas épocas del año.
A todo esto tenemos que agregarle además que en medio de las llamas se conoció la noticia de que el Ministerio de Seguridad que conduce Patricia Bullrich recortará en más de 400 millones los fondos destinados a acciones de protección civil, prevención de emergencias y alerta temprana a desastres, que desde hace unos meses incluyen el Sistema Federal de Manejo del Fuego.
En 2017 el programa del Ministerio de Seguridad llamado “Acciones de protección civil, prevención de emergencias y alerta temprana a desastres” contó con $ 1467 millones (de los cuales ejecutó 990 millones). En 2018, la inversión descendió a 1094 millones. Una quita superior al 25%, por la que se prevé una menor elaboración de planes de mitigación, reconstrucción y respuesta.
[blockquote author=»» pull=»normal»]En 2018, la inversión para el programa “Acciones de protección civil, prevención de emergencias y alerta temprana a desastres” descendió a 1094 millones. Una quita superior al 25%, por la que se prevé una menor elaboración de planes de mitigación, reconstrucción y respuesta.[/blockquote]
El programa incluye metas como el desarrollo y funcionamiento de las Federaciones y Cuerpos de Bomberos Voluntarios de todo el país, y la concientización y capacitación orientada a la sociedad civil.
Pero como la naturaleza no entiende de números, los incendios provocaron una vez más un desastre en toda la región y dejaron al descubierto la falta de previsión por parte de las autoridades.
Según Fabián Tittarelli, subsecretario de Ecología pampeano, los campos afectados por los incendios tardarán entre cuatro y cinco años en recuperarse. «El impacto es muy grande, porque más allá de las pérdidas económicas, que son gravísimas tanto para los productores como para la provincia en general, hay que considerar el impacto sobre la biodiversidad en general, sobre el bosque», sostuvo el funcionario en medios locales.
También en La Pampa a principios de enero el fuego alcanzo al Parque Nacional Lihué Calel, donde Personal del área protegida y de la Dirección de Lucha contra Incendios Forestales y Emergencias (DLIFE), con la colaboración de agentes de los Parques Nacionales Nahuel Huapi y Laguna Blanca, Defensa Civil de La Pampa y Bomberos Voluntarios de General Acha, tras más de dos semanas de intenso combate pudieron extinguir el fuego. Pero donde lamentablemente se quemaron 18.500 hectáreas, más de la mitad del parque.
El Parque Nacional Lihué Calel está ubicado en el centro sur de La Pampa, sobre la ruta nacional 152, a 120 kilómetros de General Acha y a 220 de Santa Rosa, y tiene un total de 32.514 hectáreas.
Otro lugar emblemático alcanzado por las llamas fue Sierra de la Ventana, un importante centro turístico ubicado en el partido bonaerense de Tornquist.
El incendio en las sierras quemó miles de hectáreas en la zona mientras decenas de dotaciones de bomberos intentaban combatir las llamas y las altas temperaturas que, combinadas con el viento, complicaron sensiblemente sus tareas.
Todo esto dejo al descubierto, una vez más, la falta de previsibilidad y controles en las zonas donde estos hechos son recurrentes. Sumado al incomprensible accionar de algunas personas que inician focos de fuego de manera intencional.
[blockquote author=»» pull=»normal»]Es imperioso contar con la voluntad y decisión política de las autoridades gubernamentales para instrumentar eficazmente los planes de manejo del fuego que permitan prevenir los incendios y combatirlos de manera eficiente.[/blockquote]
Necesitamos cambios urgentes, principalmente en las conductas humanas, para evitar que se produzcan este tipo de daños a causa del accionar negligente o intencional, a través de la educación y las campañas públicas de concientización ciudadana. Es imperioso contar con la voluntad y decisión política de las autoridades gubernamentales locales, provinciales y nacionales para instrumentar eficazmente los planes de manejo del fuego que permitan prevenir los incendios y, en caso de que estos se produzcan, combatirlos de manera eficiente.
Para Hernán Giardini, coordinador de la Campaña de Bosques de Greenpeace, “el gobierno debe ampliar significativamente los fondos destinados a la prevención y lucha contra el fuego; y el Congreso debe avanzar en el tratamiento del proyecto de ley de Régimen Penal de Protección al Bosque Nativo, que propone castigar con prisión de 2 a 10 años y multar a quien intencionalmente ocasione un desmonte, incendio, cambio de suelo o la destrucción de un bosque nativo, violando la reglamentación”.
En base a Télam / Tiempo Argentino / La Nación / La Arena / Diario Textual

Crecí
Se crece con lo que se tiene a mano. Se crece con lo que se imagina. Y con los valores que se heredan y se cambian. Pero se crece. Esto es Infancia y Memoria (parte V).

Un genuino héroe del cine
El documental “Un cine en concreto” cuenta la historia de Omar Borcard, un albañil entrerriano que construyó un cine para que su pueblo no se quede sin una sala. Tan fascinante como respetuoso, el documental de Luz Ruciello homenajea a un verdadero héroe de la clase trabajadora, capaz de dar todo por su pasión sin rendirse nunca.
Luz Ruciello filmó un documental con gran profesionalismo y a la vez con una mirada humanista y respetuosa, que logra todos sus (aparentes) objetivos: nos cuenta la historia de Omar Borcard y su sala de cine, nos permite entrar en la vida de él y su familia, y (como quien no quiere la cosa) retrata la queda cotidianidad, la chatura, de algunos pequeños mundos del interior de Entre Ríos, esos paraísos rurales que, vistos de cerca, ni son tan rurales ni son tan paradisíacos.
Luz Ruciello comandó un equipo colectivo que produjo un notable canto fílimico a la tesonera porfía de un albañil amante del séptimo arte.
Luz Ruciello hizo un documental sobre un héroe de la clase trabajadora en donde (además) el cine reflexiona sobre sí mismo, en un espejo en el que quizás no llegue a reconocerse.
Luz Ruciello escribió con su cámara una historia real, por momentos conmovedora hasta las lágrimas, por momentos risueña, siempre tierna y eficaz.
Luz Ruciello pintó un Sísifo entrerriano que sin temor ni temblor es capaz empezar de nuevo su ciclópea y a la vez pequeña tarea: Omar, tras rodar monte abajo con su pesada piedra, no duda en secarse el sudor y las lágrimas para empujarla, parsimoniosamente, otra vez hacia arriba.
Todo lo anterior es la más pura verdad (la más subjetiva, la más personal) escrita desde las emociones que suscitó en el cronista “Un cine en concreto”, el documental de Luz Ruciello. Pero escribir todo eso conlleva un riesgo: muchas veces los elogios generan una sobreexpectativa en quien los lee antes de ver una película. De modo que si no la vio, no siga leyendo: procure verla antes, y luego regrese a leer estas líneas. Si quiere.
[blockquote author=»» pull=»normal»]Luz Ruciello pintó un Sísifo entrerriano que sin temor ni temblor es capaz empezar de nuevo su ciclópea y a la vez pequeña tarea.[/blockquote]
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Me encantó la película. Me encantó la historia que cuenta. Me encantaron Omar y su familia: la sencillez, la decencia, la apuesta al amor que protagonizan, lejos de cualquier novela rosa. Y sobre todo me encantó la decisión ética de Luz y su equipo de contar la historia con un registro en el que la palabra y la imagen solo pueden ser definidas de una manera: respeto.
El documental “Un cine en concreto” es un homenaje a un hombre sencillo que decidió no renunciar a sus pasiones. Omar es un albañil que vive en Villa Elisa, una pequeña ciudad ubicada casi sobre la costa del río Uruguay, en Entre Ríos. Aunque siempre trabajó con el balde y la cuchara, desde gurí su pasión estuvo en las películas, en la magia del cine. El filme cuenta su decisión de instalar y mantener una sala de cine cuando en su pueblo cerró la última. Con un viejo proyector Gaumont de los años 20 y cien butacas del antiguo cine, levantó en la propiedad familiar, solo, el “Cine Paradiso”. Le llevó cuatro años construir la sala, en los momentos libres, en los fines de semana, en los feriados.
Diez años la sala funcionó allí. Luego las cosas se complicaron y Omar debió comenzar a empujar de nuevo su roca montaña arriba, en silencio, tesonera y apaciblemente, como cada cosa que hace. En ese tesón se centra el tercer acto del documental. Y no se puede decir nada más sin “spoilear”.
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La motivación de Omar, evidencia el film, nada tiene que ver con cuestiones de lucro: su sueño es que haya un cine para la gente de su pueblo. En especial para los niños y niñas. El sueño de Omar es que esos chicos puedan sentarse en una butaca, concentrar su atención en una pantalla enorme y soñar despiertos con aventuras, emociones, alegrías como las que alguna vez marcaron su propia experiencia en la niñez. De hecho, para sostener esa sala (cobra entradas muy módicas y vende golosinas casi al costo) debe desarrollar otras habilidades: un programa en una radio local en el que promociona la cartelera de su sala, además de complacer pedidos musicales de los oyentes. También sale a recorrer las calles de Villa Elisa y reparte boletos para que todos vayan al cine.
Desde el primer momento el documental apuesta a mostrar todo lo que gira en torno de Omar y su “Cine Paradiso”, así como de la vida cotidiana del héroe y de su esposa Teresa, con una naturalidad que jamás resulta monótona: el encanto de dejarnos entrar en sus vidas se va agigantando con el paso de los minutos.
Como Luz Ruciello trabajó en el documental casi una década, la película incluye diferentes calidades de imagen, y eso refuerza el registro de cercanía. En ese registro, “Un cine en concreto” esconde muchas pasiones: contiene destellos de humor, de drama y algunos enredos. Nada estridente. Desde la tiza y el pizarrón para anunciar los filmes en cartelera, hasta los momentos en que Omar cuenta su relación con su hija “del corazón”, todo aparece con tono siempre apacible –tan amable y tranquilo como la voz y el ritmo vital de Omar– en donde Luz y su equipo ni siquiera ocultan algunas de sus indicaciones técnicas a los protagonistas. Los ribetes de comedia y de tragedia que colman la pantalla son los de la vida cotidiana de Omar, y son presentados con ese mismo respeto que atraviesa todo el documental.
[blockquote author=»» pull=»normal»]El sueño de Omar es que esos chicos puedan sentarse en una butaca, concentrar su atención en una pantalla enorme y soñar despiertos con aventuras, emociones, alegrías como las que alguna vez marcaron su propia experiencia en la niñez. [/blockquote]
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Luz Ruciello estudió Imagen y Sonido en la UBA. Trabaja en cine y publicidad desde el año 2002. Luz contó a este cronista cómo supo de Omar y su cine, y cómo surgió la idea de dar a conocer esta historia.
“Mi mamá vive en Colón, Entre Ríos. Habíamos ido a visitarla. Era invierno y para no aburrirnos con Lluís Miras Vega –el director de fotografía de la película– nos fuimos a pasear en auto a los pueblos vecinos. No era algo eventual, siempre salimos a investigar por caminos que no anduvimos. Así llegamos a Villa Elisa. No andaba nadie en la calle. Yo iba hablando por teléfono y Lluís dobló en una esquina al azar. Vi un pequeño cartel amurado a una pared que en vez de decir ‘kiosko’ como es habitual, decía CINE. Le pedí a Lluís con una seña que detenga el auto, corté la conversación y bajamos. Golpeamos las manos y apareció un hombre muy flaquito con un aspecto algo enfermizo. Se presentó, nos dio la mano y nos invitó a conocer su cine”.
“Recuerdo haberme emocionado mientras nos contaba todos los detalles de la sala. Salimos de ahí atravesados por lo que habíamos visto. Volví a Buenos Aires y le conté todo a un profesor de montaje. Me desafió a que haga un documental. Miré a mi amiga Celina Eslava, que estaba al lado mío y nos comprometimos al mirarnos. ‘Bueno’, dijimos. Y empezamos. Celi abandonó el proyecto después de unos 3 años, yo seguí 6 años más”.
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“Un cine en concreto” fue proyectada en la ceremonia de inauguración del 21° Festival de Cine de Lima, y allí Omar y Luz –invitados especiales–, luego de la proyección del filme, fueron ovacionados con un largo y fuerte aplauso. Lo mismo ocurrió en Concepción del Uruguay, donde nació la cineasta, en una función especial en la que (igual que en Perú) se contó con la presencia de Luz y Omar, pero también de Teresa y otros familiares del protagonista.
En el 2013 y 2014 la primera versión del filme fue seleccionada para participar del Festival Internacional de Cine de Guadalajara, México, en el marco del laboratorio documental DocuLab.
Una de las vías para financiar el documental fue recurrir al sitio “Idea.me” (https://www.idea.me/proyectos/18416/un-cine-en-concreto) en donde las personas explican sus ideas y piden apoyo para concretarlas (a eso se le llama “crowdfunding”, un mecanismo colaborativo de financiación de proyectos). En junio de 2014 Luz publicó su idea (“Finalizar el documental de ‘Un cine en concreto’ y recaudar dinero para comprar un proyector 3D para el cine de Omar”) y allí, en poco más de un mes, reunió casi 40 mil pesos. En 2015, finalmente, logró el apoyo del INCAA, asegurando su distribución nacional en medios digitales durante el año 2016 en adelante.
Ya concluido “Un cine en concreto”, fue seleccionado oficialmente en varios festivales de cine de relevancia, entre ellos el de Mar del Plata, el Festival de Miami, el Festival International Signes de Nuit, en el Festival de Cine Latinoamericano de Toulouse, en la Muestra Internacional de Cine de São Paulo, y obtuvo el premio a la mejor dirección documental en el Dada Saheb Phalke (India).
Un detalle para deleitarse: la música es de Maxi Prietto, el líder de Los Espíritus, una de las bandas más originales y novedosas del rock nacional.
[blockquote author=»» pull=»normal»]Esta película es un homenaje diferente: a un ser humano, tan común y tan extraordinario a la vez, un verdadero “héroe de la clase trabajadora” que no se rinde ante la adversidad, pero tampoco se victimiza nunca.[/blockquote]
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A diferencia de otros trabajos de este género, Luz no toma distancia de Omar. El albañil cinéfilo de Villa Elisa no es su objeto de estudio: es el héroe de este filme. Él es el homenajeado, no “el séptimo arte”.
En un sentido obvio, “Un cine en concreto” es un homenaje al cine como hecho artístico, como pasión, como experiencia vital; pero no es un homenaje a los grandes cineastas que nos han emocionado con historias que nos remontaron a otros universos; no lo es, tampoco, a las grandes estrellas del Olimpo inaccesible de los Óscar (ni siquiera a las domésticas, aunque en la película se enfatiza en el ídolo de Omar, en un guiño que quizás algún día cercano tenga su retribución); ni siquiera es un tributo a la legión de esforzados creadores y trabajadores cuyos rostros y nombres no son conocidos para el gran público (esa impresionante lista de personas que aparecen al final de cada película que se proyecta, cuando el público se está yendo, y que nadie o casi nadie registra…).
Todos esos homenajes son merecidos. Pero esta película es un homenaje diferente: a un ser humano, tan común y tan extraordinario a la vez, un verdadero “héroe de la clase trabajadora” que no se rinde ante la adversidad, pero tampoco se victimiza nunca. Un héroe que es reflejado con un cariño y un respeto inigualables, y por el cual la directora no oculta su admiración. No hace ningún esfuerzo en ese sentido. Al contrario: lo enfatiza. Como lo hizo en la repleta sala del Cine San Martín de Concepción del Uruguay, en donde presentó a Omar como lo que es: el verdadero héroe, el protagonista de esa fascinante película. Tan fascinante como lo es la vida cotidiana, aunque a veces la cercanía, la chatura, no nos deje verla desplegada en toda su complejidad. “Un cine en concreto” lo hace, y hay que agradecerle a Omar por la luz, y a Luz por todo.
FICHA TÉCNICA
Duración: 77 minutos
Protagonistas:
Omar José Borcard
María Teresa Castro
Evangelina Borcard
Nicole Benítez Borcard
Dirección: Luz Ruciello
Producción ejecutiva: Maria Soledad Laici
Dirección de fotografía: Lluis Miras Vega
Montaje: Carlos Maria Cambariere (EDA)
Sonido: Javier Stavropulos (ASA)
Música original: Maxi Prietto
Corrección de color: Sebastián Guttman
Asistente de edición: Guillermina Chiariglione (EDA)
Investigación: Celina Eslava
Diseño gráfico: Maria Pía Vivo
Trailer del documental en VIMEO. Hacer click aquí: https://vimeo.com/198338724