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Socialismos y filosofías

Socialismos y filosofías

En septiembre cumplirá 100 años el destacado pensador argentino, que reside en Canadá desde hace décadas. Aquí reproducimos una nota publicada por La Vanguardia en junio de 2013, en la que reflexiona sobre uno de los socialismos: el democrático, que se propone realizar una democracia integral que supone la participación de todos en el manejo de la riqueza, el conocimiento y el poder, a los que entiende como bienes comunes. 

Los plurales que figuran en el título nos recuerdan que hay más de un socialismo y más de una filosofía. En efecto, los idearios y movimientos llamados ‘socialistas’ van del socialismo libertario al dictatorial. Con la filosofías ocurre otro tanto: las hay claras y serias como la aristotélica, claras y vacías como la de Wittgenstein, confusas pero con un grano de verdad, como el materialismo dialéctico, y herméticas y ridículas como el existencialismo.

El título de esta nota plantea un segundo interrogante: ¿qué relación puede haber entre un movimiento político, con su ideología concomitante, y una doctrina que trata de ideas más bien abstractas, como las de ser y devenir, argumento válido y falacia, conocimiento y error, bien y mal? El liberal clásico y el socialista libertario negarán que haya tal relación, mientras que el socialista autoritario exigirá la subordinación de la filosofía a su ideología.

El típico profesor de filosofía, que no se arriesga pensando ni actuando, se pronunciará por la neutralidad cuando goce de libertad, y por el partidismo más servil cuando así se lo exija quien le paga. En cambio, el filósofo auténtico, el que prefiere abordar problemas nuevos a enseñar soluciones envejecidas, se atreverá a pensar en la relación entre filosofías y políticas,  porque es un problema tan descuidado como importante para ambos términos de la relación de marras.

[blockquote author=»» pull=»normal»] Cada uno de los tres miembros de la triada libertad-igualdad-fraternidad depende de los otros dos, al modo en que los lados de un triángulo se dan a la vez. Más aun, el triángulo político no es autónomo, sino que descansa sobre el cuadrado trabajo-saludeducación-seguridad. [/blockquote]

Entre nosotros, sólo José Ingenieros se atrevió a abordar este problema: lo hizo en Emilio Boutroux y la filosofía universitaria en Francia (Buenos Aires: Cooperativa Editorial Limitada, 1923). Este libro, que lo convirtió en el precursor mundial de la sociología de la filosofía, apareció al mismo tiempo que emergió la  “reacción antipositivista”, encabezada en Buenos Aires por Coriolano Alberini, discípulo del neohegeliano Giovanni Gentile, colaborador de Mussolini y ministro de su gobierno.

(En realidad, se llamó “antipositivismo” a la reacción contra el cientificismo, o sea, el programa de Condorcet y otros ilustrados, de abordar todos los problemas del conocimiento con ayuda del método científico. Desde 1960, el anti-cientificismo es parte no sólo de las ideologías derechistas como la de Hayek, sino también del pseudo-izquierdismo que nos llega de París, el que no entiende que la política sin ciencia social es improvisada y por tanto irresponsable y condenada al fracaso. Esto  lo mostraron tanto la trágica aventura boliviana del Che como las costosas “revoluciones” de Mao en el poder.)

Por algo, Ingenieros fue uno de los primeros socialistas argentinos y el fundador de la Revista de  filosofía,  así como el primer expositor en francés y español de la psicología científica (biológica y experimental) y uno de los críticos más elocuentes de la psicología acéfala y especulativa que aun predomina en el país bajo la protección de las filosofías anticientíficas y pseudofilosofías que se enseñan en nuestras facultades de humanidades y ciencias sociales.

Quedamos, pues, en que la política y la filosofía están relacionadas entre sí.

Esta no es novedad para un marxista, quien ve intereses económicos y contradicciones dialécticas hasta en la sopa. Y debiera ser obvia para quienquiera que se ponga a pensar en los supuestos filosóficos de la acción política, sea contenciosa o administrativa.

Se practica una filosofía realista, y no irrealista, cuando se admite que lo que se aspira a construir, cambiar o gobernar existe o puede existir realmente; se es materialista, y no espiritualista, cuando se sobre-entiende que no hay ideas fuera de cerebros, y cuando se admite que lo primero que hay que hacer para sobrevivir es obtener medios de sustento y protección; y se es humanista y no nihilista, deontologista ni utilitarista, cuando se procura el bien ajeno además del propio.

Con los valores sucede otro tanto: los valores filosóficos como la verdad, el bien y la justicia, son los más sensibles a la política. Baste recordar la mentira noble o “razón de Estado”; el nihilismo moral que preconizaba Nietzsche;  la equiparación utilitaria de verdad con eficacia y del bien con la utilidad; y la afirmación de Hayek, de que la justicia social es un espejismo.

En suma, todo político filosofa, aunque casi siempre lo hace tácitamente y a veces toma meras tonterías por verdades profundas, como mi primo Manolito quien, a la edad de diez años, anunció que cierto oscuro escriba catalán, que publicaba bajo el pseudónimo Xenius, era más inteligente que Platón porque él, Manolito, lo entendía a Platón pero no a Xenius.

Pero no divaguemos: vayamos derecho al grano, que es el problema de la relación entre socialismo y filosofía. Por lo pronto ¿de qué clase de socialismo estamos hablando? De todo ideario o movimiento que se proponga favorecer a los de abajo, reemplazado la explotación por la cooperación, el privilegio por la justicia social y la opresión por la participación.

[blockquote author=»» pull=»normal»]Por lo pronto ¿de qué clase de socialismo estamos hablando? De todo ideario o movimiento que se proponga favorecer a los de abajo, reemplazado la explotación por la cooperación, el privilegio por la justicia social y la opresión por la participación.[/blockquote]

Irónicamente, el socialismo se propone poner en práctica la hermosa consigna de la Revolución Francesa de 1789, que hasta ahora no ha pasado de ser aspiración: Liberté, égalité, fraternité. Los socialistas tibios o nominales, al igual que los liberales, han destacado el primer miembro de esta admirable tríada, como si la libertad pudiera reinar entre desiguales; los comunistas destacan la igualdad, como si ésta pudiera coexistir con el despotismo; sólo los anarquistas aprecian por igual a los tres miembros de la célebre triada; pero, al proponerse abolir el Estado, preconizan tácitamente un retorno al estado salvaje. Y la fraternidad o solidaridad no puede darse entre los de arriba y los de abajo, ni puede imponerse, ni debiera confundirse con la caridad.

En suma, cada uno de los tres miembros de la triada libertad-igualdad-fraternidad depende de los otros dos, al modo en que los lados de un triángulo se dan a la vez. Más aun, el triángulo político no es autónomo, sino que descansa sobre el cuadrado trabajo-saludeducación-seguridad. El diagrama siguiente sugiere el socialismo como democracia integral, o sea, expansión de la democracia, del terreno político a todos los demás campos de la acción humana.

Suponiendo que se haya convenido en los objetivos, ¿cómo lograrlos? La respuesta clásica es que hay dos medios: el pacífico o democrático, que proponen los socialistas democráticos, y el violento o revolucionario, que procuran imponer los socialistas autoritarios. Nótese que en el primer caso se trata de proponer, y en el segundo de imponer. Y quien propone está dispuesto a discutir, mientras que quien impone clausura el debate. De aquí que la filosofía asociada al comunismo –el marxismo dogmático– haya suprimido muchas más ideas que las que ha generado o prohijado. En efecto, los marxistas dogmáticos han pretendido imponer sus ideas, casi todas anticuadas, tanto por su admiración por Hegel –el proto-post-moderno– como por su descuido de la matemática.

Esto explica el que los marxistas rechazaran por “burguesas” todas las grandes innovaciones científicas del siglo XX, con excepción de las que generó la investigación del pasado. En efecto, ha habido eminentes estudiosos marxistas o semi-marxistas del pasado social, pero no ha habido matemática, física, química, biología, psicología, sociología, politología, ni siquiera economía, que fuesen a la vez marxistas, rigurosas y originales.

Por su parte, aunque el socialismo democrático ha sido tolerante, no ha creado muchas ideas. Esto ha ocurrido, ya porque se ha empeñado en permanecer filosóficamente neutral, ya porque no ha abrazado con entusiasmo a la ciencia. Es así que muchos famosos charlatanes postmodernos se han autodenominado socialistas. No debieran quitarnos el sueño, porque son pocos e incomprensibles. De hecho, en las ciencias propiamente dichas no abundan los dogmáticos, porque la investigación original requiere libertad de búsqueda y de expresión, así como la búsqueda de pruebas de algún tipo.

La tabla siguiente es un resumen muy simplificado de la cuestión que nos ocupa.

Doctrina y movimiento                        Esfera privada                                              Esfera pública
Socialismo nominal                             Libertad personal                                        Neoliberalismo
Socialismo democrático                      Libertad & responsabilidad                       Estado servidor
Socialismo dictatorial                          Sumisión                                                       Estado protector y opresor

Nótese la distinción privado/público, inexistente bajo el totalitarismo, que todo lo incluye en el Estado. La diferencia entre el totalitarismo de izquierda y el de derecha es que el primero tiende a favorecer a los trabajadores, mientras que el de derecha actúa en defensa de los explotadores, de modo que lleva eventualmente a la agresión militar.

[blockquote author=»» pull=»normal»]Evidentemente, un régimen socialista democrático no debe imponer ninguna filosofía particular en la esfera privada. Pero, en su calidad de buen administrador de los bienes culturales que debieran ser comunes, tiene la obligación de favorecer el avance de todas las ramas del arte y del conocimiento, el científico y el filosófico entre ellas.[/blockquote]

Lamentablemente, los marxistas han solido confundir socialización con estatización. Esto les ha llevado a despreciar el cooperativismo, que es socialista porque auna la propiedad colectiva con el autogobierno. Este es el núcleo del socialismo cooperativo que preconizó Louis Blanc en su exitoso libro L’organisation du travail (París: Société de l’Industrie Fraternelle, 1839).

El socialismo concebido como democracia integral presupone la distinción entre tres subsistemas en toda sociedad: el económico (producción, comercio y finanzas), el cultural (creación y difusión de bienes culturales, desde recetas culinarias y planos de viviendas a poemas y teoremas), y el político (lucha por el poder y ejercicio del mismo en todos los grupos sociales, de la familia y la empresa a la Nación).

La democracia integral preconiza la participación de todos en el gobierno de los tres subsistemas mencionados, o sea, tanto la propiedad como la administración de los mismos. Los socialismos escandinavos, que son tan prósperos como estables, lo practican. En cambio, el economicismo, que privilegia al subsistema económico, tanto en su versión neoliberal como en su versión comunista, se ha hundido como un buque escorado por mala distribución de su carga. Los tres subsistemas mencionados existen e interactúan en el mismo nivel. (V. mi Filosofía política (Gedisa, 2009.)

Finalmente, pasemos de la filosofía política a la filosofía total, que incluye a la ontología (teorías del ser y del devenir), la gnoseología (teorías del conocimiento), la semántica (teorías del significado y de la verdad) y la filosofía práctica  –teorías del valor, de la acción, de la moral y de la política. La lógica fue absorbida hace tiempo por la matemática.

La filosofía marxista ignora a la ciencia aunque profesa amarla. Su ontología combina la confusa dialéctica hegeliana con un trozo del materialismo décimonónico; su gnoseología es empirista y carece de metodología; y su ética es utilitaria. Es tan escueta, tosca y anticuada, que ha dado de comer a un sinnúmero de comentaristas, ninguno de los cuales ha hecho contribuciones originales ni ha ayudado al nacimiento de nuevas ciencias, como la microfísica, las biologías evolutiva y molecular, la neurociencia cognitiva, o siquiera la sociología.

Evidentemente, un régimen socialista democrático no debe imponer ninguna filosofía particular en la esfera privada. Pero, en su calidad de buen administrador de los bienes culturales que debieran ser comunes, tiene la obligación de favorecer el avance de todas las ramas del arte y del conocimiento, el científico y el filosófico entre ellas.

Ahora bien, la filosofía avanza solamente cuando investiga y cuando interactúa con las demás ramas del conocimiento, desde la matemática y la física hasta la ingeniería y la medicina. Estas, a su vez, no se desarrollan en un vacío filosófico, sino que prosperan al calor de las filosofías ilustradas, y se estancan o retroceden ante los ataques de las oscurantistas. En mi Evaluating Philosophies (Springer, 2012) he argüido que el conocimiento avanza a fuerza de investigar dentro de la matriz esbozada en el diagrama siguiente:

El materialismo en cuestión no está contaminado por los dislates de la dialéctica hegeliana y afirma que lo material se da a varios niveles, del físico al social; el realismo concomitante coincide con el objetivismo; el sistemismo afirma que cuanto existe es un sistema o parte de un sistema; el cientificismo, que el enfoque científico es el más fértil; y el humanismo, que el principio moral supremo es Disfruta de la vida y ayuda a disfrutarla. Este principio se opone tanto al individualismo como al globalismo, en particular el estatismo. Además de reemplazar el culto de la muerte por el de la vida feliz y útil, implica al secularismo, aunque no impone el ateísmo.

[blockquote author=»» pull=»normal»]El socialismo auténtico, a diferencia del nominal y del dictatorial, combina la democracia con la cooperación y con la libertad para pensar y actuar en provecho de todos excepto los parásitos[/blockquote]

Lamentablemente, las facultades de humanidades, en particular las nuestras, ignoran el pentágono que empolla ideas nuevas, en particular las que resultan más o menos verdaderas por ser realistas y sistémicas, por cumplir el programa cientificista, y que no dañan por ajustarse al humanismo. En efecto, en esas escuelas predominan hoy quienes repiten o comentan textos herméticos o retrógrados, como los de Hegel, Nietzsche, Heidegger y sus imitadores.

En resumen, el socialismo auténtico, a diferencia del nominal y del dictatorial, combina la democracia con la cooperación y con la libertad para pensar y actuar en provecho de todos excepto los parásitos. Realiza así las aspiraciones de los filósofos más avanzados de la Ilustración: Holbach, Diderot y Helvétius.

Alicia en el país del olvido

Alicia en el país del olvido

El recuerdo de Alicia Moreau, una figura nodal del feminismo y el socialismo. Su recuerdo vivo, a veces es olvidado. 

Al alba, empiezo a leer las primeras páginas de un libro. Los rayos del sol se filtran por la ventana, atraviesan la biblioteca y alcanzan a iluminar el retrato de una mujer. Un retrato que ilustra la portada de aquel libro. Miro el retrato: es Alicia. Es el retrato de Alicia. La reconozco.

Ese libro, que empiezo a leer, es su biografía. Una biografía rescatada de entre los polvorientos estantes de esa biblioteca húmeda y añeja. Observo el retrato y pregunto: ¿saben Uds. quién fue Alicia?

Alicia es un símbolo (olvidado). Y digo Alicia por decir Julieta o Elvira o Cecilia. O Virginia. O muchas otras…

Me pregunto: ¿Quién fue Alicia?

Pasan las horas. Es de mediodía. La luz del sol baña todos los rincones de la sala. Y leo.

Leo en la biografía: Alicia fue una luchadora por los derechos de las mujeres. Sus padres eran franceses que participaron en los sucesos de la Comuna de París en 1871, huyeron a Londres y se salvaron de la represión posterior de la Tercera República Francesa contra los comuneros. Allí nació, en 1885, Alicia. Con 5 años, llegó a Buenos Aires junto a su madre.

Alicia fue a la Escuela N° 1 de Buenos Aires y tuvo como profesor a Hipólito Yrigoyen, futuro presidente argentino. En 1903, junto con las hermanas Chertkoff, organizó la Asociación Pro-Educación Laica en Morón que se dedicó abrir bibliotecas populares y jardines maternales.

[blockquote author=»» pull=»normal»]Alicia, que fue una de las principales promotoras del sufragio femenino durante varias décadas, no votó en las primeras elecciones con voto femenino en Argentina…[/blockquote]

(Leo) En los siguientes años fundó el primer Centro Feminista de Argentina y el Comité Pro-Sufragio Femenino. Organizó entre 1906 y 1914, junto con otras mujeres como Julieta Lanteri, Cecilia Grierson y Elvira Rawson, los primeros congresos feministas internacionales y elaboró, con ellas, el primer proyecto de sufragio femenino que Alfredo Palacios presentaría en el Congreso.

(Leo) En 1910, junto a su padre Armand Moreau y a su amiga Berta Gerchunoff, fundó el Ateneo Popular para fomentar la educación secundaria y universitaria laica y mixta.

Alicia se recibió de médica en 1914 (una de las primeras del país), profesión que ejerció gran parte de su vida.

(Leo) Participó del Consejo Nacional de Mujeres, de la Sociedad Luz y junto a otra luchadora feminista, Julieta Lanteri, creó el Partido Feminista Nacional.

Fundó la Unión Feminista Argentina en 1920, que nucleaba a varias organizaciones feministas ya existentes, y en 1922 se casó con Juan B. Justo, fundador del Partido Socialista, con quien tuvo tres hijos.

(Leo) En 1932 elaboró otro proyecto de sufragio femenino junto al diputado socialista Mario Bravo, rechazado por la mayoría conservadora del Senado.

Publicó su libro “La mujer en la democracia”, en el que analizó toda la trayectoria que había hecho la mujer argentina en la conquista de sus derechos y en 1947 representó a la Argentina en el Congreso Mundial Femenino realizado en París.

(Leo) Alicia fue, durante décadas, una de las principales promotoras del sufragio femenino que, finalmente, fue sancionado en 1947 durante el gobierno de Juan Domingo Perón y con gran protagonismo de Evita que, durante unos meses, encabezó una enérgica campaña en favor del proyecto.

Pero (leo) en noviembre de 1951 fueron las primeras elecciones con voto femenino en Argentina y Alicia no votó.

No pudo votar. Había una orden de detención contra ella y otros miembros de su partido, acusados de “conspiración”. Y ella estaba escondida.

Alicia, que fue una de las principales promotoras del sufragio femenino durante varias décadas, no votó en las primeras elecciones con voto femenino en Argentina…

¿Por qué no votó Alicia? No votó porque estaba escondida en la casa de unos amigos. Y estaba escondida en la casa de unos amigos, porque había una orden de detención en su contra. Y había una orden de detención en su contra, porque se la acusaba de “conspiración”.

Y se la acusaba de “conspiración” porque era opositora…

Poco después estuvo presa y, rodeada de prostitutas en la cárcel, se dedicó a darles consejos de higiene y cuidado sexual.

(Leo) No haber ido a votar no la afligió a Alicia. A los cien años era de los pocos episodios que había olvidado. Fantaseaba que sí, que había ido a votar y que esto le había provocado satisfacción.

(Leo) Alicia Moreau, desde 1958, votó en todas las elecciones y, cuando volvió la democracia en 1983, alcanzó a votar con 98 años. Murió en 1986, con casi ciento un años.

¡Alicia!

Miro el retrato de Alicia, mientras el sol comienza a ponerse. Paso observándolo dos cuartos de hora.

Y ahora, el sol apenas refleja ya sus últimos rayos del atardecer sobre su retrato…

¡Alicia!

Miro el retrato de Alicia y me pregunto:

¿Saben Uds. quién fue Alicia Moreau? ¿Saben Uds. cuántas plazas llevan su nombre? ¿Cuántos parques? ¿Cuántas escuelas homenajean a la defensora de la educación laica y mixta? ¿Cuántos hospitales llevan el nombre de la médica ilustre?

[blockquote author=»» pull=»normal»]¿Saben Uds. quién fue Alicia Moreau? ¿Saben Uds. cuántas plazas llevan su nombre? ¿Cuántos parques? ¿Cuántas escuelas homenajean a la defensora de la educación laica y mixta? ¿Cuántos hospitales llevan el nombre de la médica ilustre?[/blockquote]

¡Alicia!

¿Cuántas estatuas se levantaron en honor a esa mujer? ¿En cuántos billetes está impreso su retrato? ¿Y cuántos libros y películas sobre ella?

¿Quién es Alicia? ¿Acaso es sólo una calle de Puerto Madero?

¿Cuántos en este país saben siquiera que hubo una mujer llamada Alicia Moreau?

Me pregunto: ¿Alicia quedó en el olvido?

Me pregunto: ¿Es la Argentina el país del olvido?

¡Alicia! Olvido.

Pasan tres cuartos de hora. La luz ya no entra en la sala. Es de noche, la biblioteca queda a oscuras y no alcanzo a ver el retrato impreso en el frente del libro que tengo entre mis manos.

¡Alicia! Olvido.

La oscuridad invade la sala.

Miro el libro, pero no veo nada.

Me pregunto: ¿De quién es ese rostro impreso en la portada del libro que se desdibuja en la penumbra de ese cuarto húmedo?

¿De quién es esa figura humana? ¡Pareciera ser una mujer! Pero no la alcanzo a distinguir.

Tal vez mañana, cuando vuelva a aclarar, pueda verla y reconocerla. Tal vez mañana el alba ilumine ese retrato, esa figura que hoy no se puede ver por la oscuridad…

¿Por qué Ciencia?: desafíos y propuestas

¿Por qué Ciencia?: desafíos y propuestas

La Ciencia y la Tecnología se han convertido, por peso propio, en las áreas decisivas para el desarrollo, tanto económico como social. Pero la discusión no se acota a la inversión (importante, por cierto), sino que deben abordarse otros desafíos decisivos para el futuro. 

Por estos días, Argentina vive nuevamente el fragor de una contienda electoral. Fragor que, lamentablemente, se canaliza más a menudo a través de chicanas y enrostres de antiguas declaraciones, actitudes y/o alianzas entre los candidatos que de una discusión sobre los distintos proyectos de país que se disputan el voto popular. Sin interés de entrar en debate con respecto a los motivos que producen esta limitación en la discusión de la agenda pública, es nuestra intención hacer un humilde aporte en la dirección del debate de ideas y proyectos, dentro del terreno en el que nos sentimos, al menos, lo suficientemente cómodos como para animarnos a esbozar unas líneas: el terreno de la Ciencia y la Tecnología (CyT).

Tratando de empezar por el principio, es necesario tener claro que no se puede discutir CyT sin tener al menos un somero marco conceptual sobre el cual elaborar diagnósticos de la situación actual e, idealmente, proponer soluciones. En ese sentido, es fácil definir la Ciencia como algo parecido al estudio sistemático de la realidad para construir y organizar conocimiento y generar hipótesis que permitan predecir el comportamiento del entorno que nos rodea y que sean testeables experimentalmente. Y esa definición es tan buena, clara y concisa como inútil. Quisiéramos entonces pararnos desde otro lugar y pensar, desde una perspectiva más acorde a un debate político, de qué hablamos cuando nos referimos a CyT. Desde este punto de vista, entendemos que la Ciencia no es una entelequia abstracta ni la búsqueda de saberes universales sino una actividad humana que nos permite conocer y entender la realidad para transformarla; es producto de la actividad humana que se realiza en un tiempo y en un espacio concreto. Esto de ningún modo afecta su condición de saber riguroso, ni deja de separarla de las pseudociencias que han vuelto a ponerse de moda en los últimos tiempos. La Ciencia es, en efecto, la forma más rigurosa y certera que tenemos para generar conocimiento y, a nuestro entender, es justamente por ello que debe ocupar un lugar preponderante en el proyecto de desarrollo a mediano y largo plazo de cualquier sociedad. Es decir, no toda la Ciencia es igual, ni llega a tener la misma relevancia para una sociedad en un determinado contexto, pero sí es fundamental que haya Ciencia y que ella esté a disposición (y sea un eje central) de un proyecto de Nación.

[blockquote author=»» pull=»normal»] La Ciencia es, en efecto, la forma más rigurosa y certera que tenemos para generar conocimiento y, a nuestro entender, es justamente por ello que debe ocupar un lugar preponderante en el proyecto de desarrollo a mediano y largo plazo de cualquier sociedad.[/blockquote]

El papel preponderante de la CyT para el desarrollo de las sociedades ha resultado evidente desde los albores del pensamiento científico “moderno”, nacido como tal en el siglo XVI, y de forma mucho más pronunciada a partir del siglo XIX, aun siendo que sus efectos se pueden ver desde el inicio mismo de las civilizaciones humanas. Esta tendencia se ha acrecentado enormemente desde mediados del siglo pasado, momento en que el concepto de desarrollo en CyT como “política de Estado” se pone en discusión globalmente a través del informe “Science: the endless frontier” que Vannevar Bush realizó para Franklin D. Roosevelt y el debate Polayni-Bernal en Europa. Y es así como llegamos al siglo XXI (¿la Era del Conocimiento?) para encontrarnos con que la capacidad de generar conocimiento acorde con las necesidades de cada sociedad será la piedra angular sobre la que se sostenga el desarrollo de las naciones, y que esa capacidad (o no) de generar conocimiento será el parteaguas entre naciones soberanas y dependientes. Más aún, en la actualidad, la complejidad de nuestras sociedades ha llevado a que la situación sea todavía más notoria y que sea necesario plantearse nuevos horizontes en la forma en la que la Ciencia se traduce en un aporte para los problemas concretos del desarrollo. La historiografía aporta numerosos ejemplos en torno a la premisa de que las sociedades plurales y cooperativas son más prósperas que las verticalistas. En lo referido al desarrollo científico-tecnológico, este punto de partida se ha convertido en una condición necesaria: los grandes problemas del siglo XXI requieren necesariamente para su resolución un tratamiento integral a partir de un enfoque interdisciplinario, en donde el análisis colectivo de parte de un conjunto de especialistas con distintos trayectos formativos trascienda y supere las miradas individuales de cada una de las partes constituyentes. Esto es así hasta el punto en que los propios problemas (no solo sus “soluciones”) son muchas veces intrínsecamente interdisciplinarios, como ha señalado Rolando García en su teoría de los Sistemas Complejos.

En este contexto, un proyecto de país centrado en la producción, el trabajo y el crecimiento económico no puede sino tener como uno de sus ejes centrales el desarrollo de un sistema CyT que sea capaz de responder a las demandas que dicho proyecto necesariamente genera. En cualquiera de la áreas estratégicas para el desarrollo del país que se quiera pensar, la CyT es fundamental para generar un diferencial que agregue valor a la producción, reduzca costos y optimice la organización logística, innove en las posibilidades de explotación de recursos e incluso influya en la organización del propio Estado y la planificación a largo plazo. La producción industrial competitiva y de punta, incluso en áreas de alta complejidad; la generación de un sistema de telecomunicaciones que se adecúe a las necesidades del país; la producción agro-ganadera y la posibilidad de potenciar nuestra ventaja relativa en esas áreas; el desarrollo sustentable y estratégico de nuestros recursos naturales (desde petróleo hasta litio y minerales), pasando de la simple exportación a la elaboración de productos; son solo algunas de las líneas en las cuales una inversión fuerte y planificada en el sistema de CyT puede redundar en beneficios para el desarrollo económico del país y consecuentemente para la población en general. Por supuesto que estas consideraciones dan cuenta implícitamente de una serie de grandes desafíos. A continuación intentamos dar cuenta de algunos de ellos.

DESARROLLO SOSTENIBLE Y COMUNICACIÓN DE LA CIENCIA

Desde los reclamos de Claire Cameron Patterson en contra de la utilización del plomo en la elaboración de combustibles, han sido constantes los intentos de polarizar y polemizar en torno a los efectos de la actividad humana en el medio que habita. Esta explotación, no obstante, no es un fenómeno reciente, sino más bien la consecuencia de un proceso que se inicia con las primeras comunidades que dejaron de ser nómades y, junto a otras actividades, empezaron a desarrollar la agricultura, en donde primero es necesario purgar un terreno para luego llevar adelante aquellos cultivos que permitieran producir alimentos.

Desde entonces, la población humana ha crecido considerablemente, principalmente gracias a los avances científicos y tecnológicos que han permitido incrementar notoriamente el promedio de vida de las personas en gran parte del mundo. Este hecho, sumado a otros fenómenos como la globalización, ha generado que durante el último siglo se haya empezado a cuestionar el uso eficiente de aquellos recursos limitados de nuestra planeta, así como también las consecuencias del abuso de aquellos que, como consecuencia de su utilización sin controles, traen consigo deterioro y destrucción en nuestros ecosistemas.

Al igual que ocurre en muchos otros ámbitos de nuestras sociedades, las discusiones respecto a estos planteos vienen acompañadas de posiciones extremas: desde lecturas positivistas, que confían en que el progreso científico continuado logrará encontrar solución a cualquier problemática que se presente, hasta quienes pregonan que hay que abandonar completa e inmediatamente el uso de determinados recursos e innovaciones tecnológicas por considerarlas devastadoras para el planeta.

[blockquote author=»» pull=»normal»]Hoy en día, el Calentamiento Global es un hecho fuera de toda duda razonable: no solamente todos los modelos apuntan a que es una consecuencia directa de la actividad humana, sino que prevén la misma estimación para el aumento promedio de la temperatura global del planeta en los próximos años. [/blockquote]

Uno de los temas en donde esta tensión se pone de manifiesto es el llamado Calentamiento Global, sobre todo a partir de la militancia del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, en contra de quienes tratan de concientizar sobre esta problemática. Trump ridiculiza sistemáticamente las medidas activististas en su cuenta de Twitter, argumentando, por ejemplo, la existencia de días muy fríos durante el receso invernal. Paradójicamente, esos días tan fríos son unas de las predicciones que los modelos del Calentamiento Global han realizado, por lo que, lejos de ser un contraargumento, resultan un indicador más de este fenómeno. Hoy en día, el Calentamiento Global es un hecho fuera de toda duda razonable: no solamente todos los modelos apuntan a que es una consecuencia directa de la actividad humana, sino que prevén la misma estimación para el aumento promedio de la temperatura global del planeta en los próximos años. Hay muchos recursos -algunos sumamente didácticos- que tratan seriamente este y otros temas vinculados al desarrollo sostenible, cuya discusión va a ser un punto de inflexión en los próximos años. Para llegar de la mejor manera a ese punto va a ser muy importante tanto profundizar en las investigaciones en curso como maximizar los esfuerzos para que los divulgadores y comunicadores difundan estas cuestiones con mayor eficacia.

Una plataforma política de CyT que trate de abordar estas problemáticas necesariamente debe contener como eje de su programa el desarrollo de ciudades ecológicas y sustentables, en donde proliferen las investigaciones y aplicaciones en vistas a diversificar las fuentes de energías renovables disponibles y sus correspondientes porcentajes de rendimiento.

NUEVAS TECNOLOGÍAS Y CAMBIOS EN EL MERCADO LABORAL

En la década del noventa la explosión de Internet y el desarrollo del buscador Google marcó un antes y después en las investigaciones científicas, permitiendo generar redes de internacionalización y que les investigadores pudieran de manera instantánea acceder a un espectro de referencias bibliográficas inimaginable hasta ese momento y conocer si sus investigaciones estaban relacionadas con lo que se estaba haciendo en otros centros de investigación. Todo parece indicar que estamos en la puerta de una revolución del mismo calibre en este tiempo y que tiene al menos dos patas fundamentales. En primer lugar, la existencia de una inmensa cantidad de datos disponibles en la Red (y en las bases de las principales empresas del mundo) a partir de los cuáles se está trabajando y estudiando arduamente la posibilidad de extraer información que podría permitir tanto estudiar problemas científicos que actualmente, ya sea por la cantidad de variables como por los grados de libertad que presentan, resultan intratables para los enfoques tradicionales, como también modelar y predecir fenómenos de mercado (micro y macroeconómicos). La tan mentada “Big Data”. En segundo lugar, con un efecto más inmediato y evidente en nuestra vida cotidiana, la aparición de plataformas sociales virtuales con una amplia gama de oferta de bienes y servicios que busca competir y desplazar a los empleos y servicios tradicionales.

En cuanto a lo primero, es importante señalar que los avances en esta línea son muy incipientes, y si bien, en base a lo logrado hasta ahora, hay grupos con grandes expectativas respecto a las potencialidades en este campo, son también muchos quienes argumentan que, una vez más, se ha construido una «comunidad burbuja» que se retroalimenta y exagera sus proyecciones y posibles alcances. Al margen de este debate, que solo podrá ser saldado con el paso del tiempo, hay una cuestión vinculada a este fenómeno que nos parece relevante para tener en cuenta. En el caso de tratarse efectivamente de una «comunidad burbuja», resultaría ser una extremadamente permeable: una gran cantidad de profesionales de distintas áreas por motivos completamente diversos están empezando a interesarse y profundizar en cuestiones de Machine Learning e Inteligencia Artificial para poder extraer información de los grandes volúmenes y registros de datos disponibles; principalmente de Ingenierías y Exactas, pero también de disciplinas tan diversas como Psicología, Letras, Filosofía y Economía, por señalar algunas. Nos animamos a afirmar con bastante seguridad que esta interacción interdisciplinaria, independientemente de que se terminen alcanzando o no los objetivos más ambiciosos que se proyectan, seguramente lleve aires frescos a algunas disciplinas y temáticas que en los últimos años se han encontrado estancadas o que, hasta el momento, no contaban con las herramientas suficientes para abordar algunos de sus problemas nodales.

[blockquote author=»» pull=»normal»]El feminismo en este momento está poniendo en cuestión todas las estructuras y órdenes sociales. Una plataforma de CyT que busque ser un soporte en las discusiones para una sociedad más justa e igualitaria debe interpelarse a sí misma.[/blockquote]

El segundo de los puntos enunciados traerá aparejado cambios en el mercado laboral, la extinción de ciertos rubros y la generación de nuevos puestos de trabajo, como una de sus consecuencias más inmediatas y que ya estamos atravesando. Como ejemplos de esta afirmación podrían marcarse las tensiones existentes entre taxistas y conductores de Uber, o trabajadores/as de plataformas como Rappi y Glovo que están ocupando los lugares en donde antes habían trabajadores de delivery tradicionales. Estos casos, surgidos a su vez como consecuencias de otros desarrollos tecnológicos como la proliferación de redes móviles y la masificación del uso de teléfonos inteligentes, van a ocasionar la necesidad de generar nuevos trabajos y oficios de naturaleza técnica que van a ir desplazando paulatinamente ciertos roles que subsisten en la actualidad (en muchos casos, con una oferta menor de puestos de trabajo).

Frente a este futuro próximo, es necesaria una política de CyT que pueda proyectar de la manera más certera posible los distintos escenarios a los que podríamos arribar en cada sector económico-productivo, tanto para poder capitalizar las oportunidades que surjan, como para generar reglamentación que permita que la transición entre los distintos modelos sea lo menos dañina posible para aquellas personas que podrían verse afectadas por la misma, ya sea a través de la precarización o la exclusión.

PERSPECTIVA DE GÉNERO EN LAS INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS

Los conceptos de «suelo pegajoso» y «techo de cristal» tienen también su correlato actual en los grupos de investigación de CyT. Las últimas estadísticas publicadas por el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología el pasado 14 de febrero muestran claramente que en Argentina también se cumple el llamado “efecto tijera”: hay más cantidad de mujeres que hombres en las categorías más bajas del sistema de incentivos y en las primeras etapas de la Carrera de Investigación Científica, pero son los hombres en un porcentaje considerablemente mayor quienes terminan ocupando los puestos jerárquicos más elevados. A estos gráficos se les asocia como explicación un fenómenos de desgranamiento: de la misma forma que en una cañería con grietas, el caudal de salida es menor al de entrada, el sistema de CyT tiene pérdida de mujeres investigadoras y retraso en su formación debido a que en sus trayectos formativos tienen que afrontar muchas más dificultades y trabas solo por el hecho de ser mujeres.

Esta falta de diversidades en el sistema de CyT trae aparejado el grave peligro metodológico de caer en sesgos de género, que pueden conducir a conclusiones erróneas y, peor aún, a acciones concretas que se llevan a cabo a partir de estos resultados equivocados. Este tema se encuentra abordado con profundidad en el libro Invisible Women: Exposing Data Bias in a World Designed for Men de Caroline Criado Perez; algunos de los casos concretos analizados en el libro pueden encontrarse en un artículo de la revista S Moda de Marta Caro: “Algoritmos machistas: los datos (escondidos) que no quieren a las mujeres”.

El feminismo en este momento está poniendo en cuestión todas las estructuras y órdenes sociales. Una plataforma de CyT que busque ser un soporte en las discusiones para una sociedad más justa e igualitaria debe interpelarse a sí misma. Debe poner en discusión las jerarquías y metodologías para poder potenciar sus capacidades y, al mismo tiempo, no ser reproductora o generadora de desigualdades.

[blockquote author=»» pull=»normal»]La política de CyT plantea un desafío transversal y ubicuo, tanto en sus premisas como en sus consecuencias.[/blockquote]

UN PROYECTO A LARGO PLAZO

De todo lo anterior, podemos desprender varias conclusiones. Es prioritario incorporar a la agenda de debate público la cuestión del desarrollo científico y tecnológico del país, pensándolo como parte necesaria de cualquier proyecto de Nación. Hay que asumir la complejidad de ese debate y encararlo desde múltiples perspectivas: tanto del propio ámbito CyT como desde el Estado, el sector productivo, los movimientos sociales, en definitiva, la sociedad en su conjunto. La política de CyT plantea un desafío transversal y ubicuo, tanto en sus premisas como en sus consecuencias.

Por otro lado, nos parece importante remarcar la componente temporal de las políticas de CyT: lleva, al menos, 12 años formar un investigador/a capaz de llevar adelante un trabajo científico independiente. Consecuentemente, se hace evidente la necesidad de que las políticas para el sector sean de largo plazo, evitando el desperdicio de recursos. Invertir 12 años en la formación de un/a científico/a para que, no pudiendo insertarse laboralmente, emigre hacia los países centrales, es un ejemplo de ello. Y esta dimensión no atañe solamente a las personas: en general, la misma dinámica de investigación y generación de conocimiento científico hace que los proyectos de investigación sean empresas que llevan años hasta que se obtienen resultados satisfactorios, cualquier discontinuidad o interrupción es un atentado contra su éxito.

Hemos querido aquí presentar algunas reflexiones a partir de las cuáles, consideramos, se puede abordar y desarrollar, de manera colectiva e integral, la construcción de la plataforma de CyT que vislumbramos como horizonte. Fundamentalmente, entonces, esperamos haber puesto en evidencia que los tiempos que se aproximan nos van a encontrar como sociedad ante una dicotomía ineludible: o incorporamos de forma profunda el debate sobre el desarrollo CyT y nos hacemos carne de él, o nos relegamos al papel de Nación dependiente y atrasada. La disyuntiva es esa y no hay tiempo que perder.

Oesterheld: cumple cien años el Borges del cómic mundial

Oesterheld: cumple cien años el Borges del cómic mundial

Héctor Germán Oesterheld, autor de “El Eternauta”, entre otras obras maestras, es reconocido desde hace poco tiempo como uno de los más grandes narradores argentinos. El reconocimiento a Oesterheld salta todas las diferencias imaginables. Aquí se propone recuperarlo para valorarlo como lo que es: el Borges del cómic mundial.

Esta semana Héctor Germán Oesterheld hubiera cumplido cien años. Para las generaciones más recientes es casi un desconocido, aunque su personaje principal es bastante más masivo que su creador: El Eternauta, su creación más destacada, fue revitalizado por la utilización algo espuria que se hizo de él en los años recientes.

Aunque es creciente el reconocimiento de que se trata del Jorge Luis Borges de la historieta mundial –o quizás un poco más prudentemente, el José Hernández de la historieta argentina– algunas fatalidades que lo tienen como punto de convergencia conspiran aún contra el reconocimiento de ese carácter. Por caso, su obra sigue dispersa, aunque cada vez más especialistas marcan su extraordinaria singularidad, al punto de inscribirla entre las piezas más valiosas de la literatura argentina (y en particular, a El Eternauta, como una obra cumbre de la ciencia ficción mundial).

“Es un hecho: Oesterheld es hoy menos un autor de historietas que un personaje de una histori(et)a guionada por la Muerte. Pero nos siguen gustando más los guiones que escribía él”. Eso decía Juan Sasturain hace ya casi un cuarto de siglo, en el formidable Libro de Fierro dedicado a Oesterheld (editado por La Urraca en septiembre de 1985). Además aseguraba allí que el gran HGO inventó la profesión de guionista «como Gardel la de cantor de tangos y Carrizo la de ‘arquero jugador’, y fue guionista de historietas como nadie lo había sido ni lo sería después».

Sasturain también advertía que “la acumulación de capas generacionales de lectores y los avatares de una espantosa historia reciente, mezclaron su nombre y su destino personal a la lista del horror organizado”, restando en alguna medida los valores de lo que escribió, como un texto al pie, inseparable. Se refería a la tragedia que azotó a la familia del gran guionista: él, sus cuatro hijas, tres yernos y dos nietos fueron víctimas de la dictadura. HGO militó en sus últimos años de vida en la organización armada Montoneros, como sus hijas y yernos. Oesterheld desapareció el 27 de abril de 1977, al parecer por concurrir a una cita “cantada” en lugar de otra persona con un cargo mayor en la organización.

[blockquote author=»» pull=»normal»]Aunque es creciente el reconocimiento de que se trata del Jorge Luis Borges de la historieta mundial –o quizás un poco más prudentemente, el José Hernández de la historieta argentina– algunas fatalidades que lo tienen como punto de convergencia conspiran aún contra el reconocimiento de ese carácter.[/blockquote]

ENTRE EL MARGEN Y EL CANON

Comencé a leer historietas escritas por Oesterheld cuando el gran aventurador ya había desaparecido en alguno de los centros clandestinos de detención de la dictadura. En 1976 Ediciones Record publicó una Historia de la Historieta Argentina dirigida por Carlos Trillo y Guillermo Saccomano, en donde se enfatizaba el lugar de HGO en la historieta, no ya argentina, sino del mundo. Allí se afirmaba (creo que por primera vez) que este geólogo argentino que a los 31 años –y sin haber sido antes lector de historietas– se acercó a un oficio nuevo, cambió la historia de la historieta mundial.

No era una afirmación desmedida ni patriotera. Tiempo después, Benjamin Fraser, de la Universidad de Arizona, asegura que El Eternauta se inscribe en las obras consideradas como esenciales en la literatura de ciencia ficción junto con las fundacionales de H.G. Wells y con los cuentos de Borges y Bioy Casares: “Esta obra magistral de HGO marca un hito en la historia de la ciencia ficción en Argentina y por extensión toda América Latina”, afirma.

Sobre todo a partir de su asociación con Alberto Breccia en Mort Cinder –que inauguró un ritmo de narración y un planteo gráfico absolutamente nuevos– la historieta del mundo dejó de ser lo que era antes de HGO. En Europa –donde Mort Cinder no demoró en llegar– nadie podía entender que desde aquellas pampas lejanas hubiera gente como Oesterheld y Breccia creando esas historietas. El gran Hugo Pratt, que de joven había andado dibujando por estas tierras, bastante antes de trasformarse en referencia universal con su Corto Maltés, jugó a favor de la difusión de esos creadores en el Viejo Continente. En Buenos Aires, en los años 50, Pratt había dibujado unas cuantas historias de Oesterheld (algunas de las mejores: Sargento Kirk, Ticonderoga y Ernie Pike entre otras). Pratt, que murió en 1995, no tenia dudas: “Héctor Oesterheld ha sido el más grande guionista que yo he encontrado. Era el maestro del relato, capaz de contar una historia en tres páginas”.

HGO comenzó su carrera literaria escribiendo historias para chicos, y sus primeros (y bellísimos) relatos se publicaron en 1943. Como dice Liliana Feierstein, Oesterheld, pese a su apodo de «El Viejo» tal vez “nunca abandonó del todo el territorio de la infancia, no sólo en sus colecciones de piedritas, cosas extrañas y ‘reflejos’ sino en sus múltiples aventuras de historietas”.

Sasturain también llamó a Oesterheld “el domicilio de la aventura”. HGO, nacido en 1919, fundó en los años 50 las míticas revistas Hora Cero y Frontera, y guionó la mayoría de las historietas que allí se publicaban. Dejó su actividad profesional –la geología– para volcarse a un rubro en el que creó un nuevo concepto que no sólo sería de vanguardia en la Argentina, sino que revolucionaría el concepto del género a nivel mundial. Un ejercicio interesante para captar la dimensión del reconocimiento creciente de Oesterheld en ámbitos especializados consiste en buscar su nombre y apellido completo en Google Académico: los estudios sobre su obra son cada vez más numerosos y detallados, así como internacionales.

Como dice Sebastián Gago, hay una estrecha relación entre el proceso de consagración y canonización de Oesterheld y de parte de su obra, y una significativa presencia de sentidos vinculados a la contemporaneidad política y social, manifestada en la recepción del Eternauta, su título más reconocido. Es otra particularidad de HGO: su permanente deslizamiento entre el margen y el cánon, entre el mainstream (ya sea por el éxito comercial en su momento, como por el reconocimiento posterior) y los bordes (tanto por la insólita decisión de trocar la geología por la aventura, como años después por su paso a la clandestinidad montonera y la increíble persistencia de seguir realizando guiones en esa condición).

LA NEVADA

Para quienes no conocen la historia, El Eternauta es la narración de una invasión extraterrestre que toma como cabecera de la conquista a la ciudad de Buenos Aires. El ataque se inicia con una nevada mortal, que mata todo lo que toca. Luego, progresivamente se irá conociendo a los invasores, que esclavizan a otras especies (incluidos los seres humanos) para usarlos como robots-soldados. Las escenas transcurren, insólita, fundacionalmente, en escenarios cotidianos para la sociedad argentina: la 9 de Julio, la cancha de River, las calles porteñas o suburbanas.

La historia está contada en primera persona por un personaje que es el propio Oesterheld, dibujado libremente por Francisco Solano López –unos años después el gran Alberto Breccia lo hará casi fotográficamente en su versión para la revista Gente, que fue la que triunfó en Europa–. “El Eternauta” es el apodo que se ganó Juan Salvo, un vecino porteño que terminó vagando por una suerte de eternidad espacio-temporal tras huir de los invasores cuando derrotaron al desordenado y pequeño ejército de sobrevivientes que Salvo comandaba. Aunque Salvo es la voz principal, se trata de un relato coral con personajes entrañables y reconocibles: rostros típicamente argentinos, modismos y costumbres de la cotidianeidad, de pronto están en las escenas centrales de una aventura fabulosa. Alli se suceden la familia de Salvo (Elena y su hija Martita), los amigos Favalli, Polski, Lucas, los personajes del barrio, y hasta un periodista-historiador, que se esfuerza por registrar todo lo que ocurre incluso durante el fragor del combate. Pero también hay espacio para parte de quienes integran el elenco invasor: el Mano enemigo, que ante la certeza de la muerte, se “humaniza” ante sus inesperados vencedores. Una obra maestra, que se despliega asombrosamente y atrapa a quien a ella se asome.

Sobre ese “coro” de personajes, sobre esa galería, Oesterheld, años después, reflexionó así: “Quizás por esta falta de héroe central, El Eternauta es una de mis historias que recuerdo con más placer. El héroe verdadero de El Eternauta es un héroe colectivo, un grupo humano. Refleja así, aunque sin intención previa, mi sentir íntimo: el único héroe válido es el héroe ‘en grupo’, nunca el héroe individual, el héroe solo”.

El Eternauta no es una pieza acabada: fue reescrita varias veces, fue cambiando al ritmo de las transformaciones de su autor, y luego fue modificándose con su memoria, con nuevas versiones y continuaciones, en manos de otros guionistas. Se puede hablar de tres fases de desarrollo del Eternauta en vida de Oesterheld: la primera, su edición por entregas en la revista Hora Cero Semanal, de septiembre de 1957 a noviembre de 1959. Poco después, en 1962, Oesterheld la retoma por poco tiempo en su nueva revista ahora llamada El Eternauta: Juan Salvo prosigue sus aventuras y la resistencia frente a los extraterrestres.

En 1969 arranca la segunda fase: una nueva versión de la primera parte se publica en la revista Gente con ilustraciones del gran Alberto Breccia, y modificaciones en en el guión que muestran la evolución del compromiso de su guionista: ahora los países del Norte acuerdan con los invasores, y “entregan” a los países del Sur. “Como siempre hicieron”, dice el nuevo guión. Después de 17 entregas, la dirección de la revista suspende la publicación, y Oesterheld-Breccia deben concluirla abruptamente.

[blockquote author=»» pull=»normal»]Sobre ese “coro” de personajes, sobre esa galería, Oesterheld, años después, reflexionó así: “Quizás por esta falta de héroe central, El Eternauta es una de mis historias que recuerdo con más placer. El héroe verdadero de El Eternauta es un héroe colectivo, un grupo humano”.[/blockquote]

Hay una tercera fase a partir de 1976: la continuación de la historia, la segunda parte de El Eternauta, de la mano nuevamente de Solano López, quien debió concluirla tras el secuestro del guionista. En ella se leen con claridad señales inequívocas de su experiencia montonera. Quizás la más tremenda y dolorosa, la pérdida de su primera hija: en una de las últimas páginas, el personaje de HGO recuerda a María, integrante de la resistencia que se sacrifica ante el invasor: “María… mi María…. No más llanto en los ojos. Ahora es el llanto por dentro. Y así será mientras viva”, dice. Y agrega: “No me quejo. Fue ella quien decidió luchar hasta vencer. Lo consiguió.” María era el nombre de guerra de la primera de sus hijas asesinada en la dictadura. Al igual que el propio Oesterheld, fueron parte de la cifra de pérdidas humanas aceptables dentro del cálculo delirante de Mario Firmenich y la impresentable conducción montonera.

Casi como ocurre en la vida del autor al ser escrutada desde la actualidad, cada fase incluye a la otra y, simultáneamente, la resignifica. Hay todavía una cuarta fase del Eternauta, con otros guionistas, que procuran recuperar la historia original y exploran otros caminos. Pero esa ya es otra historia.

SOLO UNA PARTE

El Eternauta es solo una parte de la impresionante obra de Oesterheld, que aun merece estudios de todo tipo a nivel académico. Hay investigaciones especializadas en ciencias sociales que, por ejemplo, rastrean la relación del discurso de Oesterheld en sus guiones con el discurso de Montoneros. Desde ya, en El Eternauta, pero también en obras como América Latina, 450 años de guerra, La guerra de los Antartes y Camote, las tres guionadas para publicaciones relacionadas cercanamente, o pertenecientes a Montoneros.

Su obra es monumental, extensísima. Y todavía no existe una edición de las obras completas de Oesterheld, aunque algunos esfuerzos editoriales aislados han recuperado cuentos y otras joyas casi desconocidas de su autoría. Sería imposible enumerar aquí todas sus creaciones, pero imperdonable no citar algunos de sus hallazgos: Bull Rocket, donde Oesterheld desplegaba todos sus conocimientos científicos (de hecho se la presentaba como “la historieta científica”); Sargento Kirk, un Martín Fierro yanqui (en la época en que no se podía soñar con ambientar una historia en Argentina); Rolo, el marciano adoptivo: la primera historieta de ciencia ficción que tenía lugar en Buenos Aires; Sherlock Time, con un episodio que anticipa de manera transparente a Alien, el octavo pasajero; Watami, la primera historia de la conquista vista «desde adentro» por las comunidades aborígenes, también ambientada en América del Norte; las historias de Ernie Pike, corresponsal de guerra, que raramente «terminaban bien», donde Oesterheld se animaba a saltar sobre las trincheras absurdas que establecen los poderosos: no siempre los yanquis eran tan buenos, no todos los alemanes o japoneses eran tan malos; o Patria Vieja, dibujada por dos próceres: Carlos Roume y Juan Arancio, donde HGO se metía de lleno en la historia argentina y enseñaba más que la escuela; y en fin, El Eternauta, la obra cumbre de la historieta mundial, en la que el gran aventurador desterraba definitivamente el héroe solitario, el individuo heroico, para entronizar el héroe en grupo con una capacidad narrativa de una potencia desconocida hasta entonces.

LA OTRA HISTORI(ET)A

Trillo y Saccomano, en aquella Historia de la Historieta… que mencioné, dejaban entrever que algo había pasado con HGO, pero no decían qué. No se podía. Hasta 1982 (y gracias a la mítica revista Fierro) no supe que el gran aventurador era una de las víctimas del Proceso. Y a partir de ahí, comenzamos a conocer la otra parte de la histori(et)a: la que no habíamos leído en ningún lado, la que nadie había podido dibujar. Oesterheld, al que le encontrábamos –recién entonces, después de aquel “descubrimiento”– un cúmulo de simbologías políticas referenciales (la «nevada mortal» de El Eternauta, en plena Revolución «Libertadora») había pagado con su vida el compromiso de su obra y de su persona, más allá de la opción elegida, que sorprendió brutalmente a su propia esposa (Elsa Sánchez de Oesterheld, en una recordada entrevista con la revista Humo(r) lo decía amargamente: no entendía cómo había sucedido que su marido “un demócrata, un pacifista”, había tomado ese camino).

En total, diez integrantes de la familia Oesterheld fueron arrasados por la nevada mortal, la de verdad, esa que algunos estudiosos quieren ver como el cumplimiento de una predicción sociopolítica realizada por HGO casi dos décadas antes en su creación más reconocida. La única sobreviviente del grupo familiar fue la esposa de Héctor. Elsa jamás pudo recuperarse del todo de semejante tragedia, pero alcanzó a valorar el reconocimiento hacia su marido en diferentes ámbitos, que trascendieron con mucho al especializado mundo del cómic. Elsa murió el 22 de junio de 2015 a los 90 años.

Socialista y un poco antiperonista en los años 50 (aunque sin militancia activa), Oesterheld se radicalizó en los años 60, como buena parte de las clases medias argentinas en aquellos tiempos de dictaduras y proscripciones. Eligió el peronismo revolucionario acompañando en esa opción a sus cuatro hijas. Entre 1973 y 1975 fue parte de la estructura comunicacional de Montoneros, y escribió guiones de historietas para la revista El Descamisado, para el diario Noticias y luego para Evita Montonera. Acompañó el paso a la clandestinidad de Montoneros, pero siguió escribiendo guiones para las editoriales comerciales Columba y Record.

Como dice Roberto Von Sprecher, hoy puede causar asombro que Oesterheld se sumara a la guerrilla con más de cincuenta años, mucho mayor que el promedio  de los militantes; pero en aquel contexto era una decisión comprensible, que otros de su edad también tomaron. “Podemos interrogarnos sobre por qué continuó con esa lucha cuando ya no era posible el triunfo militar y por qué siguió en 1976/7 el absurdo diagnóstico de la dirección de Montoneros que suponía a la dictadura en retroceso y a la organización armada en avance. Pero no fue el suyo un caso excepcional, ni la suya una decisión puramente individual: miles tomaron decisiones similares: la opción ‘liberación o muerte’ no era meramente una consigna para ellos”.

[blockquote author=»» pull=»normal»]En total, diez integrantes de la familia Oesterheld fueron arrasados por la nevada mortal, la de verdad, esa que algunos estudiosos quieren ver como el cumplimiento de una predicción sociopolítica realizada por HGO casi dos décadas antes en su creación más reconocida.[/blockquote]

EL GRAN AVENTURADOR

La cuidadosa advertencia de Sasturain merece ser recuperada. Porque propone, sin soslayar la tremenda tragedia en la que se sumió la vida de esa familia, calibrar la dimensión de Oesterheld como “el mayor escritor de aventuras que ha dado esta tierra de muchos escritores, montones de aventureros y pocos escritores de aventuras”.

Pensada originalmente como novela, El Eternauta “establece el momento preciso en que la ciencia ficción argentina abandona los tópicos y los modos de representación propios de la ciencia ficción anglosajona y consolida los suyos”, afirma Alfredo Rubione, para quien “nuestra ciencia ficción surge a través de la historieta”. Pablo Capanna reconoce que (de no haber sido en formato de historieta) la creación de HGO “pudo haber sido la primera novela de ciencia ficción argentina”.

Los aficionados a la historia del cómic o a la ciencia ficción, o a las narraciones de aventura, y como tales, fanáticos de Oesterheld, podrán perdonarle al kirchnerismo un montón de pecados cometidos en la función pública. No obstante, que hayan usado al Eternauta y a Oesterheld y, sobre todo, que le hayan cambiado el rostro de Juan Salvo por el de su líder partidario… eso, ¡jamás se lo vamos a perdonar!

Pero ironías aparte, y dejando de lado la trivialización de su personaje, varias generaciones de argentinos sienten un profundo agradecimiento hacia Oesteheld: son quienes alguna vez volaron con Bull Rocket, se emocionaron con Watami y Ticonderoga, se estremecieron con Mort Cinder y el Eternauta, cabalgaron con el Sargento Kirk y aprendieron filosofía, historia, ética y algo de ciencia con todas y cada una de las historias del gran maestro de la historieta mundial, cabeza de una familia completa que fue víctima del terror de Estado en los 70, y ocasional símbolo militante en la década reciente, en la que la versión gobernante del peronismo reemplazó el rostro del Eternauta por el de Néstor Kirchner.

Todo eso es Oesterheld hoy, a cien años de su nacimiento.

La ciencia al rescate de la Selva Misionera

La ciencia al rescate de la Selva Misionera

Mediante la utilización de herramientas biotecnológicas, un proyecto científico busca restaurar el bosque originario sin perjudicar al sector productivo de la madera.

La Selva Misionera es una de las áreas boscosas con mayor riesgo de extinción en el planeta, es decir que varios de los organismos, tanto vegetales como animales, pueden desaparecer en un corto plazo. Tal es el riesgo de esta área que resulta fundamental empezar a tomar medidas o generar estrategias que colaboren con su cuidado y conservación.

Con el propósito de revertir la degradación descontrolada de la selva y disminuir el impacto medioambiental de la creciente explotación agrícola y forestal, investigadores de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM), junto a personal del INTA, trabajan para recuperar los bosques originarios de la provincia de Misiones.

La iniciativa desarrollada en parte por investigadores pertenecientes a la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la Universidad Nacional de La Plata, se propone lograr plantaciones con estructuras más complejas, que puedan ser utilizadas en las áreas ya desmontadas y que resulten de utilidad para mejorar la conectividad con el bosque nativo.

Las estructuras más complejas implican cambiar las plantaciones de una sola especie y edad por plantaciones con más de una especie y edad, de manera de lograr mayor disponibilidad de refugios para animales y plantas, mayor biodiversidad, y mejorar la posibilidad de movimiento de la fauna y la estética del paisaje.

Misiones contaba con la mayor parte de su superficie cubierta por una formación boscosa que se extendía desde Brasil. Debido al cambio del uso de la tierra para implantar cultivos agrícolas, forestales y también por la creciente urbanización, en la actualidad la superficie con bosque nativo se encuentra fragmentada.

Corina Graciano, directora del proyecto, explicó que el equipo plantó árboles nativos de alto valor maderero para no perjudicar la economía local. Y agregó: “Luego realizamos el seguimiento en el crecimiento, identificamos la causa de mortalidad y analizamos los sitios ideales para forestar”.

[blockquote author=»» pull=»normal»]La mayor parte de la superficie misionera estaba cubierta por una formación boscosa que llegaba a Brasil, pero los cambios en el uso de la tierra y la creciente urbanización tuvieron un impacto importante.[/blockquote]

En este sentido detalló que “estamos evaluando cinco especies nativas interplantadas entre las araucarias, que también es una especie nativa de Misiones, de manera de establecer rodales mixtos. Es decir, plantaciones en las que se mezcla araucaria –pino Paraná– con otras especies nativas de valor maderero, como guatambú, cancharana y peteribí. Estas plantaciones producirían madera de dos o más especies, además de otorgar ventajas ecológicas.

Por otro lado, se están realizando plantaciones de especies nativas de valor maderero en sectores de bosque nativo degradado, es decir, en sectores donde los árboles que quedaron en pie no son maderables. En este sentido Graciano explicó que “la idea es enriquecer el bosque con especies de valor maderero, y de esta manera ofrecer una actividad rentable al pequeño productor, para que pueda conservar el bosque como tal”.

Según el Plan de ordenamiento Territorial de Bosques Nativos, en la actualidad, Misiones cuenta con 1.638.147 hectáreas de bosque nativo distribuidas en tres categorías de conservación: rojo, amarillo y verde, Las tierras clasificadas como categoría roja deben mantenerse para conservación y no se pueden extraer productos del bosque. La superficie asignada a la clasificación amarilla puede utilizarse para obtener productos del bosque, pero es importante que éste siga existiendo como tal.

Las tierras clasificadas con color verde, pueden ser desmontadas para otros usos.  Para que un bosque clasificado como verde o amarillo sea sustentable en lo económico, es recomendable que se puedan extraer productos de valor económico.

El proyecto se implementa en un principio en el Campo Anexo Manuel Belgrano ubicado en la localidad misionera de San Antonio, perteneciente al INTA Estación Experimental Agropecuaria Montecarlo, y lo llevan a cabo investigadores del Instituto de Fisiología Vegetal (INFIVE) dependiente de la UNLP- CONICET, de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad Nacional de Misiones y del INTA de Montecarlo.

ARBOLES DE LABORATORIO

A esta propuesta para reforestar la selva se le suman las recientes investigaciones del Laboratorio de Fisiología Vegetal, de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional del Nordeste, donde se ha logrado generar protocolos de propagación de especies arbóreas nativas de la selva misionera empleando la tecnología del cultivo de tejidos.

Esta técnica utilizada en múltiples laboratorios del mundo tiene la particularidad de que a partir de una pequeña porción de tejido u órgano (raíz, tallo, hoja) de una planta se pueden obtener muchas otras plantas, en un corto período, en pequeños espacios y libre de patógenos (hongos o bacterias).

Utilizando esta tecnología es que se desarrollaron protocolos de propagación que pueden ser empleados en la conservación de especies de árboles de la selva misionera, tales como el cedro, el lapacho, el guatambú y loro negro.

[blockquote author=»» pull=»normal»]Para revertir muchas de las prácticas de extracción que ocurren en la Selva Misionera primero hay que educar y generar un cambio cultural en la comunidad. [/blockquote]

Con esta técnica de laboratorio se han se lograron excelentes resultados en cuanto a calidad y cantidad de plantas, a tal punto que estos protocolos podrían ser la base de programas de conservación y restauración de la selva como el antes mencionado. Si bien estos estudios tuvieron una óptima respuesta, son solo el comienzo de una larga lucha en la conservación.

Para revertir muchas de las prácticas de extracción que ocurren en la Selva Misionera primero hay que educar y generar un cambio cultural en la comunidad. Para luego incorporar nuevas estrategias de manejo y uso de los productos que se obtienen del bosque, y esto no es algo que se logra en pocos años.

 

En base a Portal Universidad Nacional de La Plata / Página 12 / unne medios

AMIA: la memoria que no puede descansar

AMIA: la memoria que no puede descansar

Se cumplen 25 años del atentado a la mutual judía AMIA, la herida sigue abierta y el grito unívoco por justicia resuena entre familiares y sobrevivientes de uno de las tragedias más terribles que sufrió la Argentina. Los recuerdos están intactos y la sensación de que la Justicia no dio respuesta está presente en familiares y sobrevivientes.

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MEMORIA DEL PRESENTE

“Después de largos años lo que se siente es desazón. Hoy la impunidad le está ganando a la justicia y a la razón y creemos que, desde hace muchos años, no se está poniendo toda la voluntad política para que la Justicia tenga pruebas y quiénes son los responsables del atentado. Por otro lado, nunca se estudió la conexión local, lo cual nos desilusiona porque no se está investigando. A nivel personal, el hecho de ser sobreviviente del atentado (que nadie debería pasar) me genera una responsabilidad extra que es la de luchar por justicia. Pensemos que ya hay generaciones que ya han nacido después del 18 de julio y unas de las misiones que tenemos muchos familiares y víctimas es ejercitar la memoria. Contar lo que pasó y no olvidar que hubo dos atentados -el de la Embajada de Israel y el de AMIA- para que hechos de esta envergadura no vuelvan a ocurrir nunca más”, sostiene Hugo Fryszberg, sobreviviente.

“Para nosotros el 18 de julio son todos los días del año. Cada vez que se da un nuevo aniversario en la comunidad general se potencia el recuerdo y el reclamo, pero para nosotros los familiares de personas que fallecieron en el atentado son todos los días de nuestras vidas” afirma Luis Chichewsky, familiar de una de las víctimas del atentado.

LOS AVANCES DE LA CAUSA EN LOS ÚLTIMOS AÑOS

Frente a la consulta sobre los avances de la causa durante el último gobierno kirchnerista y las gestiones del actual, Chichewsky lamentó: “ La causa no tiene avances significativos, no pasa con quien ejerce el gobierno. Lo que ocurrió en todo momento fue la politización de la causa, que fue, por ende, lo que hizo que la causa esté en este momento en cero de nuevo”. Chichewsky centra sus críticas fundamentalmente sobre el Poder Judicial, aunque resalta que en 23 años los avances fueron pequeños, tal como «la aparición del fallecido número 85, los nuevos ADNs”.

[blockquote author=»» pull=»normal»]“Para nosotros el 18 de julio son todos los días del año. Cada vez que se da un nuevo aniversario en la comunidad general se potencia el recuerdo y el reclamo, pero para nosotros los familiares de personas que fallecieron en el atentado son todos los días de nuestras vidas” afirma Luis Chichewsky.[/blockquote]

“Tanto en los años del kirchnerismo como con el gobierno de Macri no están haciendo mucho por que la causa avance. La Justicia es la que tiene que hacer y no debería tener injerencia el poder político, pero en los últimos tiempos el poder político lo único que hizo fue encubrir a sus ‘amigos’. Como por ejemplo el por entonces Jefe de Gobierno Mauricio Macri designó como Jefe de la Policía Metropolitana al “Fino Palacios”, a pesar de nuestras advertencias solo recibimos maltratos y difamaciones y nos tildaron de opositores políticos. Al final teníamos razón. La política entorpeció la causa, lo mejor que pueden hacer es dar los recursos para que las fiscalías tengan acceso a los archivos secretos y poder catalogarlos y ver las diversas conexiones locales” afirma Hugo Fryszberg, en su calidad de sobreviviente y, desde entonces, incansable luchador contra la impunidad.

EL RECUERDO DE ESE DÍA

(FILE) A man walks over the rubble left after a bomb exploded at the Argentinian Israeli Mutual Association (AMIA in Spanish) in Buenos Aires, 18 July 1994. Argentinian prosecutors formally charged Iran and the Shiite militia Hezbollah 25 October 2006 in the 1994 bombing of the Argentine Jewish Mutual Associationa in Argentina, which killed 85 people and injured 300. Prosecutors called for the arrest of top Iranian authorities at the time, including then-president Akbar Hashemi Rafsanjani. Next July 18 marks the 20th anniversary of the attack. AFP PHOTO/ALI BURAFI

Chichewsky recuerda ese día como si fuera ayer y no puede evitar emocionarse, todos los días revive detalle a detalle del momento en que su vida cambió para siempre, como un designio caprichoso y trágico del destino.

De esa manera detalla: “Los que estaban en el edificio de AMIA eran mi señora y mi hija Paola de 23 años. Era el primer día de vacaciones de ella. Paola era estudiante de Derecho en la Universidad dada la cantidad de trabajo que teníamos ese día en AMIA, le pedimos que vaya a dar una mano”. El tono de voz de Luis cambia cuando empieza a describir a su hija: “Era nuestra hija del medio, era chiquita y tenía una fuerza y energía tremenda, era como una locomotora, lo que se proponía lo conseguía. A veces la gente naturaliza el número 85 al hablar de los muertos del atentado, pero se olvida que detrás de eso había personas con proyecciones, con sueños que ese día se esfumaron”.

Hugo Fryszberg relata el día del atentado con minuciosos detalles, los olores, las sensaciones y el terror.

[blockquote author=»» pull=»normal»]“Un sobreviviente de AMIA es una persona que estaba en el momento justo en el lugar de la tragedia. Después de lo que vivió, lleva cicatrices imperceptibles y que nunca van a cerrarse” expresa Hugo Fryszberg.[/blockquote]

“Yo era subjefe de personal de AMIA, ese día era lunes, entré a las 8 de la mañana a mi trabajo, tenia mi despacho en el segundo piso. A las 9:53 de la mañana escuché un estruendo y pensé que había ocurrido una explosión en el aire acondicionado. A los dos segundos se escuchó un estruendo mucho más fuerte. Hubo ruidos de mamposterías, vidrios, el techo se agrietó todo” rememora sin titubear Fryszberg.

El oficinista, por instinto, se agarró de la cabeza, se tiró abajo del escritorio, tras los estruendos solo vino una paz, un silencio y un denso humo negro. Fryszberg recuerda los olores: en ese momento el humo se llenó de una pestilencia ácida, los peritos posteriormente indicarían que era el amoníaco de los componentes de la bomba que estalló lo que lo provocaron.

“Había muchos gritos, desesperación. Vi un boquete gigante, faltaban 50 o 60 metros. El edificio ya no estaba, bajé por una escalera y salí por un patio en el contrafrente del edificio por una medianera. El panorama era dantesco. Los edificios no tenían frente, estaban pelados. Ahí me di cuenta de lo que había pasado, estaba vivo. Salí por Uriburu, deambulé por Pasteur, había muertos tirados en el piso. Era un caos total. Por cuestiones laborales. regresé al lugar, a buscar documentos. Cuando bajaba por una escalera entré a mi oficina y antes de agarrar lo que me pedían vi el portarretrato de mis dos hijos de 6 y 3 años, fue mi retorno a la vida, lo abracé, lo besé y logré mi cometido”.fryszberg-hugo

Fryszberg recuerda que en ese momento sentía un frío sepulcral y después de hacer reconocimientos por orden de sus jefes en el Hospital de Clínicas, se retiró y tomándose el subte, se retiró a su domicilio. “Al otro día tuve que volver a trabajar al lugar porque todos los empleados del sector estaban muertos” sentencia con crudeza.

“Un sobreviviente de AMIA, o de cualquier atentado, es una persona que estaba en el momento justo en el lugar de la tragedia. Después de lo que vivió, lleva cicatrices imperceptibles y que nunca van a cerrarse”. Las cicatrices de Hugo son las mismas que las de Luis. Las mismas que las de cientos de familiares y víctimas. Cicatrices que aún duelen. Y duelen más por los 25 años que dura la impunidad. Frente a ello, la memoria no puede descansar.