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El recambio generacional socialista llega con pañuelos verdes

El recambio generacional socialista llega con pañuelos verdes

Las jóvenes socialistas y reformistas se reunieron para debatir los desafíos políticos desde una perspectiva de género. Se plantearon discusiones tanto con respecto a la línea política a seguir como con respecto al funcionamiento de las propias organizaciones. 

Los días 13 y 14 de julio el Centro de Estudios Municipales y Provinciales (CEMUPRO) ubicado en Capital Federal se llevó a cabo el encuentro «Hacia una Juventud libre de violencias». Los pañuelos verdes y las consignas feministas primaron en el encuentro donde no se esquivó la discusión en el actual contexto político, económico y social. Pero el fin del encuentro no fue solo discutir, sino también promover la creación de un protocolo de actuación ante situaciones de violencia de género.

El evento fue co-organizado por la Fundación Friedrich Ebert Stiftung y contó con las presencias destacadas de la activista Florencia Freijo (Politóloga) y Sabrina Cartabia (Abogada) para debatir en torno a los tipos de violencia de género y la justicia patriarcal.

[blockquote author=»» pull=»normal»]Agustina Rodríguez Biasone asegura que en cuanto a la agenda feminista: “El Partido Socialista tiene un rol fundamental que puede sustentar con todo su trabajo en sus gestiones y en sus actividades legislativas».[/blockquote]

Agustina Rodríguez Biasone, vicepresidenta de la IUSY destacó que existen diversas cuestiones claves en torno a este encuentro: “Se trata también de entender que existe un recambio generacional, y consiste en entender la importancia de seguir poniendo en agenda los perfiles jóvenes de mujeres que tienen en la juventud, que están tomando responsabilidades y es necesario apoyarlo. Sobre todo para las compañeras que vienen de lugares no tan urbanos que requieren este apoyo y darles muchas herramientas” expresó. Y además agregó: “La juventud tiene muy claro y sabe que, la agenda feminista es un tema que trasciende propuestas electorales y que tiene que ser tomado por las organizaciones, y concretarlo, sobre todo aquellos que decidimos participar en política para cambiar la realidad. Para realmente discutir estos temas necesarios para modificar los entramados de las desigualdades en este país, sobre todo para con las mujeres”.

Rodríguez Biasone asegura que en cuanto a la agenda feminista: “El Partido Socialista tiene un rol fundamental que puede sustentar con todo su trabajo en sus gestiones y en sus actividades legislativas, que eso lo encarnen mujeres jóvenes que están dispuestas a dar pelea en los próximos años me parece invaluable, celebro estos encuentros, le seguimos poniendo el pecho y los ovarios para que sigan. Que también sean los aires de renovación que necesita el partido”.

Del evento participaron mujeres que representaron las Juventudes Socialistas de todo el país y al Movimiento Nacional Reformista. Las participantes presentaron sus diversas inquietudes, intercambiaron ideas y  posiciones sobre los temas elegidos. También se llevó adelante un plenario para organizar la participación del Partido Socialista en el 34º Encuentro Nacional de Mujeres, que se llevará a cabo en el mes de octubre en la ciudad de La Plata.

A su vez, las jóvenes reunidas en la Capital, en el entendimiento de que la crisis económica golpea más a las mujeres y a las jóvenes, debatieron y elaboraron propuestas con perspectiva de género para que sean incorporadas en la agenda de los y las candidatas de Consenso Federal. Se destacan propuestas vinculadas a las jubilaciones de amas de casa, el cupo laboral trans, las licencias, el sistema de cuidados, las mediciones del uso del tiempo, entre otras.

[blockquote author=»» pull=»normal»]“Fue darnos la oportunidad de debatir nuestra construcción feminista socialista y repensar las prácticas políticas que se dan dentro de nuestro partido en clave feminista» señaló Bernardita Rimoldi.[/blockquote]

Bernardita Rimoldi, militante de la Juventud Socialista en la provincia de Buenos Aires relató su apreciación del encuentro: “Fue darnos la oportunidad de debatir nuestra construcción feminista socialista y repensar las prácticas políticas que se dan dentro de nuestro partido en clave feminista. Un primer encuentro que pone en cuestión la realidad que aún hoy existe en nuestro partido y tiene que ver con que los lugares más altos de poder aún son ocupados por los compañeros varones. Desde ese tipo de cuestionamiento hasta poder visibilizar los micromachismos y  como combatirlos». Y luego especificó: «Una de las propuestas que surgieron y que más me llaman la atención para destacar fue generar talleres de sensibilización. Esto tiene que ver con intentar visibilizar las violencias machistas de las que difícilmente compañeros varones puedan entender a la ligera porque estamos seguras de que por ser mujeres recaen en nosotras todo tipo de violencias y de que podemos entenderlas desde de la sororidad que seguirá siendo exclusiva de mujeres, lesbianas, travestis, trans, bisexuales, no binaries. Sin embargo es primordial que los varones puedan cuestionar sus privilegios que nos oprimen”.

 

Fecha límite para salvar el planeta

Fecha límite para salvar el planeta

Científicos auguran que, si no se toman medidas rápidamente, la temperatura terrestre se elevaría y esto tendría consecuencias catastróficas para toda la humanidad.

En estos tiempos de globalización y de libre acceso a la información, parece increíble que exista gente que crea que el cambio climático no es real y que piense que todo se trata de un gran complot, cuando están a la vista resultados que lo hacen más que evidentes y, lo que es peor, parece que cada vez nos acercamos más a un momento donde no habrá marcha atrás, el punto de no retorno para frenar el calentamiento global.

El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU (IPCC) emitió hace poco un nuevo informe sobre las previsiones que habrán de cumplirse hacia 2030 para limitar el calentamiento global a un máximo de 2.0 grados centígrados (1.5 grados preferentemente), que significaría enfrentar las consecuencias que provocará en el planeta el calor extremo, sequías, epidemias, migraciones masivas, conflictos, inundaciones y pobreza globalizada.

La advertencia no es la primera al respecto, pero la indiferencia del ser humano solo puede provocar terribles efectos en la vida cotidiana.

El panel integrado por los principales científicos ambientales del mundo advirtió que entramos en una espiral crítica. Las decisiones, acciones y programas deben comenzar de inmediato o los cambios en el clima afectarán muy pronto y directamente a la salud y los ecosistemas de la Tierra de manera irreversible.

[blockquote author=»» pull=»normal»]Las decisiones, acciones y programas deben comenzar de inmediato o los cambios en el clima afectarán muy pronto y directamente a la salud y los ecosistemas de la Tierra de manera irreversible.[/blockquote]

Aunque no es el único, otro informe de finales de 2018 publicado en la revista Earth System Dynamics, de la Unión Europea de Geociencias, por cuatro investigadores de las universidades de Oxford (Reino Unido) y Utrecht (Países Bajos), advertía lo mismo.

«En nuestro estudio demostramos que hay plazos estrictos para tomar medidas climáticas», indica Henk Dijkstra, profesor de la Universidad de Utrecht y uno de los autores del estudio, quien añade: «Llegamos a la conclusión de que queda muy poco tiempo antes de que los objetivos de París (limitar el calentamiento global a 1,5°C o 2°C) se vuelvan inviables incluso con drásticas estrategias de reducción de emisiones».

El “punto de no retorno” o plazo para la acción climática, es decir, el último año posible para comenzar a reducir fuertemente las emisiones de gases de efecto invernadero antes de que sea demasiado tarde para evitar un cambio climático peligroso, se calcula para el año 2030.

El objetivo del Acuerdo de París, boicoteado por países como Estados Unidos, era reducir las emisiones de gases lo suficiente para evitar que el planeta cruzara ese terrible límite, pues los científicos han determinado que más de 2 grados de calentamiento podrían tener efectos catastróficos.

¿CUÁL ES LA SOLUCIÓN INMEDIATA?

Limitar el calentamiento global a 1.5 °C comparado con la era preindustrial requerirá cambios rápidos, radicales y de gran alcance en la generación y consumo de energía, la industria, el transporte, comercio, vivienda, basura y protección ambiental. Empresas y gobiernos deben desarrollar nuevas tecnologías y procesos de cambio ambientalmente responsables.

Para todos, es el momento de actuar. Desde la organización política, la información, los comentarios y el fortalecimiento de redes de influencia en el tema, como para informar, presionar y participar en los cambios requeridos en los sistemas social y económico.

En el consumo de alimentos los datos son contundentes: la agricultura produce un tercio de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Los productos cárnicos y lácteos generan casi la mitad de esas emisiones; es decir, son mayores que las descargas combinadas del transporte en todo el mundo.

La mayoría de la gente no percibe el grave impacto del uso generalizado de fertilizantes, la emisión de metano y estiércol a la atmósfera; el envío de miles de litros y toneladas de desechos a ríos y mares, la extinción de la fauna y deforestación para crear zonas agrícolas y ganaderas.

[blockquote author=»» pull=»normal»]En el consumo de alimentos los datos son contundentes: la agricultura produce un tercio de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. [/blockquote]

Pero para revertir esta situación, se puede partir de generar hábitos de transporte, consumo, reducir al mínimo el consumo de plásticos, cuidar las zonas verdes, el turismo sustentable, sociedad ecológica, manejo consciente de desechos personales; lucha contra el maltrato animal, un estilo de vida y una dieta ambientalmente responsables.

Los científicos concuerdan además en que si las energías renovables crecieran un 5% anual en lugar de un 2% el punto de no retorno podría retrasarse hasta 10 años y recalcan que si la temperatura en la Tierra se eleva 2 Cº es muy factible que pueda alcanzar los 4 o 5 grados con mayor rapidez, lo cual significaría que el mundo, como lo conocemos, estaría llegando a su fin.

El planeta es un sistema interconectado y cuando varía uno de sus elementos, produce cambios en el resto de componentes.

Debemos dejar de lado las diferencias y actuar todos juntos antes de que sea demasiado tarde. Tenemos la capacidad y la tecnología para crecer como civilización en armonía con la naturaleza, es hora de pasar al siguiente nivel como humanidad y entender que somos parte del todo y que las soluciones están a nuestro alcance si trabajamos unidos por el bien común.

 

En base a Teorema Ambiental / rtve.es / El País 

 

Así nos ven y así dialoga Ava DuVernay

Así nos ven y así dialoga Ava DuVernay

«Así nos ven» es la última producción de la directora Ava DuVernay, que desde la plataforma Netflix analiza la profunda cicatriz de racismo que todavía hoy atraviesa a la sociedad norteamericano. La calidad cinematográfica al servicio de un mensaje político, bucear en el pasado para interpelar al todavía duro presente. 

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Alerta, represas en estudio

Alerta, represas en estudio

La reciente visita del presidente brasileño Jair Bolsonaro a la Argentina podría traer consecuencias desastrosas sobre el futuro del río Uruguay y su gente: quieren reactivar el proyecto para construir las represas de Garabí y Panambí.

Además de encontrarse con su par Mauricio Macri y desarrollar una extensa agenda, un tema en particular disparó las alarmas en todo el arco conservacionista argentino y especialmente en las provincias de la Mesopotamia.

Según trascendió, las conversaciones diplomáticas incluyeron un capítulo especial: el de las represas hidroeléctricas Garabí y Panambí, frente a las provincias argentinas de Corrientes y Misiones y al estado brasileño de Río Grande Do Sul.

El equipo de Bolsonaro impulsa la realización de un nuevo estudio de factibilidad, sobre todo concentrado en Garabí, del lado argentino.

La idea de construir estas represas data de 1972 y está trabada desde 2015 por diversos fallos judiciales.

[blockquote author=»» pull=»normal»]“Represar un río es como obstruir las venas de una persona, afecta todo el cuerpo y después viene la enfermedad”.[/blockquote]

GARABÍ Y PANAMBÍ

Durante la década de 1970 se desarrolló en la Argentina y en el Brasil una serie de proyectos de aprovechamientos hidroeléctricos en todo el territorio de ambos países. Entre ellos se pensó en el aprovechamiento conjunto de la energía que podría producir el río Uruguay en el tramo compartido entre ellos.

En el año 1972 se firmó ente ambos países un acuerdo que contemplaba la realización de un estudio conjunto acerca del potencial hidroeléctrico del tramo del río compartido por ambas naciones y su tributario, el río Pepirí Guazú. Se encargó al consorcio binacional Hidroservice-Hidrened para llevar a cabo los estudios de prefactibilidad, y luego de factibilidad del Proyecto Hidroeléctrico Garabí, el cual fue presentado en 1977.

Pero los cuestionamientos al desarrollo de represas de grandes dimensiones, especialmente fuertes en la Argentina, llevaron a la población a oponerse a este tipo de obras.

Igualmente, un nuevo proyecto fue presentado en el año 2010 por la empresa EBISA, donde se volvía a contemplar la construcción de la represa original en Garabí, pero con una cota de llenado inferior, más una segunda represa ubicada en las cercanías de Puerto Panambí.

Desde entonces hasta el presente su construcción esta frenada por planteos judiciales presentados en ambos países.

Especialmente por la decisión de la Justicia brasileña, que determinó que los embalses inundarían 60 mil hectáreas el Parque Estatal Turvo, una reserva protegida por leyes brasileñas. Por lo que esta nueva embestida gubernamental propiciando su reactivación puso en alerta a las comunidades cercanas y a los grupos ambientalistas.

HACE 23 AÑOS LA GENTE DIJO NO

Un antecedente que no se pude dejar pasar por alto ocurrió el 14 de abril de 1996 cuando se realizó en Misiones el plebiscito que evitó la construcción de la represa de Corpus sobre el río Paraná.

Un domingo 14 de abril de 1996 la ciudadanía misionera asistió a las urnas por voluntad propia a expresar su decisión ante la posible construcción de la represa hidroeléctrica conocida como Corpus Christi, que se pretendía emplazar sobre el río Paraná, entre la Argentina y el Paraguay. Fue una cátedra de uso del derecho al sufragio donde cada vecino, por su cuenta, con el valor de sus principios y el compromiso con sus compoblanos, salió a decir “NO a la construcción de la hidroeléctrica de Corpus Christi cualquiera sea su lugar de emplazamiento”.

Para refrescar la memoria, el 88,63% le dijo NO a la construcción de la represa, esa es la cifra oficial ratificada por Ley Nº 3294, que da esa fuerza a la Resolución Nº 420/96 del Tribunal Electoral de la Provincia de Misiones, de fecha 24 de abril de 1996, Expediente Nº 654-bis 1-95 referido al plebiscito del 14 de abril de 1996, cumplido en la Provincia en virtud de la Ley Nº 3.220 y su modificatoria la Ley Nº 3.263.

El rechazo a Corpus se fundamentó en que si la represa se construía el lago llegaría hasta la isla San Martín, situada al pie de las cataratas del Iguazú. También se advirtió que correría peligro el 40 por ciento de la flora y la fauna de la selva misionera.

[blockquote author=»» pull=»normal»]Las hidroeléctricas provocan una serie de daños al ambiente que pocas veces se contemplan en las etapas previas a su construcción.[/blockquote]

LA CARA OCULTA DEL DESARROLLO HIDROELÉCTRICO

Emisiones de gases de efecto invernadero, alteración de microclimas y comunidades indígenas desplazadas. Esos son algunos de los efectos devastadores de las represas hidroeléctricas, pese a ser aun consideradas fuentes de energía renovable. Los estudios sostienen las advertencias de los ambientalistas: las transformaciones en la cuenca del rio Uruguay a partir del complejo Salto Grande son parte de la abundante evidencia empírica.

Sin embargo, los partidarios de la energía hidroeléctrica, que representa más de dos tercios de toda la energía renovable que se genera en el mundo, afirman que ésta es la mejor solución para aprovisionar de energía al planeta y luchar contra el cambio climático.

Además de garantizar una energía de bajo coste, es considerada como el sistema más eficiente, puesto que utiliza la corriente de los ríos, un recurso renovable, para generar electricidad, sin utilizar combustibles fósiles, como el carbón o el gas.

Pero sus opositores muestran que las hidroeléctricas provocan una serie de daños al medioambiente que pocas veces se contemplan en las etapas previas a su construcción. Cuando se construye una represa, grandes cantidades de material orgánico quedan sumergidas. Estas sufren posteriormente un proceso de descomposición que termina con la formación de gases como dióxido de carbono, óxido nitroso y metano.

Numerosos estudios afirman también que el desarrollo hidroenergético altera gravemente el ecosistema fluvial, destruye hábitats y modifica el caudal de los ríos. Sin olvidar el impacto social, con comunidades locales forzadas a desplazamientos o cambios de estilo de vida.

MISMO FANTASMA, DISTINTO RÍO

Como un fantasma sordo que vuelve a deambular por las tierras misioneras y correntinas, el proyecto pretende imponer una mega obra inviable para el ambiente y para la gente que habita en las costas del río de los pájaros pintados.

Y no solo eso, los ya emblemáticos Saltos del Moconá, en Misiones, ya nunca más se inundarán. Así lo afirma preocupado el intendente de la localidad correntina de Garruchos, el ingeniero Alejandro Minigozi.

Minigozi precisó que “lo que está en juego es la construcción de un complejo hidroeléctrico que comprende dos presas, una es Garabí, ubicada a la altura de Garruchos, y la otra es Panambí, aguas arriba de la localidad homónima”.

“La presa de Garabí -agregó- tendría una cota de coronación de 89 metros y la de Panambí de 129 metros. La base de los saltos del Moconá es de 132 metros. ¿Qué significaría? Teniendo construida la represa de Panambí, los saltos nunca más se inundarán, porque en esa zona la altura de las aguas va variar 50 centímetros y no más de eso”.

El área de inundación generaría además de un impacto en el ecosistema, la biodiversidad, la producción rural y hasta patrimonio histórico de ambas provincias.

En una época donde la obtención de energía limpia por medios alternativos se encuentra en constante y acelerado desarrollo, la construcción de estas megaobras inviables, tanto social como ambientalmente, deben analizarse con mucho cuidado y ser dejadas como una última opción.

“Represar un río es como obstruir las venas de una persona, afecta todo el cuerpo y después viene la enfermedad. Es lo mismo con el río”, Kimi Pernia Dominicó, comunidad Embera-Katio, Colombia.

 

En base a El Entre Ríos / Misiones Cuatro / Argentina Ambiental / International Rivers / Télam

Lo que se juega en Santa Fe

Lo que se juega en Santa Fe

Las elecciones de Santa Fe definen la continuidad de la única y exitosa experiencia de gestión de la izquierda democrática al frente de una provincia argentina. Su resultado también influirá en la coyuntura electoral, pero sobre todo, en la expectativa de que la Argentina cuente en un futuro cercano con una fuerza política que conjugue de manera creíble los dos valores centrales que ninguna otra opción parece poder (ni querer) expresar: la igualdad y la decencia.

Cuando faltan horas para las elecciones en la única provincia gobernada por una fuerza progresista en la Argentina, el escenario parece reiterarse respecto de las dos contiendas electorales anteriores: dos fuerzas antagónicas en muchos sentidos se disputan el gobierno provincial en comicios que prometen ser muy ajustados. Aunque en aquellas dos ocasiones el candidato del Frente Progresista debió enfrentarse con un desafiante del PRO, ahora es el peronismo santafesino el challenger, con un candidato –Omar Perotti– que solo en lo nominal puede diferenciarse de la nueva derecha que gobierna el país, por su discurso y trayectoria.

Antonio Bonfatti encabeza el frente que propone la continuidad de las gestiones de Binner, de Lifschitz y la suya propia, pero sin conformarse con lo conseguido hasta ahora, que no es poco. Bonfatti plantea con claridad que lo que está en juego son dos modelos diferentes, que poco tienen que ver con la falsa grieta instalada a nivel nacional. Uno de esos modelos refleja las conquistas de los gobiernos progresistas: una salud pública que es puesta como modelo y reconocida a nivel mundial; el 82% móvil para los jubilados, el aumento de salarios para los docentes y el mejoramiento sustancial de la escuela pública, el desarrollo de instancias para los trabajadores como los Comités de Salud y Seguridad en el Trabajo y el Sistema Único de Salud. El otro modelo, el de Perotti, es una versión remozada del peronismo santafesino, tan proclive a achicar el Estado y privatizar empresas públicas como a protagonizar los mayores desfalcos de los erarios públicos.

Las fake news y las encuestas truchas o amañadas han sido puestas a circular como nunca por los diferentes sectores interesados en terminar de una vez con la experiencia de una provincia gobernada por la izquierda democrática, único y exitoso caso en la Argentina siempre condenada a debatirse entre opciones que pueden adoptar discursos “progres” o “republicanos”, pero cuyo accionar resulta mucho más difícil de diferenciar cuando están en el gobierno, como lo prueba la candidatura misma de Perotti: el candidato del PJ fue totalmente funcional al macrismo como legislador nacional, tal como se lo recordaba antes de las PASO María Eugenia Bielsa, quien ahora hace campaña a su favor.

[blockquote author=»» pull=»normal»]El candidato del PJ en Santa Fe fue totalmente funcional al macrismo como legislador nacional, tal como se lo recordaba antes de las PASO María Eugenia Bielsa, quien ahora hace campaña a su favor.[/blockquote]

FUERA DE LA GRIETA

Es clara la necesidad tanto de Cambiemos como de PJ en sus diferentes variantes de quitarse de encima a ese progresismo exitoso, crítico e independiente tanto frente al kirchnerismo en su momento como al gobierno actual de Mauricio Macri. Los socialistas no sirven ni a un lado ni a otro de la grieta, no cierran en la ecuación. Por eso se explica la insistencia de la difamación infamante a través de esa vocera apocalíptica de la política criolla que es Elisa Carrió, capaz de inventar conspiraciones para luego aliarse a esos conspiradores que denunció: el “miente, miente, que algo quedará” como principal espada para atacar a las gestiones del histórico partido del puño y la rosa es una canallada que no se podrá borrar. La voluntad política del gobierno santafesino de enfrentar al narcotráfico no puede ser puesta en duda si se atiende a los hechos, como por ejemplo la desactivación y condena a la banda Los Monos, que fue obra de la acción provincial, ante la desidia federal que se oculta con acciones propagandísticas desde el Gobierno Nacional.

El tiempo les va dando la razón en las estrategias delineadas. Han mejorado el sistema policial, judicial y, sobre todo, han tomado el reclamo de seguridad de la ciudadanía. Como dicen gráficamente los especialistas en marketing, nadie quiere conocer los dolores del parto, sino que le muestren el bebé. Pero lo cierto es que en este aspecto no hay espectacularidad posible, sino solo el lento y convencido trabajo cotidiano de enfrentar el narco-crimen con transparencia, en un país y en un contexto en el que el Estado nacional lo único que ha hecho fue dejarle vía libre durante décadas en rutas, fronteras, espacio aéreo, y lo que es peor, en el mismísimo financiamiento de las campañas electorales de quienes lo han conducido.

BOTÓN DE MUESTRA

En Santa Fe gobierna la única experiencia de izquierda democrática exitosa en toda la Argentina, en la que en treinta años de democracia, ese vasto y difuso arco político denominado “progresismo” se ha visto atravesado por severas dificultades para llegar a la gestión así como para consolidar una construcción partidaria o frentista; pero además, con debilidades estructurales en su implantación geográfica en el resto de la Argentina, que evidencian realidades escuálidas en la mayor parte de los distritos.

Santa Fe es el único botón de muestra de la capacidad de gestión del progresismo en todo el país, con logros notables: por mencionar solo algunos, los que se vinculan con la salud, la menor tasa de mortalidad infantil de la república; el récord de trasplantes y donación de órganos; el menor tiempo de espera en el país para un trasplante; fertilización asistida gratuita y pública; producción pública de medicamentos para abastecer no sólo a la provincia, sino a más de 7.000 centros de salud de todo el país. A eso se le podría sumar la inédita experiencia de la participación ciudadana decidiendo líneas de acción que se transforman en políticas públicas; la creación de empresas y entes del Estado con control social; construyendo hospitales de avanzada cuando el Estado nacional los deja sin fondos; concretando un protocolo de aborto no punible como derecho garantizado; avanzando como nadie en el reconocimiento de la diversidad sexual; titularizando de a miles a trabajadores antes precarios; con los docentes mejor pagos de la Argentina; otorgando títulos de propiedad de sus tierras históricas a las comunidades aborígenes; comenzando a promover la agroecología en el corazón de la cuenca sojera; un Estado provincial que impulsa las energías renovables, eólica y fotovoltaica (y que ya permite que las personas produzcan en sus casas energía solar, cuyo excedente se vuelca a la red pública), mientras el Estado Nacional sigue apostando al pasado hidrocarburífero y extractivista, redoblando la apuesta en Vaca Muerta; y tantos otros aspectos en los que el adjetivo “reformista” se queda corto para encasillarlos.

Es evidente que Santa Fe, tan tibia y moderada para sectores que, en verdad, deberían estar respaldando críticamente esa experiencia (primero, conociéndola), es un verdadero mal ejemplo para los sectores dominantes del poder político en la Argentina.

Por supuesto que siempre habrá errores a corregir y rectificaciones para realizar, y que ninguna provincia es una isla que puede desentenderse del contexto en el que se encuentra, ni de las tendencias generales de la economía y de otros aspectos estructurales del capitalismo contemporáneo. Pero ese botón de muestra ha sido dura e injustamente bombardeado desde ambos lados de la “grieta” nacional, que aprovechan cualquier resquicio para atacarlo, sin pausa y sin contemplaciones, apelando a cualquier tipo de difamaciones muchas veces infundadas. Todo sirve para horadar a un gobierno provincial ejemplar y transformador.

[blockquote author=»» pull=»normal»]Santa Fe es el único botón de muestra de la capacidad de gestión del progresismo en todo el país, con logros notables.[/blockquote]

PISO DE DERECHOS

Ante el escenario electoral de paridad, parece importante tener presente –como se ha podido comprobar con la experiencia del macrismo en el Gobierno– que las conquistas de los gobiernos progresistas del centro-izquierda son un piso de derechos sobre el que luego se deberían construir otros nuevos, pero esto no siempre ocurre. Ese piso de derechos debe ser la exigencia mínima hacia cualquier candidato. Por eso es preciso considerarlo seriamente, y no como vulgar chicana electoral, cuando está enfrente quien puso la firma para privatizar el Banco de Santa Fe –lo que le costó miles de millones de dólares al pueblo santafesino–, y por si alguien cree que podría haber cambiado, como senador nacional respaldó hasta hace meses las más retrógradas medidas del macrismo.

Ocurre que lo que está en juego en Santa Fe el 14 de junio no es solamente la calidad de vida y el futuro de las generaciones de esa provincia. Lo que está en juego es también el curso inmediato de la izquierda democrática de la Argentina: la derrota de esta experiencia progresista impactaría en la posibilidad de desarrollo nacional de una fuerza que el país, cada vez más, necesita para ser capaz de salir alguna vez de las falsas disyuntivas en las que permanentemente es encorsetado.

Es cierto, por otro lado, que tanto el Partido Socialista como el conjunto del espacio progresista de la Argentina, viven un momento difícil: a la dispersión de las organizaciones y la pérdida de su peso relativo en la sociedad argentina, se le suma que algunas de sus figuras de relevancia nacional aparecen desdibujadas, al punto que muchas personas –incluso las que simpatizan con el espacio de centroizquierda– no saben si sus referentes integran el oficialismo macrista o la oposición, por izquierda o por derecha. Así, hay quienes resuelven sus estrategias de manera individual, agravando la fragmentación y la confusión que resulta, en parte, de que distritos o dirigentes del sector se suman a alianzas electorales locales que pueden mutar sus etiquetas, pero son lideradas por los mismos partidos y dirigentes que a nivel nacional lideran, en un caso a Cambiemos y en otros al Partido Justicialista.

LO QUE SE JUEGA

En un sentido más restringido al proceso electoral nacional, es evidente que si este domingo el Frente Progresista gana en Santa Fe y Antonio Bonfatti es electo nuevamente gobernador, el progresismo podrá recobrar el protagonismo en la conformación del frente Consenso Federal 2030 a nivel nacional y la candidatura de Roberto Lavagna, con la que tuvo tanto que ver. El Partido Socialista le debe aportar un tono progresista que el espacio no debe perder al calor de los nuevos acuerdos, debe preservar esa impronta distintita. Por otro lado, al flamante frente tampoco le sirve perder el apoyo de un partido que gobierna una provincia tan importante, y que (con altibajos y peculiaridades) le garantiza cierta presencia en muchos otros lugares del país. En caso de derrota, serán millones (no solo las personas identificadas con el PS) quienes lamentarán el enorme retroceso que significaría esa derrota para la provincia que más ha avanzado en libertad, igualdad y solidaridad en este país en los últimos años. En Santa Fe se juega mucho más que una elección provincial más.

Es decir: la grieta, en Santa Fe, pasa por un lugar muy diferente al que se instaló a nivel nacional. Es que aunque el discurso del macrismo fuera exactamente el contrario (y ahora lo sea también el del candidato del PJ), se reaviva el choque, casi de manual, entre dos ejes discursivos, entre dos relatos: la igualdad y la justicia social, que afirma encarnar el peronismo; y la decencia republicana, que dice expresar el oficialismo macrista. De manual, porque parece reavivar el debate sobre la perspectiva de los derechos humanos durante la “Guerra Fría”: de un lado, los derechos civiles y políticos, la formalidad de los procedimientos democráticos, las “libertades fundamentales”, la democracia procedimental. Del otro lado, los derechos económicos, sociales y culturales; las cuestiones “de fondo” y no de forma, la democracia sustantiva.

[blockquote author=»» pull=»normal»]La izquierda democrática, el socialismo reformista, se definen por creer que no debe existir divorcio entre igualdad y decencia, entre justicia y libertad. Y Santa Fe demuestra que eso es posible.[/blockquote]

La izquierda democrática, el socialismo reformista, se definen precisamente por creer que no existe (o que no debe existir) ese divorcio entre ambos valores, entre igualdad y decencia, entre justicia y libertad. Y el progresismo de Santa Fe demuestra en la gestión que eso es posible: que no es una utopía conjugar, unir, coordinar, lo sustantivo y lo formal, la justicia social y la calidad democrática, en suma: la igualdad la y decencia, sin contradicción entre esos términos.

La continuidad de la construcción de una fuerza decente e igualitaria, que tome con fuerza pero además con credibilidad ambos ejes discursivos de la década que termina (la democracia procedimental del relato de la derecha, y la democracia sustantiva del relato del kirchnerismo) se verá afectada fuertemente por el resultado de este domingo 16 de junio, cualquiera sea. Quienes queremos en nuestra tierra una izquierda democrática que la cambie por completo, y sabemos que eso se hace paso a paso, sabemos también que eso, nada menos, es lo que está en juego en Santa Fe.

 

Poética de los spoilers

Poética de los spoilers

El spoiler se ha convertido en uno de los elementos claves de nuestros actuales consumos culturales, enemigo de los creadores y del público. Sin embargo, su novedad es relativa y, al mismo tiempo, se ha vuelto en sí mismo un producto de interés en la era de la ansiedad y la inmediatez. 

Una noticia que circuló las últimas semanas obliga a repensar el concepto de “calma oriental”. En Hong Kong, un joven que salía del cine de una función de “Avenger’s Endgame” tuvo la mala idea de revelar, aparentemente a los gritos, el final de la película. Los fans que aún no habían entrado a ver el film reaccionaron drásticamente, dándole una paliza al incauto aguafiestas. Las fotos que circularon en la web lo muestran con el rostro cubierto de sangre, atendido por varios enfermeros. Unos días antes del estreno de la última entrega de la factoría Marvel sus directores, los hermanos Russo, difundieron un documento pidiendo a quienes ya habían podido verla que no difundieran datos reveladores hasta no pasado cierto tiempo desde el estreno del film. Sin dudas, al redactarlo nunca pensaron que pudiera tener consecuencias violentas en la vida real.

Los realizadores detrás de la saga de superhéroes no fueron los primeros en fomentar el hermetismo para conservar la necesaria capacidad de sorpresa que requiere disfrutar una película. En 1960, Alfred Hitchcock aparecía en varios posters promocionales de “Psicosis” aconsejándole a los concurrentes que no difundieran el final de la historia. Al maestro del suspenso le interesaría mucho la actual tendencia a comentar en exceso series y películas en los medios y redes sociales. La fiebre detrás de los spoilers es uno de los puntos más curiosos y polémicos de la forma en la que hoy nos acercamos a la ficción. La pulsión por difundir información referida al desarrollo de las historias que nos apasionan, así como las peripecias para evitarla, desata discusiones más acaloradas que aquellas generadas por los hechos y personajes propiamente dichos.

[blockquote author=»» pull=»normal»]La fiebre detrás de los spoilers es uno de los puntos más curiosos y polémicos de la forma en la que hoy nos acercamos a la ficción. La pulsión por difundir información referida al desarrollo de las historias que nos apasionan, así como las peripecias para evitarla, desata discusiones más acaloradas que aquellas generadas por los hechos y personajes propiamente dichos.[/blockquote]

El significado histórico del verbo del idioma inglés ‘to spoil’ equivale a arruinar o estropear, aplicándose sobre todo a objetos o personas maltratadas por algo o alguien, usándose spoiled para describir aquello que se encuentra en mal estado. El primer uso de la acepción actual tuvo fines humorísticos. En 1971 la revista satírica National Lampoon publicó un artículo con el nombre de “¡Spoilers! ¿Qué es lo que son? Simplemente conocer el giro tramposo de cada novela de misterio y cada película que usted puede ver ¡Ahorran tiempo y dinero!”. Doug Kenney, autor de la nota, daba a conocer los finales sorpresivos de “Citizen Kane”, “Psycho” y varias novelas policiales, a modo de servicio especial para el lector. Esta fue la práctica que quedó asociada a la palabra spoiler. Años más tarde los usuarios de Usenet, una red primitiva de computadoras considerada como un antecedente de internet, empezaron a utilizar el término con frecuencia en sus mensajes. Hacia fines de los ’90, con la popularización de World Wide Web, no existió lugar donde esconderse de uno de los mayores problemas que enfrenta la narrativa multimedia actual.

En los primeros años de este siglo empezaron las dificultades para mantener en secreto las tramas de series y películas en tiempos crecientemente virales. Matthew Richard se quejó públicamente al enterarse que el final de “The Mousetrap”, un misterio teatral de su abuela Agatha Christie, es revelado en su respectiva página de Wikipedia. Nuevas críticas llegaron cuando el realizador Andrew Jarecki vio como, inmediatamente después del estreno de su documental “Catfish”, la web mostraba una descripción del film que incluía sus sorpresivos últimos minutos. Paralelamente, Vulture, la sección cultural de The New York Magazine, fue denostada por usar títulos demasiado reveladores en sus artículos sobre las últimas temporadas de “Lost”. Todos estos medios debieron crear manifiestos y políticas para regular el uso de spoilers en sus contenidos. Desde entonces la frase ‘spoliler alert’ se usa entre críticos, periodistas, lectores y usuarios de las redes para indicar que hay datos de importancia sobre una ficción en una publicación.

Ante la reciente filtración de un capítulo de “Game of Thrones” la periodista Fiorella Sargenti señaló con acierto: “No entiendo ni comparto la industria de los spoilers. Se sienten pillos o qué se yo, pero una cosa es el juego de la teoría y la expectativa y otra es arruinar un consumo pop que supuestamente disfrutás. Estimo que será la adrenalina de sentirse protagonista”. Porque detrás de este fenómeno también está esa falsa sensación de popularidad que otorga la viralización en internet ¿Pero hasta dónde las grandes campañas de la industria audiovisual no contribuyen a esta manía? Una maquinaria de teasers, trailers, making off y entrevistas fogonean constantemente los niveles masivos de expectativa. Son tiempos de películas-evento y series-evento, con múltiples universos, constantes reboots y spin-off de cada historia, merchandising, convenciones de fanáticos, foros de discusión on line y re significación a nivel global de la ficción vía memes y fan-art. Entra tanta parafernalia la trama de la narración parece ser solo un factor más, carente del papel central que tenía antes. A esto se suma la ansiedad de gran parte del público, incapaz de esperar al estreno o streaming de su historia favorita. En este contexto complejo, las nociones clásicas de suspenso e incertidumbre parecen ser resignificadas.

En su Poética, Aristóteles afirmó que el suspenso debe equilibrar la sensación de peligro inminente con la posibilidad de una esperanza, de manera que nunca se sepa si las cosas se van a resolver según lo esperable o de manera impredecible. Por ello es que tanto teóricos como escritores y guionistas históricamente consideran a la incertidumbre un factor importante para atrapar al destinatario de la narración. Es lo que garantiza que el espectador se mantendrá “al filo de la butaca”, como rezaban los carteles promocionales de los viejos thrillers. Sin embargo, el suspenso es más complejo de lo que parece, ya que la respuesta emocional que provoca no solo depende de la anticipación y la sorpresa, como lo demuestra el hecho de que podamos disfrutar una historia numerosas veces como si fuera primera vez que la vemos. Por eso nos sorprendemos una y otra vez con el final de “Sexto Sentido”, aun cuando lo conozcamos con anticipación.

[blockquote author=»» pull=»normal»]Una maquinaria de teasers, trailers, making off y entrevistas fogonean constantemente los niveles masivos de expectativa. Son tiempos de películas-evento y series-evento.[/blockquote]

La audiencia ideal de antaño, aquella que disfrutaba de lo inesperado y de la ausencia de certezas con respecto al devenir de la trama, está cambiando. El ensayista Jason Mittel llamó spoilers fans a los espectadores a los que conocer de antemano datos cruciales de una ficción no les arruina la experiencia narrativa. “Aunque la sorpresa parece imposible de lograr cuando una revelación es conocida de antemano, el suspenso aún puede aparecer. Citando a Hitchcock, el suspenso no se apoya tanto en misteriosos secretos, si no en la tensión de conocer como los hechos irán ocurriendo. Según él todo nace de la imposibilidad de la audiencia de revelarle información crucial a personajes por los que siente empatía, ofreciendo lo que puede ser un mantra para los spoilers fans: por esta razón siempre trato de darle toda la información a la audiencia lo antes posible”, afirma Mittel. Por lo tanto, los ansiosos disfrutan más del cómo que del qué de la trama.

La prestigiosa revista Psychology Today fue más allá en el proceso de relativización de los spoilers. En un artículo titulado “The Spoiler Paradox” menciona un experimento del año 2011 realizado por los psicólogos Nicholas Christenfeld y Jonathan Leavitt, quienes ofrecieron varios relatos de autores como Agatha Christie, John Updike y Anton Chejov a un grupo de personas. Los cuentos estaban editados de manera en que se podían leer de tres maneras. Una incluía el final revelador como un prólogo inicial, mientras que la segunda contenía ese giro en el transcurso del texto. Una tercera opción era leer la historia sin spoiler alguno. Contra todo pronóstico, los participantes del experimento eligieron, sin importar el género narrativo de la historia, leer la resolución central del cuento primero, para después adentrarse en el mismo. La conclusión del estudio es que, como los seres humanos usamos naturalmente el storytelling para obtener información y así conocer mejor el mundo que nos rodea, las anticipaciones son algo positivo. “Un spoiler toma una historia compleja y la hace más simple, permitiéndonos procesarla más fácilmente” asegura el polémico artículo. Muchos fans, críticos y artistas no coincidirán para nada con esta idea.

Al presentar su última película “Once Upon a Time in Hollywood” en el Festival de Cannes Quentin Tarantino también pidió, como los hermanos Russo y Hitchcock, que los periodistas e invitados no dieran a conocer detalles de la historia al terminar la función. Esto confirma que la preocupación por los spoilers sigue presente entre realizadores y guionistas, que con estas maniobras buscan contrarrestar un fenómeno que no parece detenerse. Quizás, a modo de salto evolutivo, en un futuro cercano el público desarrolle una habilidad natural para navegar selectivamente sin encontrarse con los tan temidos datos reveladores, de la misma manera en que se acostumbró a ver series y películas en su celular sin demasiada alarma. Pero esto es solo fantasía, una posible historia a la que realmente nadie puede anticiparle el final.