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El desafío de construir una alternativa progresista

El desafío de construir una alternativa progresista

En el marco de su VI Congreso Extraordinario, los y las militantes socialistas debatieron sobre el futuro de su organización y sus desafíos políticos inmediatos. La sanción de la paridad de género y la propuesta de construir un frente electoral amplio fueron las dos notas más resonantes.

El VI Congreso Extraordinario del Partido Socialista, se llevó adelante el sábado 4 de mayo en la Ciudad de Buenos Aires con la presencia de autoridades y representantes de veinte provincias argentinas. El encuentro se llevó adelante en la Facultad de Ciencias Económicas, allí con autoridades y representantes de las diversas provincias se resolvió construir una alternativa progresista para el país que priorice las necesidades de las mayorías, el respeto por la democracia y por las instituciones, la activa defensa del medio ambiente, el acceso irrestricto de la población a la salud y a la educación, y la honestidad como valor innegociable.

EL PRESENTE ES FEMINISTA

El Congreso, presidido por el dirigente cordobés Matías Chamorro, se caracterizó por el importante aporte que lograron el feminismo y las diversidades. El activismo de décadas, que recientemente se evidenció en la lucha por la legalización del aborto, permitió visibilizar sus demandas, incidir en la agenda política institucional y, finalmente, conquistar reclamos históricos a lo interno de la organización.

Tras la reunión de la comisión de género, se resolvió que el Partido Socialista impulse una serie de puntos claves “para garantizar la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, a través de verdaderas políticas públicas que atiendan las problemáticas de los géneros”.

Uno de los puntos centrales, fue, para cumplir con la Ley de Paridad (sancionada el 23 de noviembre de 2017),  modificar la Carta Orgánica para establecer, tras años de reclamos, la igualdad de representación de géneros en todos los cargos partidarios y candidaturas. “El colectivo de mujeres armó un documento para incluir dentro de la agenda programática un eje centrado en el género” explicó Agustina Rodriguez Biasone, de la Juventud Socialista, Vicepresidenta de la IUSY.

[blockquote author=»» pull=»normal»]Uno de los puntos centrales, fue, para cumplir con la Ley de Paridad (sancionada el 23 de noviembre de 2017),  modificar la Carta Orgánica para establecer, tras años de reclamos, la igualdad de representación de géneros en todos los cargos partidarios y candidaturas. [/blockquote]

Entre las resoluciones que se establecieron fueron: la creación de un Ministerio de la Igualdad que jerarquice el área de gobierno referida a las mujeres cis, lesbianas, travestis, trans y disidentes. Así como la puesta en marcha de un Plan de Igualdad de Oportunidades (PIO) a nivel nacional que involucre en forma transversal a todos los ministerios para transformar con acciones concretas las políticas públicas y programas con perspectiva de género. Finalmente, se instó a propiciar la conformación de un Gabinete Paritario.

Por otro lado, se demandó  la real implementación de la Ley de Educación Sexual Integral y de los protocolos de Interrupción Legal del Embarazo. En este sentido, se reclamó la aprobación en el Congreso Nacional de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo y se conminó a los legisladores partidarios a dar su voto favorable

También se exigió a través del documento la creación de una red de centros de atención contra la violencia, fiscalías especializadas, centros de patrocinio gratuito, refugios y programas concretos de apoyo para la inserción económica y social de las víctimas de violencia. En términos más generales, se instó a trabajar en pos de eliminar la brecha salarial de género y en profundizar los programas preventivos que enfrenten el sistema patriarcal, consolidando pautas de convivencia más democráticas e igualitarias. Ello, tal y como se detalló en el encuentro, implica abordar nuevos roles de cuidado familiar y crianza de los hijos en un plano de mayor corresponsabilidad entre varones y mujeres.

TRABAJAR PARA LA UNIDAD DE LAS FUERZAS PROGRESISTAS

El gobernador de la provincia de Santa Fe, Miguel Lifschitz, manifestó: “Nuestro gran desafío es reconstruir un gran espacio progresista a nivel nacional y ofrecer una propuesta para el desarrollo con inclusión social, con vigencia del Estado de derecho, pero también de los valores y principios que caracterizan una democracia republicana”. En sintonía con su intervención, fueron invitados al encuentro los dirigentes Margarita Stolbizer y Ricardo Alfonsín que también brindaron sus palabras en un llamamiento semejante de convergencia y amplitud de cara a los comicios de 2019, con un tono muy crítico al gobierno actual y a su predecesor.

«Creo que fue positivo, quedo claro hacia dónde va el Partido Socialista que es hacia una construcción a una alternativa superadora a las discrepancias que ha dividido a la política argentina en los últimos años» sostuvo Fernando Nouet, Secretario General del PS de la provincia de Buenos Aires. Y agregó: «Se vio mucha esperanza, eso quiere decir que el socialismo está presente con buenos resultados en Santa Fe y en Cosquín y con la perspectiva de que estamos construyendo algo mayor”. En la misma línea, el dirigente santiagueño Eliseo Morán expresó: “Los Congresos siempre son instancias interesantes para la discusión con compañeros de todo el país, nos permiten crecer como organización y son un encuentro fructífero. Sirven para repensar la actual realidad, el complejo contexto actual invita a que el socialismo se piense en una alianza y un frente que nos permita salir del momento en el que nos encontramos”.

[blockquote author=»» pull=»normal»]Bonfatti se mostró convencido de “que el próximo gobierno tiene que ser de coalición y, antes que buscar al timonel del barco, es importante construir con las mejores ideas y propuestas para salir de la grave crisis política, social y económica que tenemos hoy”. [/blockquote]

En el cierre, que contó con tres oradores, el ex diputado nacional, Héctor Polino, declaró su satisfacción por ver en el Congreso tantos jóvenes. Su intervención, reivindicativa de la historia del socialismo argentino, fue sumamente emotiva y mereció el aplauso cerrado de los congresales presentes. “Tengo la satisfacción de saber que este partido tiene futuro y que va a saber afrontar todas las dificultades que puedan presentarse”, señaló el octogenario dirigente con entusiasmo juvenil y bríos que sorprendieron a más de un presente.

Minutos después, la dirigente socialista de Entre Ríos, Verónica Magni, expresó su satisfacción por las resoluciones del congreso y dio cuenta de los desafíos por delante. “El día de hoy nos vamos convencidos de continuar esa revolución que encarnamos las mujeres desde el feminismo, pero también desde el ambientalismo y las economías alternativas por los derechos de todas y todos”, señaló la socialista uruguayense, antes de dar pie al candidato a gobernador por la provincia de Santa Fe, Antonio Bonfatti.

El Presidente del Partido Socialista, Antonio Bonfatti, destacó que “los socialistas queremos generar una alternativa para Argentina con otras fuerzas y sectores de la sociedad que entiendan que lo que necesitamos es ponernos de acuerdo sobre temas fundamentales para el desarrollo nacional: la industria, la educación, la salud, la ciencia y la tecnología, el medio ambiente, las energías renovables”. Bonfatti se mostró convencido de “que el próximo gobierno tiene que ser de coalición y, antes que buscar al timonel del barco, es importante construir con las mejores ideas y propuestas para salir de la grave crisis política, social y económica que tenemos hoy”. El PS dio el primer paso para construir ese navío, a la espera de que otros actores manifiesten su voluntad de hacerlo junto a ellos y navegar así las turbulentas aguas de una Argentina en crisis permanente.

El 1° de Mayo y el imaginario socialista en la Argentina

El 1° de Mayo y el imaginario socialista en la Argentina

Hace 129 años se conmemoraba por primera vez en la Argentina el Día Internacional de la Clase Trabajadora. La apelación al 1° de Mayo –reiterada durante el proceso de formación del Partido Socialista– es analizada aquí como elemento central para la construcción del conjunto de representaciones de ese pensamiento político.

“Tenemos ante nosotros el 1° de mayo. ¡Demostremos que merecemos el honor de pertenecer a los trabajadores organizados!”. Con esas palabras los socialistas alemanes del Verein Vorwärts convocaban, en la Argentina de comienzos de 1890, a la que sería la primera conmemoración internacional del 1° de Mayo.

El proceso de acelerada modernización que sufrió la Argentina en la segunda mitad del siglo XIX dio lugar, no sólo a las transformaciones esperadas, que se vinculaban con la construcción del Estado y la inserción del país en el mercado mundial, sino también con una serie de conflictos que los propios contemporáneos concebían como sociales. En ese clima de disputa se produjo el desarrollo del movimiento obrero. La acción de los trabajadores, sus organizaciones, y sus órganos de prensa cumplieron un rol fundamental en la instalación de la “cuestión social” en la opinión pública.

[blockquote author=»» pull=»normal»]El recuerdo de los sucesos de Chicago no solamente tenía por objetivo su rememoración sino también, y sobre todo, la acción concreta sobre la realidad argentina de comienzos de la década de 1890.[/blockquote]

Al mismo tiempo, la llegada de cada vez más inmigrantes ponía en discusión el problema de la definición del “ser nacional”. Esta coyuntura dio lugar al desarrollo de un creciente nacionalismo que se expandió en la opinión pública, de carácter esencialista y que se diferenciaba del cosmopolitismo integrador irradiado por el texto constitucional.

En ese marco, el grupo de socialistas alemanes que desde 1882 habían formado el Verein Vorwärts impulsó la conmemoración del 1° de Mayo en 1890, siguiendo las resoluciones del Congreso Internacional Obrero reunido en París en 1889. Allí se había decidido que esa fecha debía ser el día internacional de los trabajadores en conmemoración de las luchas obreras por la obtención de la jornada laboral de ocho horas, llevadas adelante en Chicago en 1886, que fueron brutalmente reprimidas.

El recuerdo de los sucesos de Chicago no solamente tenía por objetivo su rememoración sino también, y sobre todo, la acción concreta sobre la realidad argentina de comienzos de la década de 1890. En este sentido, la conmemoración tenía como objetivos impulsar la creación de una Confederación para la defensa de la clase obrera y de un órgano de prensa que le fuera propio, así como también era una forma de demostración de fuerzas para acompañar el petitorio con las leyes obreras que los socialistas buscaban que fueran sancionadas por el Congreso de la Nación.

La “fiesta internacional del trabajo” se conmemoró por primera vez en la Argentina el 1° de mayo de 1890. Sus impulsores habían pegado carteles invitando al meeting, que se celebró en el Prado Español, en el que además de socialistas participaron anarquistas y republicanos mazzinistas, en un número no menor de 1.500. Si bien el objetivo de formar una Confederación en defensa de los trabajadores y un órgano de prensa no pudo ser realizado inmediatamente después, el periódico semanal El Obrero. Defensor de los intereses de la clase proletaria comenzó a publicarse en diciembre de 1890 y la Federación Obrera pudo formarse a comienzos del año siguiente.

La apelación al 1° de mayo siguió siendo reiterada durante el proceso de formación del Partido Socialista, convirtiendo a su conmemoración en un elemento central para la construcción del imaginario socialista en la Argentina. En este sentido, el Comité Central del Partido señalaba, con motivo de la celebración del 1° de Mayo de 1895, la necesidad de llevarla adelante con entusiasmo “para reclamar de los poderes públicos la adopción de la jornada de ocho horas y la promulgación de leyes protectoras del trabajo”. También, durante el Congreso Constituyente del Partido Socialista, celebrado en junio de 1896, los socialistas allí reunidos confirman “la declaración de los demás congresos socialistas declarando el 1° de Mayo el día en que los obreros reclaman de los poderes públicos una ley que declare que la jornada máxima de trabajo sea de ocho horas”. De esta manera los socialistas en la Argentina se filiaban a las luchas del proletariado internacional y al mismo tiempo construían una tradición que buscaba la transformación en el marco de las instituciones del Estado Nacional.

La utilización de ciertos sentidos del pasado para la construcción de la identidad socialista, se produjo no sin tensiones con otras identidades que también se definían y redefinían en la Argentina de fines del siglo XIX. En este sentido, podemos pensar los usos del 1° de Mayo que realizaban los anarquistas. Mientras para los socialistas era un día de “fiesta” a partir del cual había que elevar reclamos a las instituciones vigentes, para los anarquistas era un día de “protesta” y de crítica a la existencia de las instituciones.

[blockquote author=»» pull=»normal»]El ideario socialista no abandonará nunca su carácter internacionalista y la conmemoración del 1° de Mayo continuará siendo un elemento constitutivo de su identidad.[/blockquote]

Asimismo, el internacionalismo que emanaba de la conmemoración del 1° de Mayo y que era un elemento constitutivo del imaginario socialista, entraba en disputa con el Estado, recientemente consolidado, que impulsaba cada vez con más fuerza la formación de la nacionalidad a partir de distintos mecanismos, como la incorporación de la liturgia patriótica en las escuelas, el esfuerzo que se realizó para revitalizar las celebraciones de las fiestas patrias, así como también el impulso a los monumentos a los héroes de la patria y la reglamentación del uso de los símbolos patrios.

Con el avance de la identidad nacional y la necesidad de arraigar en la política local, las proclamas internacionalistas serán cada vez menos predominantes en el imaginario socialista. Sin embargo, el ideario socialista no abandonará nunca su carácter internacionalista y la conmemoración del 1° de Mayo continuará siendo un elemento constitutivo de su identidad.

Habiendo transcurrido más de 120 años de aquella primera conmemoración, el socialismo argentino sigue reivindicando su vigencia.

Los Olimareños, 60 años después

Los Olimareños, 60 años después

El Pepe en alguna ocasión trastabilló con la letra. En otro momento una guitarra no sonó como quizás lo hacía años atrás. Pero ambos artistas hacen que uno olvide que son septuagenarios porque juntos, deslumbran con el mismo fulgor de antaño, con profesionalidad pero con enorme entrega, haciendo que sus seguidores, los de antes y los nuevos, agradezcan llenos de felicidad.

¿Cómo se explica que siga haciendo vibrar a miles una canción de Chicho Sánchez Ferlosio, que alude al enfrentamiento entre el gallo negro del franquismo (la versión hispánica del fascismo) y el rojo comunista en la Guerra Civil Española? ¿Cómo puede ser que el “Cielito” que escribió Mario Benedetti en 1969, aún pueda hablar del “abajo que se mueve” sin sonar ridículo o anacrónico para quienes escuchan? ¿Qué interpretan los que la escuchan y la cantan hoy, medio siglo después? ¿O el “Simón Bolivar Simón” escrito en los 60 por Ruben Lena, aquel que recuerda –tras enumerar los méritos del libertador venezolano– que en el sur está “la voz amiga, en la voz de José Artigas / que también tiene razón”? ¿Qué pasa cuando se escucha hoy el “Orejano”, escrito por el insólito poeta y subcomisario anarco Serafín J. García, que reniega de caudillos y de elecciones, y sugiere criar a los gurises “infieles / aunque el cura grite que irán al infierno”? ¿O cuando reflexiona que al traerse la china pal rancho “me he olvidao que hay jueces pa’ hacer casamiento, / y que nada vale la mujer más güena / si su hombre por ella no ha pagao derechos”?

Canciones inoxidables por razones misteriosas: canciones que hicieron que un dúo nacido seis décadas atrás y que llegó a ser –según afirman estudiosos orientales–  “la propuesta musical más popular del Uruguay desde Carlos Gardel”, y que ha llenado estadios en la Argentina, pueda hacerlo aún hoy. Porque según ellos mismos, según el dúo, son esas canciones la razón de su éxito y de su permanencia. “Son las canciones. Aunque por supuesto, algo les debemos de haber puesto nosotros”, dice Pepe Guerra.

Y si usted está leyendo esta nota, que habla sobre ese dúo, no es casualidad. Si llegó hasta acá en una época en la que la mayoría de las personas solamente leen títulos y copetes (y por desgracia creen que con eso alcanza para estar informado o tomar posición) es que usted no es de ésos. Pero además sabe quiénes son Los Olimareños.

[blockquote author=»» pull=»normal»]Canciones inoxidables por razones misteriosas: canciones que hicieron que un dúo nacido seis décadas atrás y que llegó a ser –según afirman estudiosos orientales–  “la propuesta musical más popular del Uruguay desde Carlos Gardel”, y que ha llenado estadios en la Argentina, pueda hacerlo aún hoy.[/blockquote]

Sesenta años. Seis décadas. 1960. El 80 por ciento de las personas que viven hoy en la Argentina no había nacido aún cuando Braulio López y José Luis Pepe Guerra formaron aquel dúo en la ciudad uruguaya de Treinta y Tres, a orillas del río Olimar, y de ahí el nombre.

Después de muchos años distanciados, volvieron a reunirse en 2009, con un show multitudinario en el estadio Centenario de Montevideo. Aunque ellos dicen que nunca se separaron: “Yo no lo llamo así, sino que cada tanto descansamos”, explica Braulio López. Hicieron varios recitales (incluso en la Argentina), y desde entonces, “descanso”. Muchos mitos rodean al dúo: que no se hablan, que se pelearon feo, que se juntan solo por necesidad. Nada de eso le importa a los miles que se conmueven y disfrutan de antemano al enterarse de una nueva actuación, de una nueva oportunidad para verlos, en Buenos Aires o en Montevideo, en Cosquín o en Paysandú.

Presencié el último show, el pasado 20 de abril, en el Anfiteatro del Río Uruguay, en Paysandú, ocho años después de su última actuación allí. Ante varios miles de personas Braulio López y Pepe Guerra brindaron una treintena de canciones, todas emblemáticas, todas coreadas por la mayoría, y una buena parte cantadas de punta a punta por muchas de las personas presentes. “Todas son hits”, dijo una mujer cuando alguien a su lado calificó así a la que estaba sonando (“Los dos gallos”… aunque en serio podría haber sido casi cualquiera otra). Pero vamos de a poco.

La noche se había puesto muy fresca y la previa había sido larga, aunque con buenos espectáculos: Diego Sosa, Juan Mendiverry y Chacho Ramos, todos cumpliendo bien con su parte. Aunque acá cabe mencionar especialmente la presentación de la gran Laura Canoura: un espectáculo de primer nivel, con poca relación con lo que venía después, que no obstante el público apreció con respeto y buena disposición. Y que terminó aplaudiendo de pie, porque Canoura realmente está en el mejor momento de su trayectoria: cantando como los dioses, con un repertorio muy acertado, una banda ajustadísima, y un tino sin igual para incorporar una canción propia (la milonga “Alfombra roja”: “Me levanté decidida / no voy a aguantarte más / no esperes alfombra roja / para rajarte de acá”.) Una canción que le permitió entrar en el corazón de todas (absolutamente todas) las mujeres presentes, y también de muchos hombres, algunos que valoran la lucha feminista pero también muchos otros por el sentido del humor y la calidad.

Luego vino lo esperado. Con algunas demoras en el inicio, porque la guitarra de Braulio no se escuchaba en el monitor del escenario. Y tras arrancar con  “Del templao”, las canciones de siempre de Los Olimareños fueron sucediéndose sin que hablaran demasiado los artistas. Vestidos de negro ambos, el Pepe con su gorra de siempre y sentado casi todo el espectáculo, Braulio de pie. No era necesario hablar, y lo hicieron solo en la medida justa: apenas algunos juegos de palabras en relación con los problemitas de sonido. El público empezó a pedirle canciones desde el primer minuto y muchísimas personas registraban el momento con sus celulares, en un clima de gran emoción, pero también de alegría.

[blockquote author=»» pull=»normal»]El sonido es el de siempre: la inconfundible forma de tocar las guitarras, y el extraordinario trabajo vocal en el que pareciera que el tiempo transcurrido los mejoró en lugar de afectarlos.[/blockquote]

Sí, alegría era lo que se veía en los rostros de la gente presente, en su gran mayoría sanducera, pero con presencia numerosos argentinos del otro lado del río, que no desaprovecharon la oportunidad; un público compuesto por adultos predominantemente, pero con buena presencia de jóvenes. Y las caras de felicidad. La sensación es que toda esa gente está convencida de que volverá a verlos pronto, que Los Olima tienen para rato. Quizás por eso la emoción era tan serena y sin nostalgia o melancolía. “Estoy tan contenta, y tengo la garganta apretada a la vez”, definió una cuarentona presente.

Los Olimareños se presentaron con otros cinco músicos (batería, teclado y acordeón, percusión, guitarra y bajo), que le dieron al espectáculo un marco de profesionalismo y excelencia. El sonido es el de siempre: la inconfundible forma de tocar las guitarras, y el extraordinario trabajo vocal en el que pareciera que el tiempo transcurrido los mejoró en lugar de afectarlos. Los arreglos que eficazmente ejecuta la banda –integrada entre otros por el hijo de Guerra– hacen a la propuesta tan actual y disfrutable al oído, como irreprochable en lo técnico. Y con un condimento milagroso: sin perder nada de su esencia.

El Pepe en alguna ocasión trastabilló con la letra. En otro momento una guitarra no sonó como quizás lo hacía años atrás. Pero ambos artistas hacen que uno olvide que son septuagenarios (Braulio López tiene 77 y Pepe Guerra 75) porque juntos, deslumbran con el mismo fulgor de antaño, con profesionalidad pero con enorme entrega, produciendo un concierto memorable, que el público agradeció lleno de felicidad.

El impresionante repertorio que caracterizó a Los Olimareños está atravesado por la obra (tal vez no reconocida del todo fuera del Uruguay) de autores como Ruben Lena y Víctor Lima, o José Carbajal y Aníbal Sampayo, pero también con canciones de su propia autoría o popularizando en la región obras de otras latitudes del continente, con una preferencia por la música llanera venezolana. O tomando riesgos artísticos insólitos para la época como el legendario disco “Todos detrás de Momo”, de 1971, que creó la canción carnavalera e instaló lazos definitivos entre folklore y murga. No podía faltar, claro, la “Retirada” de ese disco (casi una descripción de lo que sucedía: “Suena antigua / Una música perfecta  / Y en el cielo temblorosas / Lloran de amor las estrellas…”).

Y vinieron “La sencillita” y “De cojinillo”, “Nuestro camino” e “Isla Patrulla”, “Adiós a Salto” y “La niña de Guatemala”, “Angelitos negros” y “Ta llorando”. No podían faltar. Tampoco faltar el homenaje en los pagos de Sampayo, que llegó de la mano de las “Coplitas del pescador”. Y, entreveradas, aquellas que sesgaron para siempre el destino del dúo: prohibición, persecución, exilio, pero también el respeto, la solidaridad y la admiración de las viejas y las nuevas generaciones. Las canciones comprometidas “sobre todo con los de abajo”, como dice Braulio: “Simón Bolivar”, “Milonga del fusilado”, “Los dos gallos”, “Cielito del 69”.

[blockquote author=»» pull=»normal»]Todo pareció abonar la afirmación de Braulio López respecto del valor del compromiso en sus canciones: “No nos equivocamos, porque el tiempo nos dio la razón de que lo que pregonábamos es correcto: si no, no estaríamos haciendo un recital ahora. Eso para mí también tiene un valor.” [/blockquote]

El público agradecía todo el tiempo, se emocionaba o hacía palmas, se ponía de pie para enfatizar el sentimiento compartido. Después de “Orejano” los artistas agradecieron, empezando a despedirse. “¿Ya?” se preguntó todo el mundo. Pero aun faltaban los bises. Y el cierre, que fue con dos de las canciones más emblemáticas, dos himnos: “A mi gente”, de José Carbajal, el Sabalero, y “A don José”. Ésta última, concebida como canción escolar por Ruben Lena y convertida en vibrante homenaje artiguista, es cantada hoy hasta por los milicos en el Uruguay. No exagero: en 2003 fue declarada “himno cultural y popular uruguayo” por la ley 17.698 y hoy forma parte del repertorio del Ejército.

Es difícil saber qué porcentaje de la piel de los presentes no se erizó en el estribillo “Con libertad / ni ofendo ni temo…”. Todo pareció abonar la afirmación de Braulio López respecto del valor del compromiso en sus canciones: “No nos equivocamos, porque el tiempo nos dio la razón de que lo que pregonábamos es correcto: si no, no estaríamos haciendo un recital ahora. Eso para mí también tiene un valor.” En efecto. Tienen razón.

 

Fotos: Marcos Pereyra

Fortalecer los clubes para transformar el barrio

Fortalecer los clubes para transformar el barrio

Los clubes son instituciones fundamentales de las comunidades barriales, que se basan en la cooperación solidaria y en la proximidad. Sin embargo, su subsistencia en tiempos de zozobra requiere del trabajo mancomunado con el Estado. 

Los clubes suelen ser reconocidos por sus logros deportivos en el deporte profesional –el fútbol por sobre cualquier otro–, sus contrataciones rutilantes y ventas millonarias, o los tristemente numerosos hechos de violencia protagonizados por sus barrabravas. Estos despiertan la pasión de multitudes a lo largo y ancho del país, algunos incluso han alcanzado cierto reconocimiento y popularidad internacional. Encarnan una marca de identidad, afincada a un barrio o a una ciudad, pero diferente a otras: una identidad apasionada, desbordante, virulenta.

Detrás de esos gigantes (algunos con pies de barro), soslayadas y ocultas existen otras instituciones sociales y deportivas, quizá de menor envergadura, pero cuya importancia social y cultural no se debe subestimar. Estos clubes son el resultado de una densa trama asociativa que hunde sus raíces en una tradición, en ocasiones, más que secular. Frutos de la más virtuosa convergencia solidaria, han proliferado hasta en los rincones más recónditos. En el corazón de cada barrio anida un club. Es el sueño de antiguos fundadores, pero también el trabajo de todos los días. Sin el esfuerzo cotidiano, el sueño puede truncarse.

[blockquote author=»» pull=»normal»]El acompañamiento a los clubes por parte de la gestión pública debe ser cuidadoso, ni la intromisión directa ni las dádivas económicas son suficientes para fortalecer instituciones que dependen del vigor y la fortaleza de su comunidad societaria. [/blockquote]

La ciudad de Rosario, como en otros rubros, es prolífica en clubes e instituciones semejantes. Cuenta con más de 400 en todo su territorio, de variada dimensión, antigüedad y características, que desarrollan su actividad en diferentes puntos de esa populosa urbe de más de un millón de habitantes. Como muchas otras instituciones de la sociedad civil, que requieren del pulso y el aporte de sus socios para subsistir, los clubes sufren los embates de una realidad social y económica que, como bien sabemos, en nuestro país no da mucho respiro. Las recurrentes crisis económicas no sólo son perniciosas para el normal funcionamiento de los clubes barriales, sino que se ven agravadas por sus efectos capilares, más imperceptibles pero indelebles, que erosionan lentamente la trama social y atentan contra las prácticas solidarias que son el cimiento de cualquiera de ellos. La manutención y recuperación de estos espacios de reunión comunitaria requieren de un esfuerzo sostenido para revitalizar los lazos e ímpetu que años atrás les dieron origen.

El concepto de estatalidad que hay detrás del apoyo y promoción de los clubes y otras organizaciones sin fines de lucro es muy específico. Implica un rol activo del Estado que debe ir mucho más allá de un desembolso puntual de dinero, a modo de ademán demagógico, y que requiere de un acompañamiento sostenido y que debe tener siempre como protagonistas a los involucrados. El Estado no puede, y probablemente no debe, suplir a los socios y dirigentes de los clubes, sino acompañarlos para que sus esfuerzos no se enfrenten a obstáculos insalvables que pueden hacer naufragar empresas plenas de buenas intenciones y sacrificios. El gobierno de Rosario, haciendo gala de sus banderas progresistas y socialistas, ha tomado esto como un desafío prioritario y sostenido en el tiempo, incluso a contracorriente del rumbo escogido por sus pares de otras administraciones.

El acompañamiento a los clubes por parte de la gestión pública debe ser cuidadoso, ni la intromisión directa ni las dádivas económicas son suficientes para fortalecer instituciones que dependen del vigor y la fortaleza de su comunidad societaria. La ayuda debe provenir a modo de asesoramiento primero, atento a las demandas y necesidades de los actores involucrados. La asistencia económica viene luego, pero es preciso que esta ayuda sea adjudicada de modo transparente y sin favoritismos. “El Estado tiene que estar presente, ser cercano. Lo que hacen ellos es no dejar morir los clubes” explica Analía, directiva de Atlantic.

“Muchos clubes por la Dirección de Clubes han revivido”, nos dice Jeremías (Suderland), en parte reconstruyendo su propia experiencia y el asesoramiento que recibió para ordenar institucionalmente su club. La regularización de los clubes fue un proyecto que sirvió de coartada para la gestión municipal y provincial para estrechar vínculos y, al mismo tiempo, ofrecer la posibilidad, una vez concretados los pasos necesarios, de acceder a una serie de programas y subsidios para concretar obras de infraestructura, impensables de otro modo. La estrella de este proceso fue el Plan Abre, orientado a fortalecer barrios considerados prioritarios y principal motor de la consolidación de muchos de estos clubes. “Después del proceso de normalización, como barrio priorizado, pudimos acceder al Abre”, cierra Jeremías.

[blockquote author=»» pull=»normal»]“El Estado tiene que estar presente, ser cercano. Lo que hacen ellos es no dejar morir los clubes” explica Analía, directiva de Atlantic.[/blockquote]

“Para los clubes de barrio se hace muy difícil el avance estructural o en infraestructura. La buena administración solo puede sostener el día a día” nos comenta Emiliano, Director de Clubes de la ciudad de Rosario y principal nexo con los dirigentes. En el mismo sentido, Oscar, dirigente del Libertad y su antecesor en el cargo, señala: “El Club Libertad fue el primer beneficiario del Plan Abre, si no fuera por el Abre hubiera sido muy difícil llegar a eso, casi imposible”. De alguna manera el plan ofrece al gobierno una posibilidad de involucrarse directamente en el fortalecimiento de los clubes a través de medidas concretas, auditables y visibles, y a los clubes la posibilidad de encarar obras que, dadas las condiciones actuales, serían imposibles de realizar de otra forma.

“En 2015 pudimos entrar al Plan Abre, con el Plan Abre pudimos hacer el tinglado que está en la cancha, para este club que no tenía ni vidrios en la ventana, que era como un baldío”, nos dice Esteban mientras almorzamos en el buffet recuperado del club Unión Central, más conocido como “La Carpita”. Y continúa: “Eso también ayudó mucho a que le diera visibilidad al laburo que veníamos haciendo para el barrio, porque para la gente del barrio estaba estigmatizado. Y esa obra grande hizo que se tome real dimensión del laburo que veníamos realizando, se acercó mucha gente”. En Social Lux la opinión es semejante: “Sin el apoyo de la Provincia y de la Municipalidad no hubiéramos podido avanzar por nuestros propios medios”, explica “Tucu” mientras nos muestra las obras que pudieron concretar. Lo mismo señala Analía, de Atlantic: “Lo que hicimos acá en el club no lo hubiésemos podido hacer si el Estado no estaba presente”.

El trabajo con los clubes no se limita al apoyo económico, que es necesario y mucho, sino que tiene su piedra basal en el acompañamiento y la formación, sobre todo para los dirigentes más jóvenes o inexpertos. Juan, el muy joven presidente del Club Atlético Calzada, relata: “Desde que empecé –experiencia como dirigente: cero– siempre tuve línea directa con la Dirección de Clubes, para lo que sea en cuestión de asesoramiento o consultas. A mí me sirvió un montón. Otra cosa fundamental que me sirvió fueron unos seminarios para nuevos dirigentes que dictó la Municipalidad de Rosario y eso fue clave para mí en muchos aspectos, la innovación, la comunicación, ideas para el club”. En el mismo sentido, Jeremías (Suderland), observa que a través de los seminarios “se está logrando jerarquizar la labor del dirigente del club, darles herramientas para que se puedan manejar. Estas son nuestras primeras incursiones en los clubes”.

Los clubes son instituciones con una larga historia en nuestro país, resultado del trabajo comunitario de miles de personas que decidieron unir sus esfuerzos para dotarse de un espacio compartido, para realizar actividades deportivas, para reunirse, para encontrarse. Para los socios es un lugar de encuentro, de contención y formación para los más jóvenes, un lugar donde construir desde el altruismo y la solidaridad, por fuera de las lógicas individualistas y egoístas que rigen nuestra gris cotidianeidad. Para el Estado es la posibilidad de fortalecer los lazos de solidaridad y la participación desde organizaciones insertas en el entramado social, a través de ellos se puede llegar a lugares y resolver situaciones que de otro modo sería imposible.

[blockquote author=»» pull=»normal»]“No hay Estado ni ninguna entidad privada que puedan tener esa red que tienen los clubes. Y el rol que tienen los clubes, así lo quisiera hacer el Estado, es imposible realizarlo, sería imposible absorber esa red”, sintetiza Emiliano, Director de Clubes de la ciudad de Rosario. [/blockquote]

“No hay Estado ni ninguna entidad privada que puedan tener esa red que tienen los clubes. Y el rol que tienen los clubes, así lo quisiera hacer el Estado, es imposible realizarlo, sería imposible absorber esa red”, sintetiza Emiliano esta experiencia. Fortalecer los clubes requiere un rol activo del Estado, pero sobre todo la participación de los socios para revitalizar el espíritu de solidaridad que los forjó.

En el corazón de cada barrio anida un club, algunos saludables y vigorosos, otros lacerados por años de deterioro y abandono. Priorizarlos, defenderlos y apoyarlos implica toda una serie de principios y valores, un modo de concebir lo social diferente, un sentido de lo colectivo horizontal, democrático y participativo. El desafío, en tiempos de desesperanza, es fortalecer los clubes para, de esa manera, transformar el barrio.

 

Otro intento de amenaza a Dios para que hable:  sobre «Geología» de Claudia Masin

Otro intento de amenaza a Dios para que hable: sobre «Geología» de Claudia Masin

La reedición de «Geología» (Caleta Olivia, 2018) de Claudia Masin es una buena coartada para reflexionar sobre su obra y, a partir de ella, recorrer sus tópicos y enfoques. La poesía lírica de los noventa, la Santa Fe de las inundaciones, la poesía como voz en la historia. 

1. He escuchado muchas definiciones de poesía. Una me gusta especialmente: “la poesía es un intento de amenaza a Dios para que hable.” La escuché de los labios de Olga Orozco. No es posible señalar aquí el nombre de un autor. La atribuyó a esa larga cadena de citas que, de poeta a poeta, la van diciendo como una lenta y hermosa plegaria en el tiempo. Al evocarla, no puedo dejar de imaginarme a Jacobo Fijman o Antonin Artaud, en el encierro de una habitación o en el espacio abierto de un jardín, agarrándolo con fuerza del cogote al señor de las supuestas largas barbas… La imagen, por cierto, es muy contundente, reúne dos elementos esenciales de Geología de Claudia Masin (Caleta Olivia, 2018), misterio e ilusión.

2. Los pasajes que anuncian un nuevo comienzo, tras la afirmación de la inexistencia de vocablos o, quizás, de la espera de una señal en el desierto abierto de la creación, abundan, a decir verdad, en este volumen. “El lento suspiro del pasado/ al convertirse en materia,/súbitamente olvida las palabras” (“Rocas sedimentarias”). Pero también cuando leemos, “inofensivo volcán de las cosas olvidadas de sí/hacia el mundo que espera del silencio/una señal. (“La música”) La poeta, en efecto, expresa cierta sorpresa al trazar las líneas que delimitan el campo mágico del misterio. Todo ese oleaje de sensaciones que dan vueltas en su cabeza y, que, de un momento a otro, se transforma en ilusión. “Siempre te resultó un misterio que las palabras/sean capaces de crear algo/que luego no sabrán nombrar”.

Digámoslo directamente: el poeta es el que mantiene contacto con aquello que aparece como oculto (casa del misterio). Es el que experimenta, como señala Seamus Heaney, una especie de “ilusión momentánea” donde la apertura abierta en nuestro oído sirve para entrever sentidos que en el mundo también estaban precisamente ahí, a nuestro alcance (casa de la ilusión). El poeta busca, entonces, un sentido suspendido, digamos. Llamo un sentido suspendido a un momento particular del poema, cuando está, concretamente, en su estado de apariencia real de estar completo. Ese camino mágico, para decirlo de otro modo, que lleva de la espera a la celebración. Los pasos imaginarios que, nunca de modo lineal, van desde el primer estado de alerta o de espera de la poesía al “instante supremo en que salto o me pudro”, como bellamente escribió Juan Manuel Inchauspe.

[blockquote author=»» pull=»normal»]El arte, aunque se supone no forma parte de ese paisaje de angustia, puede hallar más cosas allí. En ese estado donde parece que todo se hunde en lo trágico, emerge, entonces, una especie de momento de calma. La poesía funciona como un espacio de vida y de belleza.[/blockquote]

3. Es la celebración y la espera, claro está, de la vivencia poética, de ese instante en que surge lo mágico que puede crear el lenguaje, misterio e ilusión, decía más arriba. Allí esta el nuevo comienzo. El poema “Resistencia” se hace eco de este acontecimiento que las palabras justamente recrean. El tema es el paisaje de la inundación y la percepción de la niña lectora. La literatura, el arte, es presentado como otra resistencia frente a la guerra que es la inundación (“sobrevivientes de un desastre secreto”). Construir un arca para llevar allí las palabras, que, a sus ojos, son las que dan su propia pelea en medio de esa verdadera contienda guerrera. El arte no vence la crecida del agua, pero alivia (“sostiene”, como se enuncia en “Basalto”). Nadie gana en una inundación. El arte, aunque se supone no forma parte de ese paisaje de angustia, puede hallar más cosas allí. En ese estado donde parece que todo se hunde en lo trágico, emerge, entonces, una especie de momento de calma. La poesía funciona como un espacio de vida y de belleza. El arte, entre otras cosas, puede ofrecernos cierto aire de bienestar. En “Oro de los locos”, concluye, “En la hermosura siempre hay un consuelo”. En síntesis, y vuelvo al poema “Resistencia”, el arte transforma el acontecimiento de la inundación en un espacio de aprendizaje de la vida, en cuanto mas allá de lo trágico del hecho, sin duda, una inundación lo es, se pueden vivir ciertamente otras cosas entrando en otra casa, la del arte.

Como santafesino, el tema, claro está, me toca afectivamente. Viví muchas en mi ciudad. Escribí algunos poemas también. Quizás un volumen realmente importante sobre este tema sea Por encima de los techos, de Roberto Malatesta. Como poeta-testigo evoca, bellamente, una de las inundaciones más memorables ocurridas a comienzos del siglo XXI. Los momentos de paz, los momentos de angustia y de tristeza, la solidaridad inmensa entra en tensión con los curiosos que solo van a ver el desastre. En efecto, en esta escena, aparece todo mezclado. El arte puebla sin duda los momentos de paz en medio de una catástrofe. Siempre tengo la sospecha que el poeta pesca allí sentidos que, a modo de amable fortaleza, siguen sosteniéndolo.

4. La poeta desea ver hasta dónde se puede llegar indagando en la percepción de escenas mínimas. Siempre parece que hay algo más detrás de un momento al parecer simple y cotidiano. En el poema “Eldorado”, puede leerse en esta línea: “Los pescadores tienen en esta escena/la apariencia de la inmovilidad que tiene el tiempo./ Como él, no es que estén dormidos, están/ alertas.” El símil funciona aquí como exploración más profunda de la vida. Hay una suerte de filosofía del pescador que el poeta intenta explorar. Mirar al pescador es mirar una apariencia de inmovilidad. Es como mirar el tiempo. En “Dunas”, aparece la misma idea. En apariencia la duna se mueve en algún momento, es lo que se cuenta, pero en lo cotidiano no se advierte ese movimiento de cambio. La poeta se aventura en esa búsqueda interior que se desborda hacia afuera. De alguna manera, el intento de percepción de un paisaje (duna, pescador), es un intento por captar algo más profundo: el cambio, el tiempo… Espero no caer en un punto ciego si hago notar esta suerte de búsqueda de algo de filosofía en el paisaje cotidiano. Estoy cada vez mas convencido que este tipo trabajo de percepción y de exploración son esenciales para la poesía.

“Van a volver al río mañana ya saben/que quien pertenece a la tierra es extranjero en esas aguas/y sólo trae de ellas la nostalgia, es decir, no trae nada/que no llevara consigo al embarcarse». Este bello final de «Eldorado», evoca aquello que Mario Luzi propone como posible mensaje de la labor poética. “El mensaje, si existe, viene desde más lejos que el mundo está maquinando dentro de sí: algo que es y deviene al mismo tiempo”.

5. En diciembre de 2018, en una entrevista publicada en Pagina 12, Masin sostiene que percibe a la infancia en varios sentidos. Al considerar uno de ellos, afirma, “veo la infancia como el inmenso territorio de libertad en el que abrevar a la hora de buscar una relación con los demás, con las cosas, con el lenguaje, que nos libere.” El lenguaje y la infancia son dos elementos destacados en la hermosa contratapa escrita por Carlos Battilana. “La niña-geóloga –señala el autor de Ramitas- procura descifrar las palabras talladas en piedra, casi indestructibles, aprendidas en los primeros años.”

La nostalgia lleva a la infancia. Nostalgia de provincia (la siesta y otras referencias), su viaje desde Chaco a Buenos Aires en 1990, el libro Geología publicado en momentos de crisis (2001 y reedición en el 2018, otra crisis). “Todas las cosas hermosas, al principio, son palabras”. En la mirada de Masin aparecen como decisivas, en cuanto construyen historias, evocan nostalgia…  Un mundo de vocablos siempre rodeando y atravesando la vida, dan una sensación superior, de elevación e inmensidad. Los ojos del poeta siempre están alertas, recorriendo los años en búsqueda de sentidos. “Las palabras, señala el poeta Seamus Heaney, son como puertas”, visto desde este ángulo interpretativo, “Jano es hasta cierto punto su divinidad, porque mira hacia atrás a una serie de raíces y asociaciones y hacia adelante buscando la clarificación de la comprensión y el sentido.”

6. La poeta se envuelve en cuentos de historias y de viajes imaginarios como una manta. Una vieja leyenda australiana donde puede sentir el poder y el misterio de una piedra inmensa. Lugar encantado, justamente, donde es posible confesar, “quise ser esa niña encerrada en una piedra”. O la sensación de seguridad que solo puede desprenderse de alguna sentencia, como que “ciertos libros dicen que los libros te roban el alma y dejan a cambio/un silencio perfecto, como un regalo”.

Si para los historiadores el “todo es ficción” de Ricardo Piglia entra en un terreno altamente resbaladizo y pantanoso, en los materiales literarios entra casi en una perfecta sintonía. Es el caso de algunos poemas de Geología. Justamente, como señalé en “Resistencia”, pero también en “Basalto”, donde las palabras son importantes: “las historias contadas una y otra vez (…) sostuvo la casa”.

[blockquote author=»» pull=»normal»]El poeta no es el testigo operante de recuerdos nuevos, sino el que fabrica recuerdos inventados, el que pretende intervenir en el pasado.[/blockquote]

En “Azufre” señala, “a veces pensaste en diseñar/un mapa deliberadamente errático, por la sola belleza/de extraviarte en dibujos que no llevan a ninguna parte./O tal vez para obligarte a permanecer en el mismo sitio/preparando para siempre una partida,/ tu propia vida el lugar donde aprender la palabra viaje./ Y concluye, “Lo tuyo es escribir la historia de ese viaje”. Lo que aquí se plantea es la visión de viaje imaginario como un espacio de aprendizaje. Justamente allí funcionan las palabras, las creadoras de historias.

En “Sequía”, la historia y el viaje imaginario tiene como actores principales a los trabajadores de la tierra, aquellos que pueblan la historia, el pasado de su propia tierra. La elección no es casual y mucho menos inocente. No son los grandes terratenientes, los hombres de poder que figuran en las páginas de la historia oficial. Allí aparece una historia y un viaje imaginario. El poeta no es el testigo operante de recuerdos nuevos, sino el que fabrica recuerdos inventados, el que pretende intervenir en el pasado. La historia, entonces, no es con la que toma contacto el historiador profesional, que trata de reconstruir una experiencia lejana en el tiempo. En este punto, el poeta, por el contrario, construye el sentido de una experiencia perdida en el pasado. Aquí el poeta parece cuestionar al historiador, en cuanto siempre hay zonas de la interpretación que se resisten a ser comprendidas: el deseo, las sensaciones que pueblan su cabeza…

“Te gustaba observar cómo los campesinos,/en tu tierra alejada de los puertos,/volvían de la cosecha cabizbajos, para no deslumbrarse/ con el resplandor del sol./ (…) Adivinabas en esos ojos la intensidad/del deseo de viajar hacia los climas fríos./Casi nadie se iba, sin embargo:/es temible el destino que el sol atesora/para quienes desertan./ Quisiste contar las historias de esos viajes/que nunca sucedieron…/ Y más adelante afirma, “hablar es ya haber partido…”. Las palabras, una vez más, son las que crean aquello que no fue y que solo existen por ellas. Otra vez el pasado, otra vez el viaje imaginario, entrando en la casa de las palabras

7. En la entrevista ya mencionada, se le pregunta a Masin sobre los distintos registros de su poesía, lírica, intima, política. “No hay distinción entre esos registros, contesta la poeta, pienso lo lírico como profundamente político”. Me siento hermanado con esta idea de percibir la poesía, pero también con otras cuestiones. Bien podría decirse que, con su lectura y su interpretación, el lector, de algún modo, completa el libro. En mi caso, Geología funciona como una suerte de espejo. También a comienzos de los años 90 fui a Buenos Aires desde Santa Fe, también publiqué mis primeros libros en esa coyuntura de crisis, delimitando zonas muy próximas a la nostalgia provincial (la siesta, la inundación…), sí, poesía lírica, poesía política, poesía intima.

Aquellos años 90 pesaban como hierro en el campo de la poesía para los poetas que se los asociaba con la poesía lírica. Para decirlo de modo simple, estaba mal vista y se la ridiculizaba. Ricardo Herrera, director en ese entonces de Hablar de poesía, publicaba a jóvenes de distinta tendencia, los líricos y los antilíricos (simplificando las cosas al máximo). En varias oportunidades me contó que lo hacia deliberadamente para mostrar, de alguna manera, los contrastes y, sobre todo, la falta de apertura de aquellos que, vestidos con sus trajes de antlíricos furiosos, se jactaban de abiertos y de pluralistas. En ese marco, escriben sus primeros libros Masin (pero también Battilana, Malatesta…). Hoy puedo decir que, pensando en Herrera, siento que me contó su estrategia puesta en obra en Hablar de poesía como si viera desde el futuro. Sentado ahora en el futuro de ese pasado, convengamos, que los pronosticadores del fin de la historia (como machacaban desde algunos sitios de poder), como los del fin de la poesía lírica se equivocaron. Mucho. Los trabajos de Masin son un hermoso botón de muestra.

 

 

Primates en riesgo

Primates en riesgo

Las cinco especies de primates no humanos que viven en la Argentina están en riesgo de extinción. Por eso se puso en marcha una estrategia que apunta a asegurar su supervivencia.

En marzo pasado, investigadores del CONICET lideraron el taller participativo para el Plan Nacional de Conservación de Primates de Argentina en la ciudad de Corrientes. Del encuentro participaron especialistas en primates del Instituto de Biología Subtropical de Iguazú, del CeIBA y del Proyecto Carayá Rojo.

Además de los primatólogos que desarrollan sus líneas de estudio en distintas Unidades Ejecutoras del CONICET, del encuentro participaron representantes de organismos del Estado nacional, así como también de dependencias de las provincias de Corrientes, Chaco, Misiones y Formosa, además de diferentes asociaciones no gubernamentales.

[blockquote author=»» pull=»normal»]Las principales amenazas son la destrucción de su hábitat por el uso de la tierra, el comercio ilegal y el resurgimiento de enfermedades como la fiebre amarilla.[/blockquote]

Durante las cuatro jornadas de trabajo, los participantes sentaron las bases para la elaboración de un documento que tendrá alcance nacional y que definirá las estrategias necesarias para conservar los primates no humanos y los bosques que ellos habitan en el país.

“Fue un encuentro inédito para estas especies y confiamos en que los resultados se traducirán en un plan que, de cumplirse efectivamente por todas las partes involucradas, permitirá conservar a los monos”, destacó el investigador independiente del CONICET en la Estación Biológica Corrientes, Martín Kowalewski.

TENEMOS UN PLAN

Durante el taller se consensuaron siete objetivos específicos y 32 acciones para revertir las amenazas contra los primates. El plan diseñado para Argentina sigue los lineamientos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).

En la Argentina habitan cinco especies de primates no humanos y todas se encuentran bajo alguna categoría de amenaza, con poblaciones locales en declive, según la reciente clasificación de mamíferos que se realizó a nivel nacional. El mono aullador rojo (Alouatta guariba clamitans) es el más comprometido y se considera amenazado, mientras que el carayá (Alouatta caraya), el mirikiná (Aotus azarae), el caí negro (Sapajus nigritus) y el caí de las yungas (Sapajus cay), se encuentran en estado vulnerable.

Las principales amenazas a las que se enfrentan estos animales son la destrucción de su hábitat debido al cambio en el uso de la tierra, el comercio ilegal y el resurgimiento de la fiebre amarilla, entre otras enfermedades.

“Estos planes han tenido excelentes resultados en países como Brasil, donde ya trabajaron con numerosas especies y han logrado importantes mejoras en la conservación de animales que se encontraban en riesgo. Nuestro objetivo es elaborar un plan que se traduzca en un compromiso multisectorial para cuidar las especies que estudiamos”, señaló Kowalewski.

LOS DESAFÍOS 

“Uno de los desafíos más grandes que tenemos los primatólogos es proteger las especies de primates y los bosques donde habitan. Y no es poco. Es casi un hecho que los primatólogos deben convertirse en activistas de la conservación, en divulgadores de los problemas que afrontamos en término de pérdida de biodiversidad y en ciudadanos políticos pensando soluciones. Esto significa ofrecer ideas a los tomadores de decisiones para que puedan implementarse a nivel local y regional. Trabajos recientemente publicados indican que casi el 75% de las poblaciones de primates están en estado de declinación, o sea están desapareciendo de a poco. Y se asocia esta situación a problemas comunes en todo el mundo tales como el avance de frontera agrícola-ganadera, la minería, la deforestación, el comercio legal e ilegal de animales, el uso de animales salvajes para alimentación, el aumento incesante de la interfase doméstico/humana con animales silvestres y la creciente distribución desigual de recursos”, remarcó Kowalewski.

[blockquote author=»» pull=»normal»]“Trabajos recientes indican que el 75% de las poblaciones de primates están en estado de declinación, o sea están desapareciendo de a poco”, cuenta Martin Kowalewski.[/blockquote]

Lo más paradójico de todo esto, es que las soluciones están ahí. Todavía podemos revertir estas tendencias. Aunque parece complejo se necesitan cambios de patrones de consumo y decisiones políticas nacionales y globales que lleven a alivianar estos embates que sufre la biodiversidad. Si bien está claro que todo comienza con un cambio individual, también es evidente que se necesitan decisiones colectivas y políticas para generar urgentes cambios de rumbo.

Martín Kowalewski es investigador del CONICET y director de la Estación Biológica de Corrientes y tuvo la tarea de coordinar y facilitar el Taller junto a Silvana Peker de la Dirección Nacional de Biodiversidad (SAyDS). Leandro Jerusalinsky es Coordinador del Centro Nacional de Pesquisa e Conservação de Primatas Brasileiros, quien brindó apoyo a la Argentina como facilitador y coordinador del Taller.

Desde la Asociación de Primatología Argentina indicaron que próximamente se publicarán los resultados en un libro y se instará al estado nacional y a los gobiernos provinciales a que impulsen normativas específicas que permitan la aplicación de las medidas acordadas durante el taller.

 

En base a El Territorio / Conicet / Asociación de Primatología Argentina / Instituto Jane Goodall Argentina – Foto portada Mario Rovina