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Juan Lazarte y Emilio Mira y López: exilio y medicina

Juan Lazarte y Emilio Mira y López: exilio y medicina

El exilio español contribuyó a fortalecer una perspectiva de medicina social. El doctor Juan Lazarte, fue un impulsor (reconocido por Hermes Binner al designar con su nombre el Instituto Médico de Salud con su nombre). La autora rastrea y encuentra los vínculos entre el trabajo de Lazarte y los aportes de Mira y López a la salud mental.

Juan Lazarte (1891-1963) fue un médico con un fuerte compromiso social, además de uno de los líderes de la Reforma Universitaria de 1918. Los testimonios de amigos, familiares y discípulos dan cuenta de que estaba atravesado por la libertad de pensamiento, la alegría de vivir, el trabajo solidario y la participación social a partir del compromiso con la resolución de los problemas ajenos y mundiales. Por su formación, actividad profesional y social, el ex gobernador de Santa Fe (2007-2011), el socialista Hermes Binner, creó el Instituto Universitario de Salud Juan Lazarte que se dedica a la formación de postgrado en salud. El vínculo con el exilio español, también inspiró la perspectiva de Lazarte.

Emilio Mira y López (1896-1964) se formó con el ilustre médico español Augusto Pi Suñer, a quien consideró su maestro.  Fue jefe de los Servicios Psiquiátricos del Ejército Republicano Español y, en consecuencia, al finalizar la Guerra Civil Española debió emprender el exilio. Previo a su radicación definitiva en Brasil (1945), trabajó en la provincia de Santa Fe (Argentina).

En 1942 fue designado a cargo de la organización de la prevención (higiene mental) y tratamiento de enfermedades mentales de Santa Fe, por el Ministro de Salud Pública y Trabajo de la provincia, Abelardo Irigoyen Freyre. La solicitud de esta designación fue realizada por el médico argentino Juan Lazarte al Ministro, quien en carta del 13 de octubre de 1942 escribía: “En el acto de clausura del IV Congreso Provincial del Niño y II Conferencia Nacional de Psicotecnia tuve la satisfacción de hacer público el ofrecimiento al Dr. Emilio Mira y López”.           

El doctor Omar Lazarte (hijo de Juan), que tomó contacto con Mira y López, como estudiante en Rosario y como catedrático en Mendoza, escribió: «Mi padre, médico y sociólogo rosarino, fue uno de los principales promotores para ubicar en la Provincia de Santa Fe, a estos españoles ilustres entre los cuales se encontraban médicos catalanes como Juan Cuatrecasas, Rocamora y Emilio Mira y López».

Mira y López permaneció en el cargo hasta marzo de 1944. En ese año fue contratado por el Ministerio de Educación de Uruguay para organizar una investigación que luego de un año y medio de labor, fue recogida y publicada por el Boletín de Psicopedagogía montevideano: un volumen de 630 páginas titulado “Investigación de los nomo tipos escolares uruguayos”. En 1945, se inició su etapa brasileña donde realizó una prolífica labor académica y científica dando conferencias en América y Europa. En Brasil fue nombrado en la Fundación Getúlio Vargas para ocupar el cargo de director fundador del Instituto de Orientación Profesional de Río de Janeiro, función en la que permaneció hasta su fallecimiento en 1964.

El doctor Omar Lazarte (hijo de Juan), que tomó contacto con Mira y López, como estudiante en Rosario y como catedrático en Mendoza, escribió: “En los años 1939, 40 y 41 se produce la radicación en Argentina de numerosos y destacados representantes de la cultura, de la ciencia y de la inteligencia española (…) Mi padre, médico y sociólogo rosarino, fue uno de los principales promotores para ubicar en la Provincia de Santa Fe, a estos españoles ilustres entre los cuales se encontraban médicos catalanes como Juan Cuatrecasas, Rocamora y Emilio Mira y López. Al mismo tiempo se realizaron numerosas conferencias, dentro de las cuales podemos destacar el curso que Don Emilio desarrollara sobre ‘El estado actual de las doctrinas psicológicas’ que se dictó en 1940 con el auspicio de nuestro Centro de Estudiantes de Ciencias Médicas de Rosario” .

Más de veinte años después, en noviembre de 1963, Omar Lazarte como titular de la cátedra de Psicología Médica de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Cuyo, invitó a Mira y López a dictar un curso. Éste finalizó con una conferencia titulada “La medicina integral o eubiátrica”, aspecto medular de su legado dada su cosmovisión global e integrativa de la medicina. Esta fue su última conferencia ya que tres meses después, el 16 de febrero de 1964, falleció en Petrópolis, Brasil.

Hoy el hospital psiquiátrico de la provincia de Santa Fe lleva el nombre del ilustre médico catalán quien organizó los servicios psiquiátricos de esa provincia en la década de 1940. 

Mario Nosotti: «Juan L. es como un duende que hace trampas, que siembra falsos señuelos»

Mario Nosotti: «Juan L. es como un duende que hace trampas, que siembra falsos señuelos»

Juan L. Ortiz es un poeta emblemático, rodeado de un halo mítico y cierto misterio. Mario Nosotti propone un abordaje original sobre el poeta litoraleño, recorriendo su obra y su vida.

Esta entrevista con Mario Nosotti está centrada en su libro La casa de los pájaros. Notas sobre la vida y la obra de Juan L. Ortiz, editada por la Universidad Nacional del Litoral. A primera vista, el libro sorprende, ya que en sí mismo es un bello objeto, gracias al trabajo excelente la coordinadora editorial. Su edición, además, fue un trabajo compartido por el equipo editorial de la UNL, dirigido por Ivana Tosti, con diseño de Alina Hill y las lecturas finales del escritor Sergio Delgado y el poeta Santiago Venturini. Está incluido en la colección “De vida y obra”. Mario visitó los lugares donde vivió Juan L. y lo leyó con atención a partir de esa experiencia. Mi intención, en particular, fue formularle un conjunto de preguntas sobre algunos de los muchos puntos interesantes de su hermoso volumen sobre aspectos de la vida y la poesía de Juan L. para La Vanguardia.

Mario, me gustaría que expliques cuál es el origen de este libro sobre Juan L. Ortiz y por qué, de algún modo, lo vinculás al primer número de Diario de Poesía.

La idea de trabajar sobre la Obra de Ortiz empezó hace varios años, al principio como una vaga inquietud, alimentada por el efecto que me había producido leer su poesía y también por la aureola que envolvía su figura. Esa fascinación arrancó precisamente con la lectura del dossier que apareció en el primer número del Diario allá por 1986. Ahí se incluían algunos abordajes críticos, poemas, fotografías y una breve cronología. Tené en cuenta que la obra de Ortiz no circulaba desde hacía años y que hubo que esperar diez años más para que la publicara la Universidad del Litoral.

«La mejor forma de desarmar el mito de Ortiz es leerlo, y si es posible en forma más bien exhaustiva, o sea, saliendo del grupo de poemas más conocidos y subsidiarios de cierta visión bucólica. La obra de Ortiz, dentro de su recurrencia, tiene una variedad de registros y desvíos, tanto temáticas como formales, muy rica».

En varias partes del libro señalás la importancia de los simbolistas belgas, un aspecto bastante reiterado, por otra parte, por aquellos que hablan del poeta entrerriano. En tu opinión, ¿qué poetas en particular le interesaron a Juan L. y, sobre todo, qué es lo que toma de ellos?

La influencia de los simbolistas belgas, cuáles y de qué modo impactaron en Juan L. (él mismo habla de esa influencia), es algo que todavía falta profundizar. Está claro que el carácter alusivo, la cosa de no nombrar directamente, y también el misterio, lo trascendente, es algo que está en el simbolismo, pero el simbolismo belga tiene su propia identidad, diferente del francés, y se extiende a otras disciplinas artísticas.  Juan L. dice por ahí que algo de lo “aparentemente neutro” –usa esa expresión– de los belgas, lo acerca a cierta cosa de sugestión, de otredad que le interesaba. Y luego la resolución de esa aparente incongruencia entre el goce estético, contemplativo del paisaje, y la preocupación por lo social, que él dice que en la poesía de los belgas podía dialogar sin choques, casi hermanándose. Descubre al mismo tiempo que muchos de ellos eran anarquistas, como él había sido de joven. Dos de los que más le interesaban eran Maeterlinck, de quién había leído mucho, y el Verhaeren de Las ciudades tentaculares.

Ahora bien, yo creo que Juan L. se refiere más a una idea o a un clima de época que representan los simbolistas belgas que a cuestiones puntuales de la poesía. En la gente que nombra, yo no encuentro lo que él dice del paisaje. Sí, en algunos casos, algo de la tensión entre el avance de las ciudades y la industrialización sobre la vida y los valores rurales. Una característica de los belgas era una fuerte relación con lo «regional» descentrado (de París), con la nota característica de la situación belga, entre el francés y el flamenco, la libertad de las periferias frente al control del centro. Como me comentó hace unos días Sergio Delgado, los escritores belgas tenían una firme conciencia política y participaban activamente de la lucha obrera y socialista. Entre los nombres principales están Maeterlinck, Rodenbach, Mockel, Verhaeren, Elskaum, Van Lerberghe.

Por otro lado Ortiz aclara que recupera algo del “sentido musical” del simbolismo que no tiene que ver con la música en sí, sino con algo que está más allá de la música, y lo pone de ejemplo a Debussy: “la sugerencia de algo que está germinando y que va a florecer y que no puede definirse».

En página 21, señalás que hay algunas condiciones que aluden, en particular, a su vida como poeta y a su propia escritura que “hace de Ortiz un marginal” (citás al respecto a Hugo Gola). ¿A qué te referís precisamente con eso?

La idea de la marginalidad de Ortiz, o su excentricidad, por decirlo de otro modo, tiene varias aproximaciones. Martín Prieto dice que más que con el personaje excéntrico, o con el supuesto aislamiento geográfico, tiene que ver con que su obra resiste a una clasificación generacional. O sea, nadie sabe bien dónde ubicarlo: pertenecería a la generación del 30 por cuando empieza a publicar; también es marginal en la generación del 40 y la de 50. Otra de las razones podría ser que sus libros fueron siempre difíciles de encontrar, primero porque se trataba de pequeñas tiradas casi artesanales que él mismo distribuía, y cuando finalmente se edita su obra de un modo más institucional, parte de esa edición se pierde cuando la editorial es intervenida por los militares  y tienen que pasar otra vez veinte años hasta la edición crítica de la UNL. Veiravé agrega que además la de Ortiz es una poesía difícil de antologizar: es difícil dar cuenta de los diversos momentos y de la transformación que pone en evidencia el libro único, En el aura del sauce.

Lo que digo en el libro es que más allá de todas estas cuestiones, que son ciertas, lo que hace a nuestros ojos de Ortiz un “marginal” es su fidelidad a un llamado, la entrega sin reservas a esa “espléndida monotonía” de la que habla Hugo Gola. No hay un camino trazado, sino algo que se va conformando poco a poco. En un medio –hoy quizás más que entonces– mayormente acomodaticio, donde se pasa rápido de una cosa a la otra o se va atrás de la novedad, alguien persiste durante décadas en el auscultamiento de un espacio, en la búsqueda de una forma capaz de dar cuenta de una realidad sutil.

Señalás un mito en Juan L. y, al mismo tiempo, afirmas que hay una forma de leerlo que “aumenta ese mito”. En este punto, separás al poeta Alfredo Veiravé, porque a tus ojos hace otra cosa. ¿Podés por favor explicar un poco más esta parte de tu libro?

El mito es lo que está congelado, lo que ya no habla y es igual a sí mismo. La mejor forma de desarmar el mito de Ortiz es leerlo, y si es posible en forma más bien exhaustiva, o sea, saliendo del grupo de poemas más conocidos y subsidiarios de cierta visión bucólica. La obra de Ortiz, dentro de su recurrencia, tiene una variedad de registros y desvíos, tanto temáticas como formales, muy rica. Siempre hay un poema raro, no descubierto, que te sorprende porque no estaba dentro de lo que esperabas. Y ahí está la cosa, cuando muchas veces presuponemos lo que vamos a leer, cuando leemos “por anticipado”. Entonces, la mejor forma de desarmar el mito es leer a Ortiz. Por otro lado, si por el mito entendemos una suerte de trama, el mito pude ser muy productivo. Algo del personaje, la estampa, la cosmovisión y la forma de vida de Juan L., dialogan y se nutren mutuamente. Y a mí no me parece perniciosa esa contaminación, todo lo contrario. Estoy en contra de los que quieren separar asépticamente las cosas. Veiravé, si bien también habla del ascetismo de Juan L., de su voluntad de resguardarse del mundillo cultural y la carrera por el reconocimiento, también es el primero en realizar un estudio exhaustivo, profundizar en su estilo, analizar cada uno de sus libros y dar cuenta del sistema que va armando su obra. También lo pone en el contexto de una sociabilidad mayor y da mucha información sobre su vida ya que él fue amigo de Juan L. y el primer depositario de sus papeles.   

«Al contrario de Borges que escribe su genealogía, Ortiz usa lo biográfico para huir de sí mismo, para instaurarse más bien como una voz que quiere hacer hablar a algo mayor, que no está ni en la historia oficial ni el hito biográfico, sino en las variaciones que asume una mirada».

Retomás el ensayo de Santiago Perednik, publicado en la revista Xul en el año 1997, a propósito, justamente, del mito Juan L.. ¿Qué señala ese ensayo y por qué para vos hay cuestiones que habría que revisar?

Utilizo ese escrito de Perednik aparecido en el número 12 de Xul, un número dedicado a Ortiz que presenta mucho material valioso, desconocido, más una serie de testimonios de gente cercana y varios acercamientos críticos. Lo utilizo, decía, para contraponerme al discurso antibiográfico que él esgrime, basado en algunas presunciones que me parecen cuestionables. Por ejemplo que una biografía de Ortiz solo contribuiría a cimentar el mito, a distraer de la lectura de la obra, a lo cual ya habría contribuido, según él,  la edición de su Obra Completa, que además sería perjudicial porque haría que esta se vea como una unidad cerrada. Lo curioso es que queriendo desarmar la metáfora de Ortiz, la idea del gran poeta olvidado, vuelve a hacer hincapié en su humildad, su apartamiento, alguien cuya vida carece de interés por su monotonía, sus escasos desplazamientos, porque no hizo nada relevante “más allá de escribir poemas”, lo que hace es reforzar el mito, unificar la complejidad de esa figura. Me parece por otro lado que ese “malentendido” al que induce el caso Ortiz es también una disputa por la representación que tiene varios niveles y es parte de la tensión que inaugura su poesía.

“Soy un hombre sin biografía”, esta idea de Juan L. te lleva a reflexionar sobre esta cerrada afirmación y sobre la idea de biografía, ¿cuáles son tus ideas al respecto?

Juan L. es como un duende que hace trampas, que siembra falsos señuelos, que se escurre de todo lo que sea fijo o pesado o demasiado evidente. Entonces cuando le piden una semblanza biográfica –hay varias a lo largo de su vida- repite dos o tres hitos y recalca que de todos modos eso no tiene importancia. O te manda, como hace con Alfredo Veiravé, a que leas el poema Gualeguay, donde a través de la historia de su pueblo natal hace su autobiografía, o que leas su obra porque para él la poesía es su vida. Entonces, como decía anteriormente, lo que la poesía de Juan L. pone en juego es -entre muchas otras cosas, por supuesto-, una forma de presencia elusiva, que se muestra escabulléndose, una voz en la que reverbera un fuera de campo que a veces se señala en mínimas anécdotas, o en cuestiones histórica dichas como al pasar, pero incluso en el caso de ciertos nombres o anécdotas difíciles de descifrar, siempre hay una referencialidad precisa. Al contrario de Borges que escribe su genealogía, Ortiz usa lo biográfico para huir de sí mismo, para instaurarse más bien como una voz que quiere hacer hablar a algo mayor, que no está ni en la historia oficial ni el hito biográfico, sino en las variaciones que asume una mirada.

Sostenés que Juan L. aún hoy es más nombrado que leído. ¿Qué te lleva a seguir afirmando esta idea que ya fue dicha muchas décadas atrás por varios reconocidos poetas?

Es cierto, parece una cantinela. Por otro lado, como me dijo alguien, eso pasa con la mayoría de los escritores. Juan L. no es un poeta sencillo de leer. Detrás de su aparente simpleza y su falta de espectacularidad, tiene poemas que son un desafío para cualquier lector. Hay que querer entregarse a esa experiencia. Lo que esa afirmación condensa y quizás simplifica es la tendencia de que como se conoce al personaje ya conocemos su poesía: con leerlo un poco y por arriba alcanza. Como te decía antes, es cuando uno se sumerge en la obra de Ortiz cuando toma dimensión de su trabajo, cuando entiende que esa poesía que se distingue –como decía Saer– con apenas verla, entraña variaciones, sorpresas, poemas nítidos y elocuentes como fotografías vivas, poemas claramente barrocos, poemas de una elusividad mallarmeana, y así. Y hay otra cosa, que tiene que ver con la circulación de sus libros, que incluye también el hecho de que no todos puedan o quieran acceder a la voluminosa obra completa, y que no había hasta hace poco otras formas de leerlo. Por suerte eso se ha ido subsanando, por ejemplo, con las ediciones de algunos de sus libros sueltos que hizo Losada.

A propósito de El álamo y el viento, mencionas que Juan L. lo llama “el libro del trasplante” y señalás que según él era el preferido de Gola. ¿Qué es, a tu juicio, lo más interesante de ese libro?

Yo leo El álamo y el viento como una especie de bitácora que va desde los últimos años de Ortiz en Gualeguay hasta que aparece el libro en 1948, el primero que publica desde su llegada a Paraná. Habían pasado diez años desde el libro anterior y es un libro bisagra dentro de su obra. Por primera vez Juan L. se aleja de su espacio natal, lo que se refleja en muchos poemas  en los cuales el yo lírico observa muchas cosas como desde la otra orilla. Ya no es lo que tiene enfrente, el espacio que camina todos los días y por el cual el río, por ejemplo, o la ciudad, ni siquiera necesitan ser nombrados. Es la primera vez que aparece con su nombre el río Gualeguay, que antes era simplemente “el río”. Entonces hay un cruce de miradas, del aquí y allá, del esto y aquello, y un discurso evocativo que trata de recuperar lo que se ha dejado atrás. Juan L. le dice a Bignozzi que es el libro del transplante, porque tiene que ver con un momento duro de su vida, cuando se ve de algún modo obligado a dejar su pueblo natal, por razones políticas en parte y también porque muchos de sus amigos también habían emigrado y él buscaba quizás otro tipo de sociabilidad. Este alejamiento tuvo una primera escala cuando se mudó a la estación Enrique Carbó, un caserío cercano, a unos quince kilómetros de Gualeguay. Ahí vivió casi un año en un campo cercano, con su mujer y su hijo, aunque iba y venía diariamente a su trabajo en el registro civil de la ciudad. Ese año quedó plasmado en el poema La casa de los pájaros, que también podríamos ver como bisagra o inflexión dentro del libro. Es el primer poema largo de Ortiz y el primero de los poemas de su ciclo autobiográfico.   

«Juan L. no es un poeta sencillo de leer. Detrás de su aparente simpleza y su falta de espectacularidad, tiene poemas que son un desafío para cualquier lector. Hay que querer entregarse a esa experiencia».

En el último capítulo del libro, realizas un análisis del poema La casa de los pájaros. ¿Podés contarnos qué aspectos te parecen importantes destacar del poema y por qué lo vinculás con otros del mismo periodo?

Más que un análisis, lo que hice fue una especie de glosa, siguiendo cada una de las estaciones (los ocho fragmentos) que conforman el poema. Como si fuese recorriendo esa casa, ese campo, esas idas y venidas de Gualeguay, ese año a través de las palabras. El poema tiene varias claves y referencias, y trato de iluminar algunas de ellas. Es un poco desplegar un efecto de lectura, las resonancias de la fascinación que ese poema me produjo desde que lo leí. De algún modo todo el libro desemboca en ese poema, en esa casa, ahí encuentro condensadas muchas de las cuestiones que, sin saberlo, alimentaban mi búsqueda, la cuestión de la experiencia, de la relación entre un espacio vivido y su transmutación escrita, etcétera.

Al final del libro citás una hermosa frase de Bachelard sobre la poesía y las casas: quisiera que nos cuentes por qué elegiste contar a  Juan L. a partir de las distintas casas que habitó.

Bachelard, en ese libro maravilloso que es La poética del espacio, dice que la casa es el lugar del refugio, ligada a la función primera de habitar, la del vientre materno. La casa es un espacio emotivo, que muchas veces tiene poco que ver con casa objetiva alguna, sino que está enlazado, construido por nuestros sueños y nuestros recuerdos, nuestra emocionalidad. La memoria entonces construye y distribuye, borra o densifica aspectos o la totalidad de esas “casas”.

Como te dije antes, una de las posibilidades es leer la obra de Juan L. como una especie de autobiografía. Esa autobiografía podría estructurarse, por ejemplo, a partir de las casas en la que vivió. Las dos más conocidas son la que habitó de joven y luego otra vez estando ya casado, en Gualeguay, frente al Parque Quintana, cerca del río, y la de Paraná, también frente a un parque y un río, que es la más conocida por ser la de sus años finales, la que aparece en las crónicas periodísticas y en un par de documentales. Pero hay muchas otras «sub-casas», apenas nombradas, espacios de pasaje que recorro en el libro, muchas de ellas olvidadas o inhallables, y otras densificadas por haber ingresado a la poesía como es el caso de “la casa de los pájaros” que a pesar de ser un lugar en el que estuvo apenas unos meses quedó referenciada y resonando para siempre.

QUIÉN ES

Mario Nosotti cursó estudios de Letras (UBA) y la Maestría de Escritura Creativa de la Universidad Tres de Febrero. Formó parte de la antología de la 1º Bienal Iberoamericana de Arte Joven (1989). Colaboró con las revistas de divulgación cultural Tsé-tsé, Parte de Guerra y La Otra. Entre 2004 y 2006 editó la hoja de poesía Música Rara. En 2006 organizó el Primer Encuentro de Revistas de Poesía en la Biblioteca Nacional. En 2014 obtuvo la Beca del Fondo Nacional de las Artes (Área Letras). Publicó los libros de poesía Parto Mular (Editorial Último Reino, 1998), El proceso de fotografiar (Viajera Editorial, 2014), La casa de la playa (Club Hem, 2018) y Dos poemas inconclusos (Caleta Olivia, 2021). Ha escrito artículos para Radar libros (Página 12), la revista Ñ (Clarín) y la revista Los Inrockuptibles. Coordina talleres de lectura y escritura creativa.

La socialdemocracia y el neofascismo frente a las armas de fuego

La socialdemocracia y el neofascismo frente a las armas de fuego

La política de desarme encarada por Brasil durante los gobiernos de Cardoso y Lula mostró grandes resultados, pero Bolsonaro puso freno a esa política y, de forma irresponsable, promueve el uso de armas. En Argentina, las escenas durante el acto de Javier Milei no deben subestimarse, detrás de las armas hay un poderoso lobby internacional.

Según Freud, “el primer hombre que echó un insulto en contra su enemigo, y no una lanza, ese hombre fue el verdadero inventor de la civilización”. Si el creador del psicoanálisis estaba en lo cierto, Brasil caminaba hacia la barbarie en los años 90. El país se volvió campeón mundial en homicidios por arma de fuego en números absolutos debido a una suma de factores: tradición de violencia acentuada por años de brutalidad durante la dictadura militar, complicidad de sectores de la policía con el narcotráfico, desigualdad social extrema, ley de armas permisiva y ser el cuarto mayor exportador de armas pequeñas.

La política de seguridad no tenía foco en las armas: se arrestaba al criminal pero no se rastreaba el arma. Fue la ONG «Viva Rio» que, por medio de investigaciones, concluyó que el eje del problema de los homicidios en Brasil era la proliferación de armas (agravado por otros factores). Yo era el responsable de la coordinación y el politólogo porteño Pablo Dreyfus el jefe de mi equipo de investigación.

El descontrol de las armas, con el falso pretexto de “libertad” o de la falaz  “autodefensa”, es instrumento importante en la estrategia neofascista.

MANDELA: PROMOVER EL DEBATE PÚBLICO

En Sudáfrica, aprendí con el entonces presidente Nelson Mandela la importancia de la destrucción pública de armas, para promover el debate y para vaciar los arsenales, escenarios de desvíos continuos de armamento para el crimen. En 2001 promovimos la destrucción simultánea de 100 mil armas en Río de Janeiro. Fuimos aplaudidos en la Primera Conferencia sobre el Tráfico Ilícito de Armas de las Naciones Unidas.

Con el resultado de nuestros estudios, rompimos la burbuja académica. Con el apoyo de los medios de comunicación que no eran financiados por la industria de armas, tratamos de concientizar y conquistar la opinión pública. Así, introdujimos el tema en la novela de televisión “Mujeres Apasionadas”, promoviendo debates y marchas en todo el país.

En Copacabana, en un día frío y con lluvia, 50 mil personas marcharon para presionar al Parlamento -cooptado hasta entonces por el lobby armamentístico- para cambiar la ley de armas. Cuando las encuestas mostraron que una nueva ley de desarme y control tenía el apoyo del 82% de brasileños, no teníamos plata, pero los votos estaban con nosotros. Y el Parlamento cambió. En la Navidad de 2003 se aprobó el llamado Estatuto del Desarme, iniciativa del gobierno Fernando Henrique Cardoso, desarrollada y aplicada por el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.

BRASIL: EL CONTROL DE ARMAS SALVÓ 300 MIL VIDAS

La ley prohibió la portación de armas y calibres mayores a 38 para civiles, implantó la marcación de armas y municiones para el rastreo, los 21 años como edad mínima para la compra de armas, mayor control de los arsenales de la policía, de los clubes de tiro y de los coleccionistas, entre otras medidas. Estimuló la entrega voluntaria de armas. El gobierno organizó, con la asesoría de Viva Rio, campañas nacionales de desarme voluntario a partir de 2004. Intercambiamos experiencias con la ONG mendocina «Espacios para el Progreso Social», coordinada por Gabriel Conte y Martin Appiolaza y recolectamos 800 mil armas. Fue la segunda mayor campaña de desarme a nivel internacional.

La nueva ley demostró ser la medida que ha tenido mayor impacto contra los homicidios y la criminalidad. Redujo los homicidios por arma de fuego un 15%. Si en los 13 años previos al Estatuto el promedio anual de aumento de homicidios era de 5,4%, en los 13 años posteriores bajó para 0,8%. Durante 18 años de vigencia de nuestra ley se calcula que salvó la vida de unos 300 mil brasileños, según el Instituto de Pesquisa Económica Aplicada, del gobierno. Un resultado espectacular celebrado por los organismos internacionales.

Además de salvar vidas, el bien más precioso, las campañas promovieron cambios importantes en la mentalidad del pueblo, antes acostumbrado a banalizar la muerte y aceptar la violencia como método. Deconstruimos una idiosincrasia basada en mitos propagados por las películas de Hollywood y por la National Rifle Association (NRA) como el de la “autodefensa”. Las investigaciones muestran que, por cada autodefensa exitosa con arma, mueren 34 personas que intentaron resistirse a punta de pistola, según el Violence Center Policy.

Cuando Jair Bolsonaro era diputado fue asaltado por dos jóvenes que le robaron la pistola Glock y la moto. En la ocasión comentó: “a pesar de estar armado me sentí indefenso”. Pero no aprendió la lección y continuó insistiendo en “armar al pueblo”.

La nueva ley demostró ser la medida que ha tenido mayor impacto contra los homicidios y la criminalidad. Redujo los homicidios por arma de fuego un 15%. Durante 18 años de vigencia de nuestra ley se calcula que salvó la vida de unos 300 mil brasileños.

JAPÓN 3 MUERTOS POR ARMAS AL AÑO, BRASIL 130 POR DÍA

Hoy el brasileño sabe que el arma es eficaz para ataque, pero muy precaria para la defensa, porque el factor sorpresa es decisivo en favor del atacante. Con razón, el publicista Gustavo Guidobono desarrolló en Uruguay la campaña “Si tenés un arma, tenés un problema”. Antes de comprar un arma, uno tiene que considerar los riesgos para la familia, como accidentes con niños, suicidios de jóvenes y ancianos, femicidios por parte de hombres celosos (con frecuencia también en estado de ebriedad). En Brasil, el 80% de los femicidios son cometidos por el ex o actual cónyuge de la mujer victimizada.

Probamos con datos científicos que las armas ilegales vienen del mercado legal, que los fabricantes desviaban armas y municiones para el crimen organizado, que policías y militares corruptos revendían las armas incautadas a los criminales, que 60% de las armas del narcotráfico de Rio de Janeiro habían sido robadas a “ciudadanos de bien”. En conclusión, que la seguridad se alcanza con prevención, no con armas.

Japón, que entró en la Segunda Guerra Mundial con una cultura de violencia, salió con una nueva política de inversión en educación, tecnología, democratización de la policía y prohibición de armas de fuego para los civiles. En todo el año de 2017 Japón tuvo tres muertos por arma de fuego, mientras que Brasil 130 por día. Son números inadmisibles, pero que, no obstante, vienen en retroceso año tras año. Y estas cifras no cayeron más rápido porque las demás reformas del sistema de seguridad fueron bloqueadas por fuertes intereses.

AUTODEFENSA, LIBERTAD Y NEOFASCISMO

En plena baja de los homicidios por arma de fuego, Bolsonaro fue electo presidente. Dispuesto a implementar una política de destrucción, como lo proclamó sinceramente, de vuelta a un pasado idealizado y manipulando el miedo contra los cambios, su primer acto como presidente fue un decreto contra el Estatuto del Desarme. Durante tres años han sido más de 30 medidas, la mayoría ilegales (decretos no pueden sustituir leyes) ante la cobardía de los demás poderes. La democracia sigue siendo destruida desde dentro. Hoy, los civiles en Brasil pueden comprar fusiles de guerra por internet, mientras los narcotraficantes y los milicianos ingresan en los clubes de tiro para entrenar y comprar armas y municiones legalmente. Los clubes ya no son fiscalizados.

El Ejército ya no controla a los coleccionistas, muchos de ellos proveedores de armamento al narcotráfico; ni fiscaliza la venta de cargadores que pueden transformar pistolas en metralletas. Una medida del Ejército tratando de perfeccionar el rastreo de armas y municiones para clarificar crímenes fue anulada por orden de Bolsonaro. En Brasil se resuelve el 10% de los crímenes y en Alemania el 96%. El general responsable fue echado.

El gobierno afirma: “Fui electo para esto”. ¡Falso! El 70% del electorado está contra la portación de armas por civiles. Entre los que votaron a Bolsonaro, el 64% está en contra, según la agencia Datafolha. Hoy, desgastado, Bolsonaro gobierna para una minoría fanática de no más del 28% del electorado.

La democracia sigue siendo destruida desde dentro. Hoy, los civiles en Brasil pueden comprar fusiles de guerra por internet, mientras los narcotraficantes y los milicianos ingresan en los clubes de tiro para entrenar y comprar armas y municiones legalmente.

Las consecuencias de la progresiva liberación de la portación de armas, y del acceso de civiles a armas de grueso calibre, se refleja en el aumento de homicidios. Si antes cayeron sostenidamente, en 2020 subieron 5%, y los femicidios el 20%. Por día, 2 mil municiones son compradas por civiles, mientras tenemos un homicidio cada 10 minutos. Cada día, un fusil de guerra ilegal es incautado por la policía en Río de Janeiro. Las milicias armadas, formadas en gran parte por policías o ex policías, sustituyen o se asocian al narcotráfico en la mayor parte del estado de Río y se expanden por todo el país. Jefes milicianos fueron condecorados por los hijos de Bolsonaro, que también son grandes lobistas de las industrias de armas.

Sufrimos una situación de descalabro en la seguridad pública, de salvajismo: grupos paramilitares son entrenados para actuar políticamente; la policía es partidizada; y los militares son cooptados con más de 6 mil empleos en el gobierno. Esa es la receta de la nueva extrema-derecha, que también se mueve en la Argentina, al sustituir el desactualizado golpe militar por el desmonte interno de las instituciones democráticas. Nos queda la esperanza de llegar a salvo a las elecciones de 2022 y, esperemos, que los argentinos no prueben de esta amarga experiencia.

El descontrol de las armas, con el falso pretexto de “libertad” o de la falaz  “autodefensa”, es instrumento importante en la estrategia neofascista. Pero los cariocas de Rio no pierden su buen humor y recuerdan al periodista satírico Stanislaw Ponte Preta que decía: “Las tres cosas más peligrosas en la vida son la croqueta de botiquín, la mujer de los otros y el arma de fuego”.

Seguridad: entre el progresismo de las apariencias y la derecha mediática

Seguridad: entre el progresismo de las apariencias y la derecha mediática

La inseguridad es un problema recurrente, con dimensiones objetivas y subjetivas que se entrelazan y la complejizan. Al calor de los acontecimientos recientes, el tema se vio exacerbado por la campaña electoral.

La inseguridad, en su dimensión objetiva (lo que sucede: los delitos y violencias que se cometen en una sociedad) y subjetiva (lo que percibimos: el temor a ser víctima de violencias y delitos), está, desde hace décadas, entre las principales preocupaciones de las sociedades latinoamericanas, con especial relevancia en Argentina. Sus gobernantes, no obstante, no parecen –salvo excepciones tan escasas como meritorias– estar decididos a abordar la problemática de manera sistemática, precisa y fundada en información. Por el contrario, se encuentran volcados hacia la improvisación y el discursismo.

En el mundo mueren 500 personas por día por acción de armas de fuego; casi la mitad de los homicidios del planeta se deben a esta causa. En América Latina el problema es aún más insidioso: la mera circunstancia de nacer por aquí aumenta en casi 90 veces la probabilidad de morir por una bala.

Un robo seguido del homicidio –a balazos– de un pequeño comerciante de la localidad de Ramos Mejía instaló el tema en todos los medios a todas las horas. A la gravedad y al impacto del hecho se sumó una variable contextual: en campaña todo se exacerba.

La semana pasada, esa estadística tuvo una instancia aguda en el conurbano bonaerense. Un robo seguido del homicidio –a balazos– de un pequeño comerciante de la localidad de Ramos Mejía instaló el tema en todos los medios a todas las horas. A la gravedad y al impacto del hecho se sumó una variable contextual: en campaña todo se exacerba. El próximo domingo se celebrarán las elecciones de medio término en el país, con un pronóstico desfavorable para el oficialismo de la Provincia de Buenos Aires. Y el eje se corrió de los aspectos complejos, técnicos y analíticos del hecho, de sus consecuencias y de sus causas –las más inmediatas y las estructurales– a los colores simplistas de la caza de votos.

Candidatos de todo el espectro político optaron por discursos altisonantes, rayanos con la apología del crimen –ese que prometen, en el vacío, “combatir” y “erradicar” a través de prácticas violentas o, lisa y llanamente, de justicia por mano propia– que recuerdan los espetados por los peores actores de la historia reciente del país. Esto, por reiterado, no sorprende. Pero no por esperado deja de ser pasible de críticas legítimas.

Como es sabido, el gobernador Axel Kicillof es un economista con orígenes en la izquierda estudiantil que fue captado por la hoy vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, cuando era presidenta, para sus filas. Fue su Ministro de Economía, su candidato estrella a legislador y su delfín en la provincia más grande del país. Sergio Berni, hoy Ministro de Seguridad de la provincia y ex Secretario de Seguridad de la Nación del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, es un médico militar que se autodefine como representante orgulloso de la derecha (sus rivales externos e internos le atribuyen el “bolsonarizar la política nacional”) y que también es miembro del círculo dilecto de la vicepresidenta, con pretendida proyección electoralista. La convivencia de dos actores tan dispares en el intento por conducir la seguridad de la Provincia de Buenos Aires probablemente se explique, en lo relevante, por la escasa diferencia práctica entre los planes de seguridad que han implementado ciertos progresismos y algunas derechas en la región.

Se trata de un fenómeno argentino y regional. Al desprecio tradicional por la seguridad de este progresismo de las apariencias (un problema “social” que se soluciona “con más educación y más trabajo”), que termina por ceder este terreno al policialismo abrazado por la derecha demogógica, se ha sumado un fenómeno nuevo. La derecha en su versión mediática se ha vuelto meramente discursiva. Ya no se preocupa por la eficacia real, ni puede considerarse pro-policial: proclama favorecer a las policías, pero en los hechos, las enfrenta. Los manoduristas locales no son pro-policiales, antes que nada, porque no saben serlo. Se han mostrado incapaces para construir una policía moderna y profesional. Descuidaron sus condiciones laborales (la precarización de las fuerzas va más allá del salario, que es de hambre, al menos en los escalones iniciales de la profesión), su formación, su control y la construcción de confianza de la ciudadanía.

Con todo, es ingenuo o capcioso ignorar la responsabilidad de los gobernantes por la situación de la que se lamentan como si fueran sus comentaristas privilegiados. No se apoya el desarrollo de estrategias de seguridad focalizadas y basadas en información; no se fomenta el control de armas y de arsenales, que dejarían a la violencia armada sin su insumo principal tan al alcance de la mano; no se favorece la participación ciudadana y la asistencia técnica de expertos; no se propician burocracias virtuosas y transparencia de los actos de gobierno, sino más secretismo y más palabras vacuas. Una gestión que vocifera y no escucha no deja lugar a alternativas simples.

Debería dejar de subestimarse el problema. No es una cuestión meramente subjetiva, alimentada por los medios. No existe una bala de plata (una medida, una persona, una perspectiva) que vaya a solucionarlo.

Después sí vienen el aprovechamiento de uno y otro lado (los que oxigenan, con pose preocupada, los reclamos dolorosos de las víctimas; los que sobreactúan la inminencia del estallido que no llega; los que se rasgan las vestiduras pero corren el cuerpo), los anuncios salvadores del Ejecutivo (nacional) y el riesgo de los desmanes con consecuencias imprevistas.

Como primera medida, entonces, debería dejar de subestimarse el problema. No es una cuestión meramente subjetiva, alimentada por los medios. No existe una bala de plata (una medida, una persona, una perspectiva) que vaya a solucionarlo. No sirve proponer medidas enroladas en el populismo penal (aumento de penas, baja de la edad de imputabilidad) ni sostener la idea (paralela a la de que la policía es la única herramienta disponible) de que la cárcel es la única respuesta completa o satisfactoria a la inseguridad.

Ya es hora de que, en materia de seguridad, los funcionarios –y quienes aspiran a serlo– dejen de predicar el orden, pero practicar el caos. El tiempo dirá cómo sigue esta historia, que se escribe mientras la leemos.

Ahora nosotras

Ahora nosotras

Mujeres Socialistas es un colectivo de militantes que viene trabajando desde el Partido Socialista, pero más allá de él, en pos de la igualdad y contra las violencias. Este es el testimonio y la propuesta de algunas de ellas.

Tuvieron que pasar más de 125 años en la historia de nuestro partido,   espacio pionero y precursor que bregó a través de su programática, sus instancias legislativas y de gestión en el reconocimiento y la lucha por los derechos de las mujeres y la construcción de una sociedad más justa e igualitaria, para que una mujer ocupara la presidencia del PS en 2021.

Dimos el debate, no solo desde las instancias partidarias orgánicas, sino asumiendo y protagonizando activamente un trabajo en red, con la fuerza territorial de cientos de compañeras que en todo el país son parte activa de la participación en la vida institucional y política desde sus pueblos, ciudades y provincias. Con la referencia permanente de gestiones progresistas que posibilitaron en Argentina demostrar que es posible un socialismo sostenido en la ideología, la teoría y la práctica política concreta, sumado a la potencia de gobiernos locales, concejalías, espacios legislativos provinciales y nacionales. En todos ellos, la tarea por el reconocimiento de los derechos de las mujeres y diversidades reflejó lo que venimos sosteniendo a lo largo del tiempo. Con hechos claros y visibles y con el dinamismo e identidad propia de cada región.

Las mujeres socialistas propusimos, pusimos el cuerpo y llevamos adelante hacia el interior de nuestro partido una experiencia de trabajo profundo, con objetivos, planificación, debate y propuestas que se vio, no solo plasmado en documentos, sino en acciones coordinadas de visibilidad  e implementación de políticas públicas y acciones periódicas. Con una Secretaría de la Mujer en diálogo permanente con compañeras de todo el país, con equipos de trabajo organizados y en movimiento. Y con el sustento de un aprendizaje conjunto a través de las gestiones de compañeras en distintas provincias.

«El #AhoraNosotras fue/es mucho más que un documento. Es una construcción colectiva, es el reflejo de lo que venimos pudiendo y construyendo desde los lugares más recónditos de nuestro país. Es la certeza de que “si una mujer entra a la política, cambia la mujer, pero si muchas mujeres entran a la política, cambia la política”».

El último año y medio atravesado por la pandemia implicó para nuestro partido la pérdida de compañeras y compañeros que fueron y serán referencia permanente, como Hermes Binner, Élida Rasino  y Miguel Lifschitz. Este dolor, encontró a las compañeras redoblando el esfuerzo y poniéndose al hombro una campaña que demuestra que aún en las adversidades y los escenarios complejos es imprescindible su voz y mirada para defender, con sensibilidad y capacidad, nuestras ideas y convicciones.

“Frente al dolor, la decisión de ir al  Frente” porque “los sueños son para siempre”, fue uno de los mensajes de campaña de la actual diputada provincial Clara García, quien con valentía, decisión y poniendo toda su capacidad, experiencia y fuerza militante asumió el inmenso desafío de ser candidata a Senadora Nacional por el Frente Amplio Progresista. Y Mónica Fein, presidenta del PS de Argentina, encabezando la lista a diputadas y diputados nacionales por Santa Fe, para llevar sin duda alguna al Congreso la voz de las mujeres, las diversidades y disidencias. Pero ellas no son las únicas: en cada rincón de nuestro territorio hay mujeres protagonistas.

Porque el #AhoraNosotras fue/es mucho más que un documento. Es una construcción colectiva, es el reflejo de lo que venimos pudiendo y construyendo desde los lugares más recónditos de nuestro país. Es la certeza de que “si una mujer entra a la política, cambia la mujer, pero si muchas mujeres entran a la política, cambia la política”. Es el convencimiento pleno de que necesitamos muchas más mujeres para lograr una democracia paritaria que posibilite avanzar en la construcción de una sociedad libre de violencias y a la vanguardia en conquistas sociales y derechos que pongan en la agenda pública y en la agenda política la agenda de las mujeres, de la salud sexual y reproductiva, de las tareas de cuidados, del protagonismo en los roles de decisión, en la ciencia, en la política.

Como nos enseñó y marcó el camino Alicia Moreau -que con valentía se imponía en un mundo patriarcal y nos dejaba la enseñanza de que las mujeres socialistas-, debemos estar a la vanguardia de los tiempos que corren y seguir trabajando colectivamente para consolidar espacios de representación real que posibiliten aportar a la construcción de una sociedad más justa. Lo estamos demostrando. Lo estamos haciendo posible. Por un 2021 con mujeres protagonistas, para seguir transformando el presente. Por un futuro ecológico, inclusivo y feminista.

MARIANELLA ARAYA (MENDOZA)

Las desigualdades que sufrimos las mujeres siguen siendo estructurales, las brechas cada vez más marcadas y las barreras parecen ser cada vez más duras, con una pobreza en aumento que parece querer anidar entre nosotras. Mujeres emprendedoras, con más de un trabajo, con la carga del cuidado y administración del hogar, triplican sus esfuerzos para apenas rozar el salario mínimo.

«Necesitamos abrir la puerta para debatir con los colectivos de mujeres sobre el desarrollo económico de nuestra comuna, promover un empleo digno y fortalecer los mecanismos de protección de derechos que reconozcan nuestro aporte socioeconómico de igual manera» (Marianella Araya).

Fuimos condenadas a vivir en el ámbito de lo privado y rompimos los límites para reclamar nuestro lugar en lo público, pero aún nos queda mucho por hacer y es ahí donde nuestro pacto de género debe resaltarse, es ahí donde la pobreza está presente donde debemos trabajar más. Necesitamos abrir la puerta para debatir con los colectivos de mujeres sobre el desarrollo económico de nuestra comuna, promover un empleo digno y fortalecer los mecanismos de protección de derechos que reconozcan nuestro aporte socioeconómico de igual manera.

HILDA SOMOZA (LA PAMPA)

Transité la adolescencia en la dictadura cívico militar, tiempos raros y difíciles para quiénes escuchábamos determinada música o leíamos determinados libros, mejor dicho, para quiénes pensábamos distinto. Luego, con la vuelta a la democracia, comencé a militar en el justicialismo hasta entrados los años noventa. Mi entusiasmo por cambiar la realidad pampeana hizo que confluya en el Frente de la Gente – FREGEN. Más adelante, pasados los 2000, me uní al socialismo, ya que fue el espacio político que la convocaba y  representaba mis ideales de igualdad, solidaridad y compromiso con todo lo que cada una de esas palabras significa.

«Los sueños son cada vez más profundos y el despertar es colectivo en este proceso por el que estamos transitando. Una nueva esperanza está llegando y no es de la nada» (Hilda Somoza).

Los sueños son cada vez más profundos y el despertar es colectivo en este proceso por el que estamos transitando. Una nueva esperanza está llegando y no es de la nada. Somos un partido con sentido común, conciencia de clase y perspectiva en diversas situaciones emergentes y luchas colectivas. Hay un espacio federal que nos permitirá alzar la vos de los pampeanos y pampeanas, y ese lugar es el Congreso Nacional. En este momento histórico, tenemos todo por ganar y nada por perder.

CLARA GARCÍA (SANTA FE)

El mayor desafío que tenemos como mujeres es alcanzar una verdadera igualdad de género, y construir una sociedad libre de violencias machistas. Las desigualdades de género impactan a las mujeres y a todas las personas de los colectivos de la diversidad sexual. Hay algunos avances: como fruto de años de luchas feministas hoy podemos ver, por ejemplo, la paridad en los cargos legislativos. Pero son muchos los desafíos que aún quedan: estamos lejos de la paridad en los cargos ejecutivos, en el poder judicial y ámbitos como el sindical o las “mesas chicas” de decisión política.

Los niveles de desigualdad en la participación política, económica y social, las brechas salariales entre mujeres y varones, y las dificultades para acceder a puestos jerárquicos de trabajo no son resultado de falta de capacidad sino de causas múltiples y complejas como la distribución inequitativa del trabajo de cuidado, los estereotipos de género y los roles que la sociedad asigna a las mujeres. Necesitamos más mujeres y diversidades en todos los espacios de decisión, que puedan llevar a la práctica acciones de promoción de la igualdad y que respondan a las demandas y necesidades de los colectivos feministas y de la diversidad.

«Necesitamos más mujeres y diversidades en todos los espacios de decisión, que puedan llevar a la práctica acciones de promoción de la igualdad y que respondan a las demandas y necesidades de los colectivos feministas y de la diversidad» (Clara García).

Desde el Estado tiene que haber, no solo cambios formales como la creación de Secretarías o Ministerios de las mujeres, sino una verdadera decisión de transformar, a través de una acción fuerte y transversal que involucre presupuestos, programas y proyectos concretos para prevenir la violencia y revertir las desigualdades. Mujeres e identidades de la diversidad sexual están en mi agenda para llevar al Senado de la Nación, con el fin de promover la igualdad e impulsar la perspectiva de género.

MÓNICA FEIN (SANTA FE)

Mi compromiso es con los que trabajan y los que quieren trabajar. Impulsar diálogos y consensos por leyes que garanticen la igualdad: de las mujeres y disidencias, de los y las jóvenes y las infancias. Por el cuidado del medio ambiente y formas de producción sustentables e inclusivas que nos vuelvan una sociedad más humana y feliz.

«Mi compromiso es con los que trabajan y los que quieren trabajar. Impulsar diálogos y consensos por leyes que garanticen la igualdad: de las mujeres y disidencias, de los y las jóvenes y las infancias» (Mónica Fein).

Argentina necesita una alternativa política que promueva una nueva cultura política, más participativa y de mayor diálogo con la sociedad. El Partido Socialista debe asumir un rol imprescindible en este nuevo tiempo. Nuestra historia más que centenaria nos ofrece una certeza: el socialismo tiene más futuro que pasado. Nos hacemos cargo de este legado para ponernos en acción. Vamos a construir la esperanza de un futuro mejor para el país.

ANDREA MANCARDO (RÍO NEGRO)

Desde mi lugar como militante social y Trabajadora Social llevo años en la defensa y reivindicación de los derechos de las mujeres, de las diversidades, jóvenes, infancias, personas con discapacidad, adultos mayores, pueblos originarios, de los trabajadores y del ambiente. Esta lucha de décadas, en contacto cara a cara con aquellos que más lo necesitan, me llevaron a participar cada día más activamente en el Partido Socialista, motivo por el cual se me propuso la candidatura a Diputada Nacional.

«Desde el Partido Socialista aspiramos a mantener en alto las banderas históricas del socialismo argentino en su lucha por la libertad, igualdad, justicia y participación. Con honestidad y trabajo, como lo hacemos en nuestro quehacer cotidiano» (Andrea Mancardo).

Desde el Partido Socialista aspiramos a mantener en alto las banderas históricas del socialismo argentino en su lucha por la libertad, igualdad, justicia y participación. Con honestidad y trabajo, como lo hacemos en nuestro quehacer cotidiano. Siguiendo los pasos de Alicia Moreau y todas aquellas mujeres y hombres que pasaron a lo largo de mas de 125 años hasta el día de hoy con nuestra querida Mónica Fein.

Mediante políticas públicas eficientes, centrada en las personas, es posible un país mejor. Militando un socialismo vivo, que aporte calidad a la democracia. Un partido participativo, de puertas abiertas, con pluralidad de voces donde las ciudadanas y ciudadanos puedan depositar sus esperanzas, mirando el futuro con optimismo, con más igualdad y solidaridad. Con trabajo y desarrollo genuino para todes.

FERNANDA SANZBERRO (ENTRE RÍOS)

Milito en el socialismo desde 1982: en esos años -albores de la democracia luego de la cruenta dictadura militar- fue el Partido Socialista quien albergó los sueños de mi madre, quien, como empleada doméstica y con 5 hijos, inició un camino de militancia y compromiso con la política. Ella comprendía, y así me lo trasmitió, que esa es la mejor herramienta que tenemos los pueblos de generar condiciones para vivir en una sociedad más justa.

«Nos moviliza la urgencia de generar oportunidades laborales genuinas a las juventudes e impulsar a las pequeñas y medianas empresas. Creemos fundamental tomar decisiones y medidas certeras para cuidar los bienes naturales y generar mejores condiciones en el acceso a la salud y la educación pública» (Fernanda Sanzberro).

Actualmente secretaria general del PS del departamento Victoria, con mis compañeros/as decidimos actuar donde los vecinos nos necesiten. Así, en pleno contexto de pandemia, dimos clases de apoyo escolar para las infancias de primaria y ciclo básico de la secundaria; construimos un mural -homenaje al gran Hermes Binner- en agradecimiento y apoyo a los reclamos de trabajadores de la salud por mejoras en las condiciones laborales y salario; realizamos inscripciones en el Registro Nacional de vacunación a personas que no manejaban las tecnología digital. Estamos impulsando a través de la banca ciudadana la creación de plazas y parques en barrios alejados de la zona céntrica para generar más igualdad en el acceso a espacios públicos recreativos; y recientemente impulsamos una campaña de recolección de firmas para implementar la SUBE entre las ciudades de Victoria y Rosario.

Soy candidata a diputada nacional por el PS. Nos moviliza la urgencia de generar oportunidades laborales genuinas a las juventudes e impulsar a las pequeñas y medianas empresas. Creemos fundamental tomar decisiones y medidas certeras para cuidar los bienes naturales, como la Ley de Humedales, y generar mejores condiciones en el acceso a la salud y la educación pública potenciando estos derechos.

PAMELA ROCCHI (SANTA FE)

Como activista y militante trans quiero que la sociedad se quede tranquila: ¡¡Qué en nuestros gobiernos entrarán todxs!! Sabemos de discriminación, conocemos de pobreza y entendemos de exclusión, porque la hemos vivido en carne propia. No vamos a repetir la historia, vamos a cambiarla.

«Sabemos de discriminación, conocemos de pobreza y entendemos de exclusión, porque la hemos vivido en carne propia. No vamos a repetir la historia, vamos a cambiarla» (Pamela Rocchi).

Las personas trans podemos hacer un montón de cosas, solo necesitamos que nos den las oportunidades. Esto es un gran desafío para mí y estoy trabajando para dar lo mejor. Mi fuerte son las políticas sociales, estar con los más necesitados, las minorías, el olvido, las fuentes de trabajo y los oficios. El sueño es fundar una escuela de oficios no solo para la localidad de Alcorta, donde hayan especialidades como gasista, electricista y plomero. Se necesitan miles de viviendas sociales y hay que empezar por algo. El pueblo tiene que encontrar la forma de avanzar.

MARIANA LÓPEZ (BUENOS AIRES)

Este tiempo  de pandemia, ha sido muy duro para todos, y en especial para las mujeres, quienes su mayoría nos hemos visto sobrepasadas en las tareas de cuidados, y más aún quienes tienen en sus hombros la tarea de la salud y la educación.  Nosotras, como bien dice Mónica Fein, somos herederas de muchas luchas y derechos conquistados por el empeño y los sueños de la igualdad de muchas compañeras, que hay que continuar.

«Nosotras, como bien dice Mónica Fein, somos herederas de muchas luchas y derechos conquistados por el empeño y los sueños de la igualdad de muchas compañeras, que hay que continuar» (Mariana López).

Hoy estamos siendo parte de un cambio de paradigma, y viene acompañado de nuevos retos. La paridad nos permite hoy visibilizarnos, protagonizar este tiempo y sobre todo nos coloca en la responsabilidad de sumar a la política, nuevas prácticas y miradas acerca de cómo pensar entre todos y a la par,  un partido y una sociedad más justa y mejor. A eso nos convoco.

Pamela Rocchi: «Yo soy quien soy gracias al Partido Socialista»

Pamela Rocchi: «Yo soy quien soy gracias al Partido Socialista»

Pamela Rocchi es socialista y candidata a presidenta comunal de Alcorta. Su activismo y militancia están guiados por la construcción de una sociedad más justa e igualitaria.

Pamela Rocchi es, ante todo, una militante. Una militante socialista. Una militante de la comunidad trans. Una militante por una realidad más justa. Su candidatura a presidenta comunal de la Comuna de Alcorta en Santa Fe es una gran noticia y así se vio reflejado diferentes medios, como Infobae o Página 12. Es una gran noticia para el Partido Socialista, para el Frente Progresista Cívico y Social y para Alcorta. Quizá, en un futuro no tan lejano, esto ya no sea noticia o lo sea por otros motivos diferentes. Y nadie más que Pamela lo tiene claro, su militancia está puesta en eso.

En tiempos grises, de golpes y ausencias, de avance de las derechas, Pamela nos ofrece una voz que desentona con esa desolación, con un optimismo y una fuerza de voluntad arrolladora. Su vida es su causa, su convicción su testimonio. Su recuerdo de Miguel Lifschitz está lleno de tristeza, pero también de esperanza por lo que queda por hacer. Su apasionada defensa del Partido Socialista, por sus banderas y, sobre todo, por su gente, es una invitación a volver a creer y a no bajar los brazos. Puede que sea difícil, como ella bien lo sabe, pero nadie dijo que lo fuera. A pesar de todo, es nuestra obligación y nuestro compromiso no dejar de intentarlo.

Primero que nada, ¿Qué significa para vos ser candidata a un cargo ejecutivo en tu pueblo natal? ¿Era un objetivo que tenías o, por el contrario, algo que no te imaginabas no hace tanto tiempo atrás? ¿Cuáles son tus expectativas?

Hoy es un placer y una alegría ser candidata a presidenta comunal de la Comuna de Alcorta. Si bien esto es algo que hace mucho tiempo venía planeando y creo que también, en la vida de cualquier político o política, añora en algún momento gobernar su ciudad,  su pueblo, el lugar donde nació. Y esto fue así. Yo, si bien ya estuve en gestión en 2013 y 2014, en Desarrollo Social de la Comuna de Alcorta, fue al irme a la provincia a trabajar con Miguel [Lifschitz] donde adquirí más experiencia, muchísimo más conocimiento, más aprendizaje. Y hoy quiero eso, volver a Alcorta a demostrar todo lo que el pueblo me dio, todo lo que soy, todo a lo que llegué gracias a mi pueblo, que no me echó, que no me discriminó. Y bueno, para mí es un placer. Eso, es un placer ser candidata a presidenta comunal.

«Necesitamos un progresismo donde una persona trans, lesbiana, gay, pueda hablar de todos los temas, pueda estar en todos los lugares de decisión. Y ahí realmente habremos alcanzado algo».

Como mujer trans es usual que destaques a otras dirigentes trans, ya sea de otras fuerzas políticas o referentes de la cultura, como Lizy Tagliani: ¿Cuán importantes son los cambios acontecidos para el colectivo trans en estos años y cuánto tener figuras reconocidas? ¿Cómo se puede hacer para profundizar estas transformaciones y combatir la discriminación y postergación? ¿Cuáles son los desafíos?

Con respecto a la población tran a nivel nacional tuvimos dos grande hechos importantísimos para nuestra comunidad: una fue en 2012, con la llegada de la Ley de Identidad de Género, y otra en 2020 con la media sanción del cupo laboral trans. Yo creo que es algo importante, algo que necesitábamos, si bien todavía falta muchísimo por cambiar, si bien tenemos compañeras como Lizy Tagliani, Flor de la V, tenemos a Diana Zurco en la Televisión Pública, son pequeños hechos que dan la posibilidad de mostrar todo lo que la población trans podemos hacer. Porque siempre lo que nos dio la sociedad fue el trabajo sexual como única salida y, bueno, hoy tenemos algunas compañeras y compañeros en lugares relevantes, que me parecen importantes. Creo que esto va a cambiar cuando ya no quede ninguna compañera o compañero fuera del sistema, que pueda ir a la escuela como todo el mundo, que pueda ir a los centros de salud, que sus familias no las echen. Yo creo que ahí la población trans estará contenida y ayudando a un montón de cosas.

Vinculado a eso, ¿resulta difícil como militante y dirigente política trans apartarse de la agenda ligada a la diversidad y articularla a cuestiones más amplias? ¿Cómo pensás que debe configurarse una agenda igualitaria de mayor alcance y un programa político amplio en clave progresista? 

En mi caso personal, siempre las diversidades sexuales hablamos de diversidad sexual. Yo soy una persona que me he podido capacitar en un montón de cosas, porque creo que cuando una se hace política tiene que tocar todos los temas: obra pública, salud, educación. Pero siempre a la población trans, a la población LGBT, nos dice: “ustedes son población LGBT, trabajen con las personas LGBT». Pero no, necesitamos un progresismo donde una persona trans, lesbiana, gay, pueda hablar de todos los temas, pueda estar en todos los lugares de decisión. Y ahí realmente habremos alcanzado algo.

En estos meses tan difíciles he visto en tus redes lo mucho que te conmovió la enfermedad y fallecimiento de Miguel Lifschitz: ¿Qué importancia tuvo Miguel en tu historia personal y militante, como persona y como referente político? ¿Cuáles son los principales desafíos del PS en el Frente Amplio Progresista en Santa Fe y, en el futuro, a nivel nacional?

En cuanto a Miguel Lifschitz, fue una de las partes más importantes de mi vida. Yo tuve mi primer trabajo formal con Miguel Lifschitz, cuando él gana como gobernador y me convoca a ser Directora Provincial para la Inclusión Trans. Fue todo, fue mi referente. La pérdida fue grande, una desolación terrible, pero con la inmensa alegría de haber recibido su apoyo a esta candidatura. Antes de que él falte, le mande un mail diciéndole que quería ser candidata a presidenta comunal de Alcorta y que esperaba todo su apoyo. Y así fue. Me mandó un mail muy lindo diciéndome que le dé para adelante y que no solamente Alcorta iba a tener la mejor presidenta comunal, sino que la comunidad trans iba a tener una representante de la que sentirse orgullosa. Así que para mí eso me dio todas las ganas del mundo para hacer esto. Así que cuando me senté con Clara [García] para contarle que quería seguir con esto, que ya lo había hablado con Miguel, ella me dijo: “tenés todo mi apoyo, vamos para adelante”. Así que eso fue lo principal para estar donde estoy hoy.

«El socialismo es todo, tengo tatuada en mi piel la rosa socialista, el puño y la rosa que me identifican. Soy quien soy gracias a este partido que me dio todo, me dio un nombre, me dio un apellido, me dio lugar, me dio palabra, ¡me dio voz!».

El feminismo ha cobrado una enorme importancia tanto a nivel político nacional como a nivel partidario, con una agenda con eje en la legalización del aborto y el combate de la violencia y la discriminación de género. Desde tu perspectiva: ¿Cómo se podría ampliar y diversificar esa agenda de militancia? ¿Cómo se articula la agenda de diversidad con el colectivo feminista y, sobre todo, ante las resistencias de los sectores TERF (Trans-Exclusionary Radical Feminist, en español: Feminista Radical Trans-Excluyente)?

En cuanto al feminismo, nosotras y nosotros fuimos durante muchísimos años expulsadas y expulsados del feminismo: las personas trans por no considerarnos mujeres. Pero bueno, creo que hace unos años atrás muchos compañeros y compañeras le han puesto el pecho ahí, estando adelante y decir: “nosotros queremos estar, necesitamos estar, porque nos expulsan, nos discriminan y nos echan al igual que a todas ustedes”. Así que creo que, a pesar de un montón de compañeras que no quieren que estemos dentro del feminismo, ahí estamos, siempre dando la lucha. A la comunidad nunca nadie nos regaló nada, nunca alguien se levantó y dijo: “hoy le voy a dar derechos, voy a aliviarles la vida a las personas trans”. No, siempre lo tuvimos que ganar y eso es lo que hacemos día a día, luchando contra las TERF, que nos quieren expulsar todo el tiempo.

Para cerrar, si tuvieras que invitar a alguien a formar parte del Partido Socialista ¿qué les dirías? Y, más en concreto, ¿qué lugar ocupa el Partido Socialista en tu historia y el socialismo como tu identidad militante?

Con respecto al socialismo y yo: socialismo y Pamela Rocchi son la misma cosa. Yo soy quien soy gracias al Partido Socialista: gracias a una Analía Martín que me abrió las puertas, que me recibió, a un Hermes Binner. La primera reunión que tuve con Analía fue con Hermes Binner y yo decía “¿Qué hago acá con Hermes Binner? No puede ser”. El socialismo es todo, tengo tatuada en mi piel la rosa socialista, el puño y la rosa que me identifican. Soy quien soy gracias a este partido que me dio todo, me dio un nombre, me dio un apellido, me dio lugar, me dio palabra, ¡me dio voz! Algo tan importante como la voz, que te den una voz, que te dejen hablar. Que vos no seas “Pamela Rocchi, la travesti”, que seas “Pamela Rocchi, la compañera”, la que ayuda. Así que nada más que invitar a la gente. Hay un tema que dice “no me arrepiento de este amor” y no, no me arrepentiría nunca de ser socialista. Creo que es lo mejor que me pasó en la vida.